Cosas de la vida
Capitulo 1: Ataque al Sekihoutai. Adiós mi hermana.
Un bosque, estaba corriendo. a su lado, una pequeña niña, sus cabellos negro azulados estaban sueltos, piel blanca como la nieve, sus ojos eran color carmesí. En su mano derecha llevaba una kodachi manchada con sangre y en la izquierda kunais. No tendría más de 7 años, pero parecía que la vida le había pegado duro.
El padre de ella estaba siendo atacado, decían que era un traidor, por pasar un mensaje por ordenes del Shogun de que iban a bajar los impuestos. Corría al lado de su hermano mayor, el cual le llevaba 9 años. Él la había ido a buscar por ordenes de su padre, quien tenía un mal presentimiento sobre la reunión que se llevaría a cabo hacía pocos minutos, y ahora ellos estaban atrapados en medio de la masacre. El joven, cabello corto, del mismo color que su hermana, ojos azul fríos como el hielo, no tenía más de 16 años, era alto y llevaba una kodachi doble, corría mientras cubría la huida de su única hermana. Era un ninja, perteneciente a los oniwabanshuu que protegían al castillo Edo, pero ahora ya no tenía sentido, ya había empezado la era Meiji y el castillo había sido evacuado, ahora su deber es proteger a lo único que queda de su familia, no tenía esperanzas de que su padre saliera con bien, aunque fueran de bandos opuestos, los tres eran una familia y como tal se trataban.
Unos hombres les cerraron el paso cuando estaban llegando al acantilado, los dos jóvenes pararon y se prepararon para atacar. Él no podía ver que pasaba a su pequeña hermana, los sujetos se le atravesaban, hasta que por fin pudo ver la escena, alrededor había un sin número de cadáveres y en el centro un enemigo sujetaba a la niña por el cuello del kimono sobre el barranco. Lo vio todo en cámara lenta, el hombre soltó a la niña al río que pasaba por debajo, mientras ella extendía su mano hacia él mientras gritaba.
- HERMANO.
- KURAIHANA
- Aoshi-sama. Aoshi-sama, despierte por favor
Aoshi se despertó por el llamado de Misao, que lo miraba preocupada y en
la voz se notaba un tanto fastidiada ¿quién no? Imagínense a la persona
que amas gritando en sueños el nombre de otra mujer.
- ¿Qué soñaba señor Aoshi? Lanzó un grito que parecía que alguien estaba muriendo.
- De echo, así era- responde con tono frío.
- ¿Otra vez esa pesadilla? No puedes seguir echándote la culpa por el resto de tu vida.- Okina había aparecido en la puerta del cuarto de Aoshi.
- Lo sé, pero fue mi culpa, si nada hubiera pasado, seguro que ahora estaría dando vueltas por aquí en el Aoiya. Pero no, nuestro padre tenía que ser el capitán del Sekihoutai- lo último lo dice con rabia.
Misao estaba muy fuera de lugar ¿qué pasaba aquí? Ella no tenía idea de
otro miembro del oniwabanshuu ¿el señor Aoshi estaba enamorado? No, eso
era imposible, si era así, haría lo imposible por apartarla de su mente.
Pero por ahora no hay nada seguro, así que mejor no deprimirse, sino se
darían cuenta de que algo le ocurría.
Luego de un rato, Misao y Okina salieron de la habitación de Aoshi, este
sentado en el futón deja escapar unas palabras.
- Te encontraré hermana, sé que estas en alguna parte, sana y salva, te juro que cuado te encuentre no permitiré que nadie te haga daño, es un juramento.
Tras estas palabras se gira e intenta dormir, sin saber que en un lugar
del Japón, una joven de pelo negro azulado sonríe en sueños.
(((((((((((((((
"Necesito hablar con alguien, pero... ¿con quien?" Pensaba Misao mientras
intentaba conciliar el sueño "Demonios, ¿por qué Omasu y Okon no están
cuando las necesito?" Una idea cruzó su mente "¡¡¡KAORU!!! Ella sabrá que
hacer en mi lugar, partiré ahora mismo, dormiré luego, en el bosque"
Empaca unas cuantas cosas y sale sigilosamente del Aoiya con rumbo a Tokio, al dojo Kamiya.
Capitulo 1: Ataque al Sekihoutai. Adiós mi hermana.
Un bosque, estaba corriendo. a su lado, una pequeña niña, sus cabellos negro azulados estaban sueltos, piel blanca como la nieve, sus ojos eran color carmesí. En su mano derecha llevaba una kodachi manchada con sangre y en la izquierda kunais. No tendría más de 7 años, pero parecía que la vida le había pegado duro.
El padre de ella estaba siendo atacado, decían que era un traidor, por pasar un mensaje por ordenes del Shogun de que iban a bajar los impuestos. Corría al lado de su hermano mayor, el cual le llevaba 9 años. Él la había ido a buscar por ordenes de su padre, quien tenía un mal presentimiento sobre la reunión que se llevaría a cabo hacía pocos minutos, y ahora ellos estaban atrapados en medio de la masacre. El joven, cabello corto, del mismo color que su hermana, ojos azul fríos como el hielo, no tenía más de 16 años, era alto y llevaba una kodachi doble, corría mientras cubría la huida de su única hermana. Era un ninja, perteneciente a los oniwabanshuu que protegían al castillo Edo, pero ahora ya no tenía sentido, ya había empezado la era Meiji y el castillo había sido evacuado, ahora su deber es proteger a lo único que queda de su familia, no tenía esperanzas de que su padre saliera con bien, aunque fueran de bandos opuestos, los tres eran una familia y como tal se trataban.
Unos hombres les cerraron el paso cuando estaban llegando al acantilado, los dos jóvenes pararon y se prepararon para atacar. Él no podía ver que pasaba a su pequeña hermana, los sujetos se le atravesaban, hasta que por fin pudo ver la escena, alrededor había un sin número de cadáveres y en el centro un enemigo sujetaba a la niña por el cuello del kimono sobre el barranco. Lo vio todo en cámara lenta, el hombre soltó a la niña al río que pasaba por debajo, mientras ella extendía su mano hacia él mientras gritaba.
- HERMANO.
- KURAIHANA
- Aoshi-sama. Aoshi-sama, despierte por favor
Aoshi se despertó por el llamado de Misao, que lo miraba preocupada y en
la voz se notaba un tanto fastidiada ¿quién no? Imagínense a la persona
que amas gritando en sueños el nombre de otra mujer.
- ¿Qué soñaba señor Aoshi? Lanzó un grito que parecía que alguien estaba muriendo.
- De echo, así era- responde con tono frío.
- ¿Otra vez esa pesadilla? No puedes seguir echándote la culpa por el resto de tu vida.- Okina había aparecido en la puerta del cuarto de Aoshi.
- Lo sé, pero fue mi culpa, si nada hubiera pasado, seguro que ahora estaría dando vueltas por aquí en el Aoiya. Pero no, nuestro padre tenía que ser el capitán del Sekihoutai- lo último lo dice con rabia.
Misao estaba muy fuera de lugar ¿qué pasaba aquí? Ella no tenía idea de
otro miembro del oniwabanshuu ¿el señor Aoshi estaba enamorado? No, eso
era imposible, si era así, haría lo imposible por apartarla de su mente.
Pero por ahora no hay nada seguro, así que mejor no deprimirse, sino se
darían cuenta de que algo le ocurría.
Luego de un rato, Misao y Okina salieron de la habitación de Aoshi, este
sentado en el futón deja escapar unas palabras.
- Te encontraré hermana, sé que estas en alguna parte, sana y salva, te juro que cuado te encuentre no permitiré que nadie te haga daño, es un juramento.
Tras estas palabras se gira e intenta dormir, sin saber que en un lugar
del Japón, una joven de pelo negro azulado sonríe en sueños.
(((((((((((((((
"Necesito hablar con alguien, pero... ¿con quien?" Pensaba Misao mientras
intentaba conciliar el sueño "Demonios, ¿por qué Omasu y Okon no están
cuando las necesito?" Una idea cruzó su mente "¡¡¡KAORU!!! Ella sabrá que
hacer en mi lugar, partiré ahora mismo, dormiré luego, en el bosque"
Empaca unas cuantas cosas y sale sigilosamente del Aoiya con rumbo a Tokio, al dojo Kamiya.
