No hace falta decir que ninguno de los personajes me pertenece, son fruto de la imaginacion de SM :)
Quise probar algo nuevo con una pareja poco popular en los fics en español. Espero que les guste, y si quieren mas, ya saben lo que tienen que hacer....
En caso de que no sepan, hago una breve aclaracion:
R/R's!!!!!! pleasee :D solo asi puede seguir la historia ^^
Bueno, aca vamos...
1955 Memphis, Tennessee
EPOV
Era el atardecer, al parecer el final de nuestro triste día soleado había llegado. Según el periódico, la temperatura era de 29 ºC, claro que para nosotros nos daba igual. Todo estaba tranquilo, por lo que seguí relajándome en el amplio sofá de la sala de estar. Todos se habían ido de caza, excepto Esme, Alice y yo. Mi madre ojeaba una revista especializada en los quehaceres domésticos, ya que nada le gustaba mas que una casa limpia, ordenada y moderna. Alice escuchaba la radio en su nuevo Thunder Byrd, y yo, seguía haciendo uso del sofá.
-OH!! Si!!!!- Un grito proveniente del garage me hizo saltar hasta el techo.
-Pero que dem…-
-Edward!!!- Alice entro a la habitación como una ráfaga de viento.
-¿Qué sucede?- Pero ella no contestó, por lo que deje que sus pensamientos entraran en mi mente con atropello. Al escuchar lo que había pasado, o mejor dicho, lo que iba a pasar, puse mis ojos en blanco.
-¿Qué quieres que te lleve a donde?- Pregunté aún atónito
-¡¡Al teatro!! ¡¡Por favor!! ¡Jhonny Cash y los Dos de Tennessee estarán ahí! ¡También Jerry Lee Lewis!
Aún sabiendo que Alice se emocionaba con cualquier evento que se realizara en la ciudad, tenía la esperanza de que estuviera bromeando. Al ver que no decía nada, se sentó a mi lado, a esperar a que acepte llevarla.
-¿Qué no puedes ir con Jasper?-
-No… a el no le gusta esa clase de música- Transformo su rostro en una mueca de disgusto. "Incluso así es bonita… ¡No! Nota mental: Eliminar de una vez a estos pensamientos macabros…"
-¿Y qué te hace pensar que a mi me gusta?- Contraataqué
-Bueno… yo…¡Por favor!-Claro, cuando no tenía ninguna otra excusa para que la lleve tenía que poner esa cara de perro mojado que no lo quieren entrar a la casa "Ash! Demonios!"
– Esta bien, te llevaré…¡Pero! Tendrás que usar la ropa que YO te diga durante una semana.-
Su mirada se lleno de confusión por un minuto, Ja! No la vio venir.
-De acuerdo, acepto el trato- Dijo volviendo a sonreír.- Te veré en mi auto dentro de media hora, voy a tomar un baño- Y se marcho, radiante de felicidad.
-No pensaste que iba a aceptar, ¿No es cierto?- Esme apareció de nuevo en la casa, después de haber leído durante horas.
-La verdad es, obviamente, que no.- Dije todavía confundido. Tenía suerte de ser el único en la familia capaz de leer los pensamientos de los demás. Solo Esme sabía que no sentía lo mismo por Alice que mis otros hermanos, era la única a la que se lo había contado. Nunca mencionó nada de eso, se limitaba a pensar.
"Se que es un problema hijo, pero debes ser buen hermano. Recuerda que ella no tiene idea."
-Si ya lo se… Mejor voy a cambiarme, no quiero hacerla esperar.-
Fui a mi "dormitorio" e indague entre mi ropa, buscando algo adecuado para la ocasión. Me decidí por unos pantalones azules, una camisa blanca y una chaqueta que me había regalado Alice. Me mire en el espejo y sonreí satisfecho con la imagen que devolvía.
Como de costumbre, Alice todavía no había terminado, asi que decidí esperarla en el garage. Insistiría en ir en mi motocicleta, aún no había tenido tiempo de estrenarla, y esta sería mi oportunidad.
No habían pasado diez minutos cuando apareció tímidamente por la puerta. Llevaba un vestido rojo pálido de verano, nada extravagante, pero todavía hermosa. "Fuera malos pensamientos…"
-¿Y bien? ¿Ya estas lista?- pregunté, queriendo parecer casual.
-Creí que iríamos en mi auto- Reprochó
-Bueno, creíste mal- Sonreí con malicia. Y señalando la parte trasera de mi motocicleta la invité a subirse.
-Oh vamos Edward por favor.-
-Esta bien, si no sientes deseos de ir…- Fingí bajarme de la moto pero antes de pusiera ambos pies en el suelo, ella ya estaba sentada detrás. –De acuerdo, entonces vamos, pero abre el portón antes genio.- Señalé
-Cierto, lo siento- Se encamió hacia al frente y con facilidad y delicadeza abrió la gran estructura de madera. Puse en marcha mi juguete favorito y la esperé en la acera.
-Anda, llegaremos tarde.-
-¡Ahí voy! ¿Qué no puedes esperar un segundo?- Me limité a reír por lo bajo.
Cuando sentí que me hundía un poco mas en la acera debido a suma reciente de peso, aceleré. Demasiado tal vez, por que sentí sus pequeños brazos abrazarme con fuerza. Sonreí un poco, quería hacer el viaje lo más largo posible, para seguir disfrutando de ese gesto. Incluso aumenté más la velocidad.
-¿Edward no puedes ir más despacio? Me estas asustando.- Rompió el silencio nerviosa, aumentando la fuerza de su abrazo, que por poco no me quiebra algunas costillas.
-Bromeas, ¿Cierto?.-
-¿La verdad?-
-Si.- Pero no contestó inmediatamente, aunque ya sabía la respuesta, preferiría escucharla a ella y no a sus pensamientos.
-No.-
-Vamos, los dos sabemos que puedes correr el doble de rapido.-
-Si, pero soy yo la que corre en esos momentos.-
-Ah… entiendo. Lo siento.- Y bajé la velocidad a 80 refunfuñando por lo bajo.
-Gracias.-Susurró suavemente, apoyó su mentón en mi hombro y deje que su aroma me embriagara. Esto estaba mal. Mas que mal.
Seguimos el viaje en silencio. Derecho hasta el teatro. Encontramos lugar para apacar justo a una calle del lugar. Estaba repleto de coches. Ninguno tan flameante como el de Alice.
Nos detuvimos frente a una vieja peluquería. Apague el motor y esperé a que retirara sus brazos de mi cintura para dejarme bajar. Pero no lo hizo.
-Alice… ya llegamos.- Dije un poco nervioso por su reaccion.
-Oh! Lo siento.- Y rápidamente deshizo el abrazo y saltó alegremente a la vereda.
Caminamos juntos hasta la entrada. En silencio, mirando las otras personas que se dirigían a nuestra misma meta. Algunas chicas, al igual que Alice, estaban igual de emocionadas.
En la puerta, pedimos dos boletos a la cajera, y afortunadamente todavía le quedaban un par.
Caminamos hasta el final de la fila y nos dirigimos a nuestros asientos. Un poco alejados del escenario, pero gracias a que nuestra visión era mejor que la de cualquier humano, no tuvimos problema alguno.
-No puedo creer los pensamientos de estas personas- Dije atónito
-Yo si, no tengo problema alguno-
-Lo se… no te molestes en decirlo en voz alta…-
-Ja Ja, sal de mi cabeza Edward-
-Si pudiera lo haría.-
El silencio se hizo aparecer, pero pude escuchar claramente lo que pensaba, y no estaba específicamente relacionado con el show que estábamos por ver. Volteé la mirada hacia ella confundido, y me sonrió tímidamente.
En ese momento el presentador apareció en el escenario, por lo que perdí mi concentración.
-¡Buenas noches Tennessee! Gracias por estar con nosotros esta hermosa noche. Para comenzar con este espectáculo, el hombre de negro, la voz de los trenes. ¡Démosle la bienvenida al Señor Johnny Cash y los Dos de Tennessee!-
Los gritos y alaridos de las jóvenes del público no se hizo esperar, y no me sorprendió escuchar a Alice entre ellas. La imité abandonando mi asiento, para no sentirme un amargado siendo el único sentado, y probablemente el único que deseaba que terminase pronto.
-Hola, soy Jhonny Cash.- Pero que manera de comenzar el show tan estúpida. ¿Qué tenía ese tipo de voz grave de especial? Comenzaron a tocar una canción que gracias a Alice identifique como "cry cry cry ". Fingí moverme al compás de la música como lo hacían los demás. Cuando terminó la canción, los gritos se hicieron mas fuertes y se me hizo difícil escuchar hasta mis propios pensamientos.
Volvió la calma cuando comenzaron a tocar nuevamente, luego de unas pocas palabras de agradecimiento clásicas en cualquier artista.
Luego de esos tres pobres diablos, subió al escenario Jerry Lee… Mas gritos. Arrojo su chaqueta al público, ¿Para qué? Era difícil darse cuenta de cuantas chicas había en el suelo peleando por ese pedazo de tela. Podía escuchar la indecisión de Alice entre ir o no ir a pelear por la chaqueta.
-Ni lo pienses, no vas a dejarme aquí solo.- La advertí copiando su expresión de cachorro mojado. Me sacó la lengua y continuó mirando el show, olvidándose que estaba a su lado.
Cada rato la observaba. Riendo, cantando, bailando. ¿Cómo había llegado a este punto? ¡Estaba con mi hermano! A partir de ahora me mantendría la margen. Una promesa que debía si o si cumplir. Jasper era mejor peleador que yo. ¡Pero no era culpa mía! ¡No había podido hacer nada al respecto! Ya era demasiado tarde.
Estaba tan concentrado en mi dilema interno que no había notado que todos se estaba marchando.
-Edward, ya terminó.- Alice me llamaba desde la escalera paralela a las butacas rojas del teatro.
La seguí hasta mi motocicleta en silencio, mientras me contaba los mejores momentos del show. No quise interrumpirla, se veía muy contenta. Nos subimos y emprendimos viaje hasta nuestra casa. Esta vez mantuve la velocidad baja. Aún así se aferro a mi cuerpo con fuerza, dejando caer su cabeza en mi hombro. Parecía a propósito. Lo hacía cada vez más difícil.
-¿Lo pasaste bien?- Me preguntó
Antes de responder giré un poco mi cabeza para encontrar la de ella a unos pocos centímetros de mi rostro. La observé un momento antes de responder.
-Si. Lo pasé bien.- Sostuve su mirada- Veo que lo pasaste estupendo.-
Sonrió feliz. Como una niña pequeña.
-Si. Gracias por acompañarme Edward. De veras.-
Hubiera deseado conducir hasta Las Vegas, para sentir sus brazos a mi alrededor solo un segundo más. Pero inconscientemente ya estábamos en la entrada de la casa. Nos bajamos de la motocicleta y nos quedamos en el porche de entrada. Era la 1 y 25 de la madrugada. Esme estaría sola. Dado que los demás regresaban a la noche del día siguiente.
-Solo… falto una cosa.- Volteo a verme confusa- No había lugar para bailar- Dije haciendo un puchero.
-Ajajá ¿Por eso estabas tan tranquilo? ¿Por qué no había lugar para bailar?-
-Bueno… siento que hago el ridículo moviéndome solo…- Dios me sentía totalmente desnudo a su lado.
Guardé silencio un momento. Tratando de que lo que estaba a punto de decir no sonara estúpido. Respiré. Toda esperanza de mantenerse al margen se había ido al caño.
-Alice baila conmigo.- No respondió. Solo sonrió y tomo mi mano.
Aferre mi brazo a su cintura y la acerque mas a mi cuerpo. Guiando el patético
intento de baile en silencio.
Había perdido toda barrera de restricciones. Parecía un sueño imposible, en el que todas mis preocupaciones habían quedado atrás. Mi mirada se encontraba con la de ella. Seria y firme.
Comencé a tararear la melodía que flotaba por la mente de mi compañera. Por lo que sonrió aún más. Quise devolverle la sonrisa mientras tarareaba.
-Amo esa canción.- Dijo, sin bajar la mirada.
-Lo sé- La estreche mas contra mi cuerpo. No parecía incomodarle.
Me sentí bien conmigo mismo. Quizás, algo cambiaría. Después de todo. Teníamos todo el tiempo del mundo.
-¿En que piensas Ed?- Que pregunta tan extraña. ¿No?
-Umm… Nada en especial… ¿Por qué preguntas?-
-Bueno… siempre sabes que estamos pensando los demás. No me parece justo que no me digas lo que piensas.- Dejé mis ojos en blanco por una fracción de segundo, ella no pudo notar la diferencia.
-Buen punto… Pensaba en…- "Vamos, piensa rápido. ¡Cualquier cosa!"- En que estas muy linda esta noche.- "¡No! ¡De todas las cosas ESA no era una opción!... Demonios, no le ha gustado."- Bueno, quiero decir que… ese color te sienta bien.- " Estúpido idiota…"
-Gracias Edward, eres muy amable.- Esta avergonzada. ¿Eso es bueno?- También te ves muy bien.-
Una frase paso por su cabeza dejandome un tanto confuso. ¿Estaban fallando mis dotes de lector?
- Es gracias a la ropa.- Repuse modesto.- Exactamente, son regalos tuyos.- Me voltié para sonreírle timidamente.
Seguimos bailando durante unos minutos más, hasta que nos sentamos en la escalera del porche, solamente a escuchar los grillos en la oscuridad. Era una noche verdaderamente hermosa. Ella recostaba su cuerpo en mi hombro, y miraba al cielo estrellado pensativamente.
-Es una hermosa noche...- Dije yo
-Aja...- Se arrimo más a mi, pasando su brazo por mi cintura. Todo signo de relajación se había esfumado, me congele mas de lo que estaba.
-Edward...-Su voz angelical a escazos centimetros de mi oido me hicieron voltear. Como si hubiera sido hipnotizado.
-¿Que suced...?- Las palabras quedaron atrapadas en mi boca. Mis sentidos se habian perdido en alguna parte de mi cuerpo. Lo unico que era capaz de sentir, eran sus labios presionados contra los mios.
Y???? que les parecio? :D
sigo o no? Espero que si por q estoy inspirada y me encanta esta pareja :D jajajaja
CHAUCHAS!! REVIEWS NO HACEN MAL A NADIEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!
