La otra chica del futuro
Por AniWitch
Disclaimer: Los personajes de InuYasha no me pertenecen…sino Kikyo nunca hubiera existido… pero le pertenece a Rumiko Takahashi… yo únicamente los uso para hacer esta historia para todos ustedes.
Notas: letra canciones: negrita
Mis pensamientos
-------------- Cambio de escena
"Pensamientos de los personajes"
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Capítulo 1: Sorpresas en el festival
-Sí, Inuyasha, necesito ir al colegio- insistía por centésima vez Kagome, tratando de alcanzar el pozo frente al cual se había situado el muchacho- Además, recuerda que es el último año y hay un festival especial porque ahora hay muchos estudiantes extranjeros.
-¿Y eso qué?- respondió altaneramente- Sigo sin entender para qué tanto estudio y para que quieres ver a esos estudiantes…extranjeros… ¿Qué es eso?- preguntó extrañado. Hacia un par de años que las amigas de Kagome habían preguntado lo mismo de él cuando lo conocieron, pero no había entendido el término.
-Son chicos que vienen de otros países- Se quedó pensativa un momento "El festival de mañana es sobre costumbres, folklore y mitología…ummmh, no sería mala idea…"- ¿Te gustaría venir conmigo, Inuyasha?
-¿Pero qué dices? ¿Cómo voy a ir contigo a la escuela?- preguntó alterado. La chica siempre le decía que no podía acompañarla a la escuela, ni a la anterior ni a esta, y ahora le decía que fuera con ella.
-Sí, ven conmigo, en el festival van a presentar todas las cuestiones del folklore de los países de ellos y del nuestro también, así que pasarías desapercibido, todos pensarían que estas usando un disfraz.
InuYasha se quedó pensando un momento, tal vez no era mala idea ir con ella, primero no se separaría de quién era ya como el aire para él, segundo: no permitiría que nadie se le acercara y, por último, podría ver que era aquello de "estudiantes extranjeros".
-Feh, está bien, te acompaño- dijo mientras tomaba la mochila amarilla de la chica y se preparaba para saltar el pozo- Vamos entonces.
Mientras ambos saltaban al pozo no vieron como tres felices personas, con sonrisas cómplices en sus rostros, aplaudían su decisión.
-¡Por fin ese perro tonto le hizo caso a Kagome!- sonrió Shippou feliz- Tal vez así se dé cuenta lo que ella significa para él.
Por muy extraño que resultaran las palabras del kitsune, Sango y Miroku asintieron con su cabeza. Ellos también se alegraban de la situación.
-Entonces, mientras regresan, nosotros podemos descansar y acompañar a Kaede-baba –dijo la exterminadora- Regresemos a la cabaña.
Mientras ellos se acercaban a la aldea, una pareja emergía del pozo en el futuro.
-Bien, ¡mamá, abuelo, ¡ya llegué!- gritó Kagome-¿dónde se habrán metido?
-Aquí, hija- llamó su madre desde la planta alta- Estoy alistando el cuarto de huéspedes.
-¿Eh? ¿Cómo?- preguntó Kagome. Eso era bastante extraño, ya que ellos normalmente no recibían a nadie, e incluso Inuyasha dormía o en su cuarto o con Souta, así que no tenía idea de lo que sucedía.
Subieron a la segunda planta, donde encontraron a su madre ocupada preparando el cuarto de huéspedes,
-Tendremos como visita a una de las chicas que están en tu escuela- dijo alegremente el abuelo, mientras sostenía las mantas que colocarían en la cama- Según dicen es una sacerdotisa, o algo así, pero que es capaz de ver el futuro de los demás.
-Sí, hija, tus amigas están como locas con ella- concluyó su madre
-Entonces- preguntó extrañado el hanyou- ¿Por qué se quedará aquí, si Kagome tiene días de no asistir a la escuela?
-No sé, eso es realmente lo extraño, cuando les dieron a escoger el lugar donde se deberán quedar los dos meses que estarán aquí, ella dijo que únicamente se quedaría en la casa de la chica que casi nunca iba a clases- explicó la señora Higurashi- La chica que vive en el templo que tiene un árbol del tiempo, así que no quedó más remedio que aceptar.
-¿Pero como explicarle que yo no estoy enferma sino que viajo a través del tiempo al Sengoku?- se asustó Kagome, eso no podía estar pasándole a ella- Y como piensan comunicarse con ella, la mayoría que yo sepa sólo habla inglés, y ninguno sabe y no pienso andar con un traductor de esos que habla como robot.
-Gomen, ¿¡cómo se me pudo pasar algo así?- dijo desesperadamente la pobre señora- Es que era tan emocionante conocer alguien de otro país, y saber que conoce mucho de nuestra cultura, costumbres, mitología y folklore, que fue imposible negarnos cuando hizo esa petición, y ahora ya es tarde… Ella vendrá, contigo, mañana después de la presentación en la escuela.
-¿Naniiiii? Pero si pensaba llevar a InuYasha, por eso él está aquí, no iba a ser problema por todos los disfraces que van a llevar, y ¿ahora que hago?
-Tranquila- dijo Souta, que entraba en aquel momento llevando algunas flores, un poco exóticas, pero que al parecer provenían del país de donde la chica venía- Yo la he visto hoy que he ido a recoger algunas de sus cosas y por alguna razón nos entendemos perfectamente, aunque pareciera cuando mueve sus labios que no habla japonés, así que no sé que fue lo que pasó, cuando me vió me colocó una mano en la cabeza y luego dijo que ahora nos podríamos entender perfectamente.
-¡¿Nani!- dijeron todos a la vez, no comprendían lo que Souta les explicaba.
-Oh, ya lo verán mañana, pues al parecer lo hace sólo con quién quiere, porque a los demás les habla en inglés o con el intérprete, así que la verdad no sé- contestó el chico, mientras colocaba las flores en un jarrón que se encontraba en la esquina del escritorio - Además me dio un extraño mensaje para ti, me dijo 'Dile a tu hermana que no habrá problemas, que venga tranquila con su acompañante, será interesante'.
-¡Ahhh!- se sorprendió el hanyou- ¿Cómo que será interesante verme? ¿Y como puede saber ella que ibas a ir conmigo?
-Ni idea, pero creo que será mejor averiguarlo, así que será mejor que nos vayamos a descansar para no tener problemas mañana para levantarme.
A la mañana siguiente, una vez que hubieron desayunado se dirigieron a la escuela, InuYasha feliz porque no tenía que cubrirse sus orejas y Kagome vistiendo un traje de sacerdotisa, una falda azul y blusa de anchas mangas blanca con una pañoleta azul en el cuello parecido al de una de las aprendices de sacerdotisas del episodio 63, disfrutarían de un día diferente y tal vez el hanyou aprendería algo, claro no era mucho lo que pedía Kagome, pero la esperanza nunca se pierde.
La preparatoria era un hervidero de personas, pues todos andaban sumamente ocupados con todo lo que presentaban, ya que estaban presentando cosas de países como Grecia, Noruega, Irlanda y otros de América, todos exponiendo el folklore y la mitología de sus países. Muchos traían extraños disfraces, claro los que representaban a los dioses griegos eran seguidos por muchos chicos y chicas, ya que eso de andar con una simple toga dejaba mucho a la imaginación.
Kagome se dirigió en compañía de Inuyasha buscando a sus amigas y a aquella chica que iría a su casa, de paso iban observando las diferentes exposiciones y tratando de ocultar la sonrisa que el asombro de InuYasha ante todas aquellas personas extrañas y lo que mostraban de sus lugares de origen.
-Oye, Kagome –musitó InuYasha- ¿de dónde viene toda esa gente tan extraña?
-Ya te dije que de otros países- le contestó divertida, el hanyou no había entendido ni jota de las explicaciones que ella intentó darle la noche anterior con la ayuda de un Atlas Mundial- Recuerda que la chica que irá a la casa al parecer viene de América.
Claro la cara de InuYasha le hizo soltar una carcajada, definitivamente eso era lo que menos había entendido, una tierra tan lejos de donde ellos vivían, como podían llegar a Japón.
Al rato de caminar alcanzó a ver a sus amigas y a varios chicos, incluido Houjyo rodeando a una chica: parecía un poco mayor que ellos, de cabellos castaños ondulados hasta media espalda y una piel bronceada por el sol.
-¡Kagome! ven pronto- gritó Eri
Caminando un poco más rápido, halando a InuYasha que parecía mirar con cierto temor a aquella joven, se acercó al grupo.
-Yaa, douzo yoroshiku- saludó haciendo una reverencia, tirando del hanyou para que hiciera lo mismo- Kagome Higurashi to moushimasu - mencionó su nombre primero recordando que posiblemente de dónde la chica proviniera esa sería la costumbre.
La chica se levantó de la banca donde se encontraba rodeada por un grupo de compañeros de Kagome y del nivel inferior, sus verdes ojos relampaguearon de extraña forma, mientras una sonrisa se asomó en sus labios, haciendo resaltar un gracioso lunar que tenía a un lado de su boca, además de unos hoyuelos que se formaban en sus mejillas. Volvió a mirar a Kagome, haciendo una suave inclinación con su cabeza, dirigiendo su mirada al hanyou que la miraba embobado, ya que percibía una extraña energía proveniente de aquella joven, que al ser casi tan alta como él, lo miraba escrutadoramente a sus dorados ojos.
-Daijoubu, arigato- dijo mientras inclinaba su cabeza para saludar al hanyou.
Después miró a su alrededor, como si buscara a alguien.
-Sorry, your traductor isn't here- le dijo un muchacho de cabellos y ojos negros- Maybe, I can help you- se notaba en él su interés por que aquella joven lo escogiera como su traductor personal.
-No, thank you- le contestó seriamente- I see you later boys, excuse me- dijo mientras tomaba de la mano a un par de extrañados Kagome e InuYasha y se separaba del grupo para dirigirse a uno de los salones.
Una vez que ingresaron a uno de los salones, revisó afuera que nadie los hubiese seguido y cerró la puerta, volviéndose hacia los dos jóvenes que la miraban desconcertados.
-Sé bien que no me comprenden, pero esto quiero decirlo así, ciertamente me sorprende ver a una sacerdotisa y a un demonio juntos…-calló al ver que se volvían a miran entre sí y luego a ella, soltó una pequeña sonrisa y acercándose colocó una mano sobre la cabeza de cada uno y musitó unas extrañas palabras- Bien, creo que ahora me comprenden, ¿cierto?
-Hai- respondieron InuYasha y Kagome al unísono.
-¡Qué bien, porque yo sólo sé unas pocas palabras básicas del japonés y no creo que un… medio demonio comprenda el inglés…-y se detuvo para esperar la reacción de aquellos chicos.
-¡¡¡¡¿NANI!- preguntó asustada Kagome.
-Sí, no te preocupes, sé que él es un hanyou y tú una sacerdotisa- hablaba sin dejar de mirarlos, como si estuviera estudiándolos detenidamente- y además creo que te acompañaré en tu viaje por lo menos durante un tiempo, quiero estudiar algo del pasado y buscar si un demonio que me pareció hace muchos años, cuando vine aquí por primera vez, ver era real o no.
InuYasha se había dejado caer en el suelo al escuchar que aquella joven lo reconocía como un hanyou "Pero como es posible si Kagome dice que ella no es de aquí, entonces como me reconoció y habla de localizar a un demonio"
-Ay, por Dios, que descuidada soy- dijo mientras se golpeaba suavemente su cabeza con las manos- no les he dicho mi nombre. Bien, Izel to moushimasu - una sonrisa alegró su cara, y volviéndose hacia InuYasha le preguntó -¿onamaewa?
El hanyou se quedó mirándola, viendo como aquellos verdes ojos le miraban, no con miedo sino con confianza, tal como lo hacia Kagome, así que lentamente bajo sus defensas y le miró.
-InuYasha –contestó- Soy hijo del Lord del oeste y de una humana, es por eso que soy un hanyou.
-No te preocupes, eso no es algo que a mí me preocupe- le respondió Izel, tratando de tranquilizarlo- en las mitologías de América existen muchos dioses que son formados por dos partes diferentes…es más, aún en nuestros pueblos los humanos provenimos de diferentes pueblos… además, eres un chico muy lindo… pero -volvió a mirar a Kagome, en su cara su notaba cierta picardía que precedía aquello que pensaba antes de hablar- Es tu novio…cierto…porque eso me dijeron tus amigas, que posiblemente vendrías con tu novio que también era extranjero… y deduciéndolo de las características físicas de InuYasha… supongo que se referían a él.
Ambos chicos se sonrojaron y volvieron a mirar a diferentes partes. Ante esa reacción, Izel simplemente sonrió de una forma enigmática, como si conociera algo que ellos dos no sabían, y suavemente cerró sus ojos colocando sus manos a la altura de su boca… después de unos instantes volvió a tomar las manos de los muchachos y comenzó a dirigirse a la puerta.
-Creo que ya vienen a buscarnos, es mejor que salgamos- movió negativamente su cabeza- Estos chicos creen que mis poderes de sacerdotisa son para adivinarles su futuro amoroso…como si fuera de broma.
"Vaya- pensó Kagome- Así que es una sacerdotisa, pero tiene poderes bien extraños…y está segura de poder viajar con nosotros al pasado…aunque tal vez sirviera: InuYasha pareciera tenerle o temor o respeto…Bien, tendré que conversar más con ella…aunque eso de escuchar otro idioma pero entenderlo a la perfección sin saberlo es bastante extraño."
Igualmente, el cerebro del hanyou trataba de asimilar las palabras y acciones de la ojiverde, pues ciertamente era bastante más extraña que Kagome, ya que sí sabía que tenía poderes. "Otra sacerdotisa, pero sino me equivoco sus poderes son inmensos…si va con nosotros tal vez nos ayude a derrotar a Naraku…además no me tiene miedo…me ha tratado igual que Kagome...es algo que no entenderé si otros me aceptan como soy… ¿por qué Kikyou deseaba que yo me hiciera humano, renunciando a una parte de mí?... ¿es que realmente nunca me aceptó?… ¿o me quiso?..."
Una vez fuera, la joven recogió sus cosas y les pidió que se fueran de ahí, los días anteriores habían sido muy cansados y quería librarse de los que andaban detrás de ella.
