Hola aquí ASK, con una nueva historia...

El siguiente fic participa en el reto "siete pecados capitales" en el Foro: Yo amo Hetalia ¿y tú?

Los personajes no me pertenecen le pertenecen a Hidecaz o Himepapa


-¿Sabes qué es lo bueno de ser yo? -decía lentamente un muchacho de origen español, con cabellos castaños, piel bronceada, ojos color olivo; sujetaba un cuchillo de cocina con el cual pasaba su dedo índice y sujetándolo con la otra mano. -¿No sabéis?

En un momento a otro se cortó un poco, se sujetó el dedo, soltó el cuchillo, se llevó el dedo a la boca y una voz molesta se escuchó.

-No, no, no y no; ¿qué no comprenden la idea de hacer este filme?- exclamaba su compañero estadounidense de cabellera castaña-pelirrojo obscuro, ojos color carmín; quien grababa una escena de terror, suspenso y más que nada triller.

-Si lo comprendemos, sólo que Allen no te pases pensé que bromeabas con eso del "realismo puro" y me acabo de cortar, enserio Allen, espero que este cuchillo esté lo suficientemente higiénico para esto porque la verdad si no es así consíguete a otro actor.

-Bien, entonces ya buscaré a un nuevo actor- dijo rotundamente el joven "cineasta", quien se quedó sin la mitad del elenco actores varones- ahora, requiero de un sólo actor profesional y con el papel protagónico.

En ese instante, el ambiente se volvió tosco y hostil, Allen buscaría entre sus últimos compañeros ese protagonista y sería…

-¿Yo?

-Sí, tú Kiku -decía tomándolo en un abrazo fraternal -, imagínate tu nombre en todos lados; recibirás no uno sino tres oscares.

-Dejame pensar lo, Allen-san.

Dejó pasar una, casi dos semanas y aceptó, al interpretar el papel de asesino no se pudo quitar al cineasta de encima, pero eso no lo notaba, ya que estaba sumido entre la fama y el gusto de tener a los reflectores enfrente de él.

Aquél chico, simple y sencillo; se convirtió en una persona engreída, prepotente y ya nadie quería estar con él, claro que el único que estaba a su lado era Allen, quién tenía poco tiempo de vida y eso… no le vendría bien a la dicha carrera del burgués de actor.

-Kiku… el grande… cuídate.

-Espera Allen… no me puedes dejar, a mí nadie me deja, digo soy Kiku "el grande" Honda y tú…

El tiempo pasaría de forma muy amarga para el asiático, se dedicó a producir todo tipo de arte, fue reconocido como el aprendíz de los grandes asiáticos; pero aún tenía actitud agria y amarga.

Estando solo y a minutos de su despedida en el mundo terrenal su alma se reflejó en un espejo reflejando dos Kiku's y cada uno se diferenciaba en sus ojos, vestimentas e incluso posturas.

-¿Quién eres tú? – decía con cierta incertidumbre, asco y repudio.

-¿Yo?

-Sí, tú.

-Me llamo Honda Kiku ¿y tú?

-No, Honda Kiku, soy yo –ambos se vieron-, además ¿qué haces con mis ropas?

-No creo que tú seas Kiku…

-¿Quién te crees tú para decirme quien soy y no soy? – dijo el "artista"

-Hontoni gomen- hizo una reverencia- pero…

-¿Qué?

-¿Por qué vistes de negro?

-¿De negro?

Sus ropas eran obscuras, esa obscuridad se traspazó a su piel, quedando como una silueta de caricatura. Se empezó a horrorizar de sí mismo.

-¿Qué me hiciste? –su voz se distorsionó

-Yo no te hice nada… de seguro… tú no eres Kiku.


Espero les haya gustado este "triller" a pocas palabras, los leo luego. ASK fuera…