Levantándose a las 5 a.m. para hacer ejercicio riguroso padre e hijo, a las 6 a.m. descansar y tomar un baño, a las 7 a.m. desayuno y finalmente a las 8 a.m. irse al mismo instituto. Uno como profesor del gimnasio y otro como estudiante de 4to semestre. Rock Lee estaba a finales del periodo escolar mientras que su padre Might Guy, enseñaba más que nunca y ponía como locos a los estudiantes a correr.

En realidad Guy no era padre de Lee, sino que lo adoptó ya que sus verdaderos papás murieron en un accidente de tránsito cuando su hijo solo tenía 3 años. Guy era amigo cercano de ellos y cuando se enteró de la noticia y también que no tenían parientes de quién cuidar al pequeño, no dudó en hacer los trámites de adopción, tediosos e infernales ya que no era familiar de ningún tipo con el niño, pero lo consiguió. Desde ese entonces se volvieron inseparables.

Se parecen tanto físicamente como psicológicamente, aunque al principio no lo eran. Pero con el paso de los años y la manera de criar a Lee, adoptó los rasgos y la mentalidad de su padre postizo, tanto así que cualquiera diría que son realmente la misma sangre, sobre todo las cejas gruesas y el corte de tazón.

Los días pasan y para Rock Lee son los más terribles ya que están en época de exámenes finales es cuando más dolores de cabeza tiene, no era muy bueno estudiando y menos teniendo buena memoria; sin embargo, conseguía pasar sus exámenes con mínimas notas. Además que sus amigos Neji y Tenten conseguían pasarles algunas respuestas burlando la vigilancia de sus profesores. Así fue hasta que fue el último día de clases. Y el periodo cesó.

Guy revisa la boleta de calificaciones de Lee y en vez de enojarse por las calificaciones un poco bajas, lo felicita y le dice que no importa sacar notas regulares sino que aprenda todo lo bueno que le deje, además que sacó excelentes notas en el taller de artes marciales y gimnasio.

"¡Todo por la juventud!". Así anima siempre a Lee y este responde lo mismo.


Cenando un delicioso banquete que pidieron a domicilio. Los dos comiendo como si no hubiera mañana

-Lee.- Guy lo llama. El nombrado lo voltea a ver y traga lo que estaba comiendo.

-¿Sí?

- Verás...-Su padre toma un respiro y suelta las palabras.- Me ofrecieron un mejor trabajo.

-¿En serio? ¡Qué genial!, ¡siempre supe que eres el mejor!- Contesta con los ojos llenos de brillo y juventud en plenitud.

-¡Sí! ¡¿Y sabes a dónde?!- Pregunta con mucha emoción.

-¡Nooooo! ¡¿A dónde?!, ¡dimeeeeeee!

-Pues... ¡a una de los mejores bachilleratos de Tokio! ¡Y la paga es buenísima! ¿Te imaginas, ser uno de los profesores de gimnasia mejores pagados?

-¡En cuál, en cuál, en cuál!

-¡En el Instituto Konoha!

-¡Cielos! ¡Esto es lo más asombroso que he escuchado en mi vida!

Los dos chispeaban fuego por lo increíble que el dúo es.

-¿Y sabes que es lo mejor?

-¿Qué? ¡Oh, por favor no me hagas esperar más!

-¡Podré inscribirte también a ti!, ¡me darán la oportunidad de darme una beca para ti!- Grita alzando los brazos esperando la misma respuesta.

-Geniaaaaaaa... ¿Qué?- Lee queda estupefacto, procesando lo que su padre le acaba de decir.

-¡Sí!... ¿hijo, estás bien?- Lo mira preocupado ya que ve a su hijo en un estado de petrificación.

-Eh.. sí, supongo.- Responde dubitativo.

-¿Qué sucede? ¿No te agrada la idea?

-Sí... bueno, en realidad no.

-¿Por qué? ¿Es por tus amigos, verdad?- Le pone una mano en su hombro.

-Sí, es que la verdad yo tengo mis amigos ahí y no me gustaría dejarlos en el último año.

-Lo sé, pero, ¿no te gustaría graduarte en una de las mejores escuelas del país? además recibirías una educación de calidad, incluso tus calificaciones mejorarían.

-Sería genial pero no sé...-Dice con la mirada baja.

-Piénsalo hijo, sabes que lo hago porque quiero darte lo mejor.- Le sonríe y guiña un ojo.

-Gracias, yo lo pensaré.

-¡Eso es todo! Ahora sigamos comiendo este delicioso manjar que casi cuesta un cuarto de mi salario.

-¡Sí!

Los dos siguieron devorando la comida.

Guy comprendía a la perfección a Lee, no obstante seguiría convenciéndolo a que vaya a esa escuela.


Llegaron las vacaciones de verano y aún Lee no sabía que elegir. Para darle la noticia a sus amigos los invitó a comer ramen en una restaurante que ellos concurrían mucho. En lo que esperaban sus órdenes platicaban.

-Vamos Rock Lee, dinos que es lo que tanto te preocupa.- Presiona Neji, un chico de pelo largo, tez blanca y ojos lila. Es conocido porque su humor no es muy bueno pero es muy buen amigo cuando entras en confianza.

-Sí, ayer nos dijiste por nuestro grupo de chat que querías decirnos algo importante.- Le sigue Tenten, ella tenía un vestido corto sin mangas tradicional chino, su peinado eran dos chongos. Parecía un panda.

-Es que a mi papá le ofrecieron un trabajo en el instituto Konoha...

-¡Oye qué bien! me alegro por ti Lee.- Muestra su emoción Tenten.

-Y... ¿Qué es lo que te preocupa, genio?- Responde sarcástico su compañero.

-Es que también quiere que estudie ahí. Mi padre me conseguirá una beca.

- Ohh, ya entiendo.- Tenten es la primera en entender el contexto.- Oye Lee, eso es genial pero ¿por qué te preocupa?

-Sí, ¿qué te aflige? ¿qué haya otro cabeza de hongo igual que tú?

-¡Eso no fue divertido Neji!- El otro sonríe mientras que la muchacha reía bajito.- Es que pasaré mi ultimo año sin ustedes, además me da un poco de miedo que sean estrictos. ¿Se imaginan que hayan maestras brujas sádicas como Anko?

Estos dos rompieron a carcajadas. El chico los miró con un puchero.

-¡Oigan!- Les llama la atención, emberrinchado.

-Es que... ja, ja, ja.- Trata de calmarse Tenten pero no lo logra.

-Ay Lee, nunca cambias.- Contesta Neji sonriente.

-Pero Lee, ¿qué tiene de malo? ya quisiera yo estudiar ahí. O sea, estar rodeada de amigas ricas es genial.

-No digas tonteras Tenten. Yo digo que le entres, estarás becado y con el salario que ganaría tu papá no habría problema.

-Claro que sí. Es una gran oportunidad Lee, además sería un plus en tu currículum.

-Y por nosotros no te preocupes, que estudies en otra escuela no significa que dejaremos de vernos para siempre.

-Ajá, seguiremos viéndonos en salidas.-Finaliza Tenten.

-¿En serio chicos?- Pregunta Rock Lee con destello esperanzador.

-Por supuesto.- Responden al unísono.

-Oh, gracias amigos, son los mejores del mundo.- Les dice dándoles un abrazo.

-Ya, ya. Que romántico eres cejas. Por cierto, mi prima Hinata está ahí, te encargo que la cuides de cualquier enclenque.

-¡Neji! déjala, ya está grandecita, Hanabi es más chica y ya tiene novio.

-¡¿Qué dices?!- Se altera y se levanta de su asiento.

-Ay, por favor. Ella misma me lo dijo. Y no tienes por qué quejarte, nosotros casi a su edad comenzamos a salir.- Neji la mira con desdén y ella se ríe de él por lo sobreprotector que llega a ser.

-Ja, ja, ja. Cuando llegue a casa le diré a mi papá que acepto la propuesta.

-Claro que sí cejitas, aprovéchalo.

-Ajá.- Le sigue Neji, aún molesto por lo de su prima.

Sus órdenes de comida llegan y siguen pasando el rato entre bromas a Neji y Rock Lee. Hasta que se van a sus casas.

Rock Lee ya no se siente desanimado por dejar de ver a sus amigos, sin embargo desearía que ellos lo acompañaran pero su situación económica no era tan alta como para inscribirlos en un instituto privado.

Might Guy no puede evitar llorar de alegría cuando su hijo le dice que se inscribirá para pasar su último año y se van a celebrar viendo películas y comiendo montones de golosinas.

Así pasaron las vacaciones y el día de clases llegó. Lee estaba nervioso y se preparaba su uniforme y su padre también.

Puede que no sea tan malo estar ahí. Tal vez sí, tal vez no...