Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Atsushi Okubo. La historia sí, es mía.
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I.- ¡Golpéame y cierra la boca!
«"Las heridas duelen más de lo que yo desearía... Pero, tú indiferencia simplemente me esta matando..."»
.
La mirada perdida de una mujer desesperada se encontraba fija en algún punto del piso, aun no lograba recomponerse la imagen era demasiado fuerte para sus ojos, su mente estaba en blanco y sus pulmones extrañaban el indispensable oxigeno, su cerebro mando a sus terminaciones nerviosas y estas a cada célula de su paralizado cuerpo, culminando en un grito desesperado.
—¡¡AYUDA, RAPIDO!!—la mujer entono su voz; La cual se quebró miles de veces en solo una oración-¡¡SE NOS MUERE!!
La sombra negra que observaba el "Gran espectáculo" de su amigo, solo sonrió con malicia ante la escena, aun desde lejos no se perdía un solo detalle "Esto es casi como ir al cine" pensó divertido, para después sentarse y esperar las típicas reacciones de la histeria en masa.
Los gritos de la voluptuosa enfermera resonaron por cada pasillo, habitación y sala de aquel viejo e opaco hospital, con el corazón en la garganta cada enfermera se presento una a una en la escena. Se asomaron por montones a la pequeña habitación de la criatura moribunda, aquel que estaba a punto de morir, no era más que un joven, sus cabellos platinados estaban cubiertos por sangre, su ropa estaba sucia y cubierta por la misma sustancia carmín aunque sus ropas estaban destrozadas, dejando a simple vista el torso atlético del joven.
Las enfermeras quedaron estupefactas; Simplemente no encontraron palabras, no habían sinónimos, ni mucho menos adjetivos apropiados, el joven era simplemente hermoso, más aun que cualquier joven que hubieran visto. Solo unos pequeños detalles desviaban la belleza tan latente. Ya que su escultural cuerpo estaba en pésimas condiciones, sus ojos tenían moretones de toda la gama de colores existentes; Escarlata, granate, borgoña. He incluso pequeñas marcas de lo que fueron moretones de un color azafrán, uno de sus ojos estaba completamente hinchado. Y de entre la comisura de sus finos labios corría una tentadora gota de sangre.
Las enfermeras se quedaron estupefactas mirandose la una a la otra; "¿Quien atendería al joven moribundo?"
("¡Yo, claro!")
Pensaron al instante. Y en cada una brillo aquello que llamamos "Intuición" y las miradas inocentes pasaron a convertirse en miradas dignas de un mafioso francés.
La habitación se lleno de silencio en el momento en el que el joven comenzó a abrir los ojos de una forma perezosa, rectifico cuando comenzó a abrir el ojo. Lo primero que vio, fue una cantidad indefinida de féminas de todos los tamaños, mirándolo, como si de un trozo de carne se tratara. Y luego un montón de mujeres con gasas y vendas; Atacándolo sin piedad.
("¡Ayuda por favor!")
Pensó el desafortunado y agraciado joven.
Qué de joven... Solo guardaba la su apariencia...
Racconto.
La luna estaba en su apogeo un baño color plata y la risa macabra de la desgraciada inundaba el cielo.
—Detrás de un deprimente callejón, como siempre... —exclamó con una sonrisa felina— Tenemos que juntarnos en otros lugares amigo— trono sus dedos uno contra otro de una forma amenazante.
—Gracias, otra vez—murmuré con un deje de sarcasmo.
—¿Qué te puedo decir? ¡Me encanta mi trabajo!
Bufé cansado.
—Cállate, ¿Quieres? — arrugue la frente y trate de sonar serio—Esto no es un juego para mí y lo sabes...
Comenzó a reír de una forma sarcástica y escandalosa, sus cabellos color cielo eran adornados por el manto lunar, sus ojos destellaban con unas ansias infantiles y un aire característico en él... «Superioridad»
—¡Como usted ordene mi general! — poso el dorso de su mano derecha sobre su frente y exclamó—¡¿Cuántos son los litros para hoy señor?!
—Unos... Tres litros—intente ocultar mi vergüenza, lo cual era más fácil debido a que yo no me sonrojaba. Pero si pregunta el porque....
¡Lo despedazo!
—¡Wow! — sus ojos se enarcaron de felicidad, sonrió de una forma sádica— ¿Lo dices en serio?
—Sí, así es... —asentí con la cabeza— ¡Tres litros, ni un litro más!
—Sí, sí, vale, vale—exclamó como si fuera un niño pequeño al que le reclaman algo por quinta vez—Lo haré bien...
—¡Comienza...! —murmure al instante en que cerraba un ojo de forma involuntaria, debía medir mis reflejos al máximo...
—Espera, espera... —me detuvo mientras de su bolso sacaba una cámara fotográfica— No quiero perderme esto, ¡Para la prosperidad...!
Gruñí molesto, tenía miles de mis fotos moribundas...
¿Para qué necesitara una más?
—¡¡Ahora!! —grito mientras sus ojos se tornaban de un color cian, sus instintos lo hacían actuar ahora, debía contar meticulosamente cuantos litros de sangre perdía...Y detenerlo en el momento justo.
Se abalanzo contra mí; Pude ver cada uno de sus movimientos en cámara lenta. Como corría de una forma pausada hacia mí. Mis instintos intentaban hacerme reaccionar enviando corrientes eléctricas a cada célula de mi cuerpo, intentaban pelear, pero yo debía contenerme.
—¡¡Te adoro, viejo!! —fue lo ultimo que grito antes de incrustar su puño en mi rostro.
—Un litro —tome nota mental de la cantidad de sangre perdida. Sus golpes eran insistentes sus brazos de granito golpeaban contra mi duro cuerpo de metal, él parecía excitado, feliz. Sus golpes contra mi cuerpo eran potentes, sentí como una de mis costillas colapso detrás de un "Clack"
¿Qué importaba?
Después de esto podré ser atendido por ella, haría lo que fuera, por estar cerca de ella, unos cuantos litros de sangre perdida... No eran nada, comparado con la recompensa de conocerla por fin.
¿Quien diría que ser amigo de Black Star tendría sus puntos a favor?
Tres litros conté.
—Detente Black... —logre murmurar entre la sangre que despedía mi boca— ¡Bas-Basta...!
Sus ojos, mostraban claramente sus intentos por detenerse, pero no podia, sus instintos eran más fuertes que él; Sus puños se crisparon y el instinto asesino de mi amigo estaba en su apogeo, mire con horror como sus golpes se volvieron más fuertes y como su mandíbula se cerraba con ira...
Mi autocontrol se fue al demonio, ahora estaba en un peligro real. Mis terminaciones nerviosas se deleitaron con el certero golpe en la cabeza que detuvo a Black Star.
Caí semiincionciente. Todo se volvía borroso y cambiaba de matices; Azul, violeta, rojo...
—¡Soul! —me gritó, pero casi no podía oírlo, había perdido mucha sangre... —¡Soul, viejo perdóname!
—E-Esta... —le sonreí débil, mi cuerpo no me respondía y de pronto de mi boca salio un poco más de sangre—Cuatro litros.
—¡Soul! —rogó—¡¡Despierta!! ¿A que hospital debo llevarte esta vez? —su voz estaba temblorosa. Realmente tenía miedo de que muriera por mi indulgencia.
—¡Anda! ¡Joder! ¡Maldito vampiro masoquista! ¡Abre tú puta boca y dime donde mierda te tengo que llevar ahora!
—Calle 23 Spring Song... —sonreí y con mi último aliento.
Luego todo se volvía oscuro; Entre sueños podía ver a la chica rubia sonriéndome de una forma dulce mientras sanaba mis heridas.
Su olor a rosas y jazmines me cautivaban de una forma maravillosa.
Ella no era mi obsesión...
Era simplemente...
Mi verdadero amor...
Continuara...
¿Muy confuso no creen?
Esta historia de vampiros no es tan común como ya se dieron cuenta. Es más...Es un humor romántico, muy alegre esperanzador.
Y con sus tintes tristes claro, pero muy débiles... Prometo que esta historia los encantar de principio a fin, un amor no muy normal... Pero muy bonito ... Además con vampiritos muy sexis*risa maniatica*
Ojala sigan leyendo.
Si les gusto dejen un pequeño review.
Me alegraran la semana y salvaran un árbol.