Disclaimer: Los personajes son de S. Meyer, cualquier otro personaje que no sea identificado, es totalmente mío, al igual que la historia.
Summary:
Secuela de Stay the Night. ¿Conocerse en un concierto es algo común? Bella y Edward descubrirán lo que es llevar su relación en la vida real, viviendo sus primeras veces como pareja. Las relaciones de pareja siempre son difíciles, aún mas siendo adolescente. —¡Amo como eres mi primer novio Edward, no lo cambiaria por nada! - T2H. Ooc. EdxBells.
Sugiero Leer Stay the Night (Two-shot) antes de aventurarse con The First Time, de esta forma podrán entender la trama.
The First Time
Lunes 7 de Julio 2014.
¿Quién tiene un maldito marcador? —grite por todo el departamento mientras revolvía entre mis materiales de la universidad.
¡¿Cómo es posible que no tenga un jodido marcador negro?! Hace menos de tres días yo había usado uno y lo había dejado sobre mi escritorio.
—Si yo fuera rico, dubidubidubidubiduuuu no tendría mas que trabajar, si yo fuera un ricachón, naninananananana(1). —escuche como Emmett caminaba por el pasillo cantando sus estúpidas canciones y se encendió en mi la luz.
—¡EMMETT! ¿DÓNDE DEJASTE MIS MARCADORES? —abrí la puerta de golpe mientras el susodicho un tanto asustado por mi grito se apretaba contra la pared opuesta.
—¿Q-Qué? —comenzó a tartamudear, otra cosa que me indicaba que el era el culpable.
—¿Dónde dejaste mis malditos marcadores? —el humo salía por mis orejas, esos marcadores eran carísimos y me los había regalado Esme.
—Y-Yo… puede que los haya usado en… bueno cosas. —entrecerré mis ojos acercándome lentamente a el, su manzana de adán subía rápidamente.
—¿Qué cosas? Habla. —exigí furioso.
—B-Bueno, e-el día sábado es… —las gotas de sudor caían por su frente mientras se retorcía los dedos.
—¡El día sábado es el partido de las chicas! —complete su frase.
—¡Si! Y puede que yo… los haya usado en… ¡Espera! Mejor ven a verlo. —escéptico lo seguí hasta su habitación, el me indico la cama y ahí entendí todo.
Sobre su cama había una remera simple de color blanco llena de escrituras que iban desde el ¡Vamos Rosie!, ¡Así se hace bebe!, ¡Hazle caso a tu papacito Emmett! Además de tener un sin fin de corazones, flores, mariposas y un par de comentarios obscenos.
La vena de mi frente comenzó a palpitar y comencé a sentir espasmos por todo mi cuerpo, mire el asqueroso suelo de la habitación de Emmett y allí estaban mis marcadores destapados. Mis manos se convirtieron en puños y los recogí intentando calmarme ya que solo quería aventar por el precipicio del dolor a mi estúpido hermano mayor.
Tape cada maldito marcador mientras mi hermano seguía en la misma posición, los guarde todos en sus respectivos estuches. —que encontré bajo la cama— Y me pare para mirar al gorila.
—Si vuelves a meterte en mi habitación, te mato. —ni siquiera me exalte, solo lo mire y salí de allí.
—Te los pagare Eddie, solo cálmate.
—¡Voy a salir y cuando vuelva los quiero sobre mi cama! ¿Ok? —salí pintando de allí cuando hube tomado mi billetera y teléfono.
Salí del departamento, puesto que si me quedaba cometería un asesinato. Camine hasta el metro para ir hasta el centro comercial. Lamentablemente Bella estaba en su practica y hoy no podría verla, así que aprovecharía el tiempo para avanzar en mi proyecto que sería una maqueta a gran escala del Grant Park. El mítico parque de Chicago.
Necesitaba muchas fotos del parque, es por esa razón que mañana iría a un picnic con Bella para sacar las ultimas fotografías que me faltaban para reconstruir completamente mi maqueta.
Antes del embrollo de los marcadores había confeccionado una lista con todas las cosas que necesitaba comprar y la había metido en mi billetera, así que estaba todo listo para realizar mis compras. Conecte mis audífonos al teléfono y me fui escuchando música por el camino.
.
Estaba caminando por el centro comercial con un frappuccino(2) de choco chips en mi mano. Había comprado la mitad de mis materiales, pero aún me faltaban unas micas y unas cartulinas de tapices.
Camine hasta una de las muchas librerías que habían en el centro comercial y tome un contenedores para dejar mis compras y me dirigí hasta las cartulinas para ver si estaban las que necesitaban. Como estábamos en temporada de vacaciones la librería parecía completamente desolada, motivo por el cual no tuve que hacer una gran fila con mis compras.
—Buenos días. —una chica con cabellos rubios rojizos me atendió.
—Buenos días. —comencé a mirar entre los lápices. Tenía un pequeño amorío por estos.
—¿Cómo te llamas? —la chica me sorprendió al preguntarme algo tan personal, eleve una ceja.
—¿Esta permitido hacer eso?
—Nadie se enterara. —me cerro un ojo mientras yo rodaba los míos.
—Me llamo Emmett. —ni loco le diría cual era mi verdadero nombre.
—Mi turno termina en dos horas, ¿Te gustaría ir a comer conmigo?
—No gracias. —sonreí irónicamente. —¿Cuánto es?
La chica bufo enojada y me dijo el precio, saque el dinero de la billetera y se lo di.
—Aquí tienes te deje mi numero en caso de que te arrepientas. —salí rápido de allí, ¿habían chicas con tan poca dignidad?
Seguí caminando un tanto aburrido, realmente quería ir a ver a Bella, pero su entrenador había sido enfático.
¡Nada de distracciones! Y para su entrenador yo era la distracción con piernas.
Decidí irme hasta el departamento para avanzar en mi proyecto, cuando mi vista cayo en una tienda de estampados.
Camine hasta allí y recordé la fea camiseta de Emmett llena de frases idiotas y se me ocurrió una idea, como el sábado debía ir a animar el partido de futbol, llevaría una camiseta como un buen novio.
—¡Hola! —salude al vendedor.
—Hola. —saludo amablemente mientras observaba las camisetas de distintos tipos colgadas.
—¿Cuánto se demoran en estar listas? En caso de encargarla hoy mismo. —pregunte.
—Se demora una media hora, si gustas puedes esperar mientras la confecciono.
—Claro, quiero una camiseta blanca y quiero que adelante lleve una frase. —el señor comenzó a anotar todo lo que le decía. —y atrás quiero que sea como una camiseta de fútbol y salga el apellido Swan con el numero…
¡Diablos! No sabía con que numero jugaba Bella.
—Espere un poco. —le indique con mis manos.
Tome mi teléfono y marque el numero de Bella, esperaba que pudiese contestarme y no estuviese en practicas.
—¡Hola! —podía sentir la agitación en la voz de Bella.
—Hola pequeña, ¿estas ocupada?
—El entrenador acaba de darnos unos veinte minutos de descanso, extrañaba hablar contigo.
—También yo, debes alimentarte así que espero que tengas tu horario de comida.
—No te preocupes, el entrenador dijo que la comida llegara pronto.
—Aunque me desagrade tu entrenador por no dejar que nos veamos es inteligente al darles de comer. —oí como ella reía musicalmente y comencé a flotar.
—¿Dónde estas? —recordé porque la había llamado y me apresure en preguntar.
—En el centro comercial comprando algunos materiales.
—¿Mañana iremos a nuestro picnic?
—Por supuesto, Bella… te llamaba para preguntarte algo.
—¿Qué cosa?
—¿Con que numero juegas?
—¿Te refieres al numero de mi camiseta?
—Exacto.
—Juego con el numero 14. —le hice señas al señor de que quería el número 14 en la espalda. —¿Por qué la pregunta?
—Sorpresa, ahora debo dejarte, pero mucha suerte y en la noche hablamos para ver lo del picnic.
—Ok, cuídate.
—También tu.
Corte la comunicación antes de que comenzara a hacerme preguntas que no podría contestar, guarde mi teléfono y tome asiento en la sala de la tienda esperando que la camiseta estuviera lista.
Media hora después caminaba hasta el patio de comidas junto a mi linda camiseta, tendría que cortarle las mangas para darle un estilo mas Edward, pero estaba segura que Bella se pondría muy feliz.
El solo ver la cara de Emmett cuando me pusiera mi camiseta, seria épico. Avance entre risas para poder comprar algo que comer.
¡Jodido Emmett, ahora si verás!
.
Martes de 8 Julio 2014.
—¿Qué hizo que? —Bella comenzó a reírse fuertemente mientras las lagrimas caían por su rostro. —No puedo creer que sean hermanos.
—Lo mismo me pregunto todos los días.
—Tu hermano es un tonto y tu un guapo. —tomo mi rostro entre sus manos y tiro de mi labio superior.
—Amo cuando te pones en plan seductor.
—Mejor vamos a sacar fotos antes de que te ataque con mi látigo. —tomo una rama del piso y golpeo su manos como si estuviese azotando algo.
—Adoraría que me golpearas con tu látigo. —le cerré un ojo y me centre en la tarea de sacar fotos mientras mi adorada novia comía del picnic que había preparado para ella.
—¡Creo que no tienes fotos de allí Edward! —grito Bella apuntándome un lugar. Me acerque y comencé a sacar todas las fotos necesarias, porque luego tendría que ir a revelarlas.
Me centre en mi trabajo completamente, olvidando a Bella por un par de horas, ella no pareció estar molesta las veces que me fije, mas bien parecía relajada leyendo un libro y escuchando música.
Recuerdo cuando tenía 16 años y tuve mi primera novia, era un tanto sociópata y no podía hacer nada sin mi compañía, era realmente absorbente y me sacaba constantemente de quicio, estuvimos juntos por 5 meses y creo que los últimos 3 solo fueron por lealtad hacia ella, fue la única chica que me miro en 16 años. Cuando decidí terminar definitivamente con ella fue cuando encontré mucha ropa interior mía en su casa, eso fue lo mas loco que eh vivido, así que me aleje antes de que fuese alguna victima de un amor pasional.
Nunca la volví a ver, se cambio de ciudad, aunque estuvo un par de meses enviándome correos candentes con ruegos para que volviéramos, me daba un poco de lastima porque era una buena chica, dejando de lado su carácter sociópata.
—¡Edward! ¿Terminaste?
—Estoy a punto, ¿Por qué?
—¿Posarías para mi como mi modelo? Me gusta mucho la fotografía y quiero que seas mi primer modelo.
—¿Qué? ¿Estas loca? —ella comenzó a mirarme feo, lo que me indico que la había cagado. —Ok, lo haré, pero no me hagas actuar como niña, ¿si?
—Quiero que poses como el macho semental no como una nena.
—Eso suena mejor, terminare de sacar estas fotos e iré hasta ti.
—Ok, estaré allí. —me apunto un árbol. —seré la de azul.
Sonreí por sus ocurrencias y termine de sacar las fotos, amaba la fotografía y si no hubiese estudiado arquitectura claramente me habría convertido en fotógrafo.
Las revise todas en caso de que alguna hubiese quedado mal y cuando estuve conforme con mi trabajo camine hasta la manta para guardar la cámara en mi mochila.
Camine perezosamente hasta Bella.
—Aquí me tienes, ¿qué hago?
—Saca la camisa que tienes en tu mochila y tráela.
—¿Para que?
—¿Puedes dejar de hacer tantas preguntas y consentirme de una buena vez? —pregunto un tanto cabreada, asentí sin agregar más para poder buscar mi camisa a cuadros amarilla que tenía en la mochila.
—Aquí la tengo, ¿qué hago con ella?
—Ven aquí. —tiro de mi y sonreí porque aunque conocía a Bella hace unas semanas sabía cuando estaba en su día de, ¡Seamos sexys! O ¡Seamos niñas y hagamos travesuras!
Hoy era la Bella, ¡Seamos sexys!
—Sácate tu remera.
—¿Quieres que me desnude aquí?, Emmett no esta en mi departamento podríamos ir allí.
—¡Hey! Concéntrate —chasqueo sus dedos ante mis ojos y me saque la maldita remera. —Mucho mejor, ahora ponte la camisa.
Ella comenzó a arreglarme como si fuese un muñeco, no me queje porque no me molestaba, al menos hasta el momento. Puso mi gorro con la visera hacía atrás, la camisa abierta dejando ver mi pecho y mis pantalones arremangados.
—¡Eres como el Dios del sexo! —exclamo con voz orgásmica.
—Bella realmente Emmett no esta en casa. —insistí un tanto desesperado.
—¡Maldición Edward! si prometes callarte y sacarte estas estúpidas fotos para mi, iremos hasta tu departamento y llegaremos a segunda base, ¿feliz?
Sentí mi sonrisa crecer como el gato de Alicia en el país de las maravillas y asentí rápidamente.
—Bien, ahora que nos entendemos párate allí entre ambos arboles y dame tu mirada para conquistar chicas, es decir, para conquistarme a mi.
Hice lo que ella me dijo mientras ella tomaba su cámara y se acerba a mi para posicionar su lente.
—¡Vamos a empezar así que toma tu camisa con ambas manos y dame tu mirada seductora!
Ella comenzó a sacarme fotos mientras yo intentaba hacer lo que decía, supongo que lo hacia bien porque ella solo exclamaba cosas como; ¡Así se hace cariño! Realmente saco una tonelada de fotos en la misma posición, aunque en ocasiones me ponía de perfil o me sacaba los lentes.
Había una pequeña brisa que hacia que algunas hojas de los arboles cayeran arremolinándose a mi alrededor. Me estaba poniendo un poco nervioso la situación, no era una persona que pudiese estar haciendo por mucho tiempo ciertas actividades. Comencé a centrarme en la gente y lamentablemente me di cuenta que mucha gente comenzaba a observar mi pequeña sesión de fotos.
—Bella creo que la gente comienza a observarnos. —trague pesado. —no me gusta la atención.
—Ponte tu remera y sácate el gorro, tomaremos las ultimas fotos.
Hice todo lo que me indico y volví a posar como un monigote, ni siquiera hacia algo que ella no me dijese, no era una persona que siguiera muy acorde las reglas, pero ella generaba algo en mi que nunca hubiese esperado.
Recuerdo cuando la vi bailar, pero jamás espere estar con ella y que de alguna extraña forma que fuésemos novios.
—Se que quieres tirarme tus zapatos por la cabeza, solo muévete y mírame nada mas, yo me encargare del resto. —suspire abatido y comencé a hacer lo que decía. Puse mis manos en mis bolsillos, le sonreí, intente hacer algunas de esas locas expresiones con los ojos hasta que ella dijo la palabra mágica.
—¡Terminamos! Puedes vestirte. —tomo sus sandalias y corrió hasta la manta dejándome botado en el proceso.
Me vestí y fui hasta ella.
—¿Vámonos?
—Vámonos. —salte como un mono al cual le lanzan bananas y tire de ella para desaparecer de allí.
.
—¿Hay alguien en casa? —pregunte mientras entrabamos al departamento esperando que Emmett no haya decidido llegar temprano, como no escuche nada lleve a Bella hasta mi habitación y cerré la puerta con llave.
—¿Por qué tan desesperado? —Bella soltó sus cosas y camino hasta mi cama para lanzarse en ella, la seguí tirando todo al suelo y lanzándome sobre ella.
—Porque me encantas y solo quiero que nos besemos por un buen par de horas.
Ella rodo sobre su costado quedando cara a cara, puse mis manos en su cintura acariciando su abdomen desnudo mientras ella acariciaba mi mejilla.
—Si te saco tus lentes, ¿me veras?
—Soy bastante ciego, pero si te quedas a esta altura te veré.
—No quiero romperlos. —asentí mientras ella los tomaba para dejarlos sobre la mesa del velador.
El ambiente era cálido y podía sentir las chispas saltar, acerque mis labios y la bese profundamente mientras delineaba sus labios con mi lengua, ella se acerco a mi juntando aun mas nuestros cuerpos, siento como sus manos tiran de mi camiseta y me separo para lanzarla lejos quedando con mi torso desnudo, continuamos besándonos lentamente, siento sus manos por mi abdomen acariciándolo.
—E-Edward. —susurra entrecortadamente en mi oído.
Nos giro para quedar sobre ella y pongo mis manos en el borde de su camiseta observándola para ver si eh ido demasiado lejos, ella asiente y la saco lentamente, tomándome mi tiempo mientras beso su plano abdomen y siento como ella gime lentamente.
—No llegare más allá pero realmente quiero experimentar cosas contigo.
Se nota que Bella esta nerviosa, pero en sus ojos también veo reflejada la lujuria del momento. Acaricio lentamente su cuello para tranquilizarla. Vuelvo a besarla lentamente mientras ella acaricia mi espalda con sus uñas, tiro de su labio superior.
—Me encantan… tus besos.
—Se siente bien.
Nos fundimos en un abrazo mientras nuestros cuerpos se tocan completamente, lamo toda la extensión de su cuello mientras siento la erección crecer dentro de mis pantalones, Bella gime audiblemente en mi oído mientras se mueve bajo mi peso.
—¿Eres virgen? —pregunta dejándome un tanto sorprendido, la observo mientras ella muerde su labio. Sabia que Bella era virgen sin que tuviera que decírmelo.
—No, no lo soy. —respondo con sinceridad. —perdí mi virginidad hace un año atrás, cuando entre a la universidad, me volví un poco loco y quise experimentar todo lo que alguna vez no hice, no fue especial, solo fue.
—Yo soy virgen. —acaricio su mejilla ante su declaración.
—Ya lo se, pero no me molesta, no es como si tuviese mucha experiencia.
—Al menos lo haz hecho, cruzaste el puente.
—No es la gran cosa si es con alguien que no te importa.
—¿Yo te importa?
—No imaginas cuanto.
Ella me abraza fuertemente y se que el momento ha terminado, no necesito llegar mas allá, solo necesito que ella este contenta con la decisión que tome. Beso su frente y nos quedamos allí por un largo rato, solo escuchando nuestras respiraciones, siendo solo nosotros.
Jueves 10 de Julio 2014.
Estaba conduciendo hasta la casa mis padres, ellos nos habían invitado a cenar además de alegar constantemente de que nunca nos veíamos.
Esme era una mama osa en toda su expresión y no podía vivir sin que la viéramos al menos una vez por semana.
Estacione fuera de la casa observando el Jeep de Emmett y el Mercedes de Carlisle, mi padre.
—¿Hola? —dije mientras abría la puerta de la cocina.
La cocina estaba completamente ordenada, una olla estaba en el fuego generando que un olor a carne llenase toda la estancia.
—¡Mi niño! —Esme salto hasta mis brazos efusivamente.
Me asusto un poco, pero me recompuse.
—Madre, ¿cómo estas? —pregunte mientras me despegaba de ella lentamente.
—¡Terriblemente! ¿Acaso no sabes que debes venir a visitarme? Si no te amenazo jamás vienes.
—Estaba ocupado mama
—¿Con la chica del concierto? —la miro mientras todos los vellos de mis brazos se levantan. —Alice me lo conto todo, así que no te preocupes, solo quiero saber como es ella.
¿Qué?, ¿Por qué mi prima debía ser tan chismosa? En ocasiones como esta la odiaba totalmente.
Niego enojado y camino hasta la sala ignorando a Esme, ¿Por qué Alice debía abrir su maldita boca?
—Hola hijo. —Carlisle saluda mientras pone en silencio la televisión.
—Hola. —me lanzo al sofá completamente enojado.
—Entiende a tu madre, tiene esa vena chismosa desde que la conocí.
—La que me molesta es Alice, ¿por qué debe entrometerse en todo?
—Es una niña Ed, pero cuéntame, ¿cómo es tu chica? —bufo observándolo, ¿en serio? Y mi madre era la chismosa.
—Es pequeña. —dice el idiota de Emmett. —tiene la edad de Alice.
—¡Cállate maldito! —salto del sofá dispuesto a pegarle.
—No deberías decir esas cosas cariño. —mi madre se acerca hasta Emmett. —Alice también me conto que la chica con la que sales tiene solo 16 años, de Edward esta bien porque el aun es un adolescente, ¿pero tu?
Me preocupo un poco por las palabras de Esme, aunque ella no tenía problemas con mi relación si las tenia con la de Emmett.
—Esme, creo que ellos son grandes para ver con quienes salen. —agrego el sensato de mi padre.
—Lo se cariño, pero es una menor de edad. —al parecer le preocupaba.
—Hablare con sus padres la semana que viene, mis intenciones son totalmente honestas. —observo a Emmett un tanto anonadado, ¿esas palabras salieron de su boca? —deben creerme, me gusta Rosalie.
—¡Wow! —exclamo mientras vuelvo a lanzarme al sofá.
—No te pongas tan cómodo, porque tu también sales con una menor. —y ahí va mi querida madre.
—Si, Bella tiene 16 años, pero yo tengo 19, no es gran diferencia, además ella cumplirá 17 en los próximos meses y yo cumpliré 20 el año que viene.
—Bueno, el tiene razón, no hay mucha diferencia. —acoto mi padre mientras tomaba asiento. —¿ahora podemos comer? Estoy hambriento.
Nunca estuve mas contento con los comentarios de mi padre hasta ahora, todos los seguimos hasta la mesa mientras mi madre servía la comida caliente. El olor era genial y me recordaba a cuando vivía aquí, la comida es una de las cosas mas geniales de mi madre, aparte de su sentido de la decoración y la jardinería, ella era un ejemplar entre muchos.
Recuerdo cuando era pequeño y quería casarme con alguien como mi madre.
—¿Me pasas la ensalada? —pedí hasta Emmett mientras engullía el pavo como si fuese el ultimo de su vida.
—Díganme, ¿qué han hecho ahora que son vacaciones? —pregunto Carlisle.
—Yo eh avanzado en mi proyecto de la universidad, salido con Bella y eh sido fotógrafo algunos días.
—¿Cuánto llevas con Bella?, ¿ese es su nombre? —dijo Esme mientras bebía un poco de vino.
—Se llama Isabella, pero le gusta que le digan Bella y el sábado llevaremos 2 semanas.
—¿Y que harán este sábado?
—La iré a alentar hasta el instituto, ella juega futbol y tiene un partido ese día.
—¡Una chica deportista! Suena prometedor. —comento Esme con una enorme sonrisa, de seguro amaría a Bella. —¿y que hay de Rosalie?
—Ella también juega, son compañeras por si no lo sabias. —respondió Emmett con toda la boca llena.
—¡Dos jovencitas que van al mismo instituto! —aplaudió como una loca, observe como Carlisle ocultaba su sonrisa. —¿Son amigas?
—Las mejores. —respondí.
—Entonces están invitadas, podemos hacer una comida.
—Me parece bien, pero solo espera que llevemos un poco mas de tiempo, no digo que con Bella vayamos a terminar pero solo van dos semanas madre.
—Concuerdo con Edward. —dijo Carlisle.
La conversación siguió, pero esta vez enfocada en Carlisle y sus horas de trabajo. El era el Cirujano principal del Hospital de Chicago, era bastante reconocido y se rumoreaba que por fin esta año sería el director del hospital.
Cuando era pequeño siempre soñé con ser como Carlisle, pero luego de visitar por 1 mes el hospital me di cuenta que realmente no estaba hecho para eso y no fue hasta que mi tío, Marcus Masen, el hermano mayor de Carlisle me enseño sobre su trabajo y no pude evitar enamorarme de la arquitectura.
Recuerdo cuando lo dije en casa, pude ver como Carlisle se decepcionaba por mi decisión, pero a la vez como estaba feliz. Tuvimos una conversación donde le explicaba el porque decidí no estudiar Medicina y el entendió todo completamente.
—¿Y que me dices Edward?
—Disculpa, ¿sobre que?
—Les decía a tu madre y a tu hermano si querían que fuéramos hasta California con Cinthia a pasar unas vacaciones.
—P-pero… yo no quiero dejar sola a Bella. —dije un tanto preocupado.
—Puede ir con nosotros, igual que Rosalie. —agrego Esme.
—No se si realmente sus padres vayan a dejarla viajar con desconocidos Madre.
—El padre de Rose es muy estricto, tampoco creo que la deje.
—¡Ay por Dios! ¿Tan poca fe tienen de su madre? Solo preséntense como los novios y denme los números de sus madres, ellas dirán si inmediatamente.
En ocasiones Esme podía asustar bastante, asentí nada convencido y decidí seguir comiendo, Emmett me miro un tanto preocupado. No quería que toda esta locura hiciera que los padres de Bella no la dejaran estar conmigo.
Mi teléfono vibro en mi bolsillo, lo saque sin que mi madre viera lo que estaba haciendo, se ponía bastante loca con lo de, ¡Teléfonos fuera de la mesa!
Bells: ¿Cómo va tu cena familiar? Espero que aun me recuerdes, besos.
Respondí lanzando miradas para que Esme no se diera cuenta y guarde el teléfono en mi bolsillo.
—¿Quién quiere postre? —dijo mi madre mientras se acercaba con un enorme pastel de chocolate y fresas.
¡Como te amo madre! Pensé mientras me preparaba mentalmente para atacar ese pastel, uno de mis favoritos.
.
Luego de dos platos de pastel y dos tazas de café me encontraba manejando hasta nuestro departamento. Emmett iba manejando un poco mas adelante que yo. Eran las 10 pm y las calles estaban llenísimas.
Amaba el Verano.
Esperaba que Bella pudiese viajar a California con nosotros, eso sería realmente genial.
Doble hasta la izquierda y entre al subterráneo del edificio.
Cerré mi auto y camine hasta el ascensor, Emmett aun seguía en su auto haciendo quien sabe que. El ascensor se abrió mientras este corría hasta el.
—¡Corre nenasa! —grité mientras las puertas se cerraban y este gritaba groserías.
Lo mejor sería apurarme, Emmett se vengaría de mi si no llegaba rápidamente.
Como no era una persona con suerte el jodido ascensor paro en cada piso, hasta que pude llegar al séptimo que es donde vivía, claramente Emmett ya había llegado y estaba encerrado en su habitación.
Apague las luces y camine hasta mi habitación mientras tiraba de mi chaqueta, abrí la puerta y encendí la luz.
Observe todo y mi ojo comenzó a palpitar.
Mi vena estaba a punto de estallar.
La chaqueta cayo al piso.
—¡EMMETTTTTTTTTTTTTTTTTTT! —grite.
Maldito hijo de puta.
Perdóname Madre.
Sábado 12 de Julio 2014.
Había un sol inmenso y demasiado calor como para salir de la casa al asfalto seco, pero como hoy era sábado, mi idea de quedarme bajo el aire acondicionado tomando helado de chocolate fue desechada. El partido de Bella era en una hora más y tenía que salir ahora mismo puesto que mi novia me había me pedido explícitamente que llegase temprano para presumirme con sus compañeras.
—¡Emmett! ¿Estas listo? —pregunte mientras guardaba mis cosas en la mochila, entre ellas la remera que había mandado a hacer luego de unos retoques.
—¡Ya casi! —aun estaba un poco molesto con el idiota de mi hermano. Luego de ver como había dejado mi habitación comenzamos a pelear y puede que le haya dado un golpe en el ojo. —¡Listo! —se apareció por la sala y no pude evitar gemir por el color negro de su ojo.
—¿Tienes todo? —pregunte con dolor, el me había roto el labio.
—¡Si! Vamos. —tomamos nuestras cosas y bajamos hasta el subterráneo, iríamos en su Jeep porque luego saldríamos los cuatro hasta la playa.
—¿Irán los padres de Rose? —Emmett había asistido a una cena anoche junto a la familia de Rosalie, lo admiraba un poco al tener bolas para hacerlo, mientras que yo seguía siendo un maldito miedoso al no presentarme como es debido a sus padres.
—No, tienen que trabajar, pero le dieron su permiso para que luego del juego podamos salir.
—¿Fue muy terrible?
—Estuve a punto de cagarme en los pantalones, tenía tanto miedo, cuando vi a su padre pensé que me desmayaría o algo por el estilo.
—Creo que soy un maricon, no quiero ver a los padres de Bella.
—Tampoco quería, pero luego de las palabras de mama pensé que era lo correcto.
—También creo que debo hacerlo… ¿les hablaste sobre las vacaciones en California?
—Si, pidieron el numero de Esme, así que supongo que ella se lo arreglara con sus padres… y creo que Bella va a decirte hoy que quiere que veas a sus padres… —torció el gesto mientras lo observaba. —Rosalie corrió a llamarla y contarle sobre California y Bella estaba un poco molesta porque no le hayas dicho nada.
—¡Mierda! Debe estar enojada conmigo, soy un estúpido.
—Concuerdo con eso.
Tenia bastante miedo de conocer a los padres de Bella, sobre todo a Charlie, aun mas al saber que tenia un arma bajo su casa. Era un maldito miedoso y no podía evitarlo.
—¡Llegamos, bájate! —grito Emmett desde afuera.
¿Cuándo habíamos llegado?
Salte fuera del Jeep mientras Em ponía la alarma y caminábamos hasta la cancha, me puse los lentes y camine junto a mi hermano.
Las chicas estaban practicando unos metros mas adelante, divise de inmediato a Bella. Llevaba su camiseta numero 14, unos short mínimos de color negro, unas calcetas negras largas y unas zapatillas de futbol de color naranja chillón.
—¡Hey Rosie de mi vida! —grito Emmett mientras yo me alejaba unos pasos de el.
¿Una masa de músculos gritando como nena?
Rose miro hasta la dirección en que estábamos y corrió hasta la masa de mi hermano, observe como Bella miraba hasta mi hermano esperando encontrarme.
—¡Bella! —grite, a lo que ella sonrió y corrió hasta mis brazos.
—Hola tu. —dije cuando ya estuve entre mis brazos.
—¡Hola novio, estoy tan emocionada de que estés aquí! —beso mis labios y luego me abrazo mientras saltaba en el lugar.
—¡Estas muy emocionada! —exclame besando su nariz mientras caminamos hasta las graderías. —¿tus padres vendrán? —trague pesado. —¡Quiero presentarme como tu novio! —Bella abrió sus ojos como si lo que estuviese diciendo fuese algo completamente increíble. —tu padre me da miedo, pero no quiero que pienses que no me importa esto.
—¡Edward! —se lanzo sobre mi mientras llenaba mi cara de besos. —¡Gracias!
—No me agradezcas, además quiero que vayas de vacaciones conmigo.
—¿No crees que es muy pronto? Solo llevamos dos semanas.
—Si, llevamos muy poco, pero solo son vacaciones, no vamos a casarnos mañana ni nada por el estilo.
—No se si mi padre vaya a aceptarlo, me alegro que Rose pueda ir, pero no se si yo pueda ir.
—No conoces a mi madre, te aseguro que ella podrá lograr que tus padres digan que si.
—Esperemos que así sea, ahora debo ir, el entrenador quiere darnos alguna charla motivacional.
—Ok. —dije mientras reía, —pero espera, quiero mostrarte algo. —abrí mi mochila y me saque mi camiseta quedando con el torso desnudo, Bella me miro elevando una ceja mientras sentía miradas en mi espalda, toma la camiseta que había mandando a hacer y me la puse.
Bella abrió su boca un montón mientras intentaba acallar sus pequeñas risitas con las manos.
—¡Oh Dios mío! —pequeñas lagrimas comenzaron correr por sus mejillas.
—¡No llores! —la tome de los hombros y la abrace fuertemente. —si quieres me la saco, no quería que lloraras.
—No. —comenzó a reír nerviosamente. —me encanta, es solo que jamás espere que hicieras algo así por mi, gracias Edward.
—De nada, ahora fuera esas lagrimas y ve a patear traseros.
Tomo mi cara y dejo un dulce beso mientras desaparecía junto a sus compañeras, tome asiento en la gradería junto a Emmett esperando que el partido comenzase, se podían ver muchos chicos de la edad de Bella con pancartas animando al equipo, así que supuse que serían compañeros o algo por el estilo.
La gradería estaba techada así que el sol no era un gran problema, mientras que la cancha parecía algún asador dispuesto a cocinar pedazos de pollo.
Abrí mi mochila y tome mis lentes de sol, ese día estaba usando lentes de contacto así que no era gran problema usar lentes de sol.
—¿Y tu remera? —pregunte a Emmett al verlo sin su magnifica creación de estrellas.
—Luego de ver la tuya, ¿crees que quiero usar la mía? —comencé a reírme mientras este me miraba de forma enojada.
—Si Rose esta contigo, no creo que le importe tu remera, así que póntela y ve a animar a tu chica.
—Tendré que desnudarme.
—Por favor, se que amas la atención.
—Como me conoces. —comenzó a desvestirse mientras algunas chicas que estaban tras de nosotros babeaban por la masa de músculos.
—¿Quién es ese Dios?
—¿No has visto al que esta junto a el?
—Los hermanos Masen, siempre rompiendo corazones. —dijo Emmett mientras chocábamos nuestros puños. —mama estaría orgullosa.
Negué con una sonrisa mientras observaba como entraban las chicas del equipo contrario, la mayorías de las personas comenzó a abuchear mientras la otra parte del publico aplaudía y gritaba. Luego de que ellas salieran y comenzaran a ejercitar comenzaron a salir las chicas del instituto de Bella. La gradería se paro y todos comenzaron a gritar como monos en jaulas, con Emmett nos paramos mientras apoyábamos a nuestras chicas aunque no con tanta efusividad como estos chicos.
—El partido por la semifinal del campeonato femenino de Chicago se dará comienzo en unos minutos, mientras tanto rogamos su apoyo y respeto por las chicas que estarán jugando.
Un señor que supuse era el arbitro del partido tomo un micrófono para comunicarnos acerca de comportarnos, algunos comenzaron a abuchear, hasta que salió el entrenador Denali a callar a todos los que estuviesen causando desordenes.
—Estos chicos parecen intensos, no me gustaría ser del otro equipo. —comento Emmett mientras comía una barra de chocolate y bebía agua.
—Así parece.
Revise mi reloj, indicaba que en menos de 10 minutos tendría que comenzar el partido, divise la cancha y ambos equipos venían entrado ordenadamente en una fila. Todos comenzaron a aplaudir mientras esta se paraban en medio de la cancha, los dos equipos en los dos lados contrarios como si de un mundial de futbol se tratase.
Una música comenzó a sonar y supuse que era el himno de la escuela contraria porque aunque todo su apoyo cantara no se oía claramente de que iba, cuando este termino todos aplaudieron y el himno de la secundaria de Bella comenzó a sonar mientras todos se paraban y cantaban a todo pulmón, realmente me recordó al mundial de futbol donde todos los hinchas coreaban con entusiasmo a su selección.
Ambos himnos terminaron y solo quedaron los capitulas y el arbitro en la cancha, la capitana del equipo de Bella era una chica pelirroja, llevaba dos trenzas y en sus manos una pequeña bandera, supuse que era la de su instituto y debían intercambiarlas con el oponente, me fije en la capitana del otro equipo, una chica menuda y pequeña con cabello rubio oscuro, ambas se dieron las manos y el arbitro lanzo una moneda, la pelirroja escogió un arco luego de intercambiar banderas y todos se dispusieron en su lugar.
Mire hasta el arco de los Halcones, que era el equipo de Bella y vi como esa enorme chica sería la portera, no creo que alguna pelota le entrase con lo tremenda que era.
El arbitro toco el silbato y las chicas comenzaron a pasarse la pelota, Bella jugaba de delantera por ende ella y la capitana dieron el primer pase, ambas intentaron correr más adelante pero la defensa del otro equipo parecía muy dura.
La media hora voló entre remates, saques de esquina y algunos tiros libres, el marcador iba 0 – 0 y solo faltaban 15 minutos para que terminase el primer tiempo. Bella jugaba bien al igual que Rosalie pero se les estaba siendo muy difícil llegar al arco contrario.
Sin darme cuenta el silbato de los 45 minutos sonó y la mitad de tiempo acabo, las chicas fueron hasta la banca mientras tomaban agua y estiraban los músculos, vi como el entrenador Denali hablaba con ellas, seguramente cambiaria la estrategia o algo por el estilo.
La gradería coreaba canciones mientras algunos saltaban, el arbitro toco el silbato y nuevamente las chicas debieron ponerse en sus posiciones, Bella estaba muy roja y sudada.
Las chicas del otro equipo tomaron la pelota mientras corrían hasta el arco, todos gritaban improperios mientras la defensa de los Halcones fallaba dejando pasar a las chicas del otro equipo, cuando estuvieron a una distancia razonable lanzaron un disparo que dio de lleno en las manos de la portera.
—¡uuuuuhhhh! —todos exclamamos mientras veía como todos se ponían nerviosos.
Veinte minutos pasaron y no habia h﷽﷽﷽﷽﷽﷽saron y no habñiaeiamos rtera.
del otro equipo, cuando estuvieron a una distancia razonable lanzaron un disparo que ía habido ningún gol, todas parecían desesperadas y enojadas, las Halcones iban acercándose hasta el área cuando una chica rubia empujo a la pelirroja mandándola a volar. Todos incluido yo comenzamos a gritar, el arbitro hizo tocar el silbato y dio tiro libre.
Bella corrió hasta la niña pelirroja y esta negó con la cabeza mientras se tomaba su pierna, todas se pusieron a su alrededor mientras esta lloraba en el piso.
—Oh no, creo que la lesionaron. —susurre a mi hermano.
El entrenador Denali se veía como loco desde la banca, el arbitro tomo la tarjeta amarilla y multo a la chica que la había empujado, rápidamente una camilla entro y se llevo a la chica pelirroja e hicieron el cambio, una chica del porte de Bella de cabellos negros entro en reemplazo.
El arbitro marco el lugar desde donde se tiraría en tiro libre, Bella y la de pelos negros estaban allí mientras los demás se pusieron alrededor del arco con las del otro equipo, el arbitro toco el silbato y me di cuenta que Bella tiraría el tiro libre, corrió y golpeo la pelota fuerte.
Todo fue en cámara lenta, la pelota voló hasta el arco contrario, muchas saltaron pero ninguna pudo tocarla, la pelota rozo al portero y entro en el arco contrario marcando un gol.
—¡GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL! —todos comenzamos a gritar, comencé a saltar junto a mi hermano.
Bella comenzó a correr mientras sus compañeras saltaban sobre ellas, me miro y me lanzo un beso, realmente me sentí como la chica que espera por su hombre en las gradas.
¡Tendré que llevarla a mis partidos para que ella vuelva a ser la chica!
Moví mi cabeza mientras expulsaba esos pensamientos y saludaba a mi chica.
El partido se retomo a solo 15 del final. Ese gol pareció un detonante, a los 3 minutos después la chica de pelo negro metió un gol y cuando faltaban 2 minutos para el final una chica rubia del equipo de Bella metió el tercer gol, dando por sepultado al otro equipo y asegurando su paso a la final.
El arbitro toco el silbato indicando que el partido se había terminado y todos comenzamos a saltar de felicidad, las chicas cayeron al suelo mientras unas lloraban de felicidad otras saltaban y corrían a abrazar a su entrenador.
Baje de la gradería con mi hermano siguiendo mis pasos, Bella me miro y corrió hasta mis brazos, estaba toda sudada pero realmente no me importo.
—¡Eres genial! —dije mientras la felicitaba y besaba sus labios una y otra vez.
—No pensé que anotaría, fue lo mas genial de la vida.
—Ahora vas a la final.
—¡Si! Jugaremos la final, el entrenador esta muy feliz aunque dice que no cantemos victoria aún, suele ser así.
—¿Iras a celebrar a la playa con nosotros?
—Por supuesto, eso si debo tomar una ducha y cambiarme ropa porque apesto.
—Para mi hueles delicioso.
—Mentiroso. —me saco la lengua y se alejo de allí, la mayoría del publico estaba en la cancha celebrando, Bella tomo a Rosalie y ambas corrieron hasta lo que supuse, era el vestidor, unos minutos después el entrenador y sus compañeras lo siguieron, algunos chicos se quedaron pero la mayoría del público comenzó a desaparecer.
—¿Podemos pasar a comprar unas hamburguesas? Muero de hambre.
—Siempre vives hambriento Emmett.
—Mi ultima comida fue hace 2 horas, esos es demasiado.
—¡Exagerado!
—Seguro que si compro hamburguesas tu no vas a querer.
—Bueno, en eso tienes toda la razón.
—Lo sabia.
Las chicas salieron en 15 minutos más, realmente debíamos ir por unas hamburguesas, por primera vez Emmett tenía toda la razón.
—¿Por qué tardaron tanto? —dijo Emmett mientras tomaba a Rose y tiraba de ella hasta el Jeep.
—Debíamos ponernos presentables. —respondió mi novia mientras la tomaba de su cintura y comenzaba a besarla profundamente. Su lengua delineo mis labios mientras los entreabría para darle paso, acaricie sus hombros cuando sentí a alguien toser.
—Renné, ¿qué hace ese chico atacando la cara de nuestra hija?
Me separe de inmediato mientras veía a los que suponía eran los padres de Bella observarme de distintas maneras, Renné parecía estar feliz, mientras que Charlie parecía querer matarme.
¡A-y D-i-o-s M-i-o!
- Mi primera vez siendo animador -
(1) Si yo fuera rico... : Es una canción de 31 minutos, un programa de televisión Chileno Infantil que posee muchas canciones pegajosas, se han presentado en varios de los Lollapalooza Chile y aunque ya no los transmiten por la Tv son muy recordados.
(2) Frappuccino: Marca registrada de bebidas de café congelados vendidos por Starbucks.
Y aquí estamos con The First Time, el FF que nos mostrara como podrán llevar su relación estos pequeños Edward y Bella. Estaba muy emocionada por hacer este FF, pero luego todo se fue y me desanime, espero que les guste este capítulo y puedan disfrutarlo.
Quiero explicar unos puntos, por ejemplo en este FF veremos las primeras veces de estos chicos, como el primer Te amo, su primera pelea, los primeros celos, obviamente el FF tendrá concordancia entre capítulos. Me encantaría si pudiesen decirme que primera vez les gustaría ver entre estos chicos, siempre es importante saber que piensan las lectores, y por último a diferencia de todos los FF, el título ira al final, si lo pongo adelante claramente sabrán de que va esta primera vez y quiero que sea sorpresa.
Las dejo y realmente espero sus comentarios, son importante para cualquier escritora. Disfrútenlo y cualquier cosa, no duden en escribirme.
Las actualizaciones serán los días Sábados de cada semana, hoy fue una excepción.
Marie Sellory
