Me llamo Kagome Higurashi y tengo 16 años, vivo con mi madre Naomi, mi abuelo y mi hermano menor Sota.

En el templo hay un cobertizo donde se encuentra un pozo, gracias a éste puedo viajar al tiempo, a unos 500 años atrás, exactamente a la Era Sengoku. Donde existen diferentes razas: dioses, youkai, hanyou y humanos.

En esa Era tengo amigos, conocidos y enemigos. Mis amigos son Inuyasha un hanyou, un pequeño kitsune llamado Shippo, la exterminadora Sango, acompañada por una neko-mata llamada Kirara y por último un monje de nombre Miroku, él tiene un vórtice en la mano derecha, creado por una maldición de Naraku hacía su abuelo.

Nosotros viajamos juntos para recolectar fragmentos de la perla de los cuatro espíritus o la Shikon no Tama, que por el destino la rompí al recuperarla de un cuervo. Pero nuestro enemigo es Naraku, un hanyou que también está recolectando los fragmentos, junto con sus extensiones Kagura y Kanna.

Yo por mi parte soy la reencarnación de una sacerdotisa que murió hace 50 años e Inuyasha está enamorada de ella desde siempre, siempre la recuerda.

Kikyo fue revivida por la bruja Urasue que la hizo de barro y huesos. Ahora ella se encuentra con 'vida', e Inuyasha no le importa nada y sigue viéndola, aunque ella lo rechace.

Lo que más me duele es que nunca podrá verme como a ella, solo me ve como una simple amiga.

MARIAANGELZ.