¡Holaaaaaaaaaaaaaaa!

Hoy les vengo con un threeshort de nada menos que...EruRi! *o* espero les guste :D me gusta variar en parejas, si se habían dado cuenta, pero escribo EreRi y RirEn que siento que ya es tiempo de variarle un poquititio :P

ADVERTENCIA: Esta historia es ficticia, los personajes le pertenecen ha HAYIME ISAYAMA, yo solo los uso para fines perversos (?)

DISFRUTEN SU LECTURA.


CAPITULO I:

De la universidad a su departamento, del departamento a su casa; ese era su rutina diaria, su vida tranquila y pacifica que era de vez en cuando interrumpida por la siempre molesta Hanji Zoe, una mujer que desde la universidad se le había pegado como chicle sin saber porque; la trataba mal, la pateaba, le respondía fría y groseramente, pero lejos de alejarse ella seguía a su lado, con el tiempo se fue acostumbrando a su cercanía peor que la sombra misma.
Cuando ella se caso con otro de la facultad; Mike Zacarius, la tuvo lejos un rato, al menos un tiempo, pero ella busco la manera de saber donde vivía ¡es peor que un virus! se pensó. Sin embargo ella fue la única que la apoyo cuando esta se dio cuenta que no era un hombre "normal" ya que fue la primera que supo de su homosexualidad, creyó que eso la alejaría, pero supo que la subestimó al darse cuenta que eso solo empeoro. Hanji no paraba de preguntarle sobre su vida personal, pero a el no le gustaba hablar de ello. Si, tuvo al menos dos o tres relaciones amorosas, todas, UN COMPLETO FRACASO. ¿Porque? Levi Rivaille, maestro de Literatura y Filosofía en la Universidad de Rose, a pesar de parecer interesante ante alumnos, y sus compañeros maestros (fueran hombres o mujeres) tenia un pésimo carácter, agregándole el hecho de que su cara mal humorada solo empeoraba las cosas. Hanji se preguntaba como siendo así hubo chicos que lo aguantaron, pero no lo suficiente puesto que algunos solo eran chicos de una sola noche, algunos mas solo lo aguantaban un mes, y eso era decir mucho; no obstante, no solo era por su mal genio, si no por su exageración en la limpieza, en el orden. Todo lo quería perfecto, como el se sentía mejor. Se mostraba desinteresado al mundo que le rodeaba optando solo por vivir como le gustaba. Organizado, y limpio.

Ese viernes de verano, llegaba cansado de dar clases aparte de que detestaba el calor; los días que mas sudaba, los días que mas sucio se sentía, en cuanto llego a su casa se dirigió hacia el refrigerador de su cocina aflojando la corbata emitiendo un sonido de su garganta de disgusto. Saco del refrigerador una cerveza fría, la destapó, escuchando el sonido del gas escaparse para luego darle un gran trago que escurrió por la comisura de su boca hasta la barbilla, se limpio con el dorso de su mano y esta con una servilleta. Una vez fresco en su interior, se dirigió a su recamara, entro en el baño y comenzó a desnudarse dejando la ropa sucia en un sesto a lado de la puerta, camino hacia la regadera y abrió los grifos.
Si, ese baño le estaba sirviendo, se estaba quitando no solo el sudor seco y pegajoso de su cuerpo, si no también con ello el agua y el jabón se llevaba todo rastro de estrés. Sus alumnos los sacaba de quisio cuando no prestaban atención, el siempre sabia sacar comentarios mordaces e inteligentes que los dejaba callados, pero así mismo aunque era odiado por unos, era amado por otros. Algunos le tenían miedo, otros mas los respetaban o hasta lo amaban en secreto. Ese día no suficiente con dar 5 clases seguidas a diferentes aulas, a diferentes grados, a diferentes alumnos, tuvo que lidiar con una alumna llamada Petra que había tenido el descaro de confesarse. Sintió pena por ella, por dos razones; una: no le gustaban las mujeres, suficiente tenia con lidiar con Hanji y dos: el era demasiado viejo para esa joven, agregándole que las relaciones entre maestros y alumnos para el era tabú así como poner entre dicho su ética ¡No iba a arriesgar su trabajo! ademas la chica no le interesaba.

En el momento que salio del baño ya mas fresco y renovado; sintiendo como el vapor escapaba de su cuerpo y daba paso a el aire fresco del aire acondicionado, se dejo caer sobre su sofá tomando lo que restaba de la cerveza en lo que con la toalla que tenia colocada sobre sus hombros terminaba de secarse el cabello; en eso, el celular comenzó a zumbar sobre la mesa de vidrio central de su sala; disgustado, lo levanto mirando de quien se trataba, "la loca" así la tenia guardada en su celular. Trono los dientes aventando el celular al sofá sin prestar atención a la llamada. Vibró al menos unas dos o tres veces; sin embargo luego de eso comenzó a sonar el teléfono de su departamento. Ya sabia que esa mujer no dejaría de fregarlo hasta que contestara, pero aun así opto por no contestar. Entonces vibraba su celular, y el teléfono sonaba por otro lado. Tomo el aparato con odio contestando de mala gana.

–¿Que diablos quieres cuatro ojos de mierda? –

–¡jajajajajaja! a mi también me da gusto escucharte enanin.–

–tsch... –

–¿que crees? mi pequeño cumple 5 años el domingo.–

–¿y eso a mi que? –

–aaahh pues... pienso hacerle una pequeña fiesta, así que creí que tu podrías...

–no–le interrumpió.

–¡oh vamos! deja tu genio uraño y diviértete un poco. –

–¿que tipo de diversión podría yo encontrar en una fiesta infantil? no se que estés pensando loca de mierda...pero no soy una clase de pedófilo. –

–puufff...jajajajaja ¿que estas pensando tu? no Levinin, estas equivocado. Solo sera entre Mike y algunos amigos. Anda, Eres mi amigo y quiero que estés aquí. –

–¡no soy tu amigo y segundo: deja de decirme "Levinin" maldita sea!-detestaba que la mujer castaña se dirigiera a el de es manera, ya que era una combinación entre su nombre y su estatura. Lo odiaba a morir, si no fuera porque estaba al teléfono le hubiera propinado un buen golpe a Hanji. –

–uuyyy...¿quien te puso de mal humor? ¡no, no espera! no me digas, seguro un alumno tuyo o quizá un maestro se te declaro ¿no?-espero respuesta pero el pelinegro no le respondio-¿fue eso verdad? jajajajaja no puedo creer que ven en ti, en serio. Digo, aparte de que eres super atractivo y que tras eso ocultas tu real edad...Eres un geniudo. No se como te he aguantado todo este tiempo. –

–no tienes que, simplemente opta por dejarme en paz, muérete y desaparece de mi vida. Adios maldita loca-si algo que detestaba era que aquella mujer supiera que le pasaba sin incluso verlo o decirle algo. Ella sabia leer muy bien su humor, y ahora lo volvió a hacer. Ya no quería hablar con ella mas, así que se disponía a colgarle. –

–no, no espera. Dime si vendrás ¿andale si? sabes que si no, no te dejare de llamar. –

–¡ya dije que no! deja de joderme. –

–Levi, hablo en serio. Pareces un ermitaño. si le bajaras a tu humor pesado un poco estarías rodeado de gente–su tono de voz de dulce a divertido cambio a un sonido mas cálido y maternal.–

–no me interesa estar rodeado de gente. Lo odio.–

–ya lo se, a lo que me refiero es que no alejes de ti a las personas que te aprecian. Yo te aprecio, bueno hasta Mike y mi hijo que te dice "tío" sin que lo seas. ¿Entonces...que dices?–

Hanji espero paciente, hasta que Levi tras la bocina emitió un suspiro cansino y trono los dientes, supo que se disponía a responder siendo una respuesta que ella quería.

–bien, ire-dijo secamente.

–¡genial! entonces aquí te veo a las 8 de la noche ¿de acuerdo?-En eso Levi le colgó, pero sabia la manera de "hablar" de Levi, supo en ese momento que ya había anotado la hora en su agenda. Le divirtió pensar como la anoto en su agenda: "soportar a loca a las 8 en su casa" o algo así.–

–por tu cara puedo decir que Levi vendra–se aparecio su esposo tras un pasillo que daba hacia la recamara de su hijo con el cual venia entre sus brazos en lo que le limpiaba la boca llena de dulce con un pañuelo húmedo.

–si, vendra–sonrio ocultando el motivo real de esa sonrisa tras sus gafas que parecía que brillaban.

–ay amor ¿que pretendes? Levi se enfadara si le haces de cupido.

–estoy preprada para eso, ni que fuera la primera vez. Créeme, cuando lo conozca me agradecerá, te lo prometo.

–pues espero tengas razón.

–mami, mami ¿tio Levi vendrá?–bajo de los brazos de Mike y se aproximo a su mama para abrazarla de las piernas viendo a Hanji desde su estatura hacia arriba.

–jeje...si mi peque, tu tío Levi vendra-le devolvio la sonrisa con un afecto sobre su cabeza, acariciando esos bellos cabellos castaños.

El día que le llamo Hanji era viernes, así que el domingo llego más rápido de lo que el quisiera. La castaña tenia la costumbre de llamar siempre en momentos en que el disfrutaba de su paz, o pedirle verse en días que quería tiempo para el; sin embargo muy a su pesar ese día se presento en la reunión. El era puntual, era una de sus cualidades, así que a la 8 ya estaba ahí, tocando el timbre de la casa de Hanji.
Llegar ahí le tomo algo de tiempo, ya que para colmo "la loca" viviá retirado, en una residencia que era con pequeñas casas pero acogedoras. Aun así, como tenia un auto podía trasladarse al lugar sin problemas. Mike le abrió la puerta y en eso el niño de la pareja se le lanzo a las piernas a Levi saludándolo con toda la energía de un niño de esa edad.

–¡Tio Levi, tío Levi! ¡viniste! ¡como dijo mi mamá!–

–si...–se agacho a su estatura y le acarició la cabeza–Feliz dia–vocifero secamente dándole un libro entre sus manos.

–¿un libro?–pregunto incredulo, no sabia leer, pero le llamo la atención el niño en la portada que tenia un traje azul y a lado del un zorro con una rosa, enzima de un planeta.–gracias tío...cuando aprenda a leer te diré que dice-le sonrio el niño apretando contra su pequeño pecho el libro, le dio un beso en la mejilla al pelinegro retirándose en brincos feliz con su regalo.

–un libro, típico de ti Levi. Gracias por el gesto–vocifero Mike que le invitaba a pasar dentro de su casa, en lo que Levi asintió.

Se adentro a la casa de la pareja. Hanji estaba en la cocina adornando el pastel que ella misma había horneado en lo que Mike preparaba los gorros de fiesta, los platos y cucharas de plástico. Levi en silencio les ayudo a sacar las gelatinas del refrigerador acomodándolas a lado de la mesa donde podrían el pastel. Ya alrededor, colgando, había serpentina y globos haciendo ver la casa mas colorida.
Levi había sido el primero en llegar, después del llegaron Nanaba, Pixis compañeros de su generación con regalos; luego llegaron otras personas que no conocía que eran familia tanto de Hanji como de Mike. Algunos saludo con un "hola" seco para retirarse después a la sala, donde nadie estaba, ya que todos estaba en el comedor platicando amenamente de trivialidades, contando chistes, o poniéndose al tanto de lo que se dedicaba cada uno. El no quería eso, odiaba hablar si no era porque le hablaban. En eso una vez mas sonó el timbre. Hanji se limpio las manos en su mandil siendo impulsada igual que un resorte hacia la entrada. Mike solo movió la cabeza negativamente diciéndose que era una mala idea, pues ya sabia de quien se trataba.

–¡hola Erwin! ¡crei que ya no vendrías tonto!-saludo Hanji en la puerta cuando la abrió haciendo pasar al susodicho.

–jeje...lamento la tardanza, pero mi trabajo no me dejaba y aparte hubo una accidente en la carretera. El trafico esta horrible. Toma, es para tu niño.–

Le dio en las manos una caja larga envuelta con estampados de autos y un moño color rojo.

–gracias...no se que sea, pero gracias.–

–oye, Hanji...–llamo Erwin en cuanto dejo su saco en la entrada disponiéndose a dirigirse donde Hanji-¿esta aqui, del que me hablaste?-se mostro interesado, tratando de no verse obvio al ver a los invitados intentado pensar quien era del que la castaña le venia hablando durante días, y meses. El era un amigo y compañero de Hanji de su actual trabajo, ya que ambos eran abogados estando en el mismo bufete.

–jejeje si. Se puso un poco rejego, pero al final vino.

–¿tan mal humorado es?–inquirio, aun estaba dudoso en querer conocerlo.

–un poco, pero cuando lo llegas a conocer...bueno, lo averiguaras por ti mismo. Es maestro de Literatura, le encanta leer, igual que a ti. Asi que seguro en uno o dos libros los dos congeniaran. Pregúntale algo relacionado y si te responde ya lo tendrás ganado.–

–la verdad no estoy muy seguro.

–¡callate! en cuanto lo veas te enamoraras, pasate. El esta en la sala.

Algo vacilante se paso hacia la sala viendo un cabello negro, estaba de espaldas. Los demás lo saludaron, en cuanto Hanji los presento para luego que esta, tomara del brazo a Erwin para presentarle al pelinegro que le daba la espalda.

–oye, Levinin...quiero presentarte a alguien.–

–tsch...cuatro ojos...te he dicho que dejes de decirme así, maldita sea. ¿quieres que te golpee o...?–se levanto del sillón girándose y viendo a Hanji tomando del brazo a otro hombre que no era Mike. No sabia quien era, así que por eso mismo se quedo mudo.

En cuanto lo vio, a la primera impresión, Erwin pensó que era guapo. Si, lo era. Se percato casi de inmediato porque Hanji le decía "Levinin" pues era pequeño, su cuerpo y complexión, a pesar de eso era muy masculina, junto con su mirada afilada siendo ligeramente tapada por pequeños mechones traviesos que se le colgaban de su frente hacia su cara. Y esa expresión, esa expresión entre taciturna e indiferente le atraparon en un instante.

–mira, el es Erwin Smith, un amigo y compañero en el bufete de abogados. De hecho somos socios. Erwin, el es Levi Rivaille, un amigo de la Universidad.–

El pelinegro se quedo quieto, pero Erwin levanto su mano para saludarlo.

–un gusto Levi...¿te puedo llamar por tu nombre?–

Hanji le hacia muecas a el pelinegro para que aceptara el saludo, y de inmediato supo que ella había tramado presentarle a ese rubio frente a el desde el inicio. Acepto el saludo, pero no dijo nada, nada mas asintió a que Erwin lo llamara por su nombre y no por "Rivaille".

"Maldita loca de mierda, cuando te tenga a solas voy a matarte" pensó Levi dedicándole esa mirada a la castaña que entendió bien, sonriendo entre nervio y diversión.

–bueno...aun falta algunas cosas que hacer para que inicie la fiesta de mi hijo. siéntete en tu casa Erwin. Los dejo-se retiro observando que Erwin se sentaba en uno de los sofás y Levi retomaba su lugar en el sofá que había estado sentado.

–amor...Levi se dio cuenta de tus intenciones.–le murmuro Mike viendo lo que su esposa había hecho.

–jejeje lo se, debe odiarme, pero si todo funciona como creo que sera. Después me agradecerá.–

–si tu lo dices...–

–por ahora, dejemoslos un rato, a ver que pasa.–

Todos supieron las intenciones de Hanji en cuanto vieron que aquel rubio se quedo a lado del uraño de Levi. Reian haciendo bromas y apostando si Hanji, una vez mas haciéndole de cupido, cumpliría su cometido o seria un total fracaso.

Por otro lado Erwin veía a lo lejos a la gente de la fiesta mientras esperaban a otras persona que faltaban. En su vida jamas se había sentido nervioso, ni ansioso, pero ahora mismo Levi le provocaba eso y mas que nada; incomodidad, ya que este no decía nada, solo se encontraba de brazos cruzados mirando a alguna parte en lo que el no sabia bien que decir o hacer le causo gracia porque por un momento se sintió como adolescente, así que recordó las palabras de Hanji "Es maestro de Literatura, le encanta leer, igual que a ti. Así que seguro en uno o dos libros los dos congeniaran."

Carraspeo su garganta intentado de algún modo romper el silencio entre los dos así mismo para darse valor para entablar conversación.

–¿te...gusta leer?–

–¿me dices a mi?–

–si, a ti.–

Pareció que Levi dudo un poco, fruncio el seño y afilo mas sus ojos si es que se podía y luego respondió.

–si. un poco–vocifero, tratando de no darla importancia ya que aquel hombre le pregunto algo a lo que no podía negarse y mucho menos mentir.

–¿si? oh...a mi igual. Ahora mismo estoy leyendo "fabulas de Isopo" ¿lo conoces?–

En eso Rivaille arqueo la ceja, mostrándose ligeramente interesado en ese gesto hacia el rubio frente a el. Y es que, se dijo, que cuando se lo presento Hanji le impresiono su mirada, su altura, su porte; era como si la masculinidad de Erwin lo atrajera como un imán. En esos momentos fue cuando le dio un ataque de egocentrismo, pues amaba esa parte del en la que no mostraba interés ante nada ni nadie; sin embargo, pese a no quererlo ese rubio estaba dándole en su talón de aquiles: los libros; y el conocía mucho de ese tema, después de todo no era maestro de literatura por que si. Años en eso le hacia conocer demasiados autores, demasiados libros, mucha historia que le era imposible negar querer hablar de lo que le apasionaba.

–si, lo conosco–respondio secamente.

–¿sabias? Isopo es un autor parecido a el Sid y Homero. Nadie que cree que existieron y que los libros de ellos...–

–fueron varios autores–termino de decir Levi.

–eh...si exacto. Conoces del tema ¿verdad? –

Esa pregunta fue una ofensa para su intelecto, obviamente conocia del tema.

–si. Soy maestro de Literatura.–

–oh...interesante. Entonces conoces muchos libros.–

–si, bastantes.–

–¡Que bien! tal vez puedas recomendarme algunos.–

–pues si...tal vez...–

–¿como cuales?

Guardo silencio, meditando, tratando de poner en lista algunos de los libros que ha leído durante mucho tiempo. Sin embargo, cuando tenia la intención de abrir la boca Hanji le interrumpió al poner su mano sobre su hombro.

–¿los interrumpo? perdón...pero parece que ya llegaron todos, así que, que les parece si ¿comenzamos? mi hijo esta algo impaciente porque ya quiere partir el pastel y abrir los regalos.–

–ah, si, no hay problema Hanji–el rubio se disponía a levantarse, desepcionandose un poco pues la castaña llego en mal momento, si hubiera podido conversar un poco con Levi incluso hasta podría pedirle su numero telefónico con el único pretexto de que quedara pendiente la recomendación de libros.

–por fin...ya me estaba fastidiando de esperar...–trato de disimular, pero no frente a Erwin si no a Hanji pues el tono de hablar de ella al decir "¿los interrumpo?" fue mas un "¿ya se llevan bien? ¿te gusto Erwin?". Supo que era en vano "fingir" ante ella, pero aun así lo hacia; fue hacia donde se encontraban los demás invitados.

La castaña no perdió el tiempo, detuvo a Erwin del brazo en cuanto vio a Levi alejarse y reunirse con Pixis y Nanaba que a su modo lo intentaban integrar al grupo.

–oye...¿que paso?–

–Hanji, no seas tan obvia. Se dará cuenta.–

–jajajja ya se dio cuenta desde que te presente con el-afirmo divertida, todo esto le causaba diversión.–

–con razon...–

–"¿con razon?"–repitio la castaña–¿a que te refieres?

–si...me costo trabajo sacarle palabras, pero en cuanto le comenze a hablar del libro que estoy leyendo. Comenzó a hablar, salio del decirme que es maestro de Literatura.–

–jeje te dije, no se resiste a hablar de lo que ama.–

–si, me di cuenta, pero...llegaste en mal momento.–

–descuida, ya tendrás tiempo de hablar con el luego.–

–eso espero–lo miraba a lo lejos, dándole la espalda, Pixis le animaba a contar un chiste en lo que Levi fríamente se negaba escuchando a lo lejos que le decía: "no me jodas".

–¿y...que dices? ¿no es como te dije?–

–no Hanji. Te equivocaste.–

–¿ah si?–

–si, es mucho mejor de lo que lo describiste. Es...un encanto.–

–¡jajajaja! me alegro, ahora solo falta saber que piensa el.–

–¿Le preguntaras?–inquirio anonadado.

–mmm...no hace falta...el y yo podemos entendernos sin necesidad de palabras, no por nada lo conozco de hace años.–

–¡mamí, mami ven!–le gritaba su hijo desde la mesa.

–¡ya voy cariño!

Hanji y Erwin se acercaron a la mesa para reunirse con todos para cantar las mañanitas de su pequeño hijo. Por otro lado Levi se percato de la pequeña conversación atrás, en la sala, donde el rubio y la loca hablaban algo. Seria muy egolatrá pensar que hablaban del, pero al estar Hanji no lo dudo ni un segundo.

Todos, claro, a excepción de Levi, cantaron las mañanitas a el hijo de Hanji que cumplía 5 años. Después de eso partieron el pastel. Su papa sacaba fotos de cada acto de su pequeño en lo que Hanji animaba para que participaran en la felicidad de ella, pero sobre todo de su hijo. Levi casi ni toco el pastel, lo odiaba; era demasiado empalagoso para su gusto, pero por cortesía comió un poco, después de eso algo de gelatina y una pequeña cena para los adultos. En cuanto el niño dijo que tenia sueño su mamá lo llevo a descansar dejando a los adultos relajarse un poco e incluso beber algo mas fuerte. Aun así, Levi no se quedo; en cuanto Hanji regreso de acostar a su hijo Levi ya se disponía a irse.

–oye...¿ya te vas?–

–la fiesta era de tu hijo, no tengo nada mas que hacer aquí.–

–no seas si, quédate un rato.–

–no, y no insistas–le miro casi infernalmente, oponiéndose con fiereza a la personalidad molesta de Hanji.

–de acuerdo, pero no tienes que poner esa cara.–

–¿cual cara?–

–esa. Estas enojado por algo, lo se.–

–tsch...no lo estaría si no estuviera interviniendo en mi vida privada. Detesto que quieras hacerte la celestina.–

–¿te diste cuenta? jajajaja. Lo lamento, pero solo quiero lo mejor para ti.–

–¡detente! suenas como una madre, es desagradable. No necesito tus buenos deseos para conmigo. Te lo dije, No te metas.–

–ya, ya. Entiendo, pero no me negaras, Erwin es guapo. Y cuando llegue vi que algo se estaba cocinando ahí. Te gusto ¿no es así?–

–imaginas cosas. Esa cabeza tuya esta zafada de su lugar–le dio un zape a modo de reprimenda–me largo.

Hanji ya no objeto decir mas, supo que lo había molestado, pero supo en su interior que Levi no se había visto tan indiferente hacia Erwin, así que seguía la fase dos del plan. En cuanto Rivaille se despidió diciendo "me largo" sin mas tomo su saco, sus llaves, y salio directo hacia la puerta. Cuando dejo su casa rápidamente se aproximo a el rubio.

–ya, ya ¿sigues aqui? Levi ya se fue ¡alcanzalo!–

–ok, ok...pero deja de empujarme.–

Presurosamente Erwin se despidió de todos y salio tras Levi. Le gustaba, y no repararía en negarlo, ademas Hanji tenia razón. No podía dejar pasar esa oportunidad. En cuanto estuvo fuera vio a que Levi se disponía a abordar su auto.

–¿ya te vas?–

–si...–levanto la vista, viendo que el rubio salio casi al poco rato que el sabiendo que a pesar de a ver amenazado a Hanji esta se volvió a entrometer.

–yo igual. Mañana tengo un caso que atender.

–ya veo...–metio la llave en la puerta del auto, la abrió, disponiendo a entrar en el, en cuanto arranco el auto vio a Erwin a un lado tocándole la ventana; bajo el cristal-¿que quieres?

*wua...que agresivo...*–caviló el rubio, la agresividad de Levi por alejarlo provocaba el efecto contrario en el. Lo veía como un reto, como uno de sus casos. Tenia que resolverlo, disuadirlo–me preguntaba si...podrías darme la lista de libros que puedas recomendarme.–

–¿es una broma? me tengo que ir ya.–

–lo se, lo se, no quiero entretenerte mas así que...–metio su mano en su saco para sacar de la bolsa interna una tarjeta–es la tarjeta de mi trabajo, ya que casi todo el tiempo estoy en la oficina. ¿podrias...llamarme? –

–¿yo llamarte? el interesado eres tu–un tanto se refería a el pretexto de la recomendación de libros y otro poco a el interés personal. A su modo lo estaba retando para ver si el interés también le interesaba a el.

–si...bueno, si no te molesta darme tu numero. Yo te llamare.–

–No. Te llamo...–afirmo friamente, aceptando la tarjeta, subiendo el cristal dispuesto a irse.

Erwin se hizo un lado viendo como el auto se iba dando vuelta en una esquina y desapareciendo de su vista. Su estrategia funciono. Pedirle su numero era lo mas obvio, pero supo por palabras de Hanji y por lo poco que lo trato que no se lo otorgaría tan fácil, así que si el le daba el suyo, y también estaba interesado en el le llamaría. Con sus otras conquistas funcionaba, esperando que con Rivaille fuera igual.

Pasaron algunos días, Hanji optaba porque Erwin le contara que había pasado con Levi. El se había atrevido a confesarse que era homosexual y que por eso no se había casado, a ella le hizo gracia pues le recordó a Levi, cosa que le menciono al rubio, así que, cada que podía ella le hablaba de Levi, y justo en esa fiesta de cumpleaños sabia que era la oportunidad perfecta para presentarlos "ustedes tienen cosas en común. El es como el lado negativo, y tu el positivo, así que como imanes se atraeran" eso dijo Hanji. Fue entonces, que después de esa reunión ansiaba preguntar, y en cuanto vio a Erwin en el bufete de abogados no dudo en acercarse.

–Hola...¿dificil el caso de la divorciada?–

–hola Hanji, si algo...pensar que era mi clienta. No me agrado mucho ganar, pero si no, no me hubiera pagado. –

–jajaja si, en eso tienes razón. Oye, ven. Tu y yo tenemos que hablar.–

–ya se que me preguntaras, así que si.–

–¡me conoces bien! jajajaja.–

Hanji hizo pasara Erwin a su oficina, ella se acomodo enfrente del escritorio el rubio se sentó frente a ella.

–¿y bien?–

–nada.–

–¿como que nada? ¿no te ha hablado...o tu?–

–el no me dio su numero, solo le di mi tarjeta, pero hace días que espero y...nada.–

–ese enanin...haciéndose el difícil. Te doy su numero, así le hablas –

–no, sabrá que tu me lo diste.–

–uy ¡cierto! esta algo molesto conmigo. Dice que no me debo meter en su vida privada, pero yo se que tengo que hacerlo. El te gusta ¿no?–

–diablos Hanji...¡me encanta! es todo mi tipo. Pero...–

–¿pero? –

–no lo se...tal vez yo no lo soy para el.–

–en eso te equivocas. Sigue enojado conmigo, y es porque sabe que mi plan de juntarlos funciono. Hace un par de días le hable pero no me contesto y cuando lo hizo me respondió de muy mala gana, le dije que si seguía molesto por tratar de juntarte contigo, y me colgó, jajajaja, es un claro ejemplo de que tengo razón.–

–¿como puedes saberlo? probablemente no sea si.–

–es así, te lo prometo.–

–no se...quizá me estoy apresurando un poco, tal vez deba esperar un poco mas. Solo tiene una semana, así que creo que puedo esperar.–

–bueeeeeno, pues...te lo dejo a tu criterio. pero una cosa si te digo. Si te gusta, no dejes de insistir. Si de plano el te dice que no, bueno...al menos lo sabrás. ¿no te parece?–

–jajajajaaj si, supongo.

Pero, no fue así. Siguieron pasando los días, que se convirtieron rápidamente en semanas. Ella no quería intervenir, de verdad que no, pero le exasperaba que Levi fuera tan refunfuñon pero al mismo tiempo masoquista pues si algo le interesaba no lo demostraba así se muriera en ello. Aquel día lo fue a ver después de dejar la oficina, dejando su hijo con Mike que salia mas temprano de su trabajo.

–¿Que diablos haces aquí loca?–le abrió la puerta fastidiado tras soportar el retumbar del timbre por varios minutos.

–solo vengo a charlar.–

–no me interesa, desaparece de mi vista.–

–¡oye! ¿calmate quieres? ¿sigues enfadado? eres muy rencoroso Rivaille. ¿puedo pasar?–

–no. largate ya–se interponia entre la puerta y la entrada, quería que se fuera ya, se imaginaba el motivo de su visita–tienes un hijo, ve a atenderlo y a mi déjame en paz.–

–Mike se hará cargo del un rato. A el le toca, nos vamos turnando.–

–¡no me interesa! ¡vete de una puta vez!–

–sabes que no me iré Rivaille, te haré escándalo. ¿no quieres eso verdad? así que déjame pasar.–

Sabia de lo que era capaz esa mujer, asi que a regañadientes la dejo pasar. Ella se dejo caer en el sofá de Rivaille, que en cuanto vio que se arrojo al mueble con demasiada confianza y descaro rechino los dientes, la empujo un poco y acomodo un cojín que Hanji había aplastado al momento de sentarse, luego de eso se dirigió a la cocina y de mala gana le dio un jugo de naranja que guardaba en el refrigerador.

–dime de una vez que quieres y largate.–

–gracias...–le acepto el jugo dándole un trago y continuando-...nada realmente, solo quiero charlar, ya te lo dije. Y...hablar sobre...¿Er...win?–

Levi se levanto del sofá con toda la intención de golpearla. Ya lo sabia, por eso la estaba evitando.

–calmate...relajate Rivaille.-le tenia sostenida de las solapas de su blusa-¡jajajaja...!no te mides aunque sea mujer ¿cierto? prometo que seré breve, después podrás pegarme todo lo que quieras ¿si? por favor.–

La miro un momento, y luego la alejo, le asqueaba su cara. Esa mirada ladina tras sus lentes que ocultaban realmente quien era esa mujer.

–vienes abogar por el ¿no es así? pierdes tu tiempo.–

–no, el ni siquiera sabe que estoy aquí.–

–si claro...como si fuera a creerte.–

–¡es cierto! Esto lo hago por ti. Aunque tu lo niegues yo se que el te gusta, pero eres taaaan orgulloso que no te atreveras a hablarle aunque a diario vez la tarjeta de su numero.–

–¿como sabes que...?–se dio cuenta, Hanji lo conocía mas que incluso el mismo, eso le asustaba en ocasiones, pero ahora solo hizo que su enfadado fuera mas prominente hacia la mujer.

–¡jajajajaja! ¿lo vez? te conozco bien Levi. Mas de lo que crees. ¿porque no le has hablado?–

–no seas ridícula. Apenas si hable con el un poco, no es para tanto.–

–pero fue lo suficiente para que te enganchara ¿no es así?–

–tsch...cállate...–

–¡jajajaajaja! Quien no te conoce, te creería tu "no me importa".–

–¡vete al diablo! Es en serio Hanji, deja de estarte entrometiendo.–

–lo lamento enanin, pero no lo haré. ¿porque? a Erwin le gusta leer igual que a ti, lleva bastante tiempo solo, igual que tu, a tenido relaciones fallidas, igual que tu ¿no lo vez? son tal para cual.–

–por coincidir en algunas cosas no significa que tengamos en común. Ya Hanji, deja el tema en paz y largate de mi vista.–

–no, no hasta que aceptes que lo que digo es verdad. Erwin te gusta.–

En ese momento la mirada ladina con la mirada gélida chocaban una con otra en una conversación sin necesidad de palabras. Nadie en su vida le retaba como ella, aveces el ganaba propinándole un buen golpe, o aveces ella. Lo sabia, ahora ella tenia todas las de ganar.

–si, me gusta ¡maldicion! te odio cuatro ojos.–

–¡jajajajaja! entonces ¿que esperas para hablarle? no es que yo quiera imponerte a Erwin, eso es decisión tuya. Solo te abro los ojos–dejo el vaso vacío sobre la mesa central de la sala levantándose dispuesta a irse– Lo que te dije la otra vez, lo dije en serio. No puedes estar solo toda tu vida, si Erwin es tu ideal eso solo lo sabrás si lo averiguas, pero si te quedas esperando o ignorando la gente que se te aproxima porque crees que no es importante. Te arrepentirás siempre. Levi, aveces llegas a arrepentirte de lo que haces que de lo que no. Ya ves, Mike y yo, somos tan distintos pero terminamos casados y con un hijo.

–claro, porque son un par de excéntricos que asustan hasta la mierda–justifico, Hanji era una haz para ganar sus juicios, y Mike era un catador de vinos que daba miedo, si lo pensaba eran tal para cual.

–si, jeje eso puede ser. Bueno me largo entonces-sin ser guiada a la puerta por Levi, porque ya sabia que el tenia nulos modales, abrio la misma para irse, deteniéndose en el marco de la puerta–piensalo ¿vale? nos vemos–con eso abandono la casa de Levi.

Escucho la puerta cerrarse y, junto con eso, el silencio de su departamento con el siseante ruido del ventilador. Odiaba a Hanji, la odiaba en verdad, pero no porque si, ella sabia darle siempre en el lado justo de su mente, incluso aveces se sentía manipulado por ella por su forma tan rara de saber lo que pensaba antes incluso de pensarlo o decirlo. Después de que se fue, vio su cartera, sacando la tarjeta de Erwin. "Erwin Smith. Abogado" viendo una y otra vez los números telefónicos; uno era de su oficina y el otro era personal, luego miro hacia el ventanal de su departamento que daba hacia la ciudad, percatándose que no era ni muy temprano, ni muy tarde.

En cuanto paro en un alto su celular sonó, mirando que el numero no era uno conocido, llevado por la curiosidad lo contesto con las manos libres.

–¿Si? –

Tras un largo silencio la otra voz respondió.

–soy yo...–dijo la voz ambigua y tranquila, esperaba que con solo decir eso el le reconociera.

–¿Levi? ¡vaya, que sorpresa! ¿como estas?–escuchar su voz le hizo acelarar el corazón en abrir de ojos. Si, el era el indicado se dio en sus adentros sonriendo, si, Levi no lo vería tras el teléfono así que no importaba.

Otro silencio mas, espero paciente escuchando su respiración que era embelesante, tranquila como el dueño de quien la emitía.

–¿Levi?–tras un momento le llamó creyendo que posiblemente había colgado la llamada.

–¿estas ocupado? –

–no...acabo de salir de mi trabajo, voy para mi casa.–

–ah...–volvio a guardar silencio, no sabia como decir lo que quería decir. Se sentía extrañamente nervioso, provocándole una sensación entre odio y amor a ese sentimiento nuevo.

No sabia como interpretar esos silencios uno tras otro, y por teléfono era algo incomodo.

–mmm ¿Levi, sucede algo?–inquirio, pensando que algo malo pasaba, que probablemente esos silencios se debían a que le era difícil hablar de algo.

–¿podremos vernos?–ya, lo había dicho. Ahora el le toco esperar tras un silencio, eso le incomodo, creyó que había hecho mal–ya sabes, para los libros que quieres que te recomiende–rompio el silencio, no quería verse demasiado ansioso por lo que justifico el motivo de la llamada.

No lo podía creer, Levi lo estaba invitando, hace días que quería irle a buscar, o pedirle el numero a Hanji arriesgándose en que se molestara, y quizás si no se molestaba tanto lo invitaría a salir, no obstante, ahora el era el que se le insinuaba, trato de tomárselo con calma, no quería que el pensara que estaba urgido.

–¡oh, es cierto! ¡claro! ¡me encantaria ver esa lista!–

–puedes...¿ahorita?–

–si, si no tienes algo mas que hacer.–

–¡es por eso que yo te lo pregunto idiota!–

Ambos guardaron silencio. Rivaille porque lo había insultado sin conocerlo, tenia esa mala costumbre de insultar o agregar un imperativo cuando le hacían preguntas retoricas o le respondían con otra pregunta, tenia arraigada esa costumbre por ser maestro, no podía evitarlo; por otro lado, Erwin se quedo perplejo al ser llamado "idiota" por Levi, lejos de molestarse o sentirse ofendido, por la forma irritada en que se lo dijo, le causo gracia, cosa que no aunque intento aguantarse la risa, no pudo.

–puuff...jajajajajajaja...lo siento...que me dijeras "idiota" me tomo por sorpresa. Esta bien, ¿conoces el café que esta en la calle Moritaka?–

–ah si, lo conosco–que Erwin se riera por haberlo insutado le relajo, otro probablemente se hubiera molestad u ofendido, normalmente ese efecto causaba, pero ver que en el rubio fue totalmente diferente le hizo saber que ese hombre también era distinto a sus otras conquistas.

–te parece si nos vemos ahí en...–miro su reloj, lo que le tomaría llegar ahí desde donde estaba–¿...una hora?–

–de acuerdo–sin mas colgó, Ya habían quedado, según el no había mas que decir.

Quería decir algo mas, pero fue interrumpido por el sonido de la llamada terminada así como del color del semáforo cambiando de rojo a azul*. Tuvo que avanzar. Miro a la pantalla de su celular desde donde lo tenia, apreciando los números que seguían uno tras otro formando una sonrisa en sus labios. Su teléfono había registrado el numero de Levi, ahora ya que lo tenia, solo era cuestión de guardarlo en su lista de contactos. Sabiendo que de algún modo ahora tendría el derecho de hablarle si es que, la reunión en aquel café, daba para algo mas.

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azul*: en japon la luz del siga es color azul y no verde.

¿Y bien? ¿promete o no? jejeje espero les guste. Un fav, un follow, pero que mejor...un review alimentan la moral jejeje y pues así se lo que piensan sobre lo que escribo. :D no sean malitas...¿si? bueeeno me largo ya.

¡GRACIAS POR LEER!

Saludos a todos ;)