Caminaba hacia la batería principal, a paso lento para convencerse de que no sería extraño lo que estaba haciendo. En sus manos llevaba una pequeña caja envuelta con un papel de color azul, en su interior había un peluche de un volus miniatura que había logrado ganarse mientras jugaba con Zaeed en los arcade. Si bien lo había sacado para demostrarle a su compañero que era buena en ese tipo de juegos, luego se le ocurrió que podría ser un regalo, quizá no era útil pero si lindo y tierno.

En un momento se encontraba ya frente a la puerta, pero no se atrevía a cruzar, aún no estaba completamente segura de esto. Se lo pensó, una y otra vez. Reunía el valor para luego desecharlo, estaría así unos cuantos minutos.

Repentinamente la puerta se abrió, casi se le cayó la caja de las manos por el sobresalto.

– Shepard, hola -dijo Garrus, sorprendido de verla ahí- ¿Qué sucede? -Shepard se giró hacia él con la caja entre sus manos. Él desvió su vista hacia lo que ella sostenía, parecía intrigado.

– Quería entregarte esto... -elevó hasta el nivel de su pecho la caja- Es parte de mi agradecimiento por esa primera cita que tuvimos el otro día -el solo recordar esa noche la hacía sonreír, Garrus se había comportado fantástico.

– ¿Es un regalo? -Shepard asintió- ¿Para mí? -asintió nuevamente mientras en el rostro de Garrus se formaba una sonrisa- Gracias -al entregárselo Shepard se giró con intenciones de irse- Hey, espera, ¿no te quedarás a que lo vea?

– Tengo algunas cosas que atender... -le sonrió- Más rato me dices -Garrus se quedó de pie allí viendo como Shepard se retiraba. Luego observó la caja en sus manos, la agitó un poco pero no se escuchó nada.

Entonces dio media vuelta y volvió a su lugar de trabajo, con ganas de ver qué era lo que traía aquella pequeña caja.