Nota:
-Esto lo escribí por que se me ocurrió. Lo continuare, pero estaré más concentrado en las otras.
-La razón del Titulo es simple. Se debe a que se representa a Salazar Slytherin con una Serpiente y como Merope es su Descendiente también se representa ella con la misma. Ademas, Habla Pársel, el Idioma de las Serpientes. Mientras que con Harry, Es por su Patronus y el de su Padre, que eran Ciervos, otra razón es la Forma Animaga de James, que también es un Ciervo.
-Se mostrara algo en el Capitulo que creo que los Sorprenderá.
-Si aparece unos paréntesis que tienen por dentro esto "N/A" significa Notas del Autor que son cosas que son fáciles de contestar y son cortas que puedo aclarar al momento.
-Si aparece unos paréntesis con un numero dentro ejemplo (0) es que son cosas que se explicara al final del capítulo.
Tipos de lectura:
-Para…-Persona Hablando.
-"Para…"- Persona pensando.
-Humano-Habla en Pársel.
-Magia.
Expecto Patronum.
Alarte Ascendare.
Carpe Retractum.
"El Ciervo y la Serpiente"
"Capitulo I"
"Prologo"
Cuando Harry había despertado en el Londres Mágico en el año de 1919 casi le dio un infarto. No tenía ni idea de cómo había llegado o él porque estaba ahí. Entonces intento hacer memoria…Ya que lo último de lograba recordar era que se hallaba en la terciaba celebración del fin de la guerra y de la muerte del señor Oscuro, y como de costumbre se hizo un homenaje a los caído en batalla, de ahí a los héroes de la Orden del Fénix que aún quedaban con vida y por último, pero no menos importante, se hizo un homenaje a Harry. Homenaje del cual no estaba muy interesado. Cuando termino la Fiesta, vago un poco por la zona hasta que decidió irse a realizar una visita a las tumbas de sus padres.
Paso casi dos horas en el cementerio donde yacían sus padres hasta que decidiera retirarse e ir a su casa. La soledad era abrumadora y su departamento, aunque pequeño y acogedor, no hacía mucho para reconfortarlo. Final no pudo quedarse mucho tiempo y termino por retirarse e ir al 12 de Grimmauld Place.
Como no tenía mucho que hacer, decidió clasificar y ordenar los artefactos, reliquias, joyas, libros y demás, que estuviera roto o maldecido para después ver si se quedaba o lo mandaba a arreglar o se desasía de él. No era una tarea muy divertida, pero si emocionante donde estuvo varias veces a punto de perder la cabeza (o un ojo). Siguió su camino por los fríos pasillos del hogar de su padrino hasta que se encontró con extraño espejo, de aspecto antiguo, en donde, según sabia, había sido la recamara de la antigua Señora Black.
Sirius le había dicho, antes de su quinto año, que Walburga Black era una bruja muy fiel a la magia oscura y que realizaba varios hechizos, conjuros y maldiciones a lo largo de su vida solo para pasar el tiempo; sobre todo cuando su esposo murió. Sirius sabía que después que su padre murió Walburga dio rienda suelta a su famosa locura Black. Locura que no se molestó en disimular. Varias veces se había encerrado en su dormitorio y no había salido durante días haciendo Merlín sabe que cosas, y por ese motivo Sirius había restringido la estrada a ese cuarto. No quería ser el culpable de que alguien sufriera o fuera víctima de alguna maldición. Pero Sirius ya no estaba, y Harry siempre había tenido curiosidad sobre que habría ahí dentro…una vez no le hace daño nadie… ¿verdad?
Seria rápido, se dijo, solo abriría la puerta, examinaría el lugar y luego se iría. Era plan sencillo sin posibilidades de que algo saliera mal. Entonces algo salió mal. Y los ojos de Harry se abrieron lo doble de su tamaño ante el recuerdo. Harry ni siquiera sabía porque se sorprendía. Era de esperarse con su suerte siendo parte de él en todo momento. Recordaba que, al querer salir rápidamente, había terminado enredándose los pies con la vieja alfombra que adornaba el cuarto, haciéndolo caer y al caer termino rompiendo un espejo. Cuando el espejo se hizo añicos, y los restos se habían quedados esparcidos en el suelo, una enorme luz lo cegó y…
¡Termino despertando en el Callejón Knockturn, demonios!
Sin dinero o ropa que pudiera usar y volviendo a estar solo. Se maldijo a sí mismo en todo momento después de verificar que sitio se encontraba, su mente trabajo tan rápido que no podía pensar correctamente. Y no sabiendo que hacer, término optando por ir a Gringotts con la esperanza de poder tener, aunque sea, una pequeña parte de la herencia de Peverell como mínimo para solventar sus gastos hasta pudiera resolver como volver a su tiempo.
¡Pero la suerte Potter volvió a mostrar! Ya que cuando Harry solicito una prueba a herencia no solo salió la Peverell, sino en vez la Le Fay! A los duendes casi se le salieron los ojos ante los resultados y voltearon a verlo como si nunca hubieran visto a otro mago antes. Incómodo? No cabía duda.
Aun cuando la situación fuera incomoda y extraña, no impidió que ciertas personas se enteraran de su presencia. Algunos magos periodistas y personas del ministerio que se encontraban Gringotts, por diferentes razón, alcanzaron a oír la gran noticia y se le quedaron viendo con ojos evaluadores o murmurando entre ellos. Aumentando aún más la molestia del joven hombres de ojos esmeralda.
Harry uso toda su capacidad de auto control, para calmarse, y no estallar con enojo hacia los duendes de Gringotts que, en su mayoría los más jóvenes, seguían viéndolo como si fuera algún animal extinto que merecía ser guardado en algún zoológico para el entretenimiento de miles de millones de magos y brujas de la época. Con sonrisas fingidas y cortesía (en su mayoría falsa) siguió al duende encargado de las bóvedas de confianza que almacenaban la fortuna Le Fay mientras que era abordado por un sinfín de magos políticos y pura sangre que trataban de hacerle conversación en el transcurso de camino.
Los periodistas se quedaron al margen, uno que otro iba y venía hacerle preguntas que trataba de no contestar, pero mantenían el oído agudo a cada palabra que saliera de su boca. Al menos eso seguía igual. Cuando termino sus asuntos de Gringotts tuvo que ir a buscar donde se quedaría a pasar la noche. Obviamente el Caldero Chorreante fue única opción, más bien era el único lugar cercano que conocía que sabía que aún existía. O al menos esperaba que existiera.
Gracias a Merlín. El Caldero Chorreante si existía, y contaba con varias habitaciones vacías cuando Harry lo encontró, al final de haber estado casi dos horas perdido.
Harry, en su primera semana de residencia en los años 20, decidió quedarse en su habitación hasta que supiera que hacer. En ese transcurso de tiempo los rumores junto con el profeta se encargaron de dispersar su condición de heredero Le Fay y de su estadía en la Londres mágica y, por consiguiente, le llovieron invitaciones a un sinfín de fiestas, donde se espera su asistencia con gran entusiasmo. Sobre todo de las jóvenes brujas pura sangre casaderas que se hallaban en la lista de invitados o eran hijas de los anfitriones. En las cuales se negó a ir. Valoraba demasiado su integridad (tanto moral como física) como para arriesgarla estando a la intemperie con un montón de brujas locas y, posiblemente, hormonales.
El ahora Lord Le Fay se volvió conocido como un antisocial, amargado, poco hombre y quien sabe que más por las jóvenes brujas despechadas, que comenzaron a lanzarle calumnias ante su falta de interés en ellas, y con las madres estas en un inútil intento de vengarse del joven mago.
No era que este le importara, es decir, no era como si fuera a quedar por ahí mucho tiempo.
Sin más bailes a los cuales asistir (después de rechazarlos debidamente) Harry al fin pudo dedicarse a lo que consideraba verdaderamente importante.
Descubrir cómo demonios termino en los años 20 y como volver a su tiempo. Sabía que ese estúpido espejo tenía algo que ver. Solo necesitaba saber qué tipo de espejo era, los hechizos o maldiciones que tenía y como llego a parar a manos de Walburga.
Desgraciadamente pasaba el tiempo y nada. Walburga aún no debía de haber nacido, o cuando mucho una bebé, por lo que no podía (más bien no veía motivo) para acercarse a los Black. Pero eso no ayudaba a su situación actual que comenzaba a volverse desesperada.
Tal fue la desesperación que comenzaba a crecer en el interior de Harry que, muy a su pesar, no tuvo más remedio que introducirse a la vida de sociedad en el mundo mágico. Su único propósito; conseguir información sobre espejos mágicos y sus fabricantes.
Se compró una Mansión de Estilo Barroco Gótico, muy espaciosa para una sola persona, pero del tamaño perfecto para celebrar grandes bailes y reuniones, y con la disposición de casi un ejército de Elfos Domésticos a su servicio y con un inmenso jardín que sólo contaba con unos cuantos pinos y robles como complementos al paisaje. Se encargó de invitar toda la estirpe mágica de la era. Nadie que fuera alguien importante quedaba sin invitar. Sobre todo a las familias mágicas sangre pura relacionadas con la magia oscura o estuvieran familiarizadas con los Black. Trato de ser discreto y tratar de soltar las preguntas como si no fueran importantes o como si no ocurriera nada. Las mujeres casaderas que invitaba parecían locas riendo de todo lo que decía y pestañaban con demasiada frecuencia sus pestañas como si tuvieran algo en sus ojos. Trataban de ganar sus atenciones pero no lo hacían de la manera correcta. Tenían información útil…
Pero, de nuevo, no consiguió nada de importancia, sólo información que él ya sabía. A la vez que se negaba tristemente la fama de gran anfitrión y de él mejor partido para la temporada. Así que, maldiciendo su suerte, otra vez, decidió volver al Callejón Knockturn. Estaba decidido a volver a su hogar.
Harry iba caminando por el Callejón Knockturn. Viendo las diversas tiendas de cosas Oscuras y misteriosas, entonces sintió un pequeño empujón a sus espaldas. Se movió ligeramente para ver con quien había chocado cuando sintió que sus ojos se agrandaban al ver como una mujer comenzaba a precipitarse a suelo. Sin pensarlo dos veces la tomo en brazos y dio gracia a Dios por el entrenamiento de Auror hubiera sido tan exigente, ya que de joven jamás hubiera sido capaz de llevar a una mujer en brazos sin terminar en el suelo.
Soltó un gran suspiro y trato de acomodarla un poco para que se sintiera mejor entre sus brazos. En seguida notó que tenía los ojos cerrados y espero pacientemente hasta que los abriera. Lo cual no tardo mucho. La misteriosa mujer abrió los ojos, Harry tuvo una extraña sensación recorriéndole la espalda que se tensó y ella bajo el rostro avergonzada, extrañándolo pero lo primero que vino a la mente de Harry fue preguntarle:
- ¿Está bien señorita? -Su voz salió ronca debido a que anteriormente se la había pasado gritando y la mujer lo veía con ojos brillantes, ella comenzó a abrir y cerrar la boca, articulando palabras pero que no llegaban a oírse. Entonces ella se desmayó.
Asustado, y sin saber qué hacer, el primer instinto de Harry fue llevarla hasta San Mungo, pero entonces le harían preguntas y entonces los periodistas se enterarían y volvería hacer la comidilla de todo el mundo…mejor la llevo a casa, pensó.
Y no tardo ni dos minutos para llevarla a su mansión, ahí mando a Chip San Mungo para traer un Sanador de manera discreta mientras que Cassy (otra de sus Elfos Domésticos) se hacía cargo de la mujer inconsciente.
Él se quedó en el vestíbulo esperando la llegada del Sanador con nerviosismo mientras se preguntaba que hacia una mujer sola caminando sola por el Callejón Knockturn… ¿Dónde estaba su esposo? ¿Tenía siquiera uno? ¿Dónde estaba su familia? ¿Sería huérfana? Sus ropas indicaban que posiblemente habría vivido en las calles antes lo cual no brindaba un buen panorama para la situación actual. El Sanador llego, cuando Harry se atormentaba con el sufrimiento de la mujer, y se hizo cargo de la situación. Hizo un diagnóstico, realizo un perfil y se lo entrego a Harry.
Quien hizo un mueca ante el estado de salud de la mujer. Estaba deshidratada, desnutrida, agotada y sus reservas de magia estaban al límite, eso teniendo en cuenta que no tenía casi nada. ¿Una Squib tal vez? Si, era muy posible.
Guardo los documentos, agarro un pan y un poco de té de la cocina y volvió a la habitación de la joven. Cassy chillo al verlo, pero se retiró dejándolos solos. Harry tomó lugar al lado de la cama sentándose en la silla que Cassy había puesto con anterioridad. Vio a la mujer que ahora estaba limpia y casi le dio infarto.
¡¿Merope Gaunt?!
Su boca se abrió lo doble de su tamaño y sus ojos de agrandaron. Se paró de golpe y se alejó mientras comenzaba a caminar por la habitación. Merope Gaunt, descendiente de Slytherin, estaba en su casa. Merope Gaunt estaba en su habitación de huéspedes. ¡LA MADRE DE VOLDERMORT ESTABA EN SU CASA! Estaba a punto de entrar en una crisis cuando unos gemidos provenientes de la cama llamaron su atención. Ella comenzaba a despertar.
-Es bueno ver que ya te encuentras despierta!-dijo tratando que su voz sonara alegre, pero la joven pareció volver a estremecer. Rápidamente trato de reincorporarse de nuevo, pero fue detenida por las manos de Harry que la volvían a poner en su posición de acostada, recostándola suavemente.
-Sera mejor que no se fuerce mucho, en tu estado es peligroso-le advierto y se preguntó cómo se vería su rostro, espera que no fuera consciente de su ira-el Sanador me dijo que posiblemente te encuentres muy agotada por lo que no te preocupes por nada y solo descansa de acuerdo, yo me haré cargo de usted y de todo-vio como los ojos de Merope se llenaban de agua… ¿se notaba su arrepentimiento por haberla salvado?-No supe si tendrías hambre por lo que solo te traje un poco de pan y té-eso pareció ser la última gota para que ella rompiera en llanto.
Entonces se dio cuenta…
Nunca nadie le había tratado con tanta amabilidad, por lo que sabía de su padre y hermano la maltratan constantemente y le insultaba por su carencia mágica, no tenía amigos y muchas personas la consideraban loca debido a su familia. Que un desconocido llegara y la tratara con tanto afecto y preocupación debió de haberle abrumado.
- ¿Por qué estas siendo esto? -pregunto ella y cuando Harry la vio confusión, ella agrego-quiero decir; ¿Por qué eres tan amable conmigo? ¿Por qué me ayudas cuando nadie más lo ha hecho? Ni siquiera me conoces, no es como si tuvieras algún tipo de obligación conmigo al menos… entonces, ¿Por qué? - La voz de Merope se rompió y sus ojos se volvieron a llenar de lágrimas. Lagrimas que sirvieron para que Harry tomara una decisión. Decisión que no sabía si era la correcta pero…tal vez brindaría un mejor futuro para todos.
Solo esperaba a no equivocarse.
El tiempo paso y Merope se fortaleció bajo a sus cuidados y creció al igual que una flor bajo el sol. Sus cuidados y cariños fueron recompensados con la confianza de la Sra. Gaunt que no tardó mucho en contarle su historia. Por cosa del Destino, Llego antes que pudiera conocer a Tom Ryddle Sr, y podría cambiar muchas cosas para mejor.
Merope, Aunque casi no conociera el Cariño o el Amor gracias a su Familia, Ella era una Mujer dulce y parecía que solo quería vivir tratando de complacerlo y cuando ella volteaba a verlo con todo ese amor, Harry sintió mucho felicidad al poder regresarle ese afecto y lentamente se enamoro de ella, Sabía que no fue por una Poción de Amor, Poder resistir el Imperio y saber Oclumancia lo hacía prácticamente inmune a esas Pociones. Después de salir durante casi 3 Años saliendo con ella, le pidió a Merope que se casara con él. La Descendiente de Salazar se había lazando a sus abrazos después de su declaración y chillado un enorme "¡Sí!" antes de pedirle que le pusiera el anillo en su dedo. Ella se había visto muy feliz.
Y fue así como se encontraba frente un sacerdote dando sus nupcias a una brillante y llena de vida Merope (ahora) Le Fay.
-Yo los declaro marido y mujer-Declaro el obispo-ya puede besar a la novia-Dijo el Obispo.
Harry se volteó a su lado derecho donde Merope lo esperaba con ansias y con notoria felicidad que era acompañada con una gran sonrisa en su rostro. Atrás de él se hallaban las entidades más grandes del mundo mágico del año de 1927 (y de todos los tiempos).
-Gracias Harry-murmuro la descendiente de Slytherin mientras cerraba los ojos.
Harry levanto sus manos para retirar el velo blanco del rostro de su novia para después darle un tierno beso en los labios.
Después de dos minutos la pareja de se separo, los invitados aclamaban a la nueva pareja de recién casados mientras que Merope solo se acurrucaba mas contra su marido. Ella era una mujer feliz.
Solo habrá que ver lo que les espera el Futuro. Solo sabe una cosa, Que no se arrepiente de nada y con el Tiempo, Ya no quería regresar a su Tiempo. Tenia una Vida en este Tiempo y una Familia. Así comienza la Historia de Harry y Merope Le Fay.
Espero que les haya gustado. Comenten que les pareció o que esperen para el Futuro. Esto es una Idea rara que se me ocurrió.
Bueno, hasta la otra, Adiós.
