NOTAS DE LA AUTORA:
¡Hola!, este es un fic de universo alterno, cabe aclarar que este prólogo se lleva a cabo en 1992 y el fic será en la actualidad (2003). Algunos personajes tendrán actitudes un poco fuera de si pero no será mucho, sólo poquito.
Esto va dedicado para mis amigochas Sunshine y Uvi-u que me dieron la inspiración para escribirlo y publicarlo.
Los personajes de RK no me pertenecen, son todos de Nobuhiro-sensei, que vileza…
Sin más que agregar aquí los dejo con el fic….¡Disfrútenlo!
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PROLOGO
Tokio, Japón
1992
El amanecer llegaba a Tokio, los rayos de sol apenas se filtraban por las nubes oscuras que cubrían esa mañana, un viento fresco corría y movía los cerezos, era seguro que sería un día lluvioso.
La gente iba y venía por todos lados de la ciudad, era la hora de entrar a los trabajos y a l escuela. Las calles se llenaban de niños corriendo a sus escuelas y gente al trabajo, de entre tantos, tres niñas sonreían y hablaban animosamente mientras caminaban a su colegio, charlaban de chicos y de ropa, y miraban a la gente a su alrededor, mientras ellas seguían riendo…
-Te lo digo, esa señora nos miro raro – Una chica de cabellos largos y castaños, de ojos miel y linda piel tersa comenzó a dejar de reír.
-¿No me digas que ya estás alucinando Kaede?, descuida, esa señor no nos ha escuchado en nada – la chica más baja continuaba sonriendo, cabellos negros recogidos en una coleta y oscuros ojos azules – Además si nos escucho no creo que le importe, ¿tu qué crees?
-Pues simplemente me da igual, y será mejor que se detengan, el cruce esta infestado de autos – La última en emitir comentario era una chica de cabellera larga y negra, con ojos canela y una piel bastante blanca.
-Que desastre, así nunca llegaremos.
Las tres niñas de 12 años pararon en el cruce, dónde se les unió un chico de cabellos negros y ojos azules, alto y también con uniforme de la misma escuela, sólo que mayor que ellas, el chico comenzó a charlar con la pequeña de ojos canela y así siguieron el camino a su colegio…
En otro lugar de la ciudad dos niños corrían apresurados a la escuela, iban tarde otra vez y los reprendería, cosa que no les agradaba, odiaban meterse en problemas y complicar las cosas a su padre, un hombre generoso que se encargaba de ellos solo, puesto que no tenían mamá. Uno de 12 años y el otro de 9, uno de cabellos negros y el otro castaño, solían llevarse bien después de todo, aunque tenían sus discusiones como todos los hermanos pero ellos sabían como arreglarlas, sólo había una discusión que tenían inconclusa, hacía dos días habían conocido a una niña lindisima, sólo que era de un colegio privado bastante costoso, del "Shikibu Murasaki", ella había sido bastante amable permitiendo que el mayor la dibujase, pero no sólo eso, había dibujado también a las dos amigas de esta sin que ellas lo notasen, y el pequeño se había molestado por eso, aunque ninguno tocaba el tema ya, cosa vieja pensaban ambos niños, y mientras continuaban al colegio un hombre con un sombrero puesto empujó al menor tumbándolo, el hombre ni siquiera volteo a asegurarse de que el chico estaba bien, simplemente continuo su camino, mientras dejaba atrás a los dos niños confundidos y molestos…
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La comandancia de Tokio era un caos total, el jefe de la policía de Tokio había sido asesinado hacía unos minutos y la policía estaba más que movilizada, en ese lugar estaba la familia del hombre, su hija de 13 años y sus pequeños de 7 años, una niña y un niño. La niña mayor abrazaba a sus dos hermanitos que lloraban y es que ellos habían estado presentes allí, ella había visto al asesino de su padre, y la habían interrogado, ¡ Que crueldad!, la gente no parecía darse cuenta de que ella no deseaba hablar de eso, mucho menos quería que molestarán a sus hermanitos, ya bastante tenían con haber perdido a su padre, que era lo único que tenían, estaban ahora solos, y lo más seguro era que al no tener tutor los separaran o algo así, pero ella sabría ingeniárselas, ya vería como, pero lo haría. Un hombre se acercó a ella, la abrazó y ella se aferró al abrazo de aquel sujeto, al igual que sus hermanitos, lloró a más no poder mientras el hombre trataba de calmarla, se sentía sola y desprotegida, pero una idea cruzo su cabeza mientras veía al hombre, podía hacer que el se encargase de buscarles hogar, sin separarlos, sin duda alguna él podría hacerlo…
-¿Podría llevarnos a algún lugar dónde podamos bañarnos?, olemos a sangre y eso es desagradable.
-Claro, los llevaré a mi casa, mis hijas están allí y mi esposa también, seguro será un buen ambiente.
El hombre tomó en sus brazos a los pequeños y junto con la niña se dirigió a su auto…
Un hombre caminaba con un bebé en brazos, iba a su apartamento aprisa pues la lluvia comenzaba a caer, debía llegar cuanto antes además sus dos hijos de seguro ya habían salido de la escuela y estaban en la casa comiendo, quizás no haciendo tarea pero si comiendo, su trabajo sólo le quitaba la mitad del día así que era capaz de hacerse cargo de su pequeña familia, con un nuevo integrante ahora, encontró un bebé afuera de su auto con una pequeña nota, decía:
"Por favor cuide a mi hijo, se lo agradeceré toda la vida, solamente nunca le diga que lo ha encontrado aquí…".
La pequeña de ojos canela corría a su casa, junto a ella, su amigo de ojos azules corría también, la lluvia comenzaba a caer cada vez más fuerte, llegaron hasta la casa de ella rápidamente, una casa con enorme jardín y un bello estanque en el frente, entraron y dejaron sus cosas en la estancia, después se dirigieron a la cocina, ella buscaba toallas para secarse, ya que estaban empapados, al llegar al final del corredor encontraron a una niña de unos 6 años, bellos cabellos negros y hermosos ojos aguamarina, la niña corrió directo al joven y salto en sus brazos, el la alzó y la llevo cargando mientras la jovencita la interrogaba…
-¿Dónde esta todo el mundo?
-Otusan ha traído visitas y se ha ido de nuevo al trabajo.
-¿Visitas?
-Los hijos de Souji-kun, los chiquitos se durmieron junto con Kao-chan hace rato, pero yo no, y la más grande esta en tu cuarto con mi okasan, es que le presto tu ropa.
-¿Mi ropa?
-Hai – La niñita miró al joven que la cargaba y le sonrió, se acurrucó y tomo un mechón de sus cabellos.
-Estoy mojado, vas a ponerte mojada tú también.
-No importa, ayer no has venido a jugar conmigo, y te extrañe.
-Eres tan detallista como tu prima.
-¡Oye! – La chica mayor sonrió dándole un codazo leve en el estómago al joven – iré a buscar toallas y avisar a mi tía que he llegado, ¿quieres llevar a Missy a la estancia y encenderle la televisión un rato?
-Hai.
-Bien, Missy no causes problemas
-No Meg-chan, no causaré problemas.
El joven llevó a la niña a la estancia, dónde se sentó con ella en un cómodo sillón, encendió la televisión y comenzó a cambiar el canal…
-¿Pro qué has vendió con tu uniforme hoy?
-Por que tu prima y yo hemos salido a prisa por la lluvia.
-Okasan no nos deja jugar en la lluvia, se molestará con Megumi cuando la vea empapada.
-¿Tu crees eso?
-Hai – Un quejidito y un puchero captaron la atención del chico, la niña lo veía con curiosidad.
-¿Qué te sucede Missy-chan?
-mi otusan dice que eres un buen prospecto de esposo para Megumi. – La niña miro para abajo y luego abrazó al joven – No te cases con ella, es muy quejumbrosa.
-Pero que cosas dice tu padre, soy muy joven como para hablar de matrimonio.
-Que bien que no te quieres casar con ella.
-Misao…
-Es que no me gustaría eso. Tu y ella no son buen complemento.
-¿Dónde has aprendido a hablar así?
-De ti, cuando hablas con mi okasan – la pequeñita le sonrió – Cuando yo crezca, voy a ser más bonita que Megumi, ¿sabías?
-Oh por supuesto que lo sabía Misao. – El joven no pudo evitar sonreír mientras la niña se alegraba con esos comentarios, y justo cuando la chica de ojos canela entraba escuchando los inocentes comentarios de su primita.
-Hasta seré más bonita que Kao-chan, y cuando pase eso, ¿tú vas venir a verme a mí y no a Meg-chan verdad?
-¡Misao!, ¿estás intentando que Aoshi sea tu novio otra vez?
-Megumi no seas celosa, si Misao, te vendré a ver.
-¡Lo sabía!
La pequeñita sonrió e hizo un gesto de burla a su prima que no pudo evitar sonreír junto con el joven de las ocurrencias de la niña, justo cuando la niña miro al televisión una imagen captó su atención, gritó e hizo que la chica gritará también…
-¡Tía, mi tío esta rindiendo informe!
-Mira mira, mi otusan esta allí.
Subieron el volumen y pudieron escuchar lo que el hombre decía:
"…por eso hemos puesto a nuestros elementos en busca ya del sospechoso, creemos que el culpable del asesinato de varios miembros de nuestra comunidad y de varios jefes ya, el llamado battosaii, esta tras esto, esperamos encontrarlo cuanto antes y darle el castigo que merece, por que tengan en claro que este crimen será resuelto, y de eso me encargaré yo, el nuevo jefe de la policía, Saito Hajime…"
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Dos semanas habían pasado ya desde la muerte del jefe de la policía Okita Soujiro, su funeral fue un gran homenaje, y sus hijos, estaban habitando en casa del nuevo jefe y mejor amigo del occiso, la casa de la familia Saito, sólo se quedarían allí hasta que se arreglará la situación de su adopción, si así es, al no contar ellos con tutor y al no dejar su padre un testamento claro, el gobierno había querido separarlos, sin embargo, Saito Tokio, mujer del nuevo jefe, arreglo un gran convenio, una mujer sin herederos de su grupo de lectura deseaba adoptar a una niña, pero no cualquier niña, deseaba que fuera fina e inteligente, la mujer del policía le sugirió adoptar a los tres pequeños de su difunto amigo, así serían tres herederos en vez de uno, podrían asistir al mismo colegio que sus hijas y podría dejarlos en su casa cuando quisiera, ambas mujeres armaron un trato. La niña mayor había causado revuelo, no deseaba cambiar su apellido, pero al final aceptó, debía elegir lo mejor para sus hermanitos, y ahora estaba en un colegio extraño lleno de niñas mimadas y presumidas, con una de ellas que no paraba de hablar y saludar a todo el mundo, pero que martirio…
-¿Yumi-san sucede algo malo?
-No Megumi nada, simplemente esto es raro, esta es una escuela muy…
-Es la mejor Yumi.
-Para mí no lo es. – Arqueo una ceja y sus cabellos castaños se ondearon con el viento, sus ojos violetas se abrieron y con disgusto continúo siguiendo a la chica de cabellos negros.
-Mira allá vienen mis amigas, espero que seas más amable con ellas.
Las jovencitas se acercaron a otras dos chicas, las mejores amigas de Megumi, parecían amables, al menos más que la chica de piel blanca…
-Chicas ella es Okita Yumiko.
-Komagata, mi apellido es ahora Komagata.
-Oh sí, disculpa, ella es Komagata Yumiko.
-Mucho gusto – una chica de cabellos castaños y ojos miel le sonrió – Genzai Kaede.
-Mi nombre es Iwamura Hatsumono – una niña menudita de cabellos negros con un semblante de arrogancia, con una sonrisa burlona y un tono de voz de orgullo – Espero que podamos llevarnos bien.
-Igual opino.
-Bien será mejor que nos vayamos de una vez.
Las cuatro jovencitas marcharon a su clase, con risas y platicas banales, pero llamando la atención de todos los que las veían pasar…
En una escuela más al norte de la ciudad un niño de cabellos castaños pateaba una caja, estaba molesto y lleno de ira, su padre había llevado un bebé a su casa, su hermano mayor lo había ignorado por el dichoso bebé y él ahora era hermano mayor y no menor, lo peor del asunto era que su padre había prohibido a los dos niños salir, debían ayudarle ahora más que nunca, y eso le daba un coraje increíble al niño, nunca se había sentido menos en su familia, y ahora era un prisionero, y fue entonces cuando vio lo que cambiaría parte de su vida, un hombre de ojos ámbar hablaba con su hermano y llevaba traje de policía, de seguro que estarían en problemas por culpa de ese viejo cara de lobo…
Una niñita de siete años escuchaba como todos en su escuela comentaban acerca del trabajo de su padre, llevaban ya dos semanas hablando de eso y señalándola a ella y a su hermanita, y el asunto se complicaba ahora que los hijos del amigo de su papá asistían al mismo colegio que ellas, ahora los señalaban a ellos también, la pequeña sentía un nudo en el estómago cada vez que alguien decía su nombre, ya estaba harta, entró a su aula de clase y pudo ver cómo en su pupitre había una nota, la chiquita casi rompe en coraje cuando la leyó, no podía creer que dijesen eso, se levantó y llevo la nota a la maestra, quien se sorprendió al leerla…
"Para Saito Kaoru…
Lástima que tu familia sea la que haya contratado a ese asesino, por que en mi casa dicen que fue tu papá quien mando que asesinaran a Okita-san, me caías bien Kaoru, pero ahora todos en clase hemos decidido no hablarte hasta que no demuestres que no eres una asesina y dejes por al paz las clases extras de kendo, será mejor que te vuelvas una niña normal si deseas que volvamos a verte con buenos ojos…
Atte. Quien se encargara de que llores a diario"
En otra aula de clases, el joven heredero de la fortuna Shinomori conversaba con uno de sus amigos, le contaba que su padre había decidido que cuando se graduarse iría al extranjero a una de esas universidades extrañas llenas de niños ricos y presumidos, por el prestigio de la familia, las chicas que lo escucharon sólo se acercaron a él a felicitarlo por el viaje, y a desearle suerte adelantada, él sólo agradecía con un leve movimiento de cabeza, mientras trataba de parecer contento por al noticia estaba tan triste, tener que dejar todo en dos años, a sus amigos, su casa, su país, su primer amor…
Así cómo el cielo estaba despejado y con su frescura anunciaba que el otoño estaba cerca, así se anunciaba en todos lados que los cambios habían iniciado en sus vidas, fuesen adultos o niños, jóvenes o recién nacidos, todos llevarían cambios que terminarían enlazándolos en un futuro no muy lejano…
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NOTAS DE LA AUTORA:
Aquí esta el prólogo de este universo alterno que estoy creando ahora, espero haya sido de su agrado y si les dejo alguna duda, descuiden, en los capítulos del fic se desenrollarán cosas que aquí han quedado inconclusas…
Aquí les daré una nota especial, mi fic "Estigmas del pasado" se tendrá que retrasar un poco porque estoy teniendo problemas con los capítulos nuevos, mi maquinita querida no ha querido subirlos y eso pues me da batalla, sólo les pido paciencia con ella…
Siguiendo con este fanfic, pues está lleno de sorpresas, el siguiente capítulo, por ejemplo, estoy segura de que va a gustarles mucho. Para que se deleiten un poquito aquí les doy una probadita del capítulo 1 de "Sentimientos inesperados":
-No me explico cómo si siempre está rodeada de chicos no tiene ningún novio.
La pequeña jovencita imitaba a cada una de ellas y los chicos reían por su actuación.
…Su camisa desgarrada y apenas podía caminar, con al respiración cortada y su cuerpo temblando…
La mujer telefoneo a su familia..."tengo trabajo con un paciente nuevo, me quedaré aquí hasta tarde"…
…Si tan sólo fuera verdad lo que todos decían, estaría contento de que su hija hubiese encontrado a un buen hombre….
Con esto los dejo, espero me dejen sus comentarios del prólogo de esta melosa historia de amor…
Sugerencias, comentarios, quejas??....dejen un review…
Matta ne minna…