Aquí estoy con una historia nueva de una de mis otp en Fairy Tail, mi anime favorito de todos, espero poder mostrar muchos sentimientos que capto en esta pareja con este fic.
Ha sido inspiración repentina y espero que les agrade. Sus comentarios se agradecen así que si desean pueden dejar un review ^^
Ya saben que los personajes le pertenecen a Hiro sensei~
Y bueno a leer.
att. ICE
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"Qué difícil intentar salir ilesos de esta magia en la que nos hayamos presos."
Joaquín Sabina
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.:It will rain… [Lloverá]:.
[Esa lagrima...]
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No era claro él como aquellas dos jóvenes magas habían terminado en esa situación, caminando por un frondoso y apacible bosque rumbo a una misión… ¿solas?
Flashback…
Y es que Lucy necesitaba dinero pero no había nadie de su equipo que la acompañara, Erza había ido junto con el maestro a una reunión del consejo, Natsu había ido junto con Gajeel, por petición del maestro, a una misión bastante peligroso y Gray había salido a una trabajo solo. Lo que la dejaba con pocas opciones, una de ellas era ir sola, pero la idea la aterraba, así que había decidido escoger una misión sencilla; ir con el hijo del jefe del consejo, que solicitaba a dos magas jóvenes y atentas que le pudieran hacer compañía para solucionar pequeños conflictos. La rubia había leído bien, necesitaba de alguien que la acompañara para poder obtener dinero de su renta, no se percato de que una persona ya había puesto su atención en ese anuncio.
-Lucy, ¿también quieres ir a esa misión?-
-¡Juvia!, si solo estaba pensando en alguien que me pudiera acompañar-
-Pues Juvia ya había visto ese anuncio hace tiempo y creo que sería bueno que las dos fueran juntas, así Juvia puede arreglar algunos "asuntos"- lo ultimo lo dijo con un tono tétrico haciendo que los vellos de la piel de Lucy se erizaran. Finalmente acordaron ir juntas.
…
Así era como las dos se encontraban rumbo a la mansión del jefe del consejo mágico, el camino se había llenado de un silencio incomodo. Lucy solo recordaba las últimas palabras de Juvia con cierta incertidumbre, ¿Sería que Juvia solo la había acompañado para así poder deshacerse de su "rival de amor"?, espeluznantes escenas se hicieron presentes en la imaginación de la joven escritora, mientras la otra maga solo se limitaba a sonreír de vez en cuando.
-Lucy…- dijo la joven de cabellos celestes acercándose peligrosamente a la cabeza rubia.
-Por favor Juvia no me hagas daño, te juro que no hay nada entre Gray y yo- suplicó la maga de espíritus celestiales, mientras agitaba sus manos enfrente de esta.
-¿Pero de que estás hablando?- cuestionó divertida Loxar- Juvia solo quería quitar las hojas que se habían atorado en tu cabello- dijo finalmente sonriendo mientras retiraba las ramitas del cabello rubio.
-¿Ah?... es solo que dijiste que querías arreglar algunos "asuntos", y pensé… pensé que querías deshacerte de mí- respondió todavía aterrada la rubia.
-Juvia nunca le haría daño a Lucy- rió un poco- Esos "asuntos" de los que hablaba, eran pues…-titubeo para decirlo- … es solo que Lucy fue la primera amiga de Juvia, y ella quería acercarse más entre amigas como lo hacen en el gremio- terminó de decir esto claramente sonrojada, y encogida en sus hombros, Lucy sonrió cálidamente, eso realmente era una agradable sorpresa.
-Además estando Juvia sola con Lucy se asegura de que no quiera hacerle nada a Gray-sama- mencionó con una sonrisa aún más grande Loxar. A Lucy solo le resbalo una gota por la cabeza y rió con nerviosismo.
-Me alegra mucho que quisieras salir conmigo Juvia, eres una buena amiga- regaló una sonrisa realmente cálida Heartfilia.
-Lucy- los ojos enternecidos de la joven de cabellos celestes miraban a su amiga con mucha emoción.
-¿Y dime Juvia, no tienes calor con todo lo que traes puesto?- cuestionó curiosa, mientras veía la vestimenta de la maga: Falda larga azul hasta las rodillas, botas altas con mallas café, blusa de manga larga y cuello alto de color crema y un gorro estilo ruso adornado con una flor violeta que dejaba caer con gracia su cabello largo y ondulado.
-Hum, a Juvia le da calor a veces, pero es realmente vergonzoso para ella mostrar demasiada piel en público- respondió sinceramente.
-¿Ah sí? Y ¿Por qué?- le dio más curiosidad a Lucy.
-Bueno es que los padres de Juvia siempre fueron muy estrictos, nunca la dejaron usar ropa descubierta, además de que donde Juvia estaba, llovía, las gotas realmente eran frías y eso hacía que Juvia se abrigara más, como la gente siempre la rechazaba, Juvia sintió que era una persona desagradable y quiso cubrirse para que no la vieran- el rostro de la joven se volvía melancólico, mientras Lucy solo veía con una sonrisa enternecida por todo lo que había pasado- Supongo que a Juvia todavía le avergüenza mostrarse- mencionó divertida.
-Yo pienso que eres una mujer muy hermosa y deberías permitirte en alguna ocasión vestir con algo más atrevido- dijo Lucy, guiñándole un ojo.
-P-pues Juvia lo ha intentado, en ciertas ocasiones cuando quiere acercarse a Gray-sama, ha usado ropas más reveladoras, pero muy bonitas, aún así todavía le apena- se sonrojo y susurro lo ultimó.
-Pues no deberías estoy segura que a Gray le encanta que vistas algo especial para él- mencionó muy segura y orgullosa la rubia.
-¿Tú crees Lucy?- preguntó ilusionada Loxar.
-Por supuesto-
-Juvia solo vestiría así por Gray-sama- juntó sus manos y deliró enamorada por un momento.
Lucy solo la veía divertida, realmente Juvia era una persona muy inocente y tierna, ciertamente estaba muy contenta de poder compartir ese tiempo con ella.
-Lucy, ¿Juvia puede hacerte una pregunta?-
-Claro, ¿Qué sucede?-
-¿Sientes algo por Natsu-san?- esto había tomado totalmente desprevenida a Lucy, que sintió como la saliva había pasado con dificultad por su gargante.
-¿D-de que hablas?- sus mejillas se habían pintado de carmesí.
-Pues es solo que Juvia nota como los dos se preocupan el uno por el otro, y a Juvia le recuerda lo que siente cuando ve que Gray-sama está en peligro- la maga dijo lo último mientras sonreía y miraba hacia abajo, reflejando en sus ojos los profundos sentimientos que se desbordaban al solo mencionar su nombre.
Lucy solo sonrió y decidió confesarle –P-pues creo que si siento algo por él, pero no sé cómo explicarlo, cuando él está en peligro, realmente siento como si mi pecho se encogiera, y cuando él sonríe mi corazón se siente muy cálido-
-¡Lucy, Juvia piensa que estas enamorada!- mencionó emocionada Juvia mientras juntaba sus manos con las de su amiga.
-¿T-tú crees?, ¿Pero no piensas que es algo tonto que lo este, cuándo él no se toma nada en serio?- cuestionó con una mezcla de emoción e incertidumbre.
-Claro que no, Juvia cree que Natsu-san tiene sentimientos muy fuertes por ti también, se ve como él no quiere que nada te dañe y te protege- mencionó ilusionando a las dos jóvenes.
Siguieron caminando mientras conversaban animadamente, la brisa de ese día era realmente un alivió a los rayos del sol que caían sobre la piel de las magas y el olor a abetos inundaba los sentidos haciendo de ese paseo uno en verdad muy cómodo.
Llegaron a su destino antes de lo esperado, la mansión era como lo imaginaban; grande, cara, elegante. Los acabados barrocos eran exagerados y en la puerta de roble los esperaba un hombre vestido de esmoquin, perfectamente peinado y con rasgos estirados y finos en el rostro, acomodo su bigote e hizo una seña invitando a las magas a pasar.
-Pasen, magas de Fairy Tail- mencionó el hombre – El joven las ha estado esperando, él ha pedido que usen esto- terminó de decir estirando unos paquetes a las jóvenes.
-¿Qué es?- cuestionó Lucy sosteniendo la caja.
-Es lo que el joven solicita que usen-
-¡¿P-pero de que se trata esto?!- mencionó algo enfadada y avergonzada Juvia mientras sostenía una falda corta, muy corta y abombada, un corsé entallado y muy revelador en el pecho, unas medias transparentes y unas botas cortas, todo en tonalidades azules.
-¿Qué dem…?- dijo Lucy al ver el mismo conjunto pero en rosa.
-El joven dice que es absolutamente necesario que usen esas vestimentas, o no podrán cumplir con la misión- las dos jóvenes se voltearon a ver. Lucy sabía muy bien como se sentía Juvia al respecto, pero la de cabellos celestes no quería que su amiga perdiera el dinero.
-Lo haremos- dijo muy segura Juvia.
-¿Segura?- cuestionó sorprendida Lucy.
-Por supuesto, Juvia sabe que necesitas el dinero para la renta-
Lucy solo sonrió agradecida y procedió junto con la maga de agua a una habitación a cambiarse.
Subieron las enormes escaleras con acabados en mármol blanco llegando a un amplio pasillo con decenas de habitaciones, todas con los mismos exagerados acabados en las puertas. El hombre de la entrada les había dado indicaciones para llegar al estudió donde el cliente las esperaba, y así caminaban, incomodas por la ropa y adoloridas por la altura de los zapatos, Juvia seguía queriendo cubrirse con sus manos alrededor de su pecho y Lucy seguía agradecida porque hubiera accedido hacer todo eso por ella.
Entraron a la habitación, era oscura y apenas y se filtraba luz por la enorme ventana, solo se podía ver un enorme escritorio en el centro de la habitación y en las paredes grandes estantes repletos de libros y antigüedades. La silla de cuero que estaba detrás del escritorio se encontraba vacía lo que extrañaba a las magas, pues se suponía que el cliente ya debería de esta ahí esperándolas. Se dividieron en la habitación, Lucy curioso algunos libros, mientras que Juvia reviso si no se encontraba nadie detrás de la silla. Las dos estaban absortas en lo que hacían, cuando una voz profunda y tétrica se escucho detrás de ellas.
-Fairy Tail… realmente no exageraban cuando decían que este gremio tenía a las magas más hermosas de todo Fiore- dijo a las magas un hombre; alto, de cabello verde, ojos rojizos y rasgos finos, mientras se acercaba peligrosamente a Juvia.
-¿De qué estás hablando?- preguntó muy seria Lucy.
-Que no me equivoque al poner mi anuncio en este gremio, ustedes realmente me podrán ayudar con mi "problema"- respondió y colocó una sonrisa torcida y pervertida, tomando por el mentón a Juvia quien había sido acorralada entre él y el escritorio.
-¡Déjala!- llamó Lucy tratando de acudir con su amiga, pero un hombre fornido la había sujetado de las muñecas impidiéndole ir.
-Tranquila rubia, ya abra tiempo para nosotros, ahora deja que me hunda en esta hermosa piel de porcelana- dijo esto mientras comenzaba a deslizar una mano intrusa por la falda de Loxar, y tomaba uno de sus senos entre sus repugnantes manos.
Juvia estaba choqueada, ninguna expresión se dibujaba en su rostro, sus ojos estaban totalmente abiertos y miraba a ningún lugar, sus pupilas dilatadas reflejaban una mente turbada y perdida, sus músculos tensos no respondían y la voz de su cabeza solo decía una cosa "para por favor, ¡PARA!".
Lucy forcejeaba para poder zafarse del agarre y ayudar a su amiga que parecía no poder reaccionar, solo veía como ese asqueroso hombre había empezado a lamer su cuello y acercarse peligrosamente a los labios de Juvia mientras sus manos tocaban descaradamente el cuerpo de la maga de agua. Y en el rostro inexpresivo de Juvia solo rodo una lagrima, ¿Por no poder reaccionar?, ¿Por ser tocada de esa manera tan repulsiva?, quizá por todo lo anterior.
El hombre relamió sus labios y se dispuso a besar a Juvia, y robarle su primer beso cuando…
-¡JUVIA!- gritó Lucy, zafándose por fin del fornido hombre y corriendo hacia la maga -Fleuve d'étoiles- sacó su látigo y arremetió contra el hombre para alejarlo de Juvia.
La maga de agua por fin reaccionó y atacó a los dos hombres con su magia, Lucy la tomó de la mano y salieron corriendo de ese lugar olvidándose totalmente de su ropa, corrieron tanto como pudieron hasta saberse lo suficientemente lejos de ese lugar. Descansaron sobre sus rodillas tratando de recobrar el aliento, viendo como su pecho iba a un ritmo acelerado.
-¿Estás bien Juvia?- fue lo primero que preguntó Lucy cuando por fin se calmaron.
-Sí- respondió la maga tratando de tranquilizarse –Muchas gracias por ayudar a Juvia, Lucy-
-Eso hacen las amigas- respondió la rubia provocando una hermosa sonrisa de Loxar.
El camino de regreso al gremio había sido totalmente en silencio, Lucy no sabía cómo hablar de lo que había pasado, y es que desde la última sonrisa que le había dedicado Juvia, en su rostro solo se poso una expresión seria y sus ojos estaban vacíos.
-¿Juvia, realmente te encuentras bien?- cuestionó muy preocupada la maga de espíritus celestiales.
-¿Ah?, S-sí, es solo que todo eso tomó desprevenida a Juvia- respondió, mientras su cabello ensombrecía su rostro- Pero está bien Lucy, no te preocupes por Juvia- dijo lo ultimo levantando el rostro y sonriendo ligeramente.
Lucy pensó que sería mejor no insistir, puesto que todo lo que había pasado debió ser muy difícil para ella. Comenzó a conversar, y contarle cosas sobre su complicado pasado, los momentos difíciles que había pasado con su padre y la muerte de su madre, pero también sobre los momentos felices con su madre y en últimas instancias con su padre. Juvia solo escuchaba atentamente a la rubia, le impresionaba todo lo que le había sucedido.
-Juvia entiende a Lucy, de no ser porque conoció a Gray-sama y a Fairy Tail, el cielo de Juvia siempre hubiera sido gris y no hubiera dejado de llover a su alrededor, es por eso que Juvia…- se sonrojo un poco, pero decidió continuar -… es por eso que Juvia a-ama a Gray-sama, porque fue el primero en mostrarle a Juvia un cielo despejado, y la ayudo sin ningún interés, Juvia ama a Gray-sama por su amabilidad y fortaleza- todo esto lo había dicho con un sonrojo muy tenue y una sonrisa encantadora, sus ojos mostraban todo el amor que sentía por el chico.
-Juvia, realmente estas muy enamorada de él- la joven Loxar se puso muy roja y asintió ante la afirmación –Sabes se que a veces Gray puede parecer muy frío, pero es porque su orgullo le impide mostrar sus sentimientos hacia ti, aunque ahí estén-.
Las jóvenes magas seguían conversando y no notaron cuando ya habían abierto las puertas del gremio, el bullicio del lugar las hizo girar el rostro hacia el frente instintivamente. Ese gremio nunca perdía la vitalidad, Gajeel y Natsu discutían en la barra sobre quien tenía la culpa de haber destruido casi media ciudad donde habían ido a hacer la misión, Mirajane los veía divertida, Gray estaba sentado en la barra de espaldas, pero giro el rostro cuando oyó las puertas del gremio abrirse encontrándose a Juvia y Lucy con unas ropas muy ¿atrevidas?
Lucy volteó a ver a Juvia, y de nuevo estaba esa expresión, el rostro desencajado, la mirada nublada y los músculos tensos. Ella era una persona realmente fuerte, a pesar de lo que había pasado no había derramado ni una sola lagrima, pero cuando choco su mirada con la de él, algo dentro de ella se quebró, toda su fortaleza se derrumbó, y sus azules ojos habían dejado desbordar por su rostro cientos de lagrimas rebeldes que recorrían sus mejillas carmesí, ella trataba de limpiarlas escondiendo la furia que sentía por ser tan débil, pero nada… seguían cayendo sin compasión de su situación.
Gray iba a saludar a la maga pero cuando noto la situación simplemente se quedó quieto, sorprendido de ver el dolor con el que lloraba Juvia, se sintió impotente y solo permaneció en su lugar totalmente tenso.
-¿Juvia qué sucede?- preguntó muy preocupada Lucy a la maga de agua.
-L-lo siento, Lucy- dijo con la voz hecha nudo –J-juvia solo… solo no quería preocupar a Lucy, pero, pero Gray-sama la está viendo, y Juvia esta tan avergonzada… -siguió sollozando sin darse a entender –Es solo… solo que Juvia no puede ver a Gray-sama a la cara…- su llanto se hizo más fuerte, rodeaba su frágil cuerpo con sus brazos -… Juvia ha sido manchada, Juvia quería mantenerse pura para Gray-sama, que Gray-sama fuera el único en tocar a Juvia, pero ahora Juvia ya no es digna de mirar a Gray-sama a la cara… porque ha sido manchada con las asquerosas manos de ese hombre…- Lucy tenía un enorme nudo en la garganta al escuchar las palabras de su amiga, así que eso era lo que había estado pensando y sintiendo todo este tiempo, se sentía realmente apenada y dolida por ella -…lo peor es que Juvia no hizo nada por impedirlo, Juvia ahora le dará asco a Gray-sama, y eso… eso le provoca un dolor muy profundo a Juvia- cayó de rodillas al suelo y dejo que todos sus sentimientos salieran, cubrió su rostro con sus manos ahogando gemidos dolorosos que se escaban de los finos labios, estaba avergonzada y dolida.
-N-no digas eso Juvia… por favor- abrazó Lucy a su amiga, queriendo consolarla, pero sin saber realmente que decirle.
El gremio enteró quedó en silencio, viendo con suma preocupación la escena que protagonizaba la maga de agua, algunos voltearon a ver de reojo a Gray, quien solo tenía el rostro ensombrecido y las manos hechas puño. Todas las magas acudieron a la escena queriendo ayudar a su amiga. Mirajane y Lucy ayudaron a levantarse a Juvia, mientras Lissana, Levy y Cana las seguían para ayudarlas en cualquier momento. Subieron al segundo piso del gremio, y sentaron a la maga en una banca, quedando junto a Mira y Lucy. La maga de espíritus celestiales comenzó a relatarles todo lo que les había pasado, mientras la hermana mayor de los Strauss acariciaba el cabello de Juvia, quien tenía recargado su rostro en el pecho de la albina sin poder dejar de sollozar.
-… ¡Ese idiota!- mencionó totalmente enfurecida Cana cuando terminó de escuchar el relato de Lucy.
-¡Ese no es un hombre, es solo un cobarde!- dijo Levy, haciendo que todas asintieran.
-Ese no es el problema ahora, lo que actualmente tenemos que hacer es que Juvia descanse y se olvide de este horrible episodio- concluyó Mirajane que veía como la joven de cabellera celeste se había dormido recargada en su pecho.
-Mira-san tiene razón- concordó Lucy, viendo el rostro sonrosado de su amiga que dormía tranquilamente.
-¿Qué le sucedió a Juvia?- todas atendieron a la voz del hombre que recién llegaba.
-Gray- dijo Lucy sorprendida de verlo ahí.
-¿Por qué Juvia estaba llorando de esa manera?- Gray podría ser una persona fría y orgullosa, pero no soportaba ver a las personas que quería llorar, y mucho menos cuando lloraban con el dolor con el que lo hizo Juvia.
Todas quedaron en silencio, realmente era una historia horrible de contar, y sabían que Gray se podría alterar al oírla, pero no podían mentirle, él era una persona muy allegada a Juvia y merecía saber lo que le pasaba. A Gray se unieron Gajeel y Natsu, que habían subido inmediatamente preocupados por la situación. Lucy comenzó a relatar nuevamente lo sucedido, con cada parte del relato, las caras desencajadas y furiosas se iban haciendo presentes en el grupo de magos.
-¡ESE IMBECIL!- gritó Gajeel totalmente enfurecido.
-Él… tocó a Juvia- la voz de Gray sonaba tétrica, contenía una furia que nunca antes le habían visto a Fullbuster, empuño sus manos mientras se repetía esa frase en su cabeza "…comenzó a tocar a Juvia, queriendo aprovecharse de ella…", lo estaba volviendo loco de furia- ¡TOCÓ A JUVIA!- ese hombre había tocado a Juvia, había manchado a una joven inocente, pero lo que lo enfurecía más que otra cosa, que esa joven era Juvia Loxar - ¡LO ASESINARÉ!- fue lo único que dijo Gray antes de pararse de la silla y disponerse a salir en busca de ese hombre.
-Cálmate… Gray-
-¿Erza?- la joven pelirroja que había llegado tiempo atrás y había escuchado todos los hechos, lo sujetaba por el hombro y trataba de tranquilizarlo.
-Lo que Juvia necesita ahora, no es que tú armes una escena. Ella necesita ir a su habitación, descansar y que todos olvidemos esto, ¡en especial tú!, porque si a Juvia le duele esta situación tanto, es por ti, por los sentimientos puros y profundos que siente hacia ti- Scarlet habló muy seria haciendo reflexionar al joven de cabellos oscuros que finalmente le dio la razón.
-Será mejor que llevemos a Juvia a Fairy Hills para que descanse- atinó a decir Mira, quien no había dejado de acariciar tiernamente los cabellos celestes.
-Yo la llevaré- dijo muy firme Gray, cargando en brazos a Juvia teniendo cuidado de no despertarla.
-Yo los acompañó- dijo Lucy siguiendo a sus amigos.
Erza encabezaba el caminó a Fairy Hills pues ella tenía la llave de todas las habitaciones de ahí. Mira y Lucy los seguían de cerca, mientras que Gray no quitaba la vista de Juvia, quería asegurarse de que nada más le pasara, recorrió su pálido rostro con la mirada, sus mejillas sonrojadas por el llanto, sus largas pestañas humedecidas por las lagrimas y su boca que dejaba escapar suspiros de aflicción.
-Gray espera afuera mientras cambiamos a Juvia y nos deshacemos de estas repulsivas ropas- pidió Mirajane, a lo que Fullbuster solo asintió dejando a Juvia recostada en su cama.
El mago de hielo entró en la habitación cuando le indicaron, le habían colocado un pijama de seda con pantalón largo y camisa de botones color celeste, él se adelantó a sus amigas y cubrió a la chica con las delicadas sabanas y cobertor. Las tres magas comprendieron que Gray quería privacidad, así que decidieron salir de la habitación dejándolos solos.
Gray solo podía ver como la maga dormía plácidamente, como su pecho se hinchaba cada que respiraba y como algunos mechones caían por su rostro, él los acomodó rozando su piel con las yemas de sus dedos colocando el cabello detrás de la pálida oreja.
-Lamento tanto lo que sucedió- susurró el joven mago a Juvia, mientras en su rostro se mostraba la impotencia que sentía –Lo lamento- dijo esto un poco más alto, colocando su mano en el rostro de la chica. Se levantó y se aseguró que las ventanas estaban cerradas, salió de la habitación, pidió discreción a las chicas y fue escoltado por Erza fuera de Fairy Hills.
Había pasado ya una semana desde lo ocurrido, y todas las chicas iban y visitaban a Juvia en su habitación, todas le aseguraban que Gray no estaba molesto en lo absoluto, que al contrario estaba muy preocupado por ella y molesto por lo que "ese" tipo había hecho. El corazón de Juvia se fue tranquilizando, pero aún se encontraba muy avergonzada como para poder verlo, otros magos del gremio la visitaron, entre ellos Natsu y Gajeel, preguntándole como se sentía, lo que poco a poco hizo sentir repuesto a la maga de agua. Finalmente al concluir de esa semana quiso ver por fin a Gray, y se lo mencionó a Lucy que sin esperar más tiempo hizo que su amigo se enterara.
Juvia estaba muy nerviosa, ese día Gray la visitaría después de una semana de "eso", no sabía cómo explicarle, como disculparse por todo lo sucedido pero estaba decidida a enfrentarlo. Se colocó un vestido esmeralda de manga corta hasta la rodilla, un escote cuadrado y una cinta en la cintura revelaban lo necesario de su figura, acomodo su cabello ondulado en una cola de lado y preparó algo de té para recibirlo. Decidió dejar todo como estaba su muñeco "Gray" y el cuadro pintado de la pared, después de todo, esas eran solo muestras de lo que sentía por él.
El momento llegó, llamaron a su puerta y ella atendió con el rostro bajo y sonrosado.
-Hola Juvia, por fin te veo- saludó Gray tratando de sonar normal y no incomodar a la maga.
-Gray-sama, Juvia l-lo sien…-
-No me tienes que pedir disculpas- la interrumpió- Lo que paso no ha sido tu culpa, y si con alguien estoy enfadado es con el maldito que te hizo daño, a ti… realmente te admiro por toda la fortaleza que has tenido para llevar la situación- sonrió delicadamente, dejando a Juvia totalmente sorprendida y encantada.
-Gray-sama…- los ojos de la maga se empezaron aguar amenazando con romper en llanto de nuevo, pero esta vez de felicidad.
-N-no por favor no llores- dijo esto en un tono desesperado y algo cómico el mago, sabiéndose incapaz de manejar el llanto y menos el de ella.
Juvia lo abrazó, tomando por sorpresa al de cabellos oscuros que correspondió torpemente –Gracias- mencionó la maga hundida en el pecho de Gray, enternecido por sus palabras acarició cariñosamente su cabello y la abrazó con más fuerza. Después de varios minutos sin deshacer el abrazó, Gray se incomodó un poco y carraspeó para llamar la atención de la maga, Juvia sonrió y lo invitó a tomar asiento para beber té y comer algunos bocadillos, platicaron como siempre lo hacían, y prometían olvidar el incidente, o al menos eso era lo que ellos esperaban.
Un mes después de lo sucedido, todos se encontraban de ánimo en el gremio, peleando, bebiendo y charlando, cuando las puertas se abrieron abruptamente dejándose ver varios guardias del consejo mágico, el jefe del mismo, su hijo y el maestro Makarov.
Todos prestaron atención a los intrusos, en especial Lucy y Juvia que se habían tensado de solo ver a "aquel hombre" en el marco de la puerta, el hijo del jefe del consejo, el maldito que había herido a Juvia.
Uno de los guardias dio un paso al frente y dijo:
-Lucy Heartfilia, Juvia Loxar. Quedan bajo custodia del consejo mágico, por desacato y conductas inadecuadas con el hijo del más alto funcionario del consejo- terminó de decir dejando aturdidos a todos en el gremio.
Parece que ese incidente no se iba a olvidar tan fácil.
