¡¡Hola!!
Nuevamente les traigo otra historia de mi pareja favorita.
Espero que la disfruten y antes de empezar a leer deben saber...
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Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto
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—Dímelo— se giró a verlo, sin duda estaba despierto, y ella lo había despertado por sus constantes movimientos de impaciencia.
—Lo siento, no quería despertarte— se disculpó con una pequeña sonrisa. Éste la miró por unos minutos y se levantó de la cama tratando de buscar sus zapatos para poder salir.
Lo miraba con detalle, cada uno de sus movimientos eran vistos por sus ojos color parecido al chocolate; vio como su esposo pasaba sus dedos sobre su cabello para tratar de cepillarlo y acomodarlo un poco. Se mordió el labio por sentirse un poco culpable de que él se levantara a una hora poco apropiada de la noche.
Lo único que le faltaba aparte de abrocharse los botones de su camisa era la respuesta de su mujer; mientras esperaba unos cuantos minutos miró la hora del reloj que estaba situado en una mesita al lado de la cama. La una de la mañana, se sorprendió que aún fuera temprano a comparación de otras noches cuando se despertaba cerca de dos horas después.
—No es necesario que salgas— le contestó —Puedo aguan…
—No— le cortó las palabras. No le gustaba que Tenten se quedara con ganas de sabe qué cosa y él no pudiera hacer nada —Dime lo que se te ofrece— otra vez le pidió-ordenó- que le respondiera.
Siempre tan atento, caballeroso y torturador, era el significado de Neji cuando se trataba de ese asunto; pero aún así sentía una gran felicidad por saber que su esposo y futuro padre de la criatura que llevaba en su vientre de apenas unos cuatros meses fuera una gran persona además de preocuparse en especial por ella.
—Bien. Pero es verdad que no es necesario que salgas a la calle para darme lo que quiero— se rió por dentro al ver la expresión de Neji al saber de sus esfuerzos inútiles de cambio de atuendo.
Se paró de la cama, sin quitar la sonrisa empezó su pedido para la cena —Quiero algo caliente— eso no le ayudaba en nada para saber el gusto de ella. Le iba a decir que tenía que ser más explícita pero vio como su esposa se acercaba con lentitud y de una manera más sensual hacia él —Quiero algo fuerte— susurró sobre sus labios y era su turno de acariciar los cabellos de su amado.
Se dejaba llevar por las caricias y oía atentamente la petición —Quiero que me llene— besó su mejilla retirando lentamente la camisa desabrochada y arrugada por los movimientos anteriores.
Él con cuidado mantenía ambas manos cerca de la cintura tratando de no hacerle daño de sus actos, disfrutando de los pequeños besos en su cuello — Quiero… disfrutarlo con cada bocado— entrecortadamente seguía hablando sobre su antojo especial.
La recostó en la cama, oyendo las palabras junto con risillas que tanto le gustaban —¿Es todo?— preguntó al ver que ella se ocupaba de ayudarle a quitar los pantalones.
—Me falta una cosa más…— lo besó, buscando una posición más cómoda por su vientre —quiero que sólo me lo hagas a mí.
Sonrió como siempre lo hacía cuando estaba a solas con la única persona que lo hacía feliz —No hay problema— porque para él era una dicha complacer a su mujer en cualquier circunstancia que pasara, y saber que ella le compartía sus propios antojos era aún mejor.
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A veces siento envidia de Tenten por tener a un shinobi tan sexi como lo es el genio de los Hyuga. jeje
Pero ni modo, me aguanto con escribir o pensar historias donde esten involucrados estos dos personajes, ¡Que estan hechos el uno para el otro!
Ojala les haya gustado, a pesar que está algo corto... ;)
¡¡Nos vemos!!
"Dejen que su imaginación vuele"
