Ecos que regresan
Había salido a buscar leña, el fuego se estaba apagando Morgan y Finniyan no estaban bien, esperaba no haberse detenido por mucho tiempo… corría con todo lo que daban sus pequeñas piernas hacia la cueva… sin embargo lo que vio le dejo helado donde estaba, tirando la leña en el proceso corrió hacia ella.
-¡LIZZIE!- grito- que haces aquí ¿lizzie?- sollozo de forma patética – despierta keinan no me gusta este juego; ¡despierta! MORGAN, FINNIYAN! Lizzie no despierta necesito ayuda- pidió aun sabiendo que nadie le respondería- su hermana yacía muerta boca abajo en un charco de su propia sangre que salía de su boca, las huellas aun frescas mostraban su esfuerzo por arrastrarse hacia la salida de la cueva.
Morgan y Finniyan habían muerto horas antes debido al frio y a las heridas.
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Despertó sudando aterrorizado de nuevo la pesadilla ya debería estar acostumbrado a ella pero era tan real la opresión en su pecho resultaba dolorosa.
La luz se encendió dejando ver a un Bryan somnoliento.
-¿tienes pesadillas otra vez? –pregunto mientras le miraba fijamente
- no solo una la misma de siempre, estoy bien-con un suspiro volvió a recostarse en la cama, Bryan le miro por unos minutos o tal vez no, no estaba muy seguro hasta que volvió a hablarle.
- son las 2 debes tomar tus medicinas o te las meteré en la boca a la fuerza- dijo regresando a su tono usual con ese sarcasmo característico del ruso mayor.
-Inténtalo perra y te pateare hasta que se me caigan las piernas- le respondió de vuelta con su sonrisa de superioridad.
-ya veremos, tómalas Kai no quiero problemas con tu madre, nos matara, a mi por no cuidarte como se debe y a ti por idiota, espera un momento – le dijo mientras se levantaba, Kai le escucho moverse por la cocina y le vio regresar con una cuchara y un terrón de azúcar – muy bien toma tu medicina –
-pero sabe mal –se quejo infantilmente
-Alex, tómala y luego te daré un terrón de azúcar, dios, ¿que eres un niño de 5 años que corre a cama de mama por las noches?, toma la maldita medicina Alex –
-no siempre, pero corro a tu cama cuando mamá no esta, ya esta bien ¿pero me darás el terrón verdad?-
-si, si toma- puso la cuchara en sus labios y Kai trago la asquerosa medicina, luego Bryan puso el terrón de azúcar en su boca- ¿no fue tan malo o si?, no hagas esa cara – coloco una mano en su cabeza – trata de dormir mañan- pensó un momento- hoy hay una reunión muy importante en la BBA - sonrió- y la siguiente dosis es con las pastillas a las seis de la mañana- Kai hizo una mueca – sé que lo odias pero ¿sabes lo que tienes no?-
- como no saberlo, maldito Boris, todo esto es su culpa- maldijo entre dientes- pero bueno no se puede hacer nada – hasta mañana –
-descansa… gusano-
Amaneció como todos los terribles días desde el día en que murieron hace nueve años, aun ahora resultaba doloroso, suspiro pesadamente y se levanto con aburrimiento como cada día, se ducho y se vistió rápido. Bryan volvió a obligarle a tomar su medicina.
Salieron juntos hacia la oficina central de la BBA una reunión tonta en la que todos hablaban sobre cosas sin sentido, a quien le importaba las ruedas de prensa no se sentía bien estaba un poco aturdido, estúpida medicina, pronto comenzó un griterío en el que Tyson peleaba con un molesto yuriy por algo que no entendía, quizá debería de haber puesto atención, Bryan estaba riéndose mientras le echaba carbón al fuego. Hasta que Hiro intervino y les detuvo por un rato.
Al final quedaron en dar una presentación para promocionar el nuevo torneo comenzarían Bladebreakers contra los Blitzkreig boys solo un encuentro amistoso, no se sentía con ánimos su estomago se sentía raro y comenzaba a marearse dios ya quería irse, tenia calor, pero este era su ultimo torneo y quería darlo todo se sentía feliz después de mucho tiempo volvería con ella, eso estaba muy bien, dranzer había tenido un accidente, no podría usarlo tendría que pedirle permiso para usarle a ella. Bufo con molestia jamás se habían llevado bien pero no tenia de otra más que pedirle algo de ayuda, la carta a su favor era el amor de ambos hacia su pequeña lizzie.
Solo con eso podría apelar a su favor al menos por un tiempo ya se las arreglaría después.
Vio de reojo a Hilary acercarse.
Kai- comenzó vacilante – ¿estas bien? – ni siquiera la miro, no podía enfocarla, su voz le sonaba distorsionada no entendió la pregunta- estas rojo – sintió sus manos frías sobre su piel caliente se sentía tan bien- ¡estas ardiendo!- grito, pero Kai no pudo distinguir lo que decía.
El resto de los chicos presto atención, Bryan se acercó rápido hacia ellos donde todos la veían.
- Kai esta enfermo es solo una gripe – se apresuró a contestar Bryan algo incomodo
-no parece una gripe normal ¿estas seguro Bryan?-replico Hilary – esta muy caliente-
-seria mejor que le llevaras a su casa-dijo el señor Dickenson por primera vez poniéndoles atención a los muchachos.
-Kai, ¿puedes oírme?, Kai – asintió débilmente –bien vamos te llevo, ¿puedes caminar? ¿Kai?-
-deja te ayudo, yo les llevo- Bryan frunció el seño no podía permitirse interferencias, pero no tenia de otra negarse levantaría las sospechas y eso no ayudaría en nada, de mal humor acepto el ofrecimiento de Hiro.
Bryan tuvo que cargar a Kai quien para ese momento se encontraba seminconsciente y llevarlo hasta el estacionamiento.
Su abuelo no esta, se esta quedando en mi apartamento esta del otro lado de la ciudad, ¿aun así quieres llevarnos?- presiono por ultima vez
si, ¿Cuál es tu insistencia por que no los lleve? – le reto el peliazul
ninguna en realidad, ¿nos vamos?-corto la discusión
Subieron al auto, Bryan puso unas pastillas en al boca de Kai y fueron hacia el departamento del menor, luego de 20 minutos de un tenso silencio, en el que se dedicaron a ignorarse, Kai comenzaba a reaccionar se veía mejor mucho mejor. Llegaron el apartamento estaba en una de las áreas ricas, demasiado lejos de la casa de Voltaire.
-no sabia que tuvieras un apartamento en este lugar y tan grande, ¿en que estas metido Bryan?- Hiro sospechaba simplemente genial, pensó rodando los ojos.
- es mio –hablo Kai con voz dormida- pero está a nombre de Bryan para que mi abuelo no me encuentre cuando quiero estar solo- explico, haría cualquier cosa por ir a su cama y dormir.
-no tienes que explicar nada Alex –Bryan estaba molesto-vamos te llevo dentro-dijo mientras tomaba su brazo y le guiaba a la puerta.
De regreso en el dojo Kinomiya le esperaba una comitiva de bey luchadores para interrogarle.
-No pasa nada, cuando llegamos estaba mejor, ya había despertado y se veía molesto- aclaro un poco hastiado recordando la "conversación".
-¿pero crees que este bien que este solo en la mansión de su abuelo?-
-si el jefe tiene razón puede necesitar alguna medicina y estar muy mal para levantarse por ellas- termino Takao
-Takao es Kai de quien hablamos puede con una gripe-
-pero Ray hoy tuvo que ser cargado por Bryan, ¡cargado!- resalto- nunca le había visto tan mal-Takao tenia razón-¿Por qué no le trajiste aquí Hiro ? – siguió.
- no había necesidad no esta en casa de su abuelo- le respondió Hiro con voz tranquila
-¿no? – preguntaron todos
-no se queda con Bryan –
-¿con Bryan? No sabia que fueran tan cercanos – "aunque en realidad tendría sentido" pensó Hilary
-tal parece que son muy unidos- Hiro dudo por un momento-
-¿por qué lo dices?, sabes algo hermano-
-Bryan me hizo llevarlos a un apartamento al sur de la ciudad, el apartamento es de Kai a nombre de Bryan y por lo que vi han estado viviendo juntos estos días que el equipo ruso ha estado en Japón.
Esto asombro a los chicos en el dojo no solo por la noticia si no por que Hiro logro hacer que Takao se quedara sin palabras.
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Habían nacido juntos siempre juntos, le amaba, ella le había seguido y entraron en una familia que les esperaba y eran queridos. Era familia perfecta…
Lo era…
Había sido…
Pero comenzaba…
A…
No serlo…
Tenía frio mucho frio, le entraba por los dedos de los pies y subía centímetro a centímetro, la imagen en su cabeza no se borraría en mucho tiempo, la sangre, los gritos de lizzie, el terror, el desconcierto y sobre todo ese dolor…
Entonces papa llego la forma en que le miro al pasar y la manera violenta en la que quito a lizzie del lado de ella fue horrible, en ese momento lo entendió ¿cómo le explicaría a su hermana una verdad tan horrible? su padre su propio padre les estaba rechazando, culpándoles de sus muerte; que iba a hacer…
Lizzie no entendería tal cosa no podría soportarlo era demasiado dulce, tendría que ser muy fuerte por los dos después de todo él era el mayor de los dos y como tal debía protegerla de cualquier peligro.
O eso quiso creer…
Iluso…
Más que idiota.
Papa les levo arrastrando hacia su cuarto y les encerró ahí, fue la última vez que le vieron; en los siguientes días ni él ni su hermana tenían derecho de salir, les llevaban la comida pero tenían prohibido salir del cuarto.
Mama ya había sido enterrada, papa no les dejo despedirse de ella, cuando paso por el pasillo le escucho decir a alguien que ellos eran tan pequeños que no entenderían y que no quería traumarlos con algo así.
"Mentiroso" pensó mordiéndose los labios con rabia, él era un monstruo; lizzie quien siempre solo había hablado lo necesario enmudeció por completo al menos para los demás, si tenía buena suerte le preguntaba a donde había ido mama, era como si no pudiese recordarlo bien; muy dentro en su corazón creyó firmemente que la culpa era de su padre y decidió que nunca volvería a dejar que lizzie llorara por su culpa.
Solo un par de semanas después papa les llevo a casa del abuelo Kai sabia la razón pero no queriendo aumentar el dolor de su hermanita le dijo a esta que irían de paseo unos días.
Él lo sabía pero de todas maneras dolió cuando les dejo ahí a su suerte, de haberlos dejado en la calle hubiera sido menos cruel.
¡Oh si tan solo lo hubiese sospechado!
Ecos que regresan
