Esa tarde en la casa Pony había sido una de las mejores tardes que Candy habia pasado en mucho tiempo. Acababa de enterarse que Albert era su príncipe de la colina la emociono casi tanto como la sorprendió. No sabia que decirle a su protector y mejor amigo.

"Como le explico que fue mi primer amor, mi primera ilusión?" Se preguntaba Candy a si misma mientras se preparaba para dormir. "Huh, que extraño es todo esto... Pero no me puedo quejar. El ha sido una de las personas mas importantes en mi vida y ahora también es mi príncipe!" Candy se fue a dormir pensando que al siguiente día regresaría a Lakewood con Albert. No era una idea que le gustara pero que mas podía hacer si Albert se lo había pedido?

Junto a ella Annie dormía tranquilamente. Justo antes de perderse en sus sueños, Candy se preguntaba cuando Archie se animaría a pedirle su mano en matrimonio a Annie.

Como siempre, Candy se levanto de muy buen humor. Sus grandes ojos esmeralda no dejaban de brillar. Si, aun habia dolor en ellos, pero Candy siempre habia sido muy fuerte y se encontraba en camino hacia la felicidad y paz emocional. "Buenos días Candy," le dijo la hermana María mientras le servia una taza de café recién hecho.

"Buenos días hermana Maria y Señorita Pony," les contesto de muy buena manera mientras se colocaba su largo cabello en sus colitas usuales.

"Por que te has levantado tan temprano?" Pregunto la señorita Pony con curiosidad, Candy jamás había sido de las que se podía levantar temprano fácilmente.

"Hoy me voy a Lakewood con Albert," le contesto la chica a la persona que era como su madre. "Tengo que estar lista cuando el me venga a recoger." Albert, mi príncipe, pensó Candy mientras soplaba su cafe para que se le eenfriara un poco. Oy! Que extraño será! En unas cuantas horas iría de camino hacia esa mansión que le causo tanto dolor y tanta felicidad a la vez. No se imaginaba que este viaje traería muchas sorpresas. Buenas y malas.

Albert habia llegado a la casa Pony justo cuando Candy terminaba de empacar su maleta. Al escuchar el auto estacionarse, todos los chiquillos salieron a saludar al que hoy conocian como el tio Albert. Y este, como el ser tan amable que era abrazo a todos antes de entrar a buscar a su protegida.

"Albert!" Grito Candy en cuanto el habia entrado a la casa y corrio a abrazarlo.

"Candy, mi chiquita. Como amaneciste?" Le pregunto Albert mientras notaba lo fuerte que lo estaba abrazando Candy. Ella lo miro a los ojos y le contesto que su noche habia sido muy larga pues esperaba con ansias que llegara la mañana.

Muy pronto, la maleta de Candy se encontraba en el auto de Albert y todos los chicos despedian a su jefa. Albert hecho a andar el auto y Candy se sintio mucho mas tranquila de lo que se habia sentido en muchos meses. Me siento tan feliz junto a ti Albert, penso Candy mientras miraba el paisaje del camino que la llevaria a la mansion de Lakewood.

"Archie, Annie y Paty nos esperan ya en la casa," le comento Albert a Candy y ella se sonrio al saber que no estaria solo con Albert y la tia Elroy.

"Que bueno Albert," le contesto Candy. "Ya me habia asustado de pensar en las caras que me pondria la Tia Elroy si solo estuviera yo!"

"Ya te lo dije Candy, no te tienes que preocupar mas por ella. Te tiene que tratar bien. Eres parte de la familia y lo tiene que aceptar." Albert agrego en su mente que Candy seria mas que su protejida muy pronto si todo salia como planeado.