Extraño destino

Capítulo 1: la ruptura

Una bella tarde, en una hermosa ciudad de México, un grupo de amigos estaban reunidos en una casa viendo la maravillosa serie de Naruto, jugando videojuegos, y haciendo otras tonterías típicas entre ellos.

-no Marco, las conchas se lanzan con el botón R- indicaba una chica de cabello castaño, ondulado suelto, ojos café y vestida con un pantalón de mezclilla azul y una blusa rosa.

-ah si, gracias- respondió un chico de cabello castaño esponjado peinado hacia un lado, alto, delgado y moreno que vestía con un pantalón color beige y una camiseta azul.

-¡Waaaaah! ¡Sasuke se fue de Konoha!- gritaron llorando dos chicas, una tenía el cabello corto y lacio, castaño como las demás, recogido en una coleta baja, vestida con pantalón negro y una blusa lila; y la otra, tenía el pelo corto y suelto de color oscuro, alta y delgada vestida de pantalón de mezclilla y blusa verde, además de lentes.

-por favor, todo el mundo lo sabe desde hace medio año- dijo nuevamente la chica de blusa rosa.

-si, pero es muy triste verlo- contestó la chica de blusa verde y lentes

-oye Luciana, que bien salieron estas sandalias ninja- sonrió otra chica de lentes, y cabello castaño claro peinado hacia un lado, vestida de pantalón de mezclilla gris y una blusa negra mientras se probaba unas sandalias azules como las que salen en la serie de Naruto.

-gracias, las hizo mi mamá- dijo la de verde, o sea Luciana.

-yo también quiero unas- la chica de violeta y negro (a la que desde ahora llamaremos Dafne) tomó unas sandalias de la mesa y se las puso –quedan muy bien, tienes razón Danya- la chica de lentes y vestida de negro solo asintió con la cabeza y le pasó unas a la chica de rosa.

-pruébate unas Kari-chan- le dijo

-está bien- Karinna se quitó sus zapatos y se puso las sandalias –estan geniales Lucy-

-sii, las hizo mi mamá-

-¡aaarg! ¡ya nos dijiste eso!- recriminó Dafne

-¡aaaargh! ¡me ganaron otra vez!- Marco estaba viendo asesinamente el nintendo DS que tenía en sus manos

-¡ni se te ocurra hacerle algo a mi nintendo por que te mato- amenazó Karinna y luego desvió su mirada al televisor -¡aaaah! ¡Mendigo Kakashi! ¿Por qué has de llegar tarde siempre?-

-¡hey no le grites asi a Kakashi!- regañó Danya

-es que si hubiera llegado antes…quizás…quizás Naruto-kun hubiera estado bien y Sasuke no se hubiera ido de la aldea- la de rosa rompió en llanto.

-ya, ya, cálmate, no es para tanto- trató de tranquilizar Marco, pero ya las cuatro chicas estaban llorando, y se llevó una mano a su frente.

-¡Naruto-kun!- gritó Karinna

-¡Sasuke-kun!- gritó Dafne

-¡Kakashi-sensei!- gritó Danya

-¡Neji!- gritó Luciana y todos la voltearon a ver extrañados –es que él se esforzó tanto por darles una oportunidad- todas las chicas asintieron y rompieron a llorar de nuevo.

-si, esa pelea estuvo padre- Marco dejó el nintendo por un lado y siguió viendo la televisión –aaah, estúpida Sakura- gruñó al verla en la pantalla, todos los demás gruñeron junto con él y vieron con odio a la pelirosa.

De pronto, algo extraño pasó en el cielo.

-hey, miren, una aurora boreal- señaló Danya acercándose a la ventana.

-que extraño, las auroras boreales solo aparecen cuando entra algo a la atmósfera terrestre- Karinna se acercó a la ventana

-¿cómo sabes eso?- preguntó Marco

-una vez que fui con mi mamá a la normal superior y me quedé en su clase vi eso en un documental-

-oh-

-no es cierto, la aurora boreal se forma en los polos magnéticos cuando el viento solar llega a ellos- dijo Dafne y todos se le quedaron viendo con cara de "no es tan tonta"

Todos salieron al jardín para ver la aurora boreal, y de pronto, el ambiente en frente de ellos se comenzó a distorsionar.

-¿pero que esta pasando?- preguntó Luciana asustada, nadie podía responderle, y menos cuando el suelo debajo de ellos se desintegró por unos instantes, provocando que los chicos se sintieran caer por un gran precipicio que no parecía tener fin.

Cuando abrieron los ojos, sintieron arena caliente debajo de ellos, y el sol quemándolos desde arriba.

Se levantaron, y no podían creer lo que veían.

-esto es…-

-se parece….-

-pero no puede ser…-

-¿o si?-

-¿la aldea de la arena?-

Efectivamente, los chicos habían despertado nada más ni nada menos que en la aldea de la arena.

-¿Quiénes son ustedes?- preguntó una voz desde unos metros

-ese es…- musitó Marco

-¡Gaara!- sonrió Dafne y se levantó para ir a abrazarlo, pero Karinna le detuvo el pie y provocó que se cayera -¡oye eso dolió!-

-¿te dolió?- Karinna se golpeó a sí misma –entonces no estamos soñando-

-¿estamos realmente en la aldea de la arena?- preguntó Luciana confundida

-pregunté quienes son ustedes- repitió Gaara irritado por el hecho de que lo ignoraran.

-discúlpenos kazekage-sama, mi nombre es Karinna, y ellos son Dafne, Danya, Luciana y Marco- se apresuró a decir Karinna resaltando el "kazekage" para que sus demás compañeros se dieran cuenta de que en esos momentos Gaara era el kazekage.

-¿kazekage?- preguntó Marco, y Danya le dio un codazo para que entendiera

-sus nombres son muy extraños ¿de que aldea son?-

-somos del país del águila señor. Me temo que hemos llegado aquí por accidente, no sabemos como- dijo Karinna mientras le tapaba la boca a Dafne y la mantenía quieta para que no corriera a abrazar a Gaara.

-reunión- dijo Danya de repente y todos se pusieron en círculo para hablar –déjenme ver si entiendo esto. ¿Estamos en la aldea de la arena? ¿Eso significa que estamos en el mundo de Naruto? ¿y que no estamos soñando?-

-si, eso significa, y estoy asustada- dijo Karinna

-yo también, nunca creí que esto fuera posible-

-ni yo, aunque me guste tener a un Gaara de carne y hueso frente a mí- Dafne miraba de reojo a Gaara babeando y Karinna regresó su cabeza a donde debía mirar

-deberíamos preguntarle si sabe desde hace cuanto estamos aquí, y tampoco podemos decirle de donde venimos realmente por que no nos creería. Hay que inventar algo- analizó Marco

-que listo eres Marquitos- sonrió Dafne dándole palmaditas en la cabeza como un dueño a su perro.

-entonces…podemos decirle algo así como que estábamos en nuestra aldea muy tranquilos y después hubo un ataque y aparecimos aquí- pensó Karinna.

-¿Cómo se te ocurre eso tan rápido? Yo apenas y puedo pensar con claridad- pregunto Luciana

-créeme, pienso más rápido bajo presión, y realmente estoy presionada- abrieron el circulo, y cuando se dieron cuenta, Dafne ya estaba a lado de Gaara abrazándolo

-¿Qué crees que haces?- preguntó el pelirrojo mirando seriamente a la chica

-te abrazo por que eres lindo-

-¡Dafne!- gritaron Karinna y Luciana y corrieron a apartar a Dafne del kazekage

-lo sentimos mucho kazekage-sama, debió golpearse la cabeza cuando llegamos- se disculpó Luciana, completamente nerviosa y avergonzada. Gaara los miró seria y profundamente, pero su atención se distrajo cuando la castaña vestida de rosa comenzó a toser sin parar.

-Kari-chan ¿Qué te pasa?- le preguntó Dafne mientras veía que la chica tocía tanto que no podía respirar

-le esta dando un ataque- se apresuró a decir Marco acercándose

-¡Danya! ¡Tú sabes primeros auxilios! ¿Qué hay que hacer?- preguntó Luciana aterrada

-no sé, nunca nos dijeron nada de eso.-

La chica no paraba de toser, y comenzaba a sudar, algo se sangre le estaba saliendo de la nariz, y los otros no sabían que hacer; de un momento a otro, Gaara se acercó a Karinna y le dio un certero golpe en la nuca dejándola inconsciente.

-¡oye! ¿Por qué hiciste eso?- preguntó Luciana asustada, Gaara la ignoró y volteó a ver a Marco

-síganme, hay que llevarla al hospital.- ordenó el kazekage, y las chicas ayudaron a subir a la chica a la espalda de Marco, y siguieron a Gaara