Y es aquí cuando me disculpo por no haber subido nada, pero qué se le va ha hacer, necesitaba un tiempo para acostumbrarme al instituto otra vez...
¡Nos leemos abajo!
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Esa cometa de ahí.
Bubbles solía mirar el cielo y pensar que todo saldría bien, solía sonreír a todas horas, solía llenar las horas de silencio con su cantarina risa, solía ayudar en todo y solía pintar en cualquier trozo de papel que se encontrase al tiempo que cantaba una canción.
Lo sigue haciendo.
Pero con menos frecuencia.
Ahora es mayor, tiene nueve años, y a sus nueve años no puede ser toda sonrisas. O al menos eso le dijo Brick. Ella se acuerda que le miró con la cara arrugada y un puchero en los labios, entonces le dijo:
- Las niñas grandes no pueden reír todo el día, eso las hace parecer tontas.
Bubbles no quería ser tonta, por eso ahora ya no se reía tanto, pero lo seguía haciendo por culpa de Boomer.
Porque a ella le encantaba cuando él cogía sus mejillas y las tironeaba suavemente; porque él nunca quiere hacerle daño.
O cuando él le picoteca con su dedo la mejilla hasta que reía, pero lo hacía con cuidado porque él nunca le hace daño.
O cuando hace pompas de jabón solo para ella y después las explotaba muy cerca de la cara de la ojiazul, pero teniendo cuidado de que nunca le cayese jabón en los ojos o la cara, porque él se preocupa por ella.
Él es su mejor amigo, y quizás algo más. Pero ella no lo sabe porque es pequeña.
Su hermana mayor Bombón, le ha dicho que es bueno ir al parque y ponerse a pensar. Bubbles cree que eso le hace parecerse mayor.
Así que iba todos los días con una falda azul y una blusa blanca a pensar, o eso quería, porque cuando Boomer se sienta a su lado y le da una sonrisa blanca y pura, a ella se le olvida que debería estar pensando.
Pero no pasa nada, porque le gusta cuando Boomer le acaricia el pelo y le dice que se parece a Ricitos de Oro, porque ella es tan bonita como Ricitos. Quizás más bonita.
Pero a ella sobre todo le gusta cuando se acuerda que debería estar pensando y arruga su frente, regañando a Boomer por distraerle, le gusta sobre todo esta parte porque entonces Boomer se rie y le dice:
- ¿Y qué más da si eso te hace parecer grande Bubbles? Nosotros somos pequeños, y también libres, como esa cometa de ahí.
Y entonces Boomer le da un beso en la mejilla y todo está bien, porque al fin y al cabo, solo son niños pequeños.
Y a Burbuja le encanta.
Fin.
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Lucero Gómez al teclado:
Siento no haber publicado antes, pero empecé otra vez el instituto y mi inspiración se fue con el veraano.
Sé que es corto pero no sé, me gusta así, espero que no os hayais olvidado de mí y que os guste este pequeño One-Shot el cual me salió solo esta tarde, muchos besos,
Lucero Gómez.
