Disclaimer: La leyenda de Korra no me pertenece.

Resumen: Es tarde es demasiado tarde, las palabras están dichas y la heridas hechas.

Nota: Tenía bastante tiempo que no escribía hacía que digamos que estoy un poco oxidada, no he podido subir nada a causa de la Universidad, no sé de donde me salieron estas cosas deprimentes pero bueno, perdón por las faltas de ortografía es que ya es tarde y me tengo que levantar temprano.


Demasiado tarde.

El solo quiere regresar el tiempo que pasó
para poder perderse así en la dulzura de su voz
ya no puede ver las cosas igual
porque en el mar de olvido todo ya quedo
ya el océano perdido su color azul...

Duele, duele demasiado, la noticia lo golpeo peor que ser investido por mil osos polares juntos, duele mucho más que cuando se disloco el hombre practicando Pro-Control, no esto es diferente, muy diferente, no, no es dolor físico lo que siente y lo sabe, Mako lo sabe muy bien.

Mentira, tiene que ser metiera, ella no puede estar muerta, ¡ella está bien! Se grita una y mil veces en su mente, pero es tarde es demasiado tarde, las palabras están dichas y la heridas hechas.

Parpadea mientras escucha los sollozos de Bolin, aún no sale de la estupefacción que le ha dejado la noticia.

—¿P-Perdón?—repite y quiere borrar las palabras que están por venir, no quiere escucharlas, desea que sean cambiadas al igual que el día, quiere regresar el tiempo evitar que ella comenta una locura.

—Lo siento mucho Mako…—su corazón se encoge y rompe pedazo a pedazo y cada astilla vuela por su pecho y se entierra en alguna parte de su pecho haciendo que duela cada vez más—al parecer Korra fue ataca cuando iba de camino al reino fuego y ella…murió—dio un paso hacia atrás como si hubiese sido abofeteado.

Escucha a Asami sollozar al lado de Bolin y siente como ambos se acercan a tratar de abrazarlo.

—No—se retira rápidamente de ambos.

—Mako…ella no va a regresar…—el tono lastimero de Bolin duele y llega más allá de su alma, mucho más allá.

—¡No!—su garganta se cierra y forma un nudo doloroso que se quiere abrir paso como un sollozo proveniente de su alma resquebrajada—¡No es verdad!—las lagrimas queman y amenazan con escurrir, pero es muy tarde para detenerlas.

Corre, corre como si su vida dependiera de ello y aunque sabe bien que Bolin su hermano trata de alcanzarlo simplemente no puede, es demasiado para él.

Corre y no se detiene por ninguna razón, las lágrimas ya no se detienen, corren a raudales por sus mejillas, como una gran cascada.

Recuerda la declaración ese "te amo" que ya no valió nada después que poco importo cuando el enojo en su pecho creció, pero era demasiado tarde, demasiado tarde para solucionarlo, demasiado tarde para decirle un "te amo".

Tiene que solucionarlo, tiene que escucharlo, no puede pensar que lo último que le dijo era cierto, porque no lo era, nunca lo fue, lo único que quiere es decirle que fue un estúpido, que la ama y no puede dejar que todo termine así.

Llega a la bahía y observa el océano azul, tan azul como ella y sus pulmones se llenan de aire mientras unas últimas palabras llenan sus boca en busca de una salida—¡Korra!—suelta todo el dolor contenido, pero no se siente mejor—Lo siento mucho, lo siento de verdad, yo no quería terminar…yo todavía te amo—dice atropelladamente.

El viento sopla y parece llevarse esas palabras, pero es demasiado tarde, las palabras ya fueron dichas y las heridas hechas y Korra no va a regresar, ella no volverá, porque es muy tarde incluso para pedir perdón, él la amaba y no quería decir lo que dijo pero Mako demasiado tarde lo comprendió, cuando la vida se la llevo.

¿Estas rompiendo conmigo?

Sí, creo que sí.