Hola! Este fic lo habré escrito hace como dos años. En ese momento no tenía pensado publicarlo, y luego mi computadora murió llevándose todos los archivos, hasta que ahora volví a recuperarlos - un maravilloso regalo que me hicieron - y decidí que iba a darle una oportunidad, porque fue uno de los fics que más disfruté escribiendo. Ya tengo casi todos los capítulos escritos y es cosa de ir subiéndolos nada más.

Así que, por favor, comenten. Espero que les guste esta historia que les traigo ahora.

Capitulo I.

Una vez más, ninjas iban y venían, levantando muros y casas y puentes. Una vez más Konoha había sido destruida, y una vez más, estaba siendo reconstruida.

Cada miembro de cada clan trabajaba en hacer revivir la aldea que era su hogar.

Konohamaru echó al suelo los bloques de cemento que cargaba y vio acercarse a un joven alto, blanco, de cabellos rubios en puntas que sonreía de par en par.

- Naruto – dijo el muchacho, tosiendo por el polvo que se había levantado al echar los bloques.

Ciertamente, Naruto estaba regresando a la aldea. No lo veía desde... bueno, desde hacía mucho tiempo. Ahora, lo que todos sabían era de la manera en que se había enfrentado a Madara Uchiha, y había vencido, luego de que Madara matara al otro jinchuriki.

Nadie sabía mucho al respecto, pero corrían muchos rumores...

- Konohamaru, hola – le saludó Naruto, al tiempo que se rascaba la cabeza - ¿cómo va eso? – preguntó, refiriéndose a los bloques de cemento ahora en el suelo.

- Oh... bien – respondió Konohamaru, - Estamos haciéndolo realmente rápido, porque todos están trabajando mucho. Hay ninjas de la aldea de la arena también, que han venido a ayudar.

- Genial, les ayudaré, entonces – dijo Naruto, y dirigió una mirada hacia arriba pensativo – hace tiempo que no he estado por aquí. En fin, pero primero que nada, debo ir por el ramen, ahora que lo pienso, Iruka sensei me debe uno... – dijo, recobrando su sonrisa. – Nos vemos, Konohamaru.

- Sí, nos vemos, Naruto.

Recogiendo otra vez los bloques de cemento, Konohamaru echó una última mirada extrañada al joven que causaba siempre su admiración. Pero que era algo raro, sí era...

¡

Naruto llegó a casa y cerró la puerta tras sí. Se echó en la cama, con las manos en la nuca, y echó una mirada al portarretrato a un costado de la mesa de noche. Kakashi Sensei, Sakura, Sasuke... Hacía tanto tiempo de ello.

Los lazos se habían destruido. Eso creía. Lo había aceptado al fin luego de tanto tiempo. Y ahora, al parecer, había que comenzar de nuevo a crear esos lazos. No arreglarlos, porque el daño sufrido no era compensado por la amistad que había habido hace tanto tiempo, no, había que empezar de nuevo. Y luego Sakura...

Hace tanto no hablaba con su compañera. Hace tanto no hablaba con muchas personas, de hecho. Y todos querían saber lo que había pasado con Madara Uchiha...

Todo lo que sabían los demás era que murió, tras su enfrentamiento con Naruto. A decir verdad, Naruto tal vez nunca hubiera ganado de no ser por las veces en que Killer Bee le ayudó a controlar su chakra, y al demonio del zorro de las nueve colas dentro de él.

- Killer Bee...

Flashback.

Naruto se percató de que alguien, o tal vez, más de uno estaban en el bosque. Killer Bee fue el que habló.

- Nos separaremos, será más rápido inspeccionar de esta manera.

- Pero...

- Naruto, tú yo somos definitivamente suficientemente fuertes para enfrentar a cualquier bandido o ninja de rango inferior que busque problemas.- dijo confiadamente.- Después de todo, soy Killer Bee, el mejor.

- Sí.

- Así que tú te encargarás de aquel lado del bosque, y yo iré por allá- indicó. - Nos reuniremos en este punto en media hora.

Sin decir más, Naruto se fue. No tardó mucho en notar que algo andaba mal. Esa escena le recordó algo, algo muy remoto. Hizo memoria. Era como aquella vez en los exámenes Chunin, en el bosque, cuando Orochimaru atacó a...

- Sasuke.

El instinto le decía que no se equivocaba. No, no les seguía ningún ninja común. Su presencia hubiera sido delatada enseguida. Y sólo una persona querría seguirlos, emboscarlos, Madara Uchiha.

Empezó a andar en la dirección donde debía estar Killer. Sintió que algo andaba mal... Él nunca tuvo ganas de estar allí, en la isla, escondido, pero sabía que si alguien, específicamente Madara Uchiha, se apoderaba de los jinchuriki, de él y de Killer, o de alguno de los dos, estaría más cerca de causar estragos en todas las naciones ninjas.

- Siento decir que no pasarás de aquí.

- Sasuke – dijo él, volteándose.

- Es el final, Naruto. No puedes esconderte por más tiempo. Morirás.

Fin del Flashback.

Y sin embargo no había muerto.

Otra vez los recuerdos cruzaron por la mente de Naruto. Imaginó lo que hubiera sucedido si Sasuke, o si Madara, ganaba. Sería el final de Konoha. El final de todos. Él no podía haber permitido eso, perder no era una opción, no cuando tenía amigos que habían hecho tanto por él. Pensó en Sakura, en Shikamaru, en Kiba, en Hinata... Él no podía permitirse perder. Aunque tuviera que luchar contra Sasuke. Supo que era imposible traerlo de regreso, había intentado todo, pero... No iba a rendirse.

¡

Sasuke llegó en la casa que no había pisado por tres años. Todo pertenecía al pasado. Veía ridículo estar volviendo ahora, pero no sabía en realidad por qué lo estaba haciendo.

Sobre la mesa se encontraba un portarretrato con una fotografía con Kakashi, Sakura y Naruto cuando eran sólo unos niños y se había empezado a creer eso de la amistad y la familia. Sólo un espejismo. Tonterías.

Aunque se trataban de tonterías, algo se clavó como una espada en él cuando vio la fotografía. Ahora nada de eso existía, ni siquiera aquel espejismo. Dejó caer otra vez el retrato. Se sentó en el suelo y enterró el rostro entre sus piernas.

Ahora de verdad no tenía nada, antes... había creído que era un espejismo y que no existía nada más que venganza pero en realidad él había tenido amigos. Y luego de esos años de deseos de venganza y odio, estaba finalmente con las manos vacías. No había llegado la satisfacción que él imaginaba al matar a Itachi. Ayudar a Madara tampoco le hizo lograr nada. Incluso sentía el haber ayudado a quien había ocasionado en primer lugar el disturbio de su clan con la aldea... lo que causó todo lo demás. Sí, Madara era el culpable, finalmente lo entendió... pero ahora que él estaba muerto... Naruto y él le habían matado... pero tampoco ganó nada con eso.

Sentía que había sido engañado y utilizado. Se había dejado manipular. Y eso lo dejaba como el idiota más grande de todos los tiempos. Dejándose controlar por sus sentimientos una vez más…

Los años de odio que había pasado se cruzaron ante él, y por primera vez, - como si el hecho de que no quedara nadie en quien descargar su venganza le hubiera hecho ver al fin – se dio cuenta de que luego de la venganza no quedaba más que hacer. No conseguía redimir con eso a su familia.

No le importaba que la aldea entera le odiase. Eso era nada para él. O que Naruto, o Sakura o cualquiera de los demás en quienes no había pensado en esos tres años le detestaran, tampoco tenía valor. Pero el hecho de ver ahora, que había perdido una familia dos veces, le hacía odiarse a sí mismo.

Cerró los ojos más fuertemente y recordó.

Flashback.

Naruto había notado su presencia. No había por qué esconderse más. Mejor acabar con todo aquello de una vez.

- Siento decir que no pasarás de aquí.

- Sasuke – dijo él, volteándose.

- Es el final, Naruto. No puedes esconderte por más tiempo. Morirás.

Naruto le lanzó una dura mirada, y Sasuke siguió indiferente. Naruto era sólo un tonto. Realmente hasta entonces no había hecho ningún verdadero intento de matarle, como si él fuera a regresar con ellos. Idiota. Hasta había pedido a los kages que le perdonaran... como si lo necesitara. Pensar en eso le irritó más aún.

- Sasuke – dijo él, pero esta vez en su voz notó verdadero odio. Al fin entendía... – No está entre mis opciones perder.

- Pelearás de verdad – dijo él, con una mueca que pretendía ser una sonrisa – Esto es diferente. Tendré el placer de derrotarte.

Sasuke abalanzó su Chidori, pero ya existían mil Narutos alrededor de él. Sasuke sonrió, y activó su sharingan.

- Es inútil, Naruto, - dijo Sasuke, una vez que vio al verdadero Naruto.- Mangekyo Sharingan.