Prologo: El recuerdo de la presa
El color carmín en sus mejillas era causado por su agotamiento, solo ella sabía cuánto había corrido en busca de salvar su vida. Era demasiado oscuro como para poder intentar adivinar una hora. Ella se detuvo con su corazón ametrallándole el pecho, las risas, los pasos ¡Dios era una pesadilla tan tortuosa que deseo la muerte misma!
El frio de Noviembre en 1873, vaya.
Los pasos y las risas callaron, como si algún agujero en el suelo haya absorbido a esos sujetos que la perseguían. Pero ese silencio sepulcral la mataba todavía más, tanto que deseo arrancarse sus cabellos oscuros como aquella noche.
Calla, por favor corazón calla…
Se suplicó a sí misma. Dejo que su cuerpo se deslizara por esa pared en la estaba recargada hasta quedar sentada en el suelo abrazándose las rodillas, como si creara una coraza que la protegería. Un grito desgarrador suena por ese callejón del que había salido… Es el fin, se despidió mentalmente de su querido hermano mayor, de su tío, de ese hombre que amaba como a un padre… de su mejor amiga.
Adiós… ¡No! ¡Huye!
Para su desgracia, sus pies tomaron su propia decisión, no se moverán. El sudor empapa su cara y mezclado con las lágrimas que no han cesado, piensa que si ella morirá es la peor muerte que algún ser humano puede tener.
Entonces y solo entonces ese cuerpo se posa justo frente a ella, la luz ilumina su silueta y la sombra hace que se imposible poder verle el rostro, pero por alguna extraña razón supo que sonreía mientras ella no apartaba la vista de su larga cabellera de un tono bermellón tan poco común.
—Es solo un estorbo—. Le escuchó decir, la voz de esa silueta era masculina, sonaba joven.
¿Qué hacia un joven a esas horas de la noche? No podía preguntar, no es algo que alguien "como ella" tuviera permitido preguntar.
— ¿Es esta el familiar de ese sujeto tan importante? —. Cuestionó.
¿Ese hombre? ¡Su amado hermano! Entonces… ¿no era a ella a quien querían matar?
Insoportable, puede sentir como se convulsiona su cuerpo pero aun así, no deja de mirar a aquel sujeto notando un detalle más en el… sus ojos, sus ojos azules.
…
Sus ojos se abren gracias a la entrada de la luz por la ventana, pudo adivinar que era medio día y pensó en el gran regaño que recibiría por despertar a semejante hora. Pero algo andaba mal… ¿Qué es ese aroma? Se siente tortuoso, huele como a hierro. Entonces lo confirma, la cama en la que esta acostada no es la suya… Sus orbes se abren con sorpresa y miedo, ¡Ella no debería estar en un lugar como ese!
Busca levantarse y ve esas huellas marcadas en el piso. Ese tono carmín y ese aroma… Es sangre, ¿de quién? ¿Suya? No lo sabe, pero llora, tiembla y grita… tal vez su pesadilla aún no termina.
—Veo que te has levantado—. Pronuncia ese amable joven adentrándose a la habitación, lo ha visto lo sabe.
Jamás olvidaría esa tan hermosa y amable sonrisa.
Ah debo decir que este me encanta mucho y prometo ser mas constante, quiero decir, es una pareja crack pero sumamente interesante en mi opinion. Se que no tendra tanto "pegue" pero es algo que salio de mi loca cabeza
