Esta historia no me pertenece, ni los personajes.
Tohru acepto el huir con Natsuno, mas lo decidió muy tarde, Natsuno ya era un hombre lobo. Al principio no fue nada fácil convencer a Natsuno que huyeran, ya que la ira lo había invadido, al igual que el sentimiento de vacío, al saber que ya no tenía un futuro, o algo al cual aferrarse, quería acabar con todo lo antes posible, así que el día en el que toda la aldea ardió en llamas, y la mayor parte de los shikis fueron ejecutados y quemados, Natrsuno y Tohru huyeron, dejando atrás al clan que los había transformado en shikis, y al monje, cuya transformación estaba comenzando.
La huida no fue fácil, el terreno estaba rodeado por aldeanos, y enormes tractores que amenazaban con aplastarte, pero tenían que salir de ahí a toda costa, necesitaban una distracción, y cual más perfecta que la de la peli-rosada que afortunadamente fue tan tonta como para salir corriendo de su frágil escondite; Tomaron la oportunidad, y empezaron a correr, pero en el transcurso Tohru se sentía algo extraño, algo estaba cambiando, le dolía el pecho y la cabeza, algo pasaba, pero no era el momento de preocuparse de eso, tenían que apresurar el paso o los descubrirían, los gritos de la peli-rosado se escuchaban ya algo lejos, pero aun eran desgarradores, podías sentir el dolor con solo escuchar uno de sus temibles gritos. Tohru no soportaba ya mas el dolor, cayo, Natsuno se detuvo pero solo para dedicarle una de sus miradas de preocupación y para tenderle la mano a su amigo, trataron de apresurar el paso, para poder alcanzar al último autobús que pasaba a esas horas de la noche, pero al percatarse que en vez de ir más rápido, Natsuno iba casi arrastrando a Tohru, no sabía que le pasaba y eso le molestaba al mismo tiempo que lo intrigaba ¿Qué es lo que le estará pasando, como para que no pueda caminar? Se preguntaba…
Estaba a punto de amanecer, habían perdido el autobús, y estaban a más de medio camino de la ciudad, llevaban pocas cosas, en una mochila que Tohru, pensó de última hora, porque ¿que necesita un muerto? Debían de encontrar un lugar en donde Tohru pudiera ocultarse del sol, y en donde Natsuno pudiera descansar, encontraron una pequeña cueva al fondo de el bosque del lado izquierdo de la carretera, ahí Natsuno deposito cuidadosamente a Tohru en el suelo, acomodándose justo al lado de él para que no se cayera.
¿Qué te pasa? ¿Que tienes?-dijo Natsuno, percatándose que en el cuerpo del rubio se movía algo en su vientre y en sus extremidades, como si algo quisiera salir.
Me duele...arg…-contesto el rubio con un esfuerzo.
Natsuno, odiaba esa situación, la incertidumbre de no saber qué pasa, y la impotencia de no poder hacer nada, para que pudiera mejorar, solo se le ocurrió sostenerlo fuertemente, y tratar de comprender su dolor, hasta que Tohru por fin pudo dormir, y el peli-morado se quedo más tranquilo, y pudo mirar más de cerca el cuerpo de su amigo, que al parecer solo había cambiado de color, a uno más bronceado del blanco porcelana que tenia, algo había cambiado en él y no solo en el exterior, el empezó a sentir algo muy raro, un antojo..Antojo de Tohru, un antojo de la sangre de Tohru.
Hola chicos, si les gutospor favor dejen comentarios :3
