Disclaimer: Nada me pertenece a escepción de algun que otro personaje y la historia en si.

Prologo

Voldemort caminaba lentamente de un rincón a otro de la habitación, se mantenía en un segundo plano del acto principal, aunque en realidad Marius sabía que él era el director de la obra.

-Observa con atención Marius.-comenzó el señor oscuro- No es más que un animal estúpido, sucio, irracional… es peor que los muggels.

Sus frías palabras hacían mella en la conciencia de Marius, que observando expectante al animal asustado a su merced, sentía una sed brutal de sangre y muerte.

-No es más que un ser despreciable sometido a nuestros deseos.-dijo Marius-Un ser inmundo.

-Exacto, siempre lo has sabido.-afirmó Voldemort- Incluso en los momentos en que la compasión y la lastima te nublaban el juicio.

-Si…

-Ya sabes lo que debes hacer, hijo.

Marius observó al animal, atado sobre el potro. Le encantaba el potro, era, de entre todos los demás instrumentos de aquella habitación, el que más le gustaba. La presa, atada de pies y manos, estaba completamente inmovilizada sobre una mesa de madera maciza, y, aunque servia para dislocar huesos a partir de estirar de pies y manos en direcciones contrarias, él simplemente la utilizaba como sujeción, porque así tenia pleno poder sobre quien estuviera atado a el.

-Adelante…

Marius no dudó, se colocó a horcajadas sobre su victima y con el codo, le golpeó en el pómulo izquierdo. Arremetió numerosas veces contra la cabeza y la cara, mientras recordaba las lecciones que en su día recibió sobre combate cuerpo a cuerpo. Evita utilizar los puños si no es necesario, sírvete de codos y palmas para vencer al contrincante, un puñetazo mal dado puede partirte los dedos y la muñeca, y entonces has perdido. Cuando sintió la adrenalina y el placer recorrerle la espalda se detuvo en seco. Se bajó del potro y se acercó a un armario al fondo de la estancia, lo abrió y de él extrajo un látigo de tamaño mediano. Con el arma en su mano se acercó al potro, y sin pensarlo golpeó con él el vientre del ser que, atado e indefenso, se contrajo intentando soltar sus amarres.

Lain 9.0