Antes que nada quiero dejar mi rinconcito en deviantart punto com para que si quieren puedan leerlo allí, basicamente la dirección de internet es "dalanszuds" punto "deviantart" punto com... entrán a galeria y encuentrán fácilmente las tres partes de Mi error y los finales alternativos, acá voy a subir el texto líneal, así que paciencia...
Capítulo 1: A fin de cuentas
Recuerdo, recuerdo haber estado con Betty, con mi Betty… mirando a mis alrededores, buscando respuestas a preguntas que pocas veces me hice, pero las hice y ese fue mi primer error
Visto desde el hoy, quizá ya sea demasiado tarde para mí… no encuentro ya salidas para escapar de esta locura en la que me metí solo… y muy posiblemente solo me terminé quedando, ya que nadie quiere oírme, les digo sobre lo que veo y se me ríen… y ya no sé a quién más recurrir
¡Oh! ¡Mi dios! Que mal me encuentro…
Como decía, me encontraba con Betty, ambos provenientes del ámbito científico, muy por lejos de la creencia de las magias y esos delirios, ¿delirios?, delirios los míos cuando me enteré lo que pasaría… Betty y yo nos encontramos burlándonos de las ingenuidades de las que tanto se podía oír hablar en Escandinavia, como en cualquier parte, aunque particularmente en Escandinavia, en juegos la llamé princesa, era cotidiano en mí llamarla así, pero en juego me llamó mí rey, espontanea fue mi acción, agarré la corona y me la puse como cualquier rey porta su corona, sentí como si mis ojos se abrieran, un mundo extraño y distinto al mío estaba en la puerta que había abierto, mis ojos sin cambio físico aparente comenzaron a ver seres extraños, cada uno me llamaba la atención de una manera particular, y luego comencé a sentir un frió intenso, una sensación de escalofríos que jamás había sentido pese a haber tenido mucho tiempo para viajar y conocer muchas otras culturas…
-¡Maldito monstruo!, ¡Engendro del infierno!, ¡Fuera de mi casa!- Les gritaba, me mareaba al observar esas cosas revoloteando por toda la habitación violando toda norma física que podía existir… comencé a insultarlos, me alejaba pese a mi falso coraje, y trataba de evitarlos, una experiencia traumática para mí, pero… ¿qué diría Betty de lo que nos estaba pasando?... me miró con desdén, con un miedo como si todo aquello que había gritado con la fuerza de mi interior se lo hubiese dicho a ella, el escalofrió se intensifico… sentí mis manos paralizadas, y por fuera una angustia que no supe cómo expresar en palabras
Betty se fue… corrí tras ella luego de quitarme la corona, pero igual seguía escuchando una voz, que me advertía como todo ese rato que el fin de la existencia llegaría al planeta, mientras más me alejaba de la corona y me acercaba a mi princesa Betty esa voz se disipaba, se escuchaba menos…
-¡Betty!- Corrí a buscarla hasta lograr alcanzarla, -¡Mi querida Betty!, Ese no fui yo, fue la corona- Le dije, ella no creyó mi mentira, había sido yo y posiblemente ella lo notó… eran mis gestos mis actitudes mi forma de ser, tan solo con una corona puesta en la cabeza… mi amada Betty me dijo, -Esto no funciona más Simón, lo nuestro termina aquí… por lo menos… hasta que logré perdonarte-… Me quedé sorprendido, quizá fui el único que no fue capaz de darse cuenta de lo mal que iba nuestra pareja… nuestra relación en algún punto había hecho un quiebre… y la escusa necesaria para darme el portazo era ese…
-Hace tiempo lo vengo pensando Simón, este jueguito tuyo con la corona no hizo más que confirmarme todo lo que antaño había pensado sobre nosotros… Simón, te quiero… te apreció, pero debemos separarnos…
-¿Por qué?, ¿por qué me dejas?, ¡No fui yo!, ¡Fue la corona!- Le grité, sosteniendo con ímpetu mi convicción…
-Simón, igualmente nos separaríamos tarde o temprano, soy científica Simón… tengo aspiraciones que junto a ti no podré cumplir… lo siento Simón… es mejor que me vaya…
-¡Betty!, ¡No!... ¡te amo!... ¿acaso no me amas?- Le pregunté con la tonta esperanza de hacerla recapacitar… ella me sonrió…
-Te amo Simón Petrikov- Me dijo, y yo creí sentir un vació en sus palabras… como si realmente no quisiera decirme eso… fue mi imaginación supongo… -Me han ofrecido un interesante puesto Simón, y lo aceptaré… es un secreto en el cual se está invirtiendo, y fui convocada para aportar lo mío…
-¿Aportar?... ¿Te obligan a dejar tú hogar?, ¿A abandonar a quién más te quiere y te quiso en este mundo?... ¿Pero qué locuras me estás diciendo mi Betty?-... Le dije entrando en un sin sentido de desesperación… por dentro me estaba agarrando la cabeza con fuerza para no mostrar mucha más debilidad
-Simón, te amo… pero desde hoy lo nuestro es imposible… debes continuar con tú vida… yo haré lo mismo…
-¿Hay alguien más?- Pregunté con temor a la respuesta, yo prefería la respuesta proveniente de sus labios antes que la duda por el resto de mi vida
-Mira lo que dices… por supuesto que no hay nadie más… eres mi gran amor Simón Petrikov… y que eso nunca se te olvide… hay cuestiones de fuerza mayor por las cuales debo dejarte… y no puedo contarte- Me soltó las manos, dio un paso atrás sin voltear, luego ella me beso antes de darse la vuelta y marchar… todo lo que había podido decir había sido en vano, mis mentidas y mis verdades no podrían ser suficientes como para darle una razón para quedarse junto a mí…
Me encontraba mal, destruido con el espíritu partido en miles de fragmentos de cristal, y fuera de la cabaña caía escarcha desde el cielo… -¡Santos cielos!... ¿¡Por qué a mí!?- Me preguntaba… golpeaba el suelo con mis manos, la corona a pocos centímetros de mí, la oía y me continuaba llamando… me informaba del final de la existencia en nuestro mundo, del apocalipsis… con unos susurros de terror indescriptible… la levanté con mi mano derecha entre lágrimas y la arrojé por la ventana
Me dije a mí mismo… -¡Nunca más lloraré por ti Betty!, ¡Nunca derramaré ni una lagrima más por tú causa!- no, pude dormir esa noche pensando en ella… en mi princesita… por la tarde desperté y busqué en los periódicos, y leí para estar informado… escuché algunos testimonios en las grabaciones que estaba haciendo sobre aquél artefacto extraño que había tirado como si no tuviese gran importancia…
Ya preparado para irme, cerré la puerta, miré al sol radiante, y di el primer paso hacia delante… era el primer paso luego de mi amada Betty… o por lo menos planteaba ser el primer paso luego de Betty… caminé siempre sin dejar de oír la voz que me decía… -No puedes evadir tú destino, debes salvar a la humanidad- y no podía ponerme a pensar en eso, ¿cómo podría salvar a la humanidad en el estado en qué me encontraba?... era irrisorio pensar en eso… fui a buscarla, fue la intriga, la curiosidad la que me llamaba hacia ella, yo anhelaba saber más sobre esos seres imaginarios que había visto, quería escuchar las tonterías que me decían, quería oír inconscientemente esa voz diciéndome que era el único y el mejor
Pasaron los días, abandone Eslovaquia luego de haber comprado esa corona, y luego de haberla usado… la llevaba junto a mí a donde fuera… me hablaba sobre el cataclismo que se aproximaba, que yo podía detener toda amenaza a la humanidad, a los seres vivos… me suplicaba mostrarme la verdad, me sugería que Betty volvería a mí, y yo quería creer esa verdad… era lo que esperaba, nada más… a Betty, a mí Betty…
Me volví a poner la corona, observando con detenimiento las figuras de los seres que allí estaban, mi idea era poder dibujarlos y buscarlos en los libros de historia, o de ficción, o en cualquier lugar que fuera, si alguien había soñado con ellos, o si simplemente eran parte de un cuento popular… cualquier cosa valía la pena, en lugar de no hacer nada…
Me encontré con mi colega, Hunson Abadeer… quien también estaba haciendo de las suyas, fue mi contención en ese momento tan difícil para mí… ya en nuestro hogar, en nuestro país… me contaba que estaba descifrando unos viejos transcriptos, parecía estarme engañando ya que no lo veía mucho en expediciones y viajes, más bien detrás de una oficina en la capital o cosas así…
Cada tanto Hunson me sacaba una sonrisa, nos encontrar por algún lugar de nuestra ciudad a tomar un café… me contaba de su vida, de su familia, de su proyecto de vida, y por mí parte tan solo podía afirmar que estaba detrás de algo grande… sobre una corona mágica que muestra seres mágicos, con cosas mágicas, y más magia para variar un poco la conversación
…
-Haber cuando tienes tiempo para visitar a mí familia viejo amigo- Me dijo… me golpeó el hombro en señal de amistad… me sonreí nuevamente, -Estaría encantado- Le respondí quitando esa mueca de mi cara…
Poco tiempo después lo acompañe a una expedición… me había dicho que era algo grande lo que se encontraría en aquél lugar… no podía dejar la corona mágica en ningún lugar, así que como parte de mi equipaje de mano siempre iba conmigo a cualquier lado, era peligrosa para el resto de la humanidad… y yo era quién debía hacerse cargo de esa enorme responsabilidad…
-¿Qué buscamos?- Pregunté en el avión…
-Nada particular, ya sabes, un poco de esto, un poco de aquello, oro, cualquier cosa de valor…
-No te imaginaba con deseos de hacer este tipo de cosas Abadeer…
-Ya me conoces, soy así, un poco enigmático y otro tanto va, ¿qué se yo?-... Dijo, hizo una pausa para inspeccionarme más detenidamente… -¿Aún no la olvidas Simón?- Preguntó… lo negué con la cabeza de forma tímida… -Puedes llorar toda tú vida esa pérdida amigo, o puedes imaginar que ella murió, se fue, ella se lo perdió- Me informó, eran cosas obvias que no importaban si eran ciertas, ni siquiera si ella me había mentido aquél día con toda esa charla carente de sentido… contradicciones y poca elocuencia… cualquier cosa podía pasar pero lo único que puedo precisar, es que no pude cumplirme mi promesa, y mil veces más volví a llorar
…
-¡Vamos hombre!, Eres un hombre… no deberías llorar, ella se fue… deberías dedicarte a vivir tú vida y yo estoy para ayudarte, como el resto de nosotros tus amigos… estamos para darte una mano y salir hacia delante…
-No me es consuelo Hunson… ella lo era todo para mí, no puedo imaginar una vida sin ella, no quiero eso… mucho menos pensar que por mí culpa ella ahora está muerta- Le dije accediendo a esa lógica que me hacía pensar que la erradicación de la vida era una cuestión que tarde o temprano nos llegaría
-Simón, ella lo decidió, tú deberías hacer lo mismo… déjala en paz… ella es el pasado, mira al futuro, aquí a mil años, nosotros no estaremos, vive el hoy, o mañana te arrepentirás- Me dijo, miré nuestro avión en vuelo, faltaba muy poco tiempo para llegar a destino, me dedique a mirar nubes y montañas, valles, y algunos bosques… al bajar nos encontramos en medio de la nada solos… no solo él y yo, sino nuestro grupo de expedición…
La orden fue clara, -Busquen lo que parezca raro, sospechoso, valioso… y luego repartiremos la fortuna que encontremos entre todos… claro, más para mí- Nos dijo Hunson… me adentre a la ruina… llevaba conmigo la corona atada a un costado de mi pantalón… de esa forma estaba seguro de siempre tenerla y de estarla vigilando, me era muy duro dar cada paso con el equipaje pero por cuestiones de supervivencia tenía que llevarlo, éramos pocos, por lo que para indagar bien en cada rincón de la ruina separamos el mapa o supuesto mapa en nueve partes, una para cada uno, una región que investigar para cada uno…
-Aquí encontraran la muerte- Me decía la vieja corona, y yo ni siquiera la estaba tocando, un escalofrío recorría mi espalda, parecía provenir desde el inicio de la columna vertebral en la parte de la nuca hasta la cintura, ese frío se dividía en dos, uno hacia la parte izquierda y otro a la derecha… temblé para disipar esa sensación pero no se iba… se agudizaba más cada paso que me adentraba a la cueva que veía enfrente… -Encontraran la muerte Simón Petrikov- Pese a las advertencias continuaba adelante… la sensación de miedo la podía manejar, tenía muchos años realizando labores de ese estilo, exploraciones de esa magnitud, incluso en lugares más terroríficos… pasaron las horas y nos reunimos en la entrada de la ruina, era hora de partir… así sin nada más que hacer decidimos regresar a nuestros hogares…
El primer avión que venía por nosotros terminó cayendo al océano… -¡Santo dios!- Se me ocurrió al oír que nos informaban de un retraso en nuestra recogida…
-Esto se tardará más de la cuenta muchachos… es trágico, pero en fin… por suerte no estábamos allí- Informó Hunson… -Veamos lo que encontramos… y mostraron algunos objetos raros… yo acariciaba la corona sabiendo que nada de lo que se encontrara en ese lugar tendría más valor que ella… joyas muchas joyas había, por lo visto talismanes y oro, algunos libros, textos escritos en lenguas perdidas y muchas cosas más…
-Yo quiero esto para mí- Dijo un amigo mío… agarró una especie de roca roja, y así nos empezamos a repartir lo encontrado… -Tenemos tiempo, podríamos volver abajo y hasta podemos esperarlos dentro de las cuevas…
-Por mí está bien, en lugar de vaguear podemos hacer algo útil, y tendremos mayor rentabilidad, ¿verdad Simón?- Me preguntó Hunson viéndome ausente de la conversación…
-Pagaste la excursión Hunson, haremos lo que te parezca-… Nuevamente esa sensación de escalofríos
-¡No entres!- Me decía la corona, -La muerte está en este lugar, si entran morirán- Me decía ahora con mayor insistencia… mantuve mi mano sobre la corona, por alguna razón mientras la sostenía con mi mano la sensación de escalofríos desaparecía, y me sentía con poder, con coraje que pocas veces podía tener en el mundo ordinario de mi vida…
Pese a las advertencias continúe con la búsqueda de objetos… una sensación a muerte me invadió repentinamente, como si me fuese a morir en ese mismo segundo… aptitud reflejo me puse la corona mágica… fantasmas, monstruos, seres parecidos a esqueletos humanos y mil cosas más veía, mi cara se transformó al segundo, mis gritos invadieron el resto de las galerías de las minas y alertaron a todos… la corona se calló en aquél lugar… e inmediatamente la visión se despejo…
Regresé sin prestar atención a mis amigos, y volví a recoger la corona, la toqué nuevamente y la guarde en mi cintura…
-¿Qué pasa?- Preguntó alguien de nuestro grupo…
-Nada, sólo me asuste… de nada… lo siento, vámonos- Les dije… y caminé hacia la entrada…
Debimos esperar más de ocho horas luego de nuestro segundo regreso… mientras repartíamos las cosas una voz fuerte e intensa me decía, -agarra el libro, levanta el libro… el resto no importa, sólo el libro…
-Lo único que necesitó es esto- Les dije, sujetando ese libro como si fuese parte de mi ser… lo apreté con tanta fuerza y con tanta determinación que ellos aceptaron esa idea, Hunson me decía, -¿Solo un libro?, No vinimos hasta aquí para que te lleves solo un libro, agarra algo más hombre, por lo menos quédate con esta joya, o con una cuchara, no solo un libro- Me decía… posiblemente pensaban que me estaba volviendo loco por la ruptura de mi amada Betty…
Subimos al avión y regresamos a nuestros hogares…
Nos recibieron como estrellas por alguna razón, Hunson había anunciado que habría grandes descubrimientos para la humanidad, dejando a un lado toda humildad, parecía agradarle la idea de la fama y el reconocimiento…
Los titulares fueron claros, cualquier cosa que habíamos encontrado era un tesoro que la humanidad nunca debió haber perdido… y en un programa de televisión hice mi aparición… mostrando la corona por primera vez… el Enchiridion y esa gema que encajaba perfectamente en uno de los alijos para esas joyas…
