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- ¿Qué hora es?
- Son las tres de la madrugada – respondió la voz soñolienta de un joven
- Trata de dormir Hermione o harás que Mcgonagall nos encuentre – dijo otra voz
- No puedo – repuso ellaEn medio de la oscuridad se pudo divisar la figura delgada de un joven que levantaba levemente el cuerpo y apoyaba los codos en el mullido colchón - ¿Es por lo de mañana verdad? – Hermione asintió emocionada – No te preocupes, todo saldrá bien. Te lo prometo
- ¿Pero que si no pasa? – repuso angustiada - ¿qué si es como todos los años anteriores?
- No sería nada nuevo – murmuró la otra vozA pesar de la oscuridad Draco le lanzó una mirada asesina al otro muchacho
– Trata de ser optimista Longbottom - le dijo fríamente
- ¿Y por qué? He sido optimista por dieciséis años y no ha servido para nada – respondió
- Pero tal vez mañana será el día Neville, tal vez mañana por fin podremos salir del hogar – exclamó la castaña sonriendo suavemente – O por lo menos uno de nosotros lo hará además tu no eres el único que ha esperado por tantos años
- Lo sé – dijo tristemente sentándose sobre sus rodillas Los tres jóvenes se sumieron en un silencio amargo, lleno de recuerdos deprimentes y oportunidades nunca presentadas; Neville Longbottom, Hermione Granger y Draco Malfoy habían pasado los cortos pero para cada uno de ellos largos dieciséis años de sus vidas en el Hogar ''Jardines Blancos'' en Francia. Cada seis meses un numeroso grupo de parejas visitaba el hogar en busca de un hijo o hija, varios de ellos salían ''con las manos llenas'' literalmente y otros todo lo contrario; el hogar lograba unas 30 adopciones por año la mayoría de ellas bebés recién nacidos o niños pequeños, era rara la vez que un niño de 10 o 12 años era adoptado. Siendo educados por las monjas al igual que los demás el joven trío solo sabía lo esencial: Leer y Escribir pero a diferencia de Neville y Draco, Hermione había progresado enormemente por cuenta propia; poseía un pequeño lote de libros de toda clase, libros que le había costado ganárselos; su escritura era muy bien definida y su ortografía era irreprochable.
Draco era uno de los mejores jugadores de basketball cada vez que se presentaba una oportunidad para jugar con algún equipo de otro hogar, él no la desaprovechaba y respectivamente ganaba, si, tal vez tenía un ego grande y a veces lucía prepotente y arrogante pero solo Neville y Hermione conocían a la gran persona que existía detrás de toda esa fachada. Y por último, Neville… Neville era delgado, algo mas bajo que Draco, piel pálida y aspecto desaliñado, poseía una gran imaginación correspondiente a una magnífica creatividad, los únicos conocimientos que tenía a parte de leer y escribir era sobre plantas.
El hogar ''Jardines blancos'' se encontraba en las afueras de la ciudad de Ruán, a pesar de ser un hogar de bajos recursos había logrado por más de 150 años mantenerse en pie y poder albergar a cientos tal vez miles de niños.
- ¿Creen que tengamos algo mal? – preguntó Neville . Hermione y Draco le miraron confundidos
- ¿De que hablas? – dijo la castaña – Yo me veo bien – agregó mirándose de pies a cabeza - ¿Insinúas que tengo algún defecto Longbottom? – lo desafió Draco, la castaña lo palmoteó en el brazo
- N-no – respondió nervioso - Sabes que él no habla en serio – lo tranquilizo Hermione dándole una mirada reprochable al platinado quien soltó una risa – Pero dinos ¿por dijiste eso? Neville respiró profundamente y se acomodo en medio del mullido colchón hasta quedar frente a ambos
– Que tal vez tengamos algo mal y es por eso que nadie a querido adoptarnos Hermione y Draco se lanzaron miradas inseguras, no sabiendo que responder
– Neville – comenzó cariñosamente la castaña sentándose a su lado – No tenemos nada mal como tu piensas es solo que… pues ahora las parejas prefieren bebés y no… y no a nosotros
- ¡Pero también fuimos bebés Hermione¡También lo fuimos¡Y aún así nadie nos quiso, nadie nos adoptó!
Y así había sido, los tres jóvenes habían llegado al hogar a la edad de un año.
Los padres de Draco habían muerto en un accidente.
Hermione perdió a los suyos en un incendio
Y los padres de Neville fueron asesinados.
Y lo único que habían tenido y aún tienen en común es que nunca… Nadie los había reclamado, ni siquiera después de tantos años. Ni un tío o tía o tal vez un abuelo o un padrino. Nadie.
- Pero no es culpa nuestra – repuso firmemente la castaña - ¡Nosotros no decidimos vivir aquí¡Ni tampoco que nuestros padres murieran¡¡Nosotros no deseamos todo esto!! – Tapándose el rostro con ambas manos comenzó a sollozar – No fue culpa nuestra… - susurró entre el llanto
- Hermione tiene razón – dijo Draco rodeando a la castaña con un brazo mientras ella lloraba en su pecho, era mas que claro que a pesar de ocultarlo todo esto siempre lo afectaría y sería una gran parte de su vida pero él creía que ya era suficiente ver a sus dos mejores amigos así para él llegar y aumentarlo. Neville asintió apenas moviendo la cabeza, tenía los ojos vidriosos y su mirada era triste
- Lo siento – se dirigió hacia la castaña
- No te preocupes – aceptó sus disculpas limpiándose las lágrimas y sonriéndole - ¿Creen que mañana por fin pase¿qué mañana tal vez después de tanto tiempo podamos ser parte de una familia? – preguntó observándolos tímidamente
- Neville… ERES parte de una familia – recalcó Draco – Eres parte de ESTA familia – continuó señalándolos - Tal vez no tengamos una casa enteramente nuestra o nunca hayamos tenido una típica cena familiar pero nos tenemos a nosotros… – continuó Hermione aún con los ojos rojos - … y eso es lo mas importante – terminó - Y también este cuarto – resaltó Neville sonriendo suavemente - No es mucho – dijo la castaña examinando la habitación – pero es nuestro ¿verdad? – ambos jóvenes asintieron en respuesta.
Se escucharon unas pasos en el pasillo cercano y a sugerencia de Draco el joven trío volvió a acostarse. La luz de la luna se adentraba dentro de un pequeño cuarto en la ciudad de Ruán, el viento mecía la vieja cortina por medio de un vidrio roto dejando entrar un tibia brisa, estremeciendo a tres jóvenes que habían caído en un profundo y largo sueño, con los corazones llenos de esperanza y al mismo tiempo lo contrario.
Tal vez mañana sería el día. Tal vez mañana aquello que durante tanto tiempo han pedido se cumpla. Tal vez mañana sería un día muy diferente a los demás.
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Hola, este es el primer capítulo y espero que lo hayan disfrutad, no sé que mas decir por ahora pero me gustaría mucho leer sus comentarios.
Saludos
