Yo hoo~ gente. Bueno, pongo esto que tal vez sea largo c:, hace tiempo tengo una obsesión con Eurovisión x3! así que me decidí a hacer este fic. Después tomará un cambio... medio raro (?)
Dato extra: muero de calor y sueño, mañana tengo colegio y es horrible o-ó!
Ya... espero que les guste c: -obviamente, viniendo de moi es sobre nórdicos-.
Los personajes son de Himaruya-sama~ -maldición, yo los quería para mí (?)-
Eurofantasía!
I-.
Luego de la guerra, en 1956, varios países estaban reunidos para relajarse luego de todo eso.
-¿Y qué hacemos? –preguntó Francia- Vash, tú nos invitaste a tu casa, propone algo.
-No lo sé… -contestó Suiza pensativo.
-Podríamos comer pasta –dijo cierto italiano.
-No –dijo severo Alemania- deja de hacer eso cada vez que preguntan qué hacer.
-Pero la pasta es rica… ¿Cierto hermano? –Habían dos Italia, ambos debían estar ahí.
-Claro, claro, como sea –él se entretenía mirando a Bélgica, tan bella como siempre. Esto hacía que ignorara todo lo que pasaba, incluso se olvidaba de gritarle a la gente. Lo malo, es que Holanda también estaba por ahí, así que tenía que andar con cuidado.
-¡Hermano! –le gritaba Luxemburgo a Holanda, tomando su atención- Comamos algo, ¿si?
-Está bien. Bel… -pero cuando iba a avisar a su hermana para comer, la vio conversando con ese italiano.
Entonces Holanda y Romano se pusieron a pelear. Luego Alemania intentó calmarlos, pero también terminó él metido en la pelea. Y al final, había caos por doquier; Veneciano lloraba a mares, todos estaban casi muriéndose y gritaban incoherencias en cada rincón.
Hasta que el anfitrión decidió intervenir.
-¡YA CÁLLENSE! –gritó Vash, exasperado- ¡Se supone que estamos aquí para relajarnos y hacer algo a parte de pelear y matarse!
-Suiza tiene razón –apoyó Alemania- Deberíamos sentarnos y hacer algo más productivo.
-Pero, ¿qué? –insistió Francis.
-Comer pas…
-¡No! –gritaron todos a los hermanos Italia.
-¡Cantemos! –gritó Bélgica de la nada; que era la única chica ahí.
-¿Cantar? –todos.
-Claro. Es divertido. A todos nos gusta cantar, ¿no? Deberíamos hacerlo~ Digan que si, ¡vamos, vamos!
-Ve~ Es una buena idea~ -secundó Italia- ¡A cantar~!
Y desde ese día, comenzó el Festival de la canción de Eurovisión; o simplemente, Eurovisión.
Narra Dinamarca.
Iba caminando por ahí, cuando terminé en un bar por ahí cerca. Encontré a mi primo Alemania (N/A: Para mí, son primos por la cercanía de los países) conversando con Austria.
-¡Hola! –los saludé efusivo- ¿Me puedo sentar?
-Ah, hola Dinamarca. Adelante –me dijo Ludwig. Pedí una cerveza y pregunté de qué hablaban.
-Sobre Eurovisión –dijo Austria.
-¿Qué es eso? –pregunté curioso. Sonaba muy… ¡europeo!
-Un concurso. Debes cantar y el país con más votos gana. Lo inició Suiza el año pasado –explicó Ale.
-¡Suena genial! Yo quiero, yo quiero –insistí. Sonaba genial; obviamente, yo debía estar, porque, pues, soy el Rey del Norte de Europa. No me podía quedar fuera de algo así.
-¿Música? Yo también quiero unirme –dijo en seguida Roderich. Ese tipo si que ama la música.
-Está bien –contestó Alemania.
Fuimos a firmar unos papeles y ahí también estaba Arthur firmando. Bueno, él no cantaba nada mal.
Salí corriendo a casa de Nor para avisarle lo que me había pasado. ¡Él también debía unirse!
-¡Noooooruuuuu~! –grité al llegar- Oye, ¿a qué no adivinas lo que me pasó?
-No adivino. No me importa –dijo fríamente antes de volver a tomar su café.
-¡Pues me uní a un concurso! Deberías unirte también, ¿sabes? Porque te gusta cantar y cantas genial, aunque claro, no mejor que yo. ¡Pero cantas genial! Únete, ¿si? Di que si~ Anda, anda –dije zarandeándolo.
-No.
-…
Pasaron como 5 minutos o qué se yo, pero fue una eternidad.
-¿Y ahora?
-No.
Ese día me fui resignado de la casa de Noruega, pero lo volvería a intentar. Una y otra vez hasta que aceptara unirse.
Otro día fui a su casa nuevamente. Estaba con Ice hablando de no sé qué.
-¡Buenas! Nor, ¿ahora si te unirás?
-No.
-¿Unirte a qué? –preguntó Isu curioso.
-¡Un concurso de canto! ¿Quieres unirte?
-Claro –respondió sin expresión. ¿Pero qué diablos les pasaba a esos dos que nunca sonreían?
-Estás muy pequeño, Is. Espera unos años.
-Qué malo, Noru, déjalo participar. Mejor participa tú también, ¿qué te parece?
-No.
Y a todo esto, Ice ya se había ido, sin importarle nuestra discusión.
-¿Cuánto falta para que te unas?
-Mucho.
Y así fue: mucho.
Pasó un año. En 1958 ingresó ese sueco y en 1959 esa chica francesa… Mónaco. ¡Pero Noruega seguía sin aceptar!
Llegó el 60. Ese año lo lograría.
-Nor, Nor, Nor, Noru, Noruega, Noru~
-NO.
-¡Por favoooooooooooooor~! Llevo 3 años insistiendo. Me portaré bien si lo haces, lo juro, lo juro. Por favor, Nor~
-Te dije que no. Ahora cállate que no me dejas leer.
-Jo… -me fui a la cocina haciendo pucheros. ¡Pues no le iba a dejar de insistir! Volví a dónde estaba- ¡POR ~! –grité más fuerte de lo que lo había hecho en toda mi vida.
-¡Está bien! Ya, me convenciste; me uniré a esa estúpida cosa si es lo que quieres; pero CÁLLATE. Y si vuelves a dirigirme la palabra, a no ser que digas algo inteligente, que no creo, te mataré.
Bueno, habían algunas cosas raras ahí: 1- Noruega gritó. 2- Dijo más de 5 palabras seguidas. 3- ¡Acepto! Y esto último era lo importante.
-¡Bien! –grité emocionado- … ¿tienes galletas?
-¿Qué parte de "algo inteligente" no entiendes? –lo miré sonriendo- Claro, no tienes cerebro como para pensar en algo inteligente. Hay en la cocina.
Fui a la cocina a comer galletas mientras pensaba en mi nuevo logro.
1960. Noruega ingresa a Eurovisión. ¡Una noticia genial!, ¿no creen?
