Obsidiana
Prólogo: Los restos de Pandora
Pov Kazuto
Veía horrorizado el anuncio masivo de Kayaba en la plaza de los inicios.
¡Era una completa locura lo que estaba diciendo!. Tanto trabajo para nada. ¡En qué estabas pensando Kayaba!
Logrando separar mi incrédula mirada de la oscura figura flotante para captar en mi entorno lo rostros el más absoluto miedo.
Era cosa de tiempo antes de que el caos surgiera. Y debía tomar una decisión.
Por mi mente corrieron miles de escenarios diferentes de cómo se desarrollaría el juego, al mismo tiempo que intentaba controlar mis sentimientos ante la tragedia que se nos vendría encima. Porque no podía dejar de pensar en los demás jugadores.
Porque esto era ahora su realidad. Su mundo. Incluso si no sangraban visiblemente y el dolor estaba atenuado, esto era la realidad y el futuro se perfilaba muy sombrío. buscar cualquier forma de sobrevivencia era una realidad para todos los jugadores en SAO, como náufragos en una isla desierta o viajeros en un universo paralelo.
Y por un breve momento lo entendió. Ese era el objetivo de Kayaba. Un Mundo que se sostenga a sí mismo con motivaciones detrás de las acciones más allá que ganar un juego.
Pero sería peor. No solo estarían enfrentando los combates y monstruos que el programa cardenal creara, sino las mismas frustraciones de los naufragos. El descontento, la tristeza, la depresión, la falta de libertad y fe en el futuro.
Era una situación extrema que pondrían de manifiesto situaciones extremas.
Sin siquiera pensar en agregarle los juegos de poder que surgirían con el tiempo, las alianzas y la política entre gremios.
Y mientras, la muerte rondaría en cada vuelta de esquina, debajo de cada piedra o en las mismas manos de los jugadores.
¡NO PODÍA DEJAR QUE ESO PASARA!
Y fue cuando tomé la decisión
Con una nueva determinación vuelvo mi vista a la espectral figura en el cielo, que muestra las terribles noticias de las publicaciones de prensa sobre la muerte de las personas desconectadas
Kayaba. Eres de lo peor.
No. Nadie más caería. Ya había perdido a esas personas que fueron forzadas a desconectarse, no estaba dispuesto a perder a nadie más en su propio juego.
Con esto, tiró a Krein hasta un callejón después de verle cambiar de avatar. "Debes salir de aquí lo antes posible". Abrió su mapa para señalar la ruta. "Estas zonas son peligrosas, pero si haces como te enseñé no debieras tener mayores dificultades". Manipula el menú y hace un comercio. "Llevate esto, puede servirte en el viaje". Le pasa una bolsa de artículos.
"Espera, Kirito! no vienes conmigo?". Krein estaba aterrorizado y apenas se estaba saliendo de la impresión. Veía al adolescente con indumentaria sencilla repuesto del anuncio del creador de SAO. Aun estaba anonadado por los cambios de los avatar de los demás jugadores y de la posible muerte real a la que serían sometidos si fallecían en el juego. Ni qué decir de cómo sobrevivir, !Era un noob en la mañana!
"Tengo un lugar al que debo ir antes". Kirito, con su avatar sin cambios. Media unos 1,70, de pelo negro no muy corto, tez blanca con lo que parecía un arma de recambio. "No te voy a poder acompañar"
Krein lo mira. estaba muy serio el pelinegro y determinado como para hacerlo cambiar de opinión. "De todas formas yo tenía que reunirme con mi propio grupo. No los puedo dejar solos". estaba pensando en lo asustados que estarían. Pero al mismo tiempo, no podia dejar solo al chico en frente. Le había dado sus ayuda al enseñarle a luchar en SAO, y que ahora podría ser la diferencia de su propia supervivencia. Pero no podía obligarlo. "Cuidate"
E pelinegro sonrió de vuelta. "Cuidate tambien". Se dió vuelta y corrió en la penumbra del callejón. Sin saber si se volverían a ver
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Pov Kazuto
Estaba frente al guardián. Guadaña letal.
Con su fiel espada negra paraba sin demasiada dificultad golpe tras golpe del cadavérico espectro. El problema no era la habilidad para enfrentar el encuentro sino el poco tiempo del que disponía.
La Guadaña letal dio un golpe a su hombro derecho provocando que pierda un poco dle agarre de la espada. La empujo con fuerza y saltó varios metros para atrás para ganar tiempo. con mi mano izquierda rápidamente activó el menú y saco mi segunda espada.
Con ambas armas en mis manos me siento más cómodo y ataco con furia desmedida.
Necesito eliminarlo ¡YA!
Sólo me detengo cuando se deshace en cientos de polígonos celestes, una vez en el suelo suelto ambas espadas y corro hacia esa habitación.
Me rodean cuatro paredes blancas que rompen completamente la ambientación de la cueva.
Este lugar podría ser la última esperanza de los jugadores de SAO, porque dudo mucho que Kayaba deje activa el resto que hay en los otros pisos, sobre todo después de lo que voy a hacer.
Con prontitud hackeo el sistema de Cardenal. Necesito llegar a los servidores de programación. El menú de creación. El botón de herramientas.
Cargo lo datos necesarios para obtener los objetos que necesito. Estan cargando los resultados para materializarlos.
"INTRUSO!"
Algo me golpea fuertemente en la espalda sacándome del camino del teclado y tirándome al suelo. Mi cabeza me da vueltas, creo que estoy aturdido.
A mis espaldas escucho el ruido de un objeto siendo destrozado. Mi estómago se vuelve roca. ¡NO PUEDE HABER ROTO EL TECLADO!.
A girar mi cabeza sobre mi hombro veo lo que parece un orco gigante golpeando la consola. mientras que en la pantalla holográfica sale el porcentaje de escaneo no completado, antes de desaparecer.
"Ahora, su majestad, tendrá que seguirme"
Con algo parecido al odio me levanto. "No será necesario". Con mi mano en forma de una daga golpeo con fuerza al monstruo del rey rubí. Mientras desaparece en un grito le digo. " YO MISMO IRÉ CON TU SEÑOR, NO NECESITO ESCOLTA"
Abro el menú de nuevo y busco en contactos. Debajo del nombre que comienzo a despreciar aparece un par de comandos. Diálogo o transporte. Aprieto el segundo comando.
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Algo nuevo por año nuevo ;)
SALUDOS A TODOS Y FELIZ AÑO NUEVO
