Destino

Por: Kadma Halliwell Snape de Malfoy

Capitulo 1 'Bienvenida'

Septiembre 9 de 1989, eran cerca del medio día, y Prudence Halliwell de Snape empezaba a experimentar los dolores que le anunciaban la llegada de su primer hijo, Severus acudió de inmediato al llamado de su mujer, la ayudó a prepararse y de un momento a otro estaban en San Mungo, nunca se le había visto a Snape tan nervioso, tan inquieto, los sanadores que pasaban por ahí trataban de tranquilizarlo un poco, pero nana bajaba el nivel de estrés que el profesor de pociones mostraba; caminaba de un lado al otro, sus manos sudaban, su mirada estaba fija en un punto en la ventana donde apreciaba la fuerte tormenta que estaba cayendo en ese momento, qué diablos pasaba ahí dentro? Porqué se tardaban tanto?, A caso habría problemas? No era mejor no pensar en eso… vamos, habían pasado ya dos horas… tres… maldita sea! Eran magos o doctores? Qué les retrasaba tanto? La tormenta arreciaba… si no salí alguien pronto a decirle qué es lo que pasaba con su esposa e hijo el mismo entraría a revisar la situación… el tiempo caminaba tan lento en ese momento… y de pronto, la puerta se abrió…

-Severus Snape? –preguntó el hombre que acababa de aparecer

-Si , soy yo, dígame, cómo ha ido todo?

-De maravilla… no se preocupe, siempre es así con los primerizos –le dio una palmadita en el hombro –Felicidades, es usted padre de una hermosa bebita

-Bebita…? –y sin decir mas, atropelló al sanador para ir a donde Prue

La feliz madre sostenía entre sus brazos a una pequeña niña agotada por la actividad que acababa de realizar, es que llegar al mundo no es nada fácil. La exhausta criaturita asía fuertemente el dedo de su madre y daba tiernos suspiritos entre sueños. La simple escena tranquilizó muchísimo a Snape, se respiraba una dulzura impresionante en el ambiente, sintió como un gran peso se liberaba de su alma… era algo inigualable…

-Hola mi amor –Saludó por fin Prudence

-Cariño… es… ella… –el aún no podía creerlo

-Si… nuestra pequeña, parece que nos engañó –miró a su bebé– verdad?

-Vaya, y yo que veía a un pequeño maguito jugando por la casa

-Pues será una brujita… ven, cárgala un momento –y le extendió a la bebé a sus brazos

-Yo? Pero, es que ella es tan… frágil y pequeña

-Vamos, no tengas miedo… no muerde… aún

-De acuerdo –tomó a la pequeña, ella sintió alejarse de su madre e hizo unos pucheritos, pero al verse segura en manos de su padre detuvo el llanto, se dio la vuelta y siguió durmiendo

-Lo ves Severus? Sabe que la amas, y ella te amará a ti por igual

-Es el día más feliz de mi vida

-De nuestras vidas cielo… de nuestras vidas

Snape puso a la bebita de vuelta en los brazos de su madre y las dejó descansar, se lo merecían; salió de la habitación y se topó de frente con Albus Dumbledore, el director del colegio.

-Buenas tardes Severus

-profesor Dumbledore, que hace usted aquí?

-Vine a compartir este momento especial con ustedes y a felicitarlos a nombre de todos los profesores del colegio

-Pues… gracias, señor

-Y también a decirte que no te preocupes por la junta que estaba programada para hoy, estoy seguro que el consejo escolar entenderá la situación, tú ahora debes quedarte con tu familia

-Pues… Gracias

El director regresó al colegio y disculpó la ausencia de Snape en la junta, era de las mas importantes del año, la primera del ciclo y donde se decidían nuevos protocolos y esas cosas. Los miembros del Consejo lo entendieron perfectamente, y especialmente uno de ellos estaba sorprendido por la noticia, cómo es que Lucius Malfoy no se había enterado del embarazo de Prudence y menos de que el bebé había nacido ese mismo día? Bueno… ese asunto ya lo arreglaría el mismo con Snape.

Mientras tanto, en San Mungo, Snape ayudaba a Prudence a alistarse para llevarla de regreso a casa, cuando se disponían a salir de la habitación entraron las dos personas que Prue menos esperaba encontrar en ese momento.

-Hola hermanita!

-Pipper? –Prue estaba tan sorprendida de ver a sus hermanas ahí, justo enfrente de ella –Phoebe? Qué hacen aquí?

-Visitarte, qué mas? Y a conocer a nuestra pequeña sobrinita

-Pero cómo se enteraron?

-Somos brujas… recuerdas? El poder de tres… solo supimos que debíamos estar aquí contigo

-Y cómo encontraron en el hospital? Eso…

-Oh! Bueno, eso no te lo podemos decir –por fin hablo Pipper –lo importante es que aquí estamos y que esta bebé es toda una Halliwell

-Ejem… -Snape se aclaró la garganta para hacerse notar en el lugar –Buenas tardes… ustedes son…

-Oh! Pero que groseras –se disculpó Phoebe –somos Phoebe y Pipper, las hermanas de Prue

-El es mi esposo, Severus –lo presentó Prudence

-Mucho gusto

-Y… ya saben cómo la llamarán Prue? –preguntó Pipper

-Em… bueno, no, creíamos que sería niño y… no pensamos en nombres de niña

-Priscila? Perla? Penny? –Sugería Phoebe –o ya se… Phoebe! Un bonito nombre no creen?

-Creo que tengo el apropiado… lo leí en un libro de hadas hace poco –proponía Snape

-Si amor… dilo

-Kadma

-Kadma? –Phoebe puso cara de que era un sacrilegio ponerle ese nombre –Porqué no Padma? Suena bonito

-No te obsesiones con la 'P' quieres Phoebe? –Al parecer a Prue también le gustaba ese nombre –creo que Kadma es perfecto

-Pues Kadma será entonces…

-Ahora íbamos a la casa, nos acompañan?

-No…verás, es un viaje corto y rápido… el trabajo, tú sabes…

-Si claro… esta bien, gracias por venir

-A nosotras nos da mas gusto

-Hasta luego Kadma –se despidieron sus tías –y bienvenida, bienvenida a la familia Halliwell –y con un beso la dejaron sola con sus padres

-Snape Halliwell –completó Prue.

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