¿Aun me amas?

1-el pasado es el pasado

La noche obscura y fría había inundado la ciudad desde hace horas, mas esa chica de cabellera castaña y piel blanca y tersa no había podido conciliar el sueño en toda la noche por algo que no la dejaba en paz. Era absurdo, ¡era estúpido!, se repetía con rabia, ira, impotencia y… ¿miedo?, NO, ¿Por qué sentiría miedo?, seria acaso por…NO, definitivamente…no. De todas formas, el verdadero problema era el tener que regresar a Japón luego de haber estado viviendo por 5 años en parís, y todo porque no era ciudadana de ese país. ¡Que su visa solo era válida durante 10 años y que ya se había vencido! ¡Que tendría que arreglar algunos malditos documentos en Japón para ser legalmente una ciudadana de ese país!, ¡pero qué estupidez!, además, porque no selo informaron antes, aunque hubiera resultado igual, ella no quería volver, era ese el punto.

Maldito el destino que la forzaba a regresar, a confrontar su pasado, era una maldita jugada muy sucia por parte de Kami, es que, ¿no podía dejar eso atrás de una vez?, se había ido de Japón huyendo (aunque jamás lo dijera así) de aquel suceso…pero, tendría que volver, darle la cara a sus amigos a los que no veía desde hacía varios años atrás pero, lo peor, lo mas trágico de todo, era el maldito hecho de que tendría que darle la cara a él, NO, no era necesario, iría a Odaiba, arreglaría los malditos papeles que necesitaba, y se largaría a seguir viviendo en Paris, huyendo de su pasado, del dolor que sentía en su interior, tratando de olvidar y enterrar ese amor que seguía existiendo en su interior, y del dolor que le causo aquella persona que tantas veces le repitió jamás en mi vida te dejare, porque te amo como no tienes idea. Maldito mentiroso, cabeza hueca hijo de…, el pasado era el pasado y no tenía sentido lamentarse por ese hecho, pensaba la chica mientras que, como era obvio, no pudo resistir más tiempo despierta y se rindió ante el cansancio y empezó a quedarse dormida, ya estaba decidido, iría a Japón, arreglaría aquellos papeleos, y se regresaría a Paris, y aún que significara no ver a sus amigos, no existía la necesidad de toparse con ese maldito cabeza hueca de nombre…

-TAICHI YAGAMI VUELVE AQUÍ TE MATARE, TE MATARE ME OISTE-gritaba echando fuego por los ojos un joven rubio sosteniendo una guitarra rota por la mitad y perseguía al aludido que corría jadeando por el cansancio de la persecución pero aun así carcajeándose con la expresión de su amigo que, debido a que Taichí tenía una mejor condición física por ser un buen deportista y claro, un gran jugador de futbol, termino por detenerse exhausto y así, el castaño de ojos chocolate venció a su camarada y logro escapar de este

-a…a…a…-jadeaba el chico aunque se le notaba feliz-lo siento Yama…pero…si te dejaba que me alcanzaras…no terminaría muy bien para mí-decía casi susurrando el chico-mejor espero a que te calmes un poco y luego te pido perdón, o si no, moriré antes de terminar mis estudios y eso no estaría bien, me tomo mucho el decidir dejar de lado la pereza para poder estudiar derecho y relaciones publicas

Dicho esto el chico siguió con su camino aunque sin tener ningún destino en especial, ¿Qué podía hacer ese día?, veamos, Izzy tendría clases hasta la noche así que no le podría dar clases de cómo usar la PC ese día, Joe estaría ocupado en quien sabe que como siempre, su hermanita seguramente pasaría todo el día con su noviecito TK y Davis estaba fuera de la ciudad junto a un equipo juvenil de futbol representando a Odaiba, Sora estaría seguramente, o con su amiga joley, o con su novio Matt, y no podía acercarse a este si quería seguir respirando, no tenía una relación tan estrecha con Cody y Ken siempre estaba ocupado con algo, y en cuanto a Mimi…el chico se detuvo en seco al percatarse de que en su mente aquel nombre había aparecido, ya habían pasado años mas su mente lo seguía torturando con aquel maldito hecho de no haber podido ser sincero con ella y con el mismo

-que estoy haciendo, lo pasado pasado, de nada me sirve el seguir pensando en eso-se dijo en vos alta y siguió caminando-y aunque quisiera, no puedo remediar lo que ya paso, no puedo decirle lo siento, ¿Por qué me escucharía de todos modos?, no sé ni donde esta ni lo que piense de mi, bueno, suponiendo que piensa en mí-se dijo en vos alta llamando la atención de varias personas que lo miraron de forma extraña porque estaba hablando solo-en fin, veamos, creo que hoy se estrenaba una película, y hace tiempo que no voy al cine, bueno, servirá para matar el tiempo y…

-MALDITO TAICHI NI CREAS QUE TE LIBRASTE DE MI, ESTA ERA MI GUITARRA FAVORITA MALDITO DESCONSIDERADO, NO CREAS QUE TAN FACILMENTE LO VOY A OLVIDAR-oyó aquellos gritos y supo que era hora de correr otra vez, dejaría para otro día lo del cine y se preocuparía mas por conservar la vida, mientras haya vida hay esperanza, si eso era cierto, el seguía teniendo esperanzas de remediar lo que paso, y para su fortuna, aunque él no lo supiera, algo estaba por suceder que le daría un giro a su vida como la estaba viviendo en ese momento

En ese momento, un panorama distinto se daba para una mujer que estaba sentada en una de las mesas de un restaurante en parís y veía fijamente el reloj que colgaba en una pared viendo la aguja más larga y delgada de este cambiar de lugar en lentos movimientos que emitían un pequeño sonido perfectamente audible debido al silencio del lugar que estaba completamente vacío, solo estaba ella, la dueña del lugar y chef de este también, y su socio, un joven de cabellera rubia que estaba arreglando algunas cuentas y luego la volteo a ver muy pensativa, en esos años la chica mimada y llorona que todos conocían había desaparecido para dar lugar a una mujer madura, bastante para su edad pues solo tenía 23 años aunque aparentaba ser más joven. El chico sonrió para sí y luego le dijo a la chica

-cuando te vas-esas palabras sacaron a Mimi de sus pensamientos y volteo a ver al chico que la miraba sonriente, ella tenía una mirada seria, una que solo usaba cuando algo la tenía muy preocupada y sabia que el chico lo notaba, era bueno tener a uno de sus viejos amigos con ella, ese chico que siempre había sentido algo fuerte por ella aunque acepto ser solo su amigo pues ella nunca le correspondió, ese joven norteamericano que la había apoyado en ese momento hasta el grado de ayudarla a hacerse una nueva vida y a levantar ese negocio junto a ella, ese era su buen amigo Michael

-saldré esta tarde al aeropuerto, estaré haya, no sé a qué hora y luego, arreglare todo y volveré en cuanto pueda, espero no me tome más de dos o tres días

-eso espero, sin ti este lugar no durara ni diez minutos-el chico soltó una risa tratando de animar a la chica que solo sonrió ligeramente y desvió su mirada-¿los iras a ver?-se aventuro a decirle el chico provocando que ella se ruborizara y lo mirara enfadada

-¡por que demonios piensas que iría a verlo, es decir, ¿para qué lo aria?-exclamo la castaña mientras que el chico la miro serio y luego sonrió ampliamente

-yo dije VERLOS, no VERLO A EL, pero parece que eso es lo único en lo que piensas e-le dijo y la chica bajo la mirada avergonzada-dime algo, tú sigues…sigues pensando en el cómo…ya sabes…de esa forma

-no-contesto con vos firme- eso quedo atrás, me da igual lo que Tai allá hecho con su vida luego de que me fui de Odaiba, nuestros caminos se separaron y nunca volveremos a andar en la misma dirección, el y yo ya no tenemos nada en común-agrego para ponerle fin a esa discusión como asía siempre que Michael tocaba el tema

-aun hay algo que los dos si tienen en común Mimi…-el chico se detuvo al sentir una mirada muy fría y amenazadora por parte de la trigueña que le indico debía callar si no quería ir al hospital

-no, no es así, Taichi Yagami ya no representa anda en mi vida actual, NADA

-¡pero si él…!-se detuvo nuevamente, esta vez no por una mirada de furia contenida, sino de una tristeza que se desbordaba en ella que había comenzado a llorar en silencio-perdón…yo…lo siento…solo quiero saber si estás segura de que haces bien

-estoy segura, y perdón pero, me tengo que ir, debo empacar, mi vuelo sale pronto, apenas tengo tiempo de alistarme

- El avión sale en cinco horas, ya ni porque seas Mimi tardarías tanto empacando-se reprimió para no contestarle eso para no recibir algún golpe de ella que si lo mandara al hospital…o más bien a la morgue, y solo la miro sonriente para despedirse de una buena forma-que te vaya bien y recuerda lo que dije, no estoy jugando, sin la chef, este lugar solo es una gran habitación con clase y un administrador guapo-dijo con una sonrisa para animar a Mimi que le dirigió una sonrisa dulce y salió del lugar.

Iría a Japón, pero no forzosamente tendría que ver a Tai, pero por desgracia, no verlo significaba no ver a Sora, joley, a Matt, Joe, Izzy, Kari, TK, Ken, Cody e incluso a Davis. Bueno, tal vez podría verlos a ellos y evitar a Tai y así… ¿a quien quería engañar?, lo quería ver, al menos, aunque sea por un instante, solo para saber cómo estaba, que hacía y…con quien estaba. De que le servía martirizarse, Yagami era un joven idiota y con suerte con las mujeres, en cuanto a eso nunca le faltaría alguna muñequita para cumplir sus antojos y sus necesidades como lo hiso con ella y…, la joven medito ese hecho, verdaderamente eso era muy extraño, el hecho de que Taichi le hiciera algo así, él no era así, podría esperar eso de muchos hombres, incluso de Matt, pero nunca le pareció lógico que el fuera de los hombres que solo utilizan a las mujeres y ya, Tai definitivamente no era así, pero entonces, ¿Por qué hiso lo que hiso?, fue algo que la lastimo enormemente y el seguramente no sentía ningún remordimiento, eso era lo que pensaba y sin embargo…cuan equivocada estaba.

El castaño caminaba a paso muy lento por las calles pensando en esa chica, respiro hondo recordando su ultima platica, su último beso y…su maldita estupidez que termino por provocarle más dolor del que quería escapar, que idiota soy, se repetía mentalmente con ira y frustración. ¿Qué estaría haciendo?, la última vez que la vio, se iba a estados unidos, que es lo que habría hecho al llegar, ¿cómo estaba? ¿Le guardaba rencor? ¿Pensaba en él como él en ella?, ¡que alguien responda mis malditas dudas!, pensaba el chico mientras que respiro hondo y se detuvo para mirar un gran edificio frente a él, ese era el hogar de Mimi hace tiempo, el castaño siempre pasaba por ese lugar antes de irse a su departamento. Era su rutina para finalizar el día, ver con nostalgia ese lugar y luego retirarse a dormir esperando soñar con ella, pues solo podía verla en sueños, estar con ella por escasos minutos, antes de despertar y vivir su cruda realidad

-Tai…por que demonios te detienes-lo cuestiono un chico rubio al que el castaño ayudaba a mantenerse en pie y caminar-lo menos que puedes hacer por mi es llevarme a casa lo más pronto posible

-¿Por qué?, ¿Qué te hice yo?

-am…veamos, primero rompiste mi guitarra favorita y luego por estarte persiguiendo me tropecé y me caí por la escalera del centro comercial y creo que me rompí algo-le dijo mirándolo serio mientras que Tai le sonreía

-perdón ya, vámonos

-sigues pensando en ella, verdad-sus palabras estremecieron a Yagami, nunca lo había dicho, pero con sus acciones había dejado muy en claro que lo que más detestaba era que le recordaran a Mimi

-no, claro que no

-entonces por que vinimos hasta aquí

-pues…es un atajo

-aja…y porque te detuviste frente a su casa

-en primera ya no es su casa, y en segunda pues…me detuve porque pesas

-sí, claro…-dijo y luego guardo silencio el resto del camino a su departamento que resultaba estar en el mismo edificio que el de Tai y el de Sora

-hola, por que llegan a esta hora-les pregunto Sora que estaba en la entrada de su departamento esperándolos desde hacia algunas horas

-bueno…es que tu novio se accidento y…es una historia larga que ya luego te contaremos si-le contesto Yagami separándose de Matt y acercándolo a Sora que lo sostuvo algo preocupada

-pero que…

-adiós, hasta mañana-exclamo Tai que ya se había alejado del lugar

-¿qué fue lo que paso Matt?

-mmm…si quieres Saber, pero…primero hay que entrar, estoy muy lastimado, ¿me puedo quedar contigo esta noche?-pregunto el chico mostrándose indefenso

-claro cariño, me encargare de que estés cómodo toda la noche-le dijo con picardía mientras que el rubio se ruborizo y ambos entraron al departamento

Mientras tanto una mujer joven acababa de despertar, y se asomo por una de las ventanas del avión

-señores pasajeros, nos encontramos aterrizando en el aeropuerto de la ciudad de Odaiba, esperamos, el viaje haya sido de su agrado y agradecemos su preferencia- se escucho la vos del piloto anunciando el aterrizaje

-bien, estoy aquí…-dijo nerviosa mientras veía por la ventana y luego miro al otro lado y su vista se centro en algo importante.

Continuara…