EL DOLOR, LAS LÁGRIMAS Y TU AMOR.

La lluvia caía fuerte mente en el país de la maravillas, parecía que de alguna forma, esta lluvia le asía saber a Alice que el país de las maravillas también estaba triste.

Alice: ¿Por qué lloras?, pregunto Alice, mirando el cielo gris.

¿El cielo jamás te responderá Alice?, le dijo una voz, era la voz de su único amigo, era Cheshire.

Alice: ¿Dime Cheshire, porque llueve?, le pregunto Alice, era una pregunto tan infantil, pero era algo que Alice anhelaba saber. Posiblemente su pregunta seria respondida con un acertijo de Cheshire, pero en cambio sintió una suave mano posarse sobre su cabeza, y vio la verdadera forma de Cheshire, un joven alto, demostrando unos ojos color dorado, su piel de un tono gris, y en su oreja derecha un pendiente de oro, el se sentó a su lado, y voltio a ver al cielo y le dijo:

Cheshire: Porque tu estas triste, si estas enojadas abra una tormenta, si te sientes sola nevara, si eres feliz saldrá el sol, pero cuando te enamores… eso es una de las cosas de este lugar, que yo no sé.

Alice: ¿Alguna vez te has enamorado?

Cheshire: Si, y todavía amo a esa persona, porque esa persona, me devolvió una pequeña cosa…

Alice: ¿Qué te devolvió?

Cheshire: Las ganas de vivir…

Alice: ¿Cómo se llama esa persona?

Cheshire: Su nombre es Alice Liddell, siempre he querido decirle lo mucho que la amo, pero siempre he tenido miedo a decirle lo que siento hasta ahora…

Alice, había quedado en estado de shock, hasta que poco a poco sintió, unos subes labios, sobre los de ella, y poco a poco, un par de lágrimas cayeron por sus ojos, simplemente intento no llorar, pero unas palabras de Cheshire bastaron para derrumbar ese muro de falsa fuerza que rodeaba su corazón:

Cheshire: El cobarde no es aquel que llora, es el que tiene miedo de llorar. Lloro, lloro y lloro, con sus poderes se tele transportaron a su casa, los dos se secaron y poco después Alice se quedo dormida, con una pequeña sonrisa en su rostro, cuando Cheshire se dio cuenta, ya no llovía, simplemente se oía las risas de niñas, y cuando miro por la ventana, era una familia, rodeada por los arboles de flores rosas, y el pasto fresco.

Cheshire: Cuando te sientes enamorada, abra primavera.

Y con una suave sonrisa se unió a Alice en un profundo sueño, sabiendo que la primavera duraría eternamente.