LOS GATOS SAMURAI EN:
Speedy... cambio súbito.
By Hisaki Raiden.
Aclaro que Los Gatos samurai pertenecen no me pertenecen, pertenecen a Saban y yo no trato de adueñarme de ellos ni busco ningún fin lucrativo con ellos, sino solo divertirme un rato escribiendo esto.
Notas de la autora: Ah! Que lindos recuerdos me traen los gatos samurai, jjejeje, responsables de que me lanzara por primera vez en mi vida a hacer comics, si, en serio, hacia historietas de ellos, aun ahora los veo por ahí en mis viejos cuadernitos de primaria y algunos de secundaria. Y la historia que les presento a continuación es, de hecho, la trascripción de una de mis viejitas historietas, la cual data de 1995 aproximadamente. Pues ahí va espero que les guste.
Aclaraciones:
Cursiva Narrador.
"…….." Pensamientos.
MAYUSCULA Gritos.
Ahora si, al fic…..
Narrador: Un tranquilo y nada agitado día en el pequeño Tokio, soleado, y todos cumpliendo con sus rutinarios trabajos, todos excepto en cierta pizzería donde si las cosas estuvieran tranquilas y todos haciendo su trabajo normal… no tendíamos episodio, ni tendríamos que ver a los ninja gatos samurai…
–Speedy– Exclamó Polly Ester con su poco común buen humor. Saliendo de la cocina y colocando una caja de entrega en el mostrador.
–Umn…– Respondió el líder de los gatos samurai, quien estaba parado y recargado de una de las mesas sin hacer… (Que raro!) absolutamente nada, y no era por que no hubieran clientes, de hecho había bastantes esa mañana aun siendo tan temprano.
–Entrega estas pizzas en la calle 57– Respondió aun de lo más tranquila.
–Vaya… ¿Son las 9:30 de la mañana y ya hay pedidos? ¿Qué esa gente desayuna Pizzas?
–Eso es lo de menos– sonrió– la ganancia para nosotros es buena.
–Pues, no pienso ir, la verdad tengo cosas más importantes que hacer.
–¿Qué dices? –Chispeó una ligera molestia en la voz de Polly.
–Qué no quiero ir– Exclamó cerrando los ojos y sin dejar de apoyarse en aquella mesa.
–No es cuestión de que quieras ir, o no, aquí tienes que trabajar y hacer lo que te digo– Contestó esta vez exasperada aunque no en el límite.
Speedy volteó poco inmutado por el creciente enojo de su "compañera".
–Oye… tu no eres la dueña de este establecimiento y no tengo por que "hacer" lo que "me digas" –Dijo con una expresión fatua la cual solo convencía a si mismo.
–Speedy Cebiche, será mejor que hagas lo que te digo o ya verás–Dijo Polly con los ojos cerrados y con una mueca extraña en sus labios, al tiempo que apretaba una más de sus sartenes en su mano… casi doblándola.
–Ahora hablas como una vieja histérica…
Narrador: Quizás muchos… o ya de perdida algunos se preguntarán ¿Por qué Speedy decidió morir tan joven?, tal vez el mundo nunca lo sepa, pero lo cierto es que nadie en su sano juicio provocaría a una chica como Polly Ester teniendo un sartén en la mano.
Lo ultimo que se escuchó en la pizzería fueron unos fuertes golpes metálicos provocados por el arma definitiva: Un sartén T-fall (NA: Comercialote)y los maullidos de un felino en peligro…
Aquella gatita de cabellos dorados y traje verde llegó corriendo hasta la escena del "crimen".
–¡Polly ya no le pegues! –Gritó frenando la situación…
La susodicha reaccionó teniendo el sartén encajado en la cabeza de Speedy.
–Uy… Creo que se me pasó la mano–Sonrió con algo de cinismo.
Speedy cayó de bruces con todo y sartén en la cabeza, pues el sartén ya se le había amoldado en esta…
–¡SPEEDY!
Narrador: Horas mas tarde…
Speedy despertó en su futón, sintiendo un dolor punzante en la cabeza.
–Auch… me siento pésimamente mal…
Guido recién llegaba a la pizzería.
–Ya volví.
Francine se asomó hacia el área de recepción del restaurante y exclamó alegre:
–¡Ya despertó! Esta vivo todavía.
Polly se levantó de la silla donde estaba sentada.
–Uff… que alivio.
Francine la miró de reojo.
–¿Quién esta vivo todavía? –Preguntó Guido sin comprender.
–Speedy…
–Ire a verlo– Dijo Polly sonriendo con nerviosismo, caminando hasta introducirse en las habitaciones.
–¿Umn…? No entiendo… ¿Acaso pasó algo malo?
–No preguntes Guido, no preguntes– Reiteró Francine dejando escapar un suspiro.
Cuando Polly entró a la habitación Speedy estaba recorriendola de esquina a esquina como un paranoico.
–¿Speedy?
El nombrado volteó mirándola.
–Oye… ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? Y ¿Por qué estoy vestido así?
Polly lo miró con molestia, bajó la vista y comenzó a decir:
–Oye… siento lo que hice… yo… –Pero Speedy la interrumpió en plena disculpa…
Narrador: Mal… tal vez esto nunca vuelva a repetirse.
–¿Quién eres tú? –La apuntó con su dedo dejando ver en sus ojos verdes y en su rostro un gesto de verdadera confusión.
Polly se ruborizó por su cercanía, pero dijo molesta:
–¿Ahora a qué estas jugando gato bodeguero? Estoy tratando de disculparme… ¡No empieces con tus chistecitos!
–¿Disculparte…? Pero si no sé quien eres… y no estoy bromeando.
Ahora si, Polly estaba atónita; por primera vez supo que Speedy estaba hablando en serio.
–Pues… yo soy…– "¿Habrá perdido la memoria" – Pensó confundida– "Hey… tal vez pueda aprovecharme de esta situación… y decirle al tonto de Speedy lo que siento por él…– Er… este… pues yo soy… Polly Ester y… y soy tu novia…–Soltó ruborizándose inevitablemente.
Justo en ese momento ingresaba a la habitación Francine y Guido.
–¿Polly? –Exclamaron sorprendidos al escuchar aquello.
La aludida se ruborizó a un más y gritó agitando sus manos.
–¡Yo no dije nada!
Guido la miró con malicia.
–Te escuchamos.
–¡Alucinaron! –Exclamó cerrando los ojos, alzando sus brazos y apretando sus puños.
–Claro que no.
–¡Claro que si!
–Qué no
Polly creció a 6 pies de altura haciendo ver a Francine y Guido como unas pulgas y gritó:
–¡¡¡¡QUE SI!!!!
–¡Ya sé! –Exclamó Speedy repentinamente después de estar en medio de su pleito sin haber dicho nada. – Seguramente soy cantante.
Los tres lo voltearon a ver.
–¿QUÉ?
–¡Eso debe ser! Solo un cantante usa ropa a si de extravagante–Afrimó Speedy para si mismo.
–¡Se volvió loco! ¡El no es un cantante! –Exclamó Guido verdaderamente preocupado por la salud mental de su líder– ¿Pues qué le pasó?
El gato de traje blanco sacó una guitarra de percusión (Narrador: Quien sabe de donde) y comenzó a tocar y a cantar algo que decía así:
Todas estas nocheees… no pude dormir porque no he sabido, más de ti… ¡pero de pronto veo venir, si! Es el cartero que me trae nuevas de ti…
Speedy bailaba y cantaba por todo el cuarto, atacando sin piedad las cuerdas de la guitarra… salió corriendo de ahí y llegó a la recepción, saltando al mostrador y…
–¡Esto es para ustedes mi público! –Gritó al ver a todos los presentes, los cuales al verlo se quedaron atónitos, ya sabían que la los que trabajaban en aquella pizzería eran raros, pero esto si estaba fuera de todo lo que se habían imaginado.
Speedy saltó del mostrador y se deslizó por el piso quedando a media pizzería y continuo:
De su maleta, sacará, esa carta que me hará feliz… ahí en el buzón esta mi corazón… ¡Por que llegó el cartero! Ya no podría soportar, tenerme que esperar que tu volvieras junto a mi…
Extrañamente, la guitarra sonaba bien, pero la voz de Speedy hizo huir a los presentes despavoridos.
–¡Oh, no! –Dijo Francine–¡Los clientes se van!
–¿QUÉ SPEEDY PERDIÓ LA MEMORIA? –Gritó Guido absorto al escuchar lo que Polly le decía.
–Gracias, gracias– Se inclinaba Speedy hacia… ¡la nada! Todos ya habían huido, dejando sillas tiradas, mesas volteadas, basura u pizzas sin terminar.
–¡Esto es terrible! Se fueron sin pagar la cuenta– Exclamó Francine con preocupación agarrándose la cara– ¡Todo esto es tu culpa Polly! –Dijo molesta gritando.
Narrador: Y Mientras todo esto pasaba con los Pizza gatos… en el palacio, Gran Quesote disfrutaba de una tarde de películas de acción, películas en las que los Gatos samurai eran los principales protagonistas.
Sentado Gran Quesote espectaba otro momento en que los gatos samurai hacían explotar a otro de sus robots y en consecuencia él estallaba también. Jerry entró a la habitación…
–Quesote ¿Dónde estas?
El susodicho permanecía sentado en medio de la habitación, todo cubierto de humo, con la Televisión y todo alrededor de él quemado.
–¿Quesote?
–Ya estoy harto de ver esto una y otra vez.
–Pues ya no lo veas– Dijo con simpleza sentándose atrás de él.
Quesote apretó su abanico rompiéndolo y se volteó hacia el gritando:
–¡Cuervo tonto! ¡Se trata de que ustedes no vuelvan a fallar!
Jerry se inclinó.
–Tranquilo Quesito, no vuelvas a estallar, eso no es bueno para ti.
–¡Quiero que eliminen a esos gatos samurai! ¡Pero ya! ¡Cuando veré el día de mi triunfo? ¿Cuándo será el turno de que El gran Quesote gane?
–Tal vez sea hoy mismo, jefe.
El gran quesote parpadeó varias veces y dijo:
–Explícame eso Jerry y más vale que sea bueno.
Narrador: Y de vuelta a la pizzería…
–Oye Speedy… tu no eres un cantante–Dijo la gata rubia– Eres un gato samurai… y NO tienes novia–Afirmó bajando la vista con cansancio.
–Lo sabia– Dijo Speedy cayendo en la cuenta, dando un pequeño golpe con su puño en su otra palma– Yo no tendría una novia tan fea como esa gata.
Francine se sorprendió (asustó mejor dicho) y sutilmente se alejó de Speedy– No deberías decir… eso…–Corrió a la cocina.
Narrador: Todo se imaginan lo que puede pasarle a Speedy Cebiche por haber dicho eso…
–¡A QUIEN LE DIJISTE FEA! –Gritó Polly lanzando una patada voladora… pero Speedy saltó esquivándola…
Guido, el único presente cerró sus ojos, mientras se escuchaba un fuerte escándalo de platos y vasos rotos y de cosas cayendo al suelo… cuando los abrió atisbó a Polly quien se había estrellado contra una mesa y ahora estaba en el suelo, bañada en refresco, con un trozo de pizza en la cabeza, con un banco encima y con los ojos de espiral…
–¡Polly! –Dijo atónito… ¡Speedy había esquivado su ataque! ¡Eso era inaudito!
–Fallaste– Se limitó a decir el líder de los gatos samurai, doblando sus brazos tras su cabeza.
Narrador: En eso… Francine llegó corriendo con ellos a toda velocidad anunciando más malas noticias...
–¡Speedy, Guido, Polly, Malas noticias, más malas noticias! –Gritó cerrando sus ojos y agitando sus manos frenéticamente.
–¿Qué pasa? – Preguntó Guido alarmado.
–La pistola de lanzamiento no funciona.
–¡¿Qué?! ¿Pero como…?
–Eh… ¿Te llamas?
–Francine.
–Aja, Francine, ¿Me podrías decir qué es esa cosa de la que hablas?
–Es la catapulta con que los envío, cuando tiene que salvar la cuidad de algún ataque enemigo.
–… ah… ¿Enemigo?
Polly se levantó del suelo adolorida.
–…Hay… ¿y ahora qué haremos?
–¡Ya lo tengo! –Exclamó Guido de pronto– Usaremos: ¡Un auto!
–¿Qué? – Dijo Polly– ¿Y de donde lo vamos a sacar?
–Lo construiremos.
–¿He…?
Narrador: Y horas más tarde…
–Presentando al…. Gatomóvil– Exclamó Guido haciendo una reverencia y extendiendo ambas manos hacia lo que estaba al lado suyo… Imagen: Una luz enfoca a Guido y luego se recorre hasta iluminar un extraño artefacto con la forma de… eh… un patin de cuatro ruedas
Speedy y Polly lo miraron de reojo.
–¿Gatomóvil…?
–¿Qué les parece? – Llegó el gato de azul junto a ellos– ¿No es genial?
–…–
–…–
Narrador: …
–¿Crees que funcione? – Se atrevió Speedy a preguntar.
–¡Pero por supuesto! – Sonrió Guido con petulancia y saltó abordando el… vehículo…– Polly ven aquí necesito un copiloto– Dijo Guido animadamente llamando a su compañera.
Speedy la miro fijamente con una expresión incrédula. Polly lo miró con molestia y decidió ir con Guido y abordar… su cosa esa…
–Aquí va…–Movió un interruptor y… de pronto esa cosa comenzó a girar.
–¿Qué esta pasando? – Exclamaron Speedy y Francine (que ya estaba ahí).
El gatomóvil, giró, giró y giró, luego aceleró y se impactó contra una pared estallando dejando escuchar los maullidos de los gatos samurai. Speedy corrió hasta encontrar a Polly y a Guido en el suelo entre la chatarra.
–¿Quieren que los ayude?
–No– Contestaron ambos al mismo tiempo y con un tono monótono.
–Oigan no me costará mucho, también soy inventor.
–¿Lo eres?
– ¿Te estas sintiendo bien, Speedy? – preguntó Guido mirándolo confuso.
–Claro, solo esperen– Se fue corriendo de allí.
Narrador: ¿Alguien además de mi, se esta preguntado que hora del día será…? lo cierto es que ya han pasado varias horas de que todo esto comenzó en fin, la escritora de este capítulo es la única a la que hay que culpar de las incongruencias…
Hisaki: ¬¬
Narrador: nnU Mejor continuemos… horas más tarde…
Guido y Polly aun preocupados por la salud mental de su líder y más aun después de que dijera que es un inventor y de que de hecho se encerrara por cerca de 3 horas en la cocina haciendo toda clase de ruidos… ya no esperaban el momento de ir y averiguar lo que estaba pasando con él. Estaban ansiosos…
–¿Crees que en serio vaya a construir algo? – Preguntó Polly con una baraja de cartas en la mano y sentada tranquilamente en una mesa frente a Guido…
–Nop.
Narrador: Recordemos que Speedy se encargó de dejarles el día libre ahuyentando a los clientes. ¡Pero que preocupación! Mientras tanto Speedy finalmente salía de su taller de trabajo…
–¡Ya terminé! ¡Ya pueden verlo! – Un telón se abrió dejando ver un auto…, pero uno que sí parecía un auto, de colores blanco y rojo.
–¡No puede creerlo! – Exclamaron ambos muy sorprendidos.
Narrador: Yo también estoy sorprendido… ¿Cómo hizo Speedy para sacar eso por la puerta de la cocina?
Hisaki: nnU
–Lo probamos.
–¡Bueno! – Dijeron los dos y enseguida se treparon en el auto.
–Muy bien, ahora les explicaré como funciona…
Guido fijó su vista en un botón color azul, redondo y brillante.
–¿Este para qué es Spee………………¡¡¡!!!?
El auto salió disparado atravesando la pared de la pizzería y dejando una nube de polvo…
Francine corrió hasta la abertura que había quedado en la pared…
–hay, no… ¿Qué más podría pasar el día de hoy? – Murmuró regresando su vista hacia el interior de la pizzería, la cual estaba vacía, con mesas y sillas regadas por todas partes, y dos paredes dañadas: En una un impacto… todavía estaba ahí tirada la chatarra del gatomóvil de Guido y la segunda pared agujereada…
–Ese botón es el de la Hipervelocidad– Dijo Speedy casi sumido en el asiento del auto.
–¿En serio? – Contestó Guido presionado contra el asiento y el aire deformándole la cara.
–¡NO VAMOS A ESTRELLAR! – Gritó Polly.
–¡Salten! –Exclamó Speedy, abandonando el vehículo con dificultad, pero aterrizando en tierra firme con exito– ¡¡¡OPRIMAN EL BOTÓN DE….!!!– pero ya no pudo terminar, el auto chocó contra una barda de concreto muy dura (Narrador: No como las paredes de la pizzería, claro esta) y el gato de azul y la gata de rosa salieron disparados estrellándose en una casa.
Speedy cerró sus ojos y pensó:
"Eso debió doler"–Corrió hasta la casa y se asomó por el agujero que hicieron al estrellarse– ¿Estan bien?
–¿Qué le pasó a mi casa?
Narrador: El líder de los gatos Samurai volteó y ahí estaba… aquella linda chivita que era el objeto de sus afectos, claro si no hubiera perdido la memoria, la linda Lucile, vestida como siempre con un kimono color azul.
–¿Es tu casa? Lo lamento mucho– Dijo Speedy– Fue un accidente.
–Pero si eres tú, Speedy– dijo de pronto olvidándose de lo de su casa.
Guido y Polly al fin salieron de la casa, todos golpeados y desaliñados.
–Hola, Guido, Hola Polly– Saludó Lucile sonriendo.
–Hola…– Contestaron con poco animo.
Speedy se puso entre Lucile y sus compañeros y dijo:
–Perdón, pero ¿Quien eres tú?
Los enormes y bonitos ojos violetas temblaron.
–Speedy… ¿Cómo es posible que no reconozcas a una de tus mejores amigas?... Eso me molesta…– La caja en su peinado se abrió– ¡mucho!
Polly sonrió.
–Quiero ver si es tan inteligente para esq…– Antes de que terminara de hablar los cohetes les cayeron encima tanto a Guido y a ella, estallando y levantando una enorme explosión… y cuando la nube de polvo se disipó, los dos seguían ahí, pero todos quemados.
–¿Qué pasó? – Preguntó Speedy acercándose a ellos.
–¡QUE TE IMPORTA! –Guitó Polly.
–¡¿QUÉ ESTAS CIEGO?! –Gritó Guido.
Narrador: ¿Lograra Speedy reconocer a todos sus conocidos? ¿Nos enteraremos de lo que están planeado el Gran Quesote y Jerry? ¿Guido y Polly sobrevivirán a tanto golpe? ¿Sabremos finalmente que hora es? No se pierda el desenlace de este desconcertante episodio de… ¡Los gatos Samurai!
CONTINUARÁ…
Unununununununununununununununununununununununununununununun
Jajajaja, no saben cuanto me río cada vez que leo mi cómic de los gatos samurai, sobre todo por que hay cada error ortográfico que cambia el contexto literal de todo, jejejeje, solo espero no haberla regado en este capítulo, pero que haya sido de su agrado, en serio me es algo difícil hacer historias cómicas, sátiras 2, 3, pero cómicas es todo un reto para mi y los gatos samurai es uno de los animes más graciosos que recuerdo haber visto, Pensaba hacer un capítulo único para este fic, pero iba a quedar demasiado largo y no quiero que se vuelva tedioso y la solución fue partirlo en dos.
Pues Mil gracias por leer y espero sus reviews con sus comentarios, insultos, amenazas de muerte, jitomatazos y demás frutas y legumbres XDDD.
ATTE: Hisaki Radien.
¡Sayonara!
