... fuera Ran la que hubiera encogido?

Despertó sobresaltada, todo había pasado muy deprisa, primero perder de vista a Shinichi, luego ir a buscarlo, luego la conversación entre esos dos hombrs, uno vestido con americana y otro completamente de negro, y luego e porrazo, y ese dolor tan intenso que sinió. Se incorporó un poco, por la ventana , la luz del sol pasaba con delicadeza, bañando con cuidado la cama en la que se encontraba, la reconoció enseguida. Se levató apresuradamnete, y bajó las escaleras allí le esperaba un muchacho.

-¿Buenos dias, ya te has despertado?

-Hay!

-Entonces, ¿quieres algo para almorzar, pequeña?

-*Pequeña, a quien llama pequeña* H- hay- se miró las manos preocupada, y se sorprendió en ver que las mangas de la camisa le venían grandes, de prontó descubrió, que miraba a Shinchi desde un ángulo más bajo.

-¿Quiéres llamar a tu madre? A, por cierto, Yo me llamo Shinichi, Y tu...

-Sí, por favor... Yo... me llamo... Aiko!

-Encantado, Aiko.

Shinichi le alargó el teléfono, Ran marcó e número de su madre.

-¿Mamá?

-¿Ran? ¿Que te pasa en la voz? ¿Pareces 10 años máas jóvenes?

-Etto... mamá- miró hacia la cozina par aver que shinichi estaba ocupado en el almuerzo- verás, he encogido.

-¿QUÉ?

Ran le contó todo lo sucedido, su madre, como a toda respuesta, dijo que le pasara a Shinichi.

-Si- preguntó el.

-...

-Ah si claro, será un placer.

-...

-A-arigato...

-...

-No! No hay problema, de verdad...

-...

-Hay! Matta Ne!!-colgó- Aiko, tu madre me ha pedido que te quedes aquí unos días.

-Ah! Bien... A- Arigato Shinichi-chaan.

-No es problema... Ahora, ve a la cocina, que allí tienes el almuerzo, ¿te gusta la comida envasada, jeje?

A Ran le salió la gotita, ya le extrañaba a ella que le hubiera preparado el almuerzo...

-Ya... ya preparo yo el almuerzo...

Así así pasaron dos días, una noche, antes de dormir, mientras cenaban.

-¿Sabes? Me recuerdas mucho a una amiga...

-Ah!, si... jeje... *Ay!*

-Ella es una gran persona y tiene un gran corazón...

-Ding, dong!

-Voy a abrir- fue al recibidor, y volió con algo en manos.

-Esto es para ti- le entregó un sobre.

Ran lo abrió y lo que onia dentro le hizo poner una mueca de susto, lo que izo que, Shinichi, sijiloso, se puesiera detrás de ella. La carta, decía así...

Ran:

Ahora que puedes volver a nacer, aprovéchalo, y no lo tomes cómo a mal, puesto que te hemos dejado vivir na nueva vida, así que, no te enfades con nosotros, solo hemos intentado que no hablaras... sobre lo que viste el otro dia, yo que tu no lo contaría, te podrían tomar cómo loca... Así, que creo que es mejor que cierres tu bonita boca.

Atentamente, la organización.

HN

-Có-cómo que Ran...

-Yo... verás Shinichi- Ran le contó todo lo sucedido, y Shinichi puso cara de enfadado- quise contártelo, pero... no sabía que consecuencias tendría eso...

-Ran... conmigo puedes, contar, no te preocupes- dijo con una cara más tierna- te devolveré a la normalidad.

-No! Parece peligroso, prométeme que no harás nada...

-Está bien, te lo prometo.

Se hizo tarde, y Ran se fue a acostar, esa noche tuvo una horrible pesadilla, soñó con Shinichi, arriesgando su vida por ella, saliendo herido, y con peligro de muerte, para que después todo se volviera oscuro, y que un dolor que le pareció muy real la inundara por dentro. A la mañana siguiente, se levató, y fue al cuarto de baño a lavarse la cara, y lo que vio en el espejo la dejó alucinada. Bajó corriendo las escaleras.

-Shinichi, shinichi -Gritó con urgencia- No sabes lo que me ha...- pero calló.

Shinichi, estaba en el suelo desmallado, con una gran herida en la tripa, que continuaba sangrando. A su alrededor, se extendía un gran lago de sangre. Estaba muy pálido. Ran, asustada, no tardó en llamar a la ambulancia, luego a la madre de Shinichi, y luego a la suya.

Ya en el hospital, la madre de Shinichi lloraba desesperadamente, siendo abrazada por su padre; la madre de Ran, estaba sentada en una silla mirándolos a todos y Ran se paseaba por el pasillo, porque cuando se sentaba, le venían ganas de llorar, y le prometió que no lloraría. De repente, un médico salió del cuarto de Shinichi, trayendo el diagnóstico.

-Se recuperará, es una herida de bala grave y profunda, pero la operación ha sido todo un éxito, pueden pasar a verle, pero intenten no despertarlo.

En la primera tandada, entraron Yukiko y su padre **no me acuerdo de como se llama...** en la segunda, Eri, y en la tercera Ran. La habitación en la que se encontraba Shinichi era de color gris , la cama estaba enfrenta de la puerta, al lado había una silla, y un poco más allá, una butaca. Ran se sentó en la silla. Cogió la mano de Shinichi, y le acarició el pelo con delicadeza. Luego empezó un llanto silencioso.

-¿Porqué?- dijo cuando pudo parar de llorar- ¿Porqué no me hiciste caso? ¿Porqué tuviste que ir?

-Porque te amo, Ran. No podía verte así, sufriendo por no tener tu cuerpo, no podía permitir que te hicieran daño

Ran se quedó alucinada por lo que había dicho, ¿estaría soñando, acaso? le miró a los ojos, y lo vio bien despierto.

-Perdóname- murmuró el- no t he sabido proteger cómo debía.

-No, sí me has sabido proteger, Shinichi. Tú me has devuelto a mi cuerpo. Arigato. Oye...

Shinihi levantó la cabeza, pero se topo con que los labios de Ran, besaban los suos dulcemente. Cuando el beso terminó Shinichi miró a Ran, que le sonrió.

-Yo... también te quiero.