Hoooooooola :) bueno estoy de vuelta con ésta historia, para los que leyeron Tomorrow it's a different day nuevamente les pido una disculpa por la espera U_U espero que por lo pronto en lo que recupero el rumbo de la historia, ésta les guste y así no se haga taaan tedioso ésto de esperar :/ en fin, nuevamente una disculpa.

Éste fic es de una idea que me surgió de la noche a la mañana (literalmente xD fue un sueño) y dije, ¿porqué no? igual y en el transcurso de ésta historia retome algo para terminar el capítulo inconcluso del otro fic... en fin me hago bolas lo siento si hablo mucho '-' aquí les dejo esta historia, espero que les guste :)

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto y ésta historia es sin fines de lucro.


Cuando ya no te esperaba.

1.- Positivo.

Estaba nerviosa, demasiado, el tic-tac del reloj la ensordecía, sentía que el tiempo pasaba lentamente apropósito y solo para incrementar su ansiedad.

Alzó la mirada para encontrar la figura de una chica de tez clara y cabellos rosados acompañada de ojos jade, los cuales ojeaban el historial médico sobre aquel escritorio que complementaba el consultorio del hospital de Konoha.

Al verse observada de manera suplicante por aquella chica de ojos perla no supo más que regalarle una cálida sonrisa -Tranquila, Hinata-chan, todo saldrá bien-.

Ya que Sakura era la estudiante estrella de Tsunade-sama, por recomendación de la misma, Sakura había decidido trabajar en el hospital de Konoha, claro que tampoco descuidaba su deber como ninja.

-¿T-Tú crees, Sakura-chan?- gimoteaba la de ojos perla.

La aludida la miró de manera comprensiva, era normal que estuviera tan nerviosa -solo hay que esperar los resultados, descuida Hinata-chan, todo saldrá bien- finalizaba con una radiante sonrisa mientras volvía su atención al historial.

Por más que intentaba no podía hacerle caso del todo a Sakura, tenía sus sospechas y quería aclararse sus dudas, pero estaba aterrada.

El incesante tic-tac seguía, a la ojiperla se le hacía eterno, no dejaba de jugar con sus dedos, eso ya era costumbre y siempre que estaba nerviosa no podía evitar hacerlo, Sakura por su parte tomaba nota de algunas observaciones.

Hinata no podía permanecer tranquila -¿tanto tiempo demoran éstas pruebas?- pensaba angustiada.

Un golpeteo en la puerta del consultorio bastó para que tanto Hinata como Sakura se tensaran, la segunda se levantó de su asiento para atender a la enfermera que se encontraba en el umbral de la puerta.

-Sakura-san, aquí traigo los resultados de Hyuga Hinata- la enfermera le entregaba un sobre a la medic-nin, la cual lo recibió algo nerviosa.

Hecho esto la enfermera le dedicó una leve reverencia a la pelirosa, Sakura cierra la puerta del consultorio y se dirige al escritorio con un cansado suspiro –Ya tengo tus resultados Hinata-chan- decía un tanto preocupada, ya que la ojiperla era su amiga - ¿estás lista?-.

Al decir éstas palabras la ojiperla tragó grueso, estaba aterrada –si, S-Sakura-chan- decía en un hilillo de voz.

La medic-nin sacaba un par de papeles de aquel sobre que le entregó la enfermera, lo recorrió con la vista algo ansiosa.

Cuando llegó a leer el resultado la expresión en el rostro de la medic-nin dejó sin aire a la ojiperla -no puede ser- Hinata abría los ojos sorprendida.


La mañana era radiante y fresca en la aldea de Konoha, había mucho movimiento en el centro de la aldea, como siempre.

Una cabellera negra se movía entre la multitud de shinobis y civiles que iban de un lado para otro en el ajetreo de la aldea. Alentó el paso al ver que estaba cerca del hospital de Konoha.

Entró con la preocupación a cada paso que daba, se acercó a la recepción un tanto dudosa. Una enfermera, al percatarse de su presencia, le dedicó una cálida sonrisa -¿en qué puedo ayudarle?

-B-Buenos días, tengo una cita con Haruno Sakura- decía avergonzada la ojiperla, mientras jugaba con sus dedos nerviosa.

La enfermera le sonrió dulcemente mientras asentía -¡Oh!, por supuesto, sígame, Sakura-san la está esperando-

-G-Gracias- Hinata no podía salir de su nerviosismo, la enfermera dejó su puesto junto con unos papeles en manos e hizo un ademán para que la ojiperla la siguiera.

Se adentraron en el pabellón hasta doblar en la esquina de la izquierda, la enfermera se detuvo en una puerta de madera pintada de blanco y la abrió para asomarse un poco –Sakura-san, ya llegó su paciente-

La kunoichi médico de cabellos rosas y ojos jade se encontraba ojeando unas fichas, la aludida alzó la mirada encontrándose con la enfermera y la ojiperla detrás de la misma –gracias, ya me encargo yo- esbozando una sonrisa hizo pasar a Hinata y la enfermera se marchó.

-Pasa Hinata-chan, siéntate- la medic-nin señalaba la silla que tenía frente a su escritorio –dime, ¿qué sucede?- la mirada de la pelirosa era de suma preocupación por la ojiperla.

-E-Estoy muy preocupada, S-Sakura-chan- el hilo de voz de Hinata era más bien como un gritillo ahogado- he tenido un g-gran retraso en mi p-periodo, nunca me había pasado, s-siempre fui muy exacta- soltaba con la desesperación contenida en su voz –tengo sospechas- bajó la mirada a su regazo.

Sakura abrió los ojos a más no poder, sabía a dónde podría llegar la situación, jamás pensó que la tímida y sumisa Hinata Hyuga se vería en medio de una situación de ese tipo.

Había uno que otro caso de jovencitas de entre 14 y 18 años con ese tipo de problemas, era entristecedor en algunos casos, pero no podía creerlo, le era increíble que su amiga, a sus 17 años, estuviera en las mismas circunstancias, pero estaba pasando, era un hecho.

Recobró la compostura -¿has notado algún otro síntoma?, ¿mareos, nauseas, vómitos?, ¿antojos, cambios de humor?, ¿fatigas?, ¿algo?- la medic-nin bombardeaba de preguntas a Hinata, ella solo se ruborizaba cada vez más con las preguntas por parte de su amiga.

-T-Tal vez algunos mareos- los ojos de Sakura reflejaban perplejidad ante cada palabra de la ojiperla- nauseas y he estado algo cansada, p-por eso quisiera… - le daba pánico siquiera pensar en la idea- hacerme una p-prueba de embarazo- soltó de golpe, tenía los ojos fuertemente cerrados y apretaba la tela de su chaqueta lila con fuerza –p-por eso vine, tu eres mi amiga Sakura-chan, no quiero ir con nadie más- el tono de la ojiperla era casi suplicante.

Muchas preguntas surgían en la cabeza de Sakura, pero Hinata era su amiga, a pesar de la situación no la iba a dejar y menos si ella podría ofrecerle la ayuda que ella pedía -claro Hinata-chan, yo te voy a ayudar, no lo dudes, para eso estamos las amigas- la medic-nin le regalaba una radiante sonrisa –si lo que quieres es salir de dudas procederé a hacerte la prueba-.

Un fugaz brillo de felicidad se posó en los ojos de la ojiperla, estaba feliz ya que su amiga la ayudaría, pero, ¿qué haría si el resultado era positivo?, ante ese pensamiento, el brillo de felicidad tan fugaz como llegó, se fue.

-Vamos Hinata-chan, te haré los análisis- sin percatarse de la aflicción de la ojiperla, Sakura empieza a preparar las cosas.

-Es ahora o nunca Hinata- pensaba para sí la ojiperla, reunió todo el coraje que pudo –comencemos, Sakura-chan- la aludida sonrió complacida.


-H-Hinata-chan- decía atónita la medic-nin.

-Oh, no…

A juzgar por la expresión de la ojijade, era lo que temía -¿S-Sakura-chan?, ¿y bien?- la portadora del byakugan estaba al borde del pánico- ¿c-cuál fue el resultado?- miraba de manera insistente a la pelirosa.

-Por favor, por Kami-sama… que no sea…

Sakura carraspeó un poco para salir de su ensimismamiento…

La ojiperla estaba atenta a cualquier indicio de que su amiga comenzaría a hablar –No, por favor…-

-H-Hinata-chan- la voz de la pelirosa se había quebrado un poco en las últimas palabras del sufijo…

-N-No…

-¡Hinata-chan!, ¡necesito tu ayuda!- vociferaba alegremente un chico rubio que la miraba con una radiante sonrisa.

La aludida no comprendía muy bien -¿D-De qué se trata, N-Naruto-kun?-.

-Los resultados mostraron altos niveles de la hormona hCG en tu organismo- la medic-nin hablaba despacio y casi con una nota de frustración en su voz…

-No p-puede ser, si solo fue…

Naruto cambió su semblante a uno de seriedad con un toque de tristeza, cosa que no pasó desapercibida por la ojiperla –Sasuke- masculló.

Hinata no comprendía, ¿qué tenía que ver ella con el desertor de Konoha?

El rubio al notar el desconcierto en el rostro de Hinata prosiguió –ya pasó más de un año desde que terminó la guerra- esto lo dijo más para sí que para la ojiperla.

Es hora de que Sasuke regrese a casa, hay rumores de que se le ha visto vagando en la frontera con Takigakure, ¡y estoy seguro que tú y tu equipo pueden ayudarme a encontrarlo!- el entusiasmo regresó al rubio, sin embargo Hinata ahogó un grito, tenía lógica, ya que el equipo 8 era el mejor equipo rastreador de Konoha, en palabras del chico Inuzuka.

Al ver que Hinata no parecía dar señales de decir algo, Sakura prosiguió –no llevas mucho tiempo, unas 7 semanas a lo mucho- la pelirosa entrecerró la mirada ligeramente, al parecer la ojiperla tenía la mirada ausente, pero estaba segura que ésta escuchaba…

-Imposible… solo… solo fue esa vez…

Saltaban de rama en rama, miró a su lado derecho encontrándose con la mirada llena de determinación de Naruto. Miró atrás, Kiba, Shino, Sai y Kakashi los acompañaban.

El pelotón se detuvo en un claro –Hinata-chan- el peliplateado la miró con su único ojo visible, la aludida solo asintió.

-¡Byakugan!...

Cerró los ojos y suspiró cansadamente –Hinata-chan…

-Esto no puede estar pasando…

Había sentido la presencia de un chakra a unos kilómetros y se dirigía a la casa abandonada donde él se encontraba, gruñó, quería estar solo y no quería ser encontrado.

Salió a encarar a aquel extraño o extraña que se había atrevido a invadir su propiedad adoptiva, al salir, se sorprendió internamente, pero eso no cambió su semblante que reflejaba frialdad e indiferencia.

Era una chica, de tez pálida, cabello negro y largo, se le hizo demasiado familiar. El vengador la observó mejor, divisó el protector de Konoha en el cuello de la chica, el sentimiento de haberla visto antes incrementó.

Vio sus ojos -¿Clan Hyuga?- pensó, un ligero toque de sorpresa se había posado en su oscura mirada ahora la recordaba –Hyuga Hinata- masculló, estaba sorprendido pero su semblante frío no cambió.

-U-Uchiha Sasuke- el aludido levantó una ceja interrogante –te llevaré de nuevo a Konoha- Hinata sonrió levemente –N-Naruto-kun te ha estado buscando- lo miró con una sonrisa a lo que el vengador la miró extrañado, pero sin apartar su frío semblante.

-Hmp-

-No… él jamás lo aceptará, ni siquiera está aquí… no lo logramos…

La pelirosa abrió los ojos y frunció levemente en seño –el resultado es positivo- Hinata abrió los ojos como platos. Dio gracias a Kami que estaba sentada, sino estaba segura que en ese momento se habría desmayado.

-Positivo

Él la había entendido desde el principio.

Había entendido su soledad.

En sus brazos se había sentido protegida, por primera vez.

Él, a su manera, le había dado a entender que no estaba sola.

Él sufría como ella.

La medic-nin no notaba cambios en el estado de shock de su amiga – Hinata-chan, mírame-.

La aludida levantó la mirada, tenía la boca abierta, atónita, y los ojos abiertos a más no poder –estás embarazada- Sakura miraba a la ojiperla con sus facciones algo más relajadas, la comprendía, tenía que darle tiempo de asimilarlo, aunque no había mucho que pensar, no podía llorar sobre la leche derramada, lo hecho, hecho estaba, no había nada por hacer.

Finalmente salió de su impresión –n-no puede ser, Sakura-chan, n-no-.

-Pero así es Hinata-chan- se notaba un ligero tono de reproche en su voz, claro que estaba molesta, molesta con su amiga, la pregunta que más aquejaba su mente -¿quién…?- pero sabía que habría tiempo más delante de responder esa pregunta.

-N-No puedo creerlo…- literalmente, jamás pensó que bastaría una vez para terminar en un lío así.

-Hinata-chan, eres menor de edad, no puedes hacer mucho, tienes que decirle a tu padre la verdad-.

¿Hablar con su padre?, eso era inconcebible, la dejaría en la calle totalmente, desamparada y con un hijo o hija en camino, pero, detestaba admitirlo, no tenía muchas opciones.

Se asustó.

-G-Gracias, Sakura-chan, por dedicarme tu tiempo- Hinata se había puesto de pié torpemente, pero la curiosa mirada de la ojijade, por alguna razón, le impedía irse, algo le decía que la medic-nin quería preguntarle algo.

La pelirosa la miraba con el seño fruncido -¿quién es el padre?- esa pregunta había tomado por sorpresa a Hinata, ¿será buena idea decirle?, Sakura era su amiga, si, pero, ¿cómo lo iría a tomar?

-S-Sakura-chan, no se… n-no sé qué decirte- la medic-nin suspiró con frustración.

-Escucha Hinata- no había usado el chan, había de suponer que era serio lo que tenía para decirle –es muy importante que me digas quién es el padre- Hinata se volvió a sentar en la silla- si no me lo quieres decir como tu amiga está bien, no te voy a obligar, pero como tu doctora, te recomendaría hacerlo- sus facciones se relajaron un poco, señaló a Hinata y posteriormente a su vientre –es por ambos- Hinata se ruborizó- tómate tu tiempo- finalizaba con una sonrisa comprensiva.

La ojiperla le dedicaba una pequeña sonrisa a la ojijade, que ésta le devolvió gustosa. Hinata se levantaba de su asiento, algo ida –g-gracias por todo, Sakura-chan- hizo una reverencia, comenzaba a sentir el escozor en sus ojos, no lloraría, pero ese era el precio por aguantar las lágrimas.

La medic-nin se levantó de su asiento, y rodeaba su escritorio para quedar junto a su amiga –ven a mi consultorio en 4 semanas más, para el tercer mes, te haré una ecografía para entonces- Sakura le regalaba una sonrisa conciliadora.

-Si Sakura-chan- la ojiperla bajó la cabeza algo avergonzada.

Sakura se acercó a Hinata para abrazarla, y sin dudarlo ella le correspondió el abrazo, necesitaba sentirse apoyada, ya que había dado por sentado que estaría sola en eso –felicidades por tu embarazo Hinata-chan- a pesar de todo, a pesar de las circunstancias, un bebé en camino hacía milagros.

Hinata abría los ojos sorprendida, aún no asimilaba la idea, no aguantó más, dejó escapar unas cuantas lágrimas y se aferraba con más fuerza a su amiga –espero ser buena madre-.

Ante aquello Sakura sonrió dulcemente, bien tenía entendido que Hinata hacía demasiado tiempo que no experimentaba lo que era un amor de madre, así que era lógico que sintiera tal inseguridad –descuida Hinata-chan, no estás sola- la medic-nin correspondía el abrazo de su amiga mientras acariciaba los largos cabellos negros de la ojiperla.

-De verdad… gracias.-


Al medio día el sol azotaba fuertemente la aldea, por lo visto se había perdido toda la mañana en el hospital.

¿Qué iba a hacer?, esa pregunta no dejaba en paz a su mente, mientras caminaba sin rumbo exacto por las pobladas calles de Konoha. Las palabras de Sakura la habían hecho pensar también, era cierto que ella es menor de edad, pero decírselo a su padre no era una opción, la echaría sin pensarlo y la exiliaría del clan por completo y sin ningún ápice de compasión.

Se la había pasado así todo el trayecto hasta que divisó la mansión Hyuga, necesitaba tiempo a solas para poder pensar lo que iba a hacer.

Abrió la grande y elegante puerta principal con una delicadeza propia de ella, pero sumergida en sus pensamientos, todo lo que quería era encerrarse en su habitación y pensar –t-tadaima- las sirvientas que por ahí pasaban voltearon a ver a la heredera, algunas con desdén, su padre no era el único en creerla una deshonra para el clan, y otras con respeto.

-Buenas tardes, Hinata-sama- una de las sirvientas se acercó a ella con una reverencia, la aludida le respondió de igual forma.

-B-Buenas tardes- la ojiperla se adentró en la mansión para subir las elegantes escaleras.

Al llegar a su habitación se dejo caer con pesadez en su cama, estaba aterrada y confundida, analizo con su perlada mirada los rincones de su habitación esperando, inconscientemente, que la respuesta llegara a ella.

Sonrió con amargura -es imposible que así se solucione mi problema-.

Con la mirada perdida analizo el calendario que estaba en la pared, había una fina "x" en la fecha en la cual supuestamente debía de haber llegado su periodo hace unas semanas.

Observando el calendario su mirada se ilumino al caer en cuenta de la próxima fecha importante -mi cumpleaños es en unas semanas más- susurró solo para ella, era cierto en unas cuantas semanas tendría la mayoría de edad y podría hacerse cargo de su problema sin depender de nadie.

-Cuando llegue ese día p-podré...-

-Hinata-sama- una voz en el umbral de la puerta la hizo salir de sus pensamientos, se encontraba de pié un muchacho de ojos perlados como los de ella y el cabello castaño caía libremente por su espalda y hombros.

-N-Neji-niisan- lentamente la ojiperla se levantó de la cama y de dirigió a su primo.

-Me dijeron que ya había llegado-

-S-Si- pensó en su reciente idea, definitivamente no estaba a discusión contárselo a Neji, mataría al Uchiha en cuanto le contará que esperaba un hijo de él, en eso un brillo en sus ojos la hizo recordar.

-Nee-san, siempre
podrás contar conmigo-

-Hanabi- pensó con un toque de dulzura, sólo ella y Sakura sabrían de la situación por el momento, si bien su hermana menor aún era pequeña, tenía 12 años después de todo, pero confiaba en ella.

-Hinata-sama- Neji la sacó de sus pensamientos- Tsunade-sama quiere hablar con usted y el resto de los que participaron en la última misión de búsqueda a Uchiha Sasuke- los músculos de la ojiperla se tensaron demasiado, cosa que no paso desapercibida por la mirada perlada de su primo.

-E-Entiendo- bajó la cabeza de modo que su flequillo tapaba sus ojos.

Neji enarcó una ceja interrogante ante la reacción de su prima -descuide Hinata-sama, todo saldrá bien-

-Que irónico- dibujó una amarga sonrisa la ojiperla, Sakura le había dicho lo mismo y había salido todo mal, inconscientemente posó una mano sobre su vientre, a fin de cuentas su hijo o hija no tenía la culpa de nada, un sentimiento cálido se albergó en su pecho, todo lo haría por esa criatura creciendo en su interior.

-De acuerdo, iré- juntó todo el coraje que pudo y se dirigió a la puerta -g-gracias, Neji-niisan- amaba a su primo pero aún no podía enterarse de nada. Ya habría tiempo.

Ante la reacción de su prima abrió los ojos con ligera sorpresa -no hay de qué, Hinata-sama- dicho esto la ojiperla sonrió dulcemente y desapareció por la puerta -suerte- susurró al viento, lo que no sabía era que su prima había alcanzado a oírlo.

-Gracias Neji-niisan, creo que… necesito mucha suerte…


¿Qué tal :D?, si lo amaron, si lo odiaron, si les gustó o simplemente les dio flojera, lo que sea, cualquier opinión, crítica, costalazo, etc, me lo pueden dejar en un review, los que tengan cuenta se los respondo por PM y los que no, en las descripciones del siguiente cap n_n (usualmente se hace así '-' jaskldjal), en fin, espero que lo hayan disfrutado n_n

Matta-nee! :3