Capítulo 1: Vida normal.
Castiel apareció, como siempre, silenciosamente en el lugar donde supuestamente lo llamaron.
"Ya estoy aquí" Miró hacia todas direcciones.
El lugar, completamente a oscuras, solo iluminado por la luz de la luna, Sam y Dean descansaban plácidamente sobre un sillón cada uno.
Se equivocó, ninguno de ellos requería de su presencia. Era solo una solitaria noche más para el ángel, aun así no sintió ganas de regresar, la guerra civil allá arriba lo estresaba de sobremanera.
Aburrido, registra la habitación en busca de algo interesante, específicamente alcohol. De la nevera, junto a la ventana, saca una helada botella de Whisky que comienza a beber inmediatamente.
Se sentó a un lado vacío del sillón donde se encontraba Dean, éste dejó escapar un leve suspiro y continuó durmiendo profundamente.
La primera vez que veía al cazador durmiendo, parecía tan, inocente y tranquilo que era casi imposible creer por todo lo que había pasado.
"Mírate ahora, alejado de esa vida… no pienso alejarme, no sabes cuánto cariño te tengo, Dean." empezó a divagar en sus pensamientos, encontrándose a sí mismo sonriendo ante el dormido Winchester "Soy su Ángel Guardián"
De pronto, olió algo muy estimulante metiéndose por su nariz, se acercó a la cara de Dean, terminando arrodillado frente a la cabeza del cazador. Apoyado en uno de los brazos del sillón, aspiró profundamente aquel aroma deleitante.
Sin aviso, Sam se retorció dando un leve quejido y acto seguido se despertó abriendo los ojos y viendo al Ángel olfateando a su hermano como un perro identificando a una persona nueva.
Castiel giró violentamente la cabeza ante el castaño, desvaneciéndose antes de que pudiera articular palabra o hacer algún gesto.
Y si lo hubiese intentado, no podría pues los recuerdos del infierno continuaban atormentándolo, esta vez no sabía decir si era una pesadilla o una alucinación de media noche.
Intentó volver a dormirse, mientras oía el sonido de cortinas moviéndose. Abrió los ojos, miró la nevera entre abierta y se levantó para cerrarla, extrañado. En aquel momento, un ruido sordo irrumpió en toda la calle, despertando a Dean y Bobby.
"¿Qué diablos ha sido eso?" Dijo el mayor que acababa de saltar del sillón.
Sam miró por la ventana, una figura de siluetas conocidas yacía arrodillada sobre la acera.
"¿Cas?"
El mayor de los hermanos echó a correr hacia el Ángel al oír la observación.
Castiel, con ambas rodillas contra el suelo, tosía sosteniéndose el pecho con una mano.
"¿Estás bien?" Dean lo tomó de ambos hombros obligándolo a alzar la mirada.
"Yo… solo quería protegerlos, de la vida que prometiste abandonar para siempre." Respiraba agitadamente.
"¿De qué estas—"
Un hombre, con cuchillo; o más bien una Espada Angelical en la mano, se encontraba de pie unos metros más lejos.
"Gabriel." –Sam se acercó al Arcángel, sin embargo llegó demasiado tarde pues ya había puesto sus alas a volar lejos de ahí.
"¿Por qué…?" Dean fue interrumpido otra vez por el cuerpo del Ángel colapsando sobre el suyo.
Sam se había quedado perplejo.
"Tierra a Sam, necesito un poco de ayuda aquí."
"Le dijimos que se mantuviera alejado de nosotros." Decía Dean mientras llevaban al Ángel hasta la cama de Bobby, abriéndole la camisa para ver la herida.
Tenía una apuñalada directa en el estómago, de donde brotaba ya la sangre de a poco.
"¿Qué sucede?" Bobby los miró, confundido; sus ojos fueron de Sam, Dean y Castiel respectivamente.
"Gabriel ha resucitado." Explicó Sam.
"¿Gabriel?" Bobby estaba aún más confundido.
"Simplemente un Arcángel que nosotros creíamos muerto por Lucifer." Dijo Dean, mientras observaba al Ángel inconsciente.
Él tenía una apuñalada directa en el estómago, estaba sangrando lentamente; una luz cegadora provenía del corte.
Sam le buscó el pulso.
"Todavía está vivo."
"No puede estar aquí." Opinó Dean.
"Espera, ¿qué?" El viejo hombre gritó.
"Gabriel lo atravesó con la Espada Angelical." Mencionó Sam.
"No lo podemos abandonar a su suerte!" Bramó Bobby.
"Le dije que nos olvidara," Continuó Dean.
"¿Por qué nunca me escucha?"
"Entonces ahora… esperamos." Sam bufó, caminando hacia el sofá.
"Tú te quedas vigilándolo, yo vuelvo a dormir," Se recostó sobre el otro sofá.
"Si ves a Lucifer, mándale saludos de mi parte."
Sam lo miró con el ceño fruncido.
Dean estaba de pie sobre una larga y vacía autopista en la mitad de la nada cuando Cas le tocó el hombro, haciéndolo volverse hacia él.
"Estoy soñando."
"Naturalmente." dijo Castiel.
"Pero… tú estabas inconsciente."
"Esta es la única forma en que puedo hablar contigo ahora."
"¿Que pasó exactamente?"
"Gabriel regresó."
"Si, ya lo sé, pero ¿cómo?"
"No lo sé." El ángel se volteó, dándole la espalda al Cazador.
"Cas…" La voz de Dean se volvió débil. "Te lo dije, no tienes nada que hacer con nosotros ahora, déjanos en paz."
"No puedo hacer eso." El respondió, mirándolo otra vez.
El viento estaba soplando fuerte, y ninguno de ellos tenía más cosas que decir en mente.
Dean sabía, en su interior, no quería que Cas simplemente desapareciera de sus vidas. Era poco tiempo desde que se conocían y a él le gustaba el Ángel.
"Él viene a por ti," Castiel rompió el silencio.
"Debo detenerlo."
"¿A por mí? Oh Dios, genial." dijo Dean sarcásticamente.
"No sólo tú, me refería a ti y a tu hermano."
"Sólo te quiero a ti y a tus jodidos "hermanos" fuera de nuestras vidas."
Castiel bajo la cabeza.
"Te lo he dicho, Cass. Si sigues salvándonos… No quiero que te maten. No por mi culpa."
"Está bien. Si eso es lo que quieres, lo haré," Susurró justo antes de que Dean despertara.
"Solo por ti." Fueron las últimas palabras que él no pudo oír.
Su cuerpo permanecía en la cama.
Pero no tenía pulso.
"Cass? Cass!" Dean sacudió el contenedor vacío.
"Hijo de puta…"
"¿Qué?" Sam se levantó.
"Se ha ido."
"¿Qué quieres decir?" Miró a su hermano con la clásica mirada de perro confundido.
"Nos ha abandonado—"
Con una bocanada de aire, el cuerpo vacío se inclinó violentamente.
"Cass!" gritó Dean.
"¿Cass? No, soy Jimmy." Frunció el entrecejo.
"Jodidos ángeles." Añadio el cazador, alejándose.
"Estaba en el paraíso y luego… estoy aquí." Jimmy meditó en voz alta.
"¿Cass te trajo de vuelta?" Sam sugirió.
"Eso creo…" Miró hacia la sangre en su ropa.
"Oh Dios, que ha—Necesito cambiarme de ropa antes de visitar a mi familia."
"Tu… tu puedes tomar la mía." Balbuceó el castaño.
Ahora Jimmy lucía exactamente como su hermano, camisa vaquera y jeans azules. Inmediatamente después de salir del baño, fue hacia la puerta de salida.
"Espera," Dean lo detuvo.
"Yo te llevaré."
"Iré contigo."
"No, Sammy, tú te quedas aquí; con Bobby."
"Esto es increíble," Pensó Dean mientras conducía.
"Cass…"
"He dicho que no soy Cass—"
"Sí, sí, lo siento hombre."
"Puedes… puedes recordar algo… viste a Cass en el Cielo?"
"Vino un par de veces, a visitarme. Él dijo que quería saber si me sentía bien."
"¿Algo sobre volver a la vida?"
"Sólo una luz muy brillante."
Él inclinó su cabeza sobre el cristal.
"No sé si es bueno estar de vuelta. Adoraba mi Paraíso."
"¡Estoy aquí!" Jimmy exclamó, abriendo la puerta con ayuda de su llave, que de costumbre guardaban entre los setos.
Fue una gran sorpresa para él ver a otra familia en la casa. Esposo, esposa, y dos niños pequeños.
El hombre se volteó hacia él.
"¿Quién eres tú?"
"Estoy… buscando por la familia Novak."
"Oh…"
"¿En qué mundo vives?," continuó el señor, soprendido. "Ellos murieron hace un año."
"¿Qué? ¿Cómo?" Su cara se puso muy triste y estaba a punto de llorar pero no dejó que ni una sola gota saliese de su rostro.
"Un accidente de coche." Contestó la mujer.
"E-Está bien… adiós. Un placer conocerlos, que tengan un buen día." Jimmy caminó rápidamente hacia el Impala, apretando sus puños y tensando todo su cuerpo.
Dean apretó el acelerador cuando lo vio salir de la casa.
"¡Espera! espera…" Jimmy se inclinó sobre la puerta frontal derecha.
"¿Qué quieres…?"
"Yo… ellos… están muertos." Rompió a llorar.
Él abrió la puerta para él, Jimmy se sentó y apoyó de nuevo su cabeza sobre el cristal, sollozando. Dean le dio unas palmaditas en la espalda sin mucha delicadeza tratando de consolarlo.
"¿Qué haré ahora?" él dijo entre llantos.
"¿Quieres volver allá arriba? Hagámoslo."
"¿Pueden hacer eso por mí?"
"Lo intentaremos."
"Gracias." Lo abrazó mientras él lo miraba perplejo.
Hola!
Para los que se tomaron el tiempo de leer el otro (en inglés) gracias... como no tuvo mucha recepción decidí publicarlo en español simplemente... personalmente estoy muy satisfecha con esto y pienso seguirlo, de a poco.
Además es el primer FanFic slash que hago...
Algunas ideas fueron dadas por una amiga del fandom y mi hermano, créditos para ellos.
Espero que lo disfruten tanto como yo!
Hasta la proxima.
Con amor, Nathu.
