¡Hola! ¡Aquí les habla Sakata Ozura! Y sí, me desaparecí un muuuy buen tiempo xD, pero es que he estado cual loca tramitando muchos papeles ya que este año entro a la universidad (En agosto para ser exactos) y pues necesito mis papeles y muchas otras cosas más, ya imaginarán como me tienen. En fin, lamento no haber subido todavía el otro capítulo de "Orgulloso de ti" para quienes lo hayan leído y muchas gracias por sus reviews pero les prometo que lo subiré solo ténganme paciencia xD.

Dejando de lado lo que les debo(?) Aquí les traigo una historia Multichapter que como prometí, es Ectofeature, tengo ya algunos capítulos en mi cuaderno pues los escribía en clase xD, pero ni la mitad de todo el fanfic tengo aún hecho por eso es que espero que les guste y leer sus sugerencias u otras cosas, y bueno eso(?). Los veré al final del capítulo.


Ni "Dude that's my ghost!" ni sus personajes me pertenecen. Si me pertenecieran el programa no saldría ni al aire(?)

La historia es de mi total autoría y pensamiento loco psicópata.


Always

...It was always you falling for me...

"Siempre estuve enamorado de un chico pelinegro que iba a mi colegio, me declaré cuando tenía 12 años y estaba en primero de secundaria, sin embargo me rechazó, aunque tenía razón para hacerlo; era popular en la escuela, tenía a todas las chicas comiendo de la palma de su mano… no tendría por qué aceptar la confesión de un niño menor que él por 6 años y hombre para variar. Yo estaba enamorado de Baruch Cohen, un superior de 18 años apuesto, atlético y con talento innato en la música. Solamente quería ser visible para él, yo Spencer Wright buscaba el poder de que me notara. Aunque era imposible para mí."


Spencer Wright de 12 años, un chico de cabellos castaños alborotados, piel clara pero apiñonada y profundos ojos color chocolate se paseaba por el patio de la escuela Beverly Beverly. Colegio al cual había entrado apenas hace unos meses debido a una beca ya que era difícil entrar a tal prestigiosa escuela. Se trataba de un campus que englobaba la Secundaria y Preparatoria en un mismo espacio por lo que jóvenes desde doce años hasta los dieciocho convivían; ampliando así experiencias sociales.

El pequeño no estaba en clase dado que siempre terminaba su trabajo de cada materia primero y a veces le dejaban salir antes, era un estudiante ejemplar sin embargo muy distraído, lo que le acarreaba muchas veces problemas. La razón por la que se apresuraba tanto era poder buscar a su "amado" a quién le tocaba en ese momento clases de gimnasia al aire libre y verlo siempre era un deleite para los ojos café del menor.

Llegó a la pista de atletismo, lugar donde se impartía la ya mencionada clase debido a que había bastante espacio y de sobra para las actividades que se solicitaran. El menor tomó asiento en las gradas designadas para cuando había algún partido que observar. A quién le tenía clavada la mirada era el chico más popular de Beverly Beverly y probablemente de toda la ciudad. Un chico de 18 años, cabellos negros cual carbón los cuales siempre permanecían peinados hacia atrás con un pequeño mechón que sobresalía, de piel pálida mucho más que la de Spencer y ojos del mismo color negro intenso que a su vez parecían ser de un intenso tono verde agua. Aquel varón llamado Baruch Cohen corría por la pista saltando obstáculos con gran facilidad casi sin sudar –ya que aborrecía con toda su alma sudar.-

Spencer miraba embobado solo no estaba babeando porque sabía disimular muy bien sus sentimientos y no le gustaba alocarse como las chicas lanzadas de su generación. ¿Desde cuándo le había gustado? La respuesta es muy simple: Desde siempre. Al menos desde que entró al colegio, es decir casi un año de que estaba enamorado de él pero, al ser tan popular, el castaño era invisible para el mayor por lo que permanecía, obviamente, en secreto su gusto, más que nada para evitar abusos por su orientación sexual, que siendo sinceros, Baruch había sido el primer hombre del que se enamoró, así que no se consideraba homosexual pero mejor prevenir que lamentar en el hospital.

En fin, apenas terminó la clase de gimnasia, un ejército de chicas rodearon al azabache entregándole toallas, agua, bocadillos, incluso el pequeño juró ver que le entregaban ropa interior de ellas mismas, ¿ahora concuerdan con él de que se alocan demasiado las mujeres de su generación?

Spencer suspiró, era muy difícil acercarse a Cohen con todas esas mujeres locas a su alrededor por lo que mejor regresó al edificio, le tocaba cambiarse para su propia clase de gimnasia, la clase que odiaba y amaba a la vez. La amaba porque siempre podía ver al mayor tan cool corriendo y haciendo deporte y la odiaba porque a pesar de que lograba hacer muchas piruetas y volteretas era un asco en la mayoría de los deportes; al ser uno de los más bajos varones y sin musculatura alguna las educaciones físicas se le complicaban en sobremanera.

Caminó hasta llegar a los casilleros donde guardó algunas de sus cosas y tomó su cambio de ropa. -¡Spencer!- escuchó detrás de sí volteándose para encontrar a sus mejores amigos, Rajeev y Shanilla Bugwatti, mellizos de origen hindú, eran los únicos que sabían sobre el crush del menor por lo que obviamente le apoyaban en todo lo que pudieran.

-¡Rajeev, Shanilla!- saludó alegre de verlos pero podía notarse desanimado todavía.

-¿Qué te pasa viejo? ¿Sin suerte con Cohen?- interroga el hermano codeando al menor haciéndolo enfadar un poco. –Deberías primero hacer que te note.- seguido de eso sonríe triunfante como si fuera un gran consejero del amor.

-¿Así como Lolo te nota?- Shanilla se une a la conversación defendiendo al castaño.

-Lolo me nota, es solo que le tiene miedo al compromiso.- Rajeev estaba enamorado desde que entró de la chica más poderosa en la escuela, Lolo Calorie. Lolo era rubia de ojos verdes, siempre a la moda, era reina de la escuela por ser la más poderosa monetariamente aunque de igual manera la más presumida de todo el campus.

-Hablando de la reina de Roma…- Wright señala a la susodicha quien se encontraba hablando con otras chicas, no era correcto llamarlas sus "amigas" porque al parecer ni la propia Lolo sabía si lo eran, la gente llega solamente por sus propios intereses y en este caso por sus propios bolcillos vacios y hambrientos de billetes.

-¡Lolo mi amor!- el hindú corre hacia la rubia tratando de atraerla a un beso a lo que por supuesto recibe un rechazo inmediato.

-¡Aléjate fracasado!-

-Vamos Lolo, sé que sólo eres tímida. ¿Qué tal una probada de los labios del Jeevster?-

La ojiazul tronó los dedos y un hombre fornido de cabellos cenizos vestido como gangster tomó al moreno de los hombros para después encerrarlo en un casillero cercano. El hombre era Adrián, contratado por Lolo debido a los constantes intentos de Rajeev por cortejarla, sin embargo éste nunca se rendía.

-¡Sé que solo tienes miedo al compromiso! ¡Esperaré por ti!-

Spencer y Shanilla se encontraban riendo suave, estos dos eran más que amigos, mejores amigos y confidentes siempre se tenían mucha confianza y se ayudaban mutuamente, claro que Rajeev entraba en el paquete pero había cosas que no podía consultar con el varón tanto cosas que no podía consultar con la fémina.

-Ojalá tuviera la determinación y constancia del Jeevster…- menciona el castaño en una especie de susurro, más bien desahogo deprimido. La hindú al notarlo posa una mano en el hombro del castaño reconfortándolo.

-No te preocupes Spencer, algo me dice que podrás acercarte a Baruch el día de hoy. Intuición femenina.- guiña un ojo haciendo sonreír a Spencer asintiendo, debían prepararse para gimnasia.

Después de cambiarse, el castaño y los hermanos se dirigieron al gimnasio aunque se sorprendieron al encontrar a los alumnos de último año y por supuesto entre ellos se encontraba Cohen. Al tiempo que el de ojos chocolate divisó al mencionado se escondió detrás de su amiga agachándose un poco ya que la niña era más baja que él. Un tanto sonrojado desvió la mirada tratando de no ver al pelinegro.

-Muy bien, hoy tendremos una práctica de quemados en pareja y para que sea más práctico, los alumnos de último año jugarán y harán equipo con ustedes sin embargo las parejas serán al azar.- comentó la profesora de educación física sacando una lista y comenzando a hacer los duetos.

-Está bien… ¿Qué probabilidad hay de que me toque con Baruch?- pensó el menor suspirando aliviado y se sobresalta un poco escuchando su nombre. -¡Aquí!-

-Spencer Wright, te toca con Baruch Cohen.-

El menor se queda incrédulo congelando su respiración un momento pero para él parecieron horas. Su corazón se detuvo al igual que su respiración.

-¿Qué? … Mierda…-

Moraleja de esta historia, nunca dudes de la intuición femenina, ¡Nunca!


¡Hola de nuevo! ¿Qué les pareció? xD. Well, algo que no les dije es que esta historia tendrá Oc's importantes y que según vea desarrollaré su propia historia sin embargo no me enfocaré en ellos ya que mi misión es hacer la historia Ectofeature pero los personajes me ayudarán a desarrollarla. Espero acepten bien a mis pj's ;w;

Y sin más que decir, nos vemos en otro capítulo~