Título: Herencia de sangre

Autor: Vismur

Fandom: Detective Conan/Magic Kaito

Pairings: Kaito Kuroba/Shinichi Kudo

Disclaimer: Detective Conan y Magic Kaito pertenecen a Gosho Aoyama.

Advertencias: Baby sitter, padres primerizos, joyas que hacen cosas que nadie advirtió, algunas lesiones por ahí y por allá, tratando de cubrir tu identidad, crianza de los hijos, caos, menores de edad referentes a la paternidad, aneurismas de Hakuba, proceso lento para el amor, rivales a los amigos, amigos a los amantes, karma, y algunos otros que ahora no podré colocar.

Notas: Esta es una petición de Shana-Fujioka, aunque la petición es en inglés, yo la escribiré en español, sugiriendo a; "Certain Values of Immortality" de Asuka Kureru, quien esta pausado indefinidamente, y quien tiene la idea original, y "Love Like Woe" por allietheepic7, quien también acepto la solicitud en inglés, ambas en Fanfiction , si nos parecemos en algo, venimos de una idea original parecida, y no es plagio, puede que también haya cambiado un poco los caracteres originales de la petición, pero trataré de enfocarme en las cosas importantes.

Resumen: Las joyas adornan accesorios, inanimadamente bellas, no se convierten en un bebé en medio de una huida peligrosa. O, hay un atraco, la joya robada por fin es Pandora, se presentan algunos cuantos inconvenientes y Pandora se vuelve un bebé. Kidcon/Kaishin. Petición de Shana-Fujioka.

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HERENCIA DE SANGRE

Capítulo 1.

Después de tres años de ser Kid, él ya estaba casi convencido que no había nada que podría sorprenderlo, casi ha muerto un par de veces, ha tenido varios accidentes de avión, le han disparado, le han hecho brujería vudú, ha quedado atrapado en situaciones incomodas cofpecescof, también ha encontrado un montón de gente interesante, y aunque su imaginación le ayudaba a prepararse para situaciones peculiares, nada lo preparó para esto.

Vamos a atrasar un poco el tiempo, todo estaba de maravilla esa noche, luna llena en el cielo, viéndose maravillosa, los agentes de policía correteando como siempre, su pequeño crítico favorito pisándole los talones como siempre, esta vez el robo había sido en un hotel lujoso.

Cuando llegó al techo, se dio un pequeño respiro, y ver su premio, un diamante negro llamado "Estrella fugaz" en forma ovalada, había llegado de visita a Japón hace unos cuantos días, e inmediatamente hizo todos los preparativos para tener en su poder dicha joya rara, como es costumbre, la dirigió a la luna y la contemplo, en ese momento alguien llego al mismo lugar que él.

- Buenas noches, Tantei-kun, ¿Cómo estuvo la sala de fiestas? – preguntó aun ocupado viendo la joya, que aún no hacía nada, al parecer no era la que buscaba.

- Se pudo haber evitado algunos accesorios – dijo con sorna el más pequeño físicamente de los dos, quien se acercó a su posición con calma, el ladrón entendió de inmediato que se refería a los zapatos en forma de patas de animales que le puso a la fuerza de policía, lo más grande que pudo hacer con sus grandes manos de costurero.

- Es uno de los grandes trabajos hechos – dijo el mago, justo cuando iba a guardar la joya, y regresarla, se dio cuenta de unas pequeñas líneas que se formaban dentro del cristal negro, pero que no serían visibles si uno no presta atención, formaron un octaedro dentro que poco a poco empezó a llenarse de rojo, Kaito contuvo la respiración.

- ¿Por qué sigues en esa pose?, te ves ridículo – dijo el pequeño detective, un poco curioso, mirando la joya, que desde su posición, la joya se veía negra, y un punto rojo reflejo de la luna.

- … - Kid se mantuvo un poco consternado, la joya se había vuelto roja, pero solo en el octaedro, y al mismo tiempo, se veía hueca, como si algo podría ser almacenado ahí, cierto, tenía que ser cuando pasará el cometa Cometa Voley, eso no era el tiempo aun, tembloroso un poco, bajo la joya, la cual a pesar de todo, no brillaba intensamente, nadie se daría cuenta que era lo que buscaba hasta que viera realmente los detalles,

Por fin tenía a Pandora, y no podía creerlo.

- ¿Kid? – preguntó de nuevo su invitado, que en todo su diatriba mental, estaba a un escaso metro de él.

- Lo siento por eso, parece que tenemos muchas cosas que hacer por hoy, y me tengo que despedir – dijo Kid tratando de recuperarse de nuevo.

- Espera, ¿no vas a regresar la joya? – preguntó confundido, en sus varios encuentros, por lo general él siempre le daba la joya para que la regresará.

- Parece que esta noche será mi premio – dijo, tratando de buscar una forma de salir, tratando de guardar la joya con su mano derecha, sin embargo, un pequeño brillo en la periferia de su ojo llamó su atención.

Hizo una mueca interna, corrió rápidamente para tomar a Conan y moverse para cubrirse en una pared, no tuvo tanta suerte como previó, la bala había rosado su brazo derecho, y en el dolor había soltado la joya, la cual cayó al suelo, en algún momento debió de haber atrapado algo de su sangre, porque estaba manchada con el líquido rojo, y luego oyó el quejido de su compañero.

- Maldita sea, ¿Dónde está el francotirador? – preguntó el detective, quien rozó su mano izquierda a un lado de su cabeza, que demostró un rozón de la bala, había sangre en la mano para demostrar eso.

- En el edificio del norte, estamos cubiertos aquí, pero debemos entrar al edificio y escondernos – dijo el ladrón mientras revisaba la sangre que estaba regada en su aproximación, y empezando a limpiar, no sin antes cubrir su herida para no hacer más alboroto.

- Bien, démonos prisa – dijo el detective tomando la joya con su mano ensangrentada, mientras Kid tomaba rápidamente con su brazo bueno en su cintura y lanzaba bombas de humo, tan rápido como pudo, salió del techo y empezar a bajar los pisos, tratando de encontrar una habitación para esconderse, al menos tenía ese pequeño agente inflamable ligero que destruiría el ADN de él y Conan en el techo, ambos tenían que mantener algunos asuntos en secreto.

En cuando encontró una habitación que sabía estaba sola, y una habitación secreta, el dueño anterior era un verdadero maestro de las habitaciones secretas, que no estaban en el mapa del lugar, también era un paranoico, pero le iba a servir bien, si la policía llegaba a revisar la habitación, se podían esconder ahí.

Rompió rápidamente la cerradura, rápidamente entró, dejo a Conan en el piso, y se aseguró de dejar la puerta como si nada estuviera pasando.

La ventana tenia las cortinas abiertas, y la luz de la luna de filtraba a la habitación, pero era la zona sur, y ningún edificio colindante era un problema.

- Déjame revisar eso – dijo Kid refiriéndose a la herida, Conan dejó la joya en la cama, la cual estaba roja de sangre, al final iba a robarse esas sabanas para llevarse la evidencia.

- Solo fue un rozón – dijo Conan, pero sabiendo que era mejor una revisada se dejó hacer.

- … - Kid no contestó, se concentró en la herida, para su alivio, solo era un rozón pequeño, la chica espeluznante amiga del detective podía encargarse de eso. – Todo bien – dijo el mago.

- ¿Qué hay de la tuya? – preguntó Conan señalando su brazo.

- Estaré bien, ahora déjame busco una salida para retirarme, y que regreses a la policía – dijo dando su atención a la joya, que extraño, ¿Dónde se fue la sangre?, pregunto viendo el diamante negro, que empezaba a formarse rojo de dentro para afuera, se acercó con curiosidad, llamando la atención de Conan, quien también noto la peculiaridad de la joya, ¿eso parecía liquido en el centro?, se preguntó viendo con detenimiento, poco a poco la joya empezó a cambiar de color a un rojo intenso, y a crecer.

Fue desconcertante, la joya cambio de color, primero rojo, luego a color crema, su textura lisa y brillante se formó opaca, y juego empezó lo extraño, había dos brazos ahí, luego dos piernas, un torso, cabello castaño, ojos azules y el llanto.

Cinco minutos después, había una pequeña criatura llorando en la cama, retorciéndose, era tan pequeño, apenas alcanzando el medio metro.

Normalmente la gente lo llamaría un bebé, humano, recién nacido, y se supone que duraba nueve meses en el útero de su madre, no salía de la nada por una joya.

- ¿Pero qué…? – preguntó sin aliento el detective, quien estaba procesando lo que estaba viendo, y tratando de descifrar si había muerto en el techo después de todo.

Ninguno de los dos estaba preparado para esta situación…

Continuara…