"Un pecado para él
Deseo interior
Un velo ardiente
Para la novia demasiado querida por él
Un pecado para él
Deseo interior
Enamorarse de su profundo pecado oscuro"
Nightwish~ She is my sin.
"Caminar por las calles de una bella ciudad, a la luz de la luna, el frio del otoño remarca el panorama, sus botas hacen ruido con la acera. El lugar está completamente desolado pero ella rumbea sin miedo, o eso quiere creer, en el momento menos esperado su vestido se cubre de sangre, gritos de piedad de la gente que huye de las cuchillas, ninguna le apuntaba, no se movía, tampoco temblaba, solamente observaba morir a la gente…"
Despertó un poco asustada, miro a su familia que se encontraba dormida; volvió a tierra firme y corrió la cortina del coche, no había rastros del sol, la luna todavía reinaba y le costaba trabajo observar el tiempo de la noche, algo le decía que sería un día difícil.
Exhausta, cerró los ojos para descansar un par de minutos más, llevaba tres días viajando y su espalda ya le suplicaba una cama, los asientos se sentían como piedras, era costoso sentir comodidad.
Una mano delicada toco su hombro con suavidad, a continuación la dulce voz de su madre la despertó.
-Hija, sería bueno que te arregles, en cualquier momento llegaremos a la ciudad…- Sus ojos azules observaron atentamente y examino las palabras para despertarse completamente. Tomo su cepillo y peino su cabellera rubia.
El camino cambio repentinamente, ya era más estable, pero el clima no, estaba nublado con aires de lluvia, el resto del paisaje demostraba que hubo temporal ya que la humedad era notoria, a lo lejos se podía apreciar un cartel, "Noxus" la leyenda era clara y bien detallada la madera con pintura renovada.
-Mira Kayle, es hermosa la ciudad…- Su hermana tironeo de la manga de su vestido y pudo notar una gran sonrisa en su rostro, pero a ella no le daba la misma sensación, al contrario sentía como si fuese un pueblo fantasma, un aura extraña veía en los alrededores además de los ciudadanos, había algo más profundo.
El coche estaciono en lo que sería su nueva casa, la familia contemplo el edificio, el chofer les ayudo a bajar los equipajes para luego escoltarlos.
La mansión era enorme, con arquitectura rustica, un gran salón para las fiestas de los negocios de su padre, un comedor con la capacidad de que entre un ejército entero, la cocina tenía sus detalles lindos, pero lo primordial era conocer su habitación. Subió por las escaleras, que rechinaban por la madera, era un largo camino hasta descubrir su alcoba.
Tras abrir la puerta la contemplo, el doble de grande que la de su antigua casa, lo que más le agrado fue encontrar una gran ventana que permitía ingresar los rayos del sol. La cama se veía hermosa y cómoda, no se resistió mas de un salto, la probo.
El suave acolchado provocó que se sintiera como en casa y se relajara completamente, cerró los ojos para poder descansar unos minutos.
-Kayle…- Su madre se acercó por la habitación, ella la miro un poco sonrojada por su falta de respeto… -Hija, arréglate un poco así vamos a ver a nuestros familiares…- Se levantó prolijamente, y sacudió su vestido.
-¿Ahora?- Cuestionó amablemente.
-Si… Están ansiosos por volvernos a ver…- Ella asintió y se dirigió al tocador para arreglar su cabello.
La familia de Kayle vivía a un par de casas cerda de su nuevo hogar, por lo tanto no vieron la necesidad de ir en coche.
Una enorme mansión los esperaba, la rubia se asustó al notar la exageración de la vivienda, su hermana se acercó a ella para comentarle al oído.
-Parece una casa de terror…- se la notaba asustada, aunque en realidad todo se veía igual, parecía que todos los días se encontraba nublado.
Mirando hacia atrás ingreso por la gran puerta que rechinaba por ser madera vieja, sin percatarse que una señora los esperaba, tenía la sensación de que alguien los observaba.
-Pasen, estábamos por tomar el té…- Hablo la mujer de cabello castaño, y los guio a la sala de estar, donde habían tres personas esperando. –Nos volvemos a encontrar como familia, seguro que se acuerdan de mis hijas, Cassiopeia y Kataria…- Las jóvenes hicieron una reverencia, luego tomaron asiento como señoritas.
Los dos hermanos se abrazaron, llevaban tiempo de no verse, aproximadamente unos 9 años, por lo que la alegría era grande.
-Ustedes deben recordar a mis dos hijas, a Morgana y Kayle…- La pareja empezó a recordar a dos pequeñas niñas con aires de nostalgia.
-Crecieron un montón, parecen dos princesas…- Comento su tío, Kayle sentía agobio y nervios, necesitaba relajarse, salir un momento.
-Disculpen ¿Podría tomar un poco de agua?- Su corazón palpitaba muy fuerte.
-Sí, ahí mismo pediré que te sirvan querida…- comento la señora.
-No, no es necesario, iré yo misma…- Sus padres la observaron con mala cara, agacho la cabeza en forma de disculpas y camino hacia la cocina. Apenas se alejó del cuarto, se dio aire abanicando con su mano, "esta gente me da escalofríos…" pensó. Respiro hondo y trago el aire, "relájate, son parientes, misma sangre, él es el hermano de tu papá, como lo es Morgana contigo…" trataba de convencerse "pero en realidad tengo más miedo…"
Unos pasos interrumpieron su charla consigo misma, por la escalera había un joven, quien se detuvo elegantemente a mirarla buscando familiaridad, ella simplemente sonrió, estaba a punto de correr pero la imagen de su madre apareció y simplemente hizo una reverencia.
-Hola primo Talon…- Sentía que se iba a desmayar.
-¿Primo?- Dudó, bajo las escaleras hasta quedar frente a frente, volvió a su posición erguida y derecha.
-Soy Kayle…- Dijo un poco tímida –las mellizas…- dicho esto el mismo la saludo de forma caballerosa tomando su mano para besarla.
-Tanto tiempo…- Le regalo una sonrisa y ella se sonrojo.
-Sí, acabamos de llegar a Noxus… Ah por cierto- cambio de tema – ¿Me podrías indicar la cocina? Quería un poco de agua…- Camino y le hizo señas para que la siguiera.
Volvieron a la sala donde se encontraban todos charlando, ambos se distanciaron sentándose en lugares diferentes.
-¿Y bien Kayle? Ahora háblanos de ti, ya escuchamos de tu hermana…- Comento Katarina.
-Ya tengo 16 años…- comento –estudiaba, y también toco la viola- Se sorprendieron.
-Igual que Talon, las bandas de la ciudad lo invitan a que toque en fiestas importantes, a veces da sus propios conciertos, es muy bueno en la música clásica…- Hablo el hombre de cabello largo y rojo. – ¿A qué te dedicas?-
-Barroco…- respondió y bebió un sorbo del té.
-Buena elección, además del instrumento, no muchos se dedican a la viola…-
-¿Te obligaron a tomar lecciones o es por decisión propia?- Pregunto Cassiopeia.
-Por gusto en realidad, fue muy interesante aprender a leer el pentagrama…- Ella sonrió, pero noto que sus primas no entendían palabra de lo que decía.
-Lo que dice ella es que el pentagrama es la interpretación de la melodía, la forma en que se van a posicionar los dedos para producir la nota…- Talon observaba a sus hermanas con enojo por su ignorancia frente a su propia prima.
-No empiecen una discusión por favor, tenemos invitados…- Kayle se sintió un poco mal por la actitud que tuvo al hablar de esa forma, no esperaba esa reacción. –Continua hija, disculpa si te hicimos sentir mal, ellos todavía no están acostumbrados…-
La charla continuó, hasta que decidieron tomar un paseo para conocer mejor la propiedad, la rubia se acercó a su primo para caminar a su lado.
-No quería hacer ese comentario…- Dijo un poco triste.
-Te defendí porque muchas veces se los explique, además lo hice porque me molesto como te observaban…- Ella se detuvo y pensó. –Podía notar su envidia en el aire, nuestros padres tienen el mismo color de cabello, mi padre se casó con una mujer de pelo castaño, con Cassiopeia lo tenemos como ella, Katarina igual a mi padre. El tuyo se casó con una mujer rubia y de ojos azules, y tuvo la gran suerte que ambas nacieran igual a su madre, aquí en Noxus consideran mujeres hermosas a las de cabello dorado con ojos cielo…- El avanzo con tranquilidad, mientras ella quedo reflexionando.
-Espera- lo tomo del brazo – ¿Por qué creen eso?- Le cuestiono, él la miro a los ojos y suspiro.
-Son leyendas… En realidad no es un lugar para confiar o pasar el tiempo… Simplemente ten cuidado…- Hablo para continuar con el recorrido.
Esas palabras habían quedado dando vuelta en su mente. ¿Qué habría querido decir con que tenga cuidado?
