Hola queridos lectores, hoy les traigo un nuevo proyecto en el cual llevo un rato trabajando.
Lo puse como crossover, porque todo algunos conceptos, leyes y algunas partes de la historia de Undertale, y los aplico en el universo Pokemon, sin embargo, no hara aparicion ningún personaje del mismo.
Espero les guste este nuevo proyecto y lo apoyen.
Disclaimer: Los personajes aquí presentados son propiedad de su creador.
Advertencia: AU, posible OcC.
The Six Souls
Capítulo I: Platinum, la clave.
Platinum era una chica desconocida para casi todo el mundo, realmente nunca salía de su casa en las afueras de ciudad Jubileo, solo cuando tenía que comprar comida o ropa, ni siquiera iba a una escuela, a pesar de que se rumoreaba que era una chica demasiado inteligente, pero todo eran especulaciones hacia su persona.
Desde que sus padres murieron trágicamente en un accidente de avión a la edad de 4 años, algunos familiares de ella decidieron echarla para conseguir toda la fortuna de sus padres, no se supo de ella hasta 12 años después, llegando en un barco desde la región de Kanto, alquilo una casa poco ostentosa en los suburbios de las afueras de Jubileo, de donde casi nunca salía de ese lugar.
A pesar de todo, la vida de Platinum era un poco normal, exceptuando…
—¡Empoleon, usa hidrobomba! — grito una chica con cabello negro despeinado y muy agitada.
El pokemon que estaba frente de ella obedeció y lanzo un potente chorro de agua contra una gran placa de acero, con un grosor de medio metro, el cual pudo atravesar después de 10 segundos de iniciado el ataque, hecho que dejo caer la placa de acero y dejo tanto a la entrenadora como al pokemon muy cansados.
—Parece que ahora lo hacemos mucho más rápido — suspiro agitada y cansada la chica, cayendo de rodillas al suelo.
—Has mejorado mucho desde la última vez que practicaste contra la misma placa —reconoció una voz femenina desde algún lugar de la gran habitación.
—Ni que me lo digas, pero parece que practicar todos los días, seis horas diarias si funciona —sonrió mientras se levantaba.
—Necesitan comer algo, sus almas están muy debilitadas, ve rápido a la cocina y come algo, cuando termines te tendré una sorpresa especial —ordeno la misteriosa voz.
—Gracias, lo necesitaba, vamos Empoleon —se dirigió hacia su pokemon y lo ayudo a levantarse.
Ambos salieron de la enorme habitación sucia, subiendo las escaleras y llegando finalmente a la cocina de la casa.
—Parece que dejo la comida lista —comento Platinum al ver en la pequeña estufa eléctrica, dos filetes bien cocidos y dos sopas instantáneas.
Platinum sirvió la comida en dos platos de plástico que tenía en el fregador, donde aún había trastes que no habían sido limpiados, le dio un filete y la sopa instantánea a su pokemon y ambos se sentaron para degustar sus alimentos.
—Es raro que nos de carne, ¿crees que este feliz con nuestro desempeño? —pregunto Platinum a su pokemon, mientras cortaba otro pedazo de filete.
Su pokemon solo le sonrió, dándole a entender que tal vez estaba en lo correcto, realmente siempre tenían que comer sopas instantáneas, ya que el poco dinero que les conseguían solo daba para eso, algo de agua, y pagar los servicios de electricidad e internet.
Después de finalizar su comida, Platinum dejo los platos en el lavabo y bajo junto a su pokemon, encontrándose de nuevo en la misma habitación sucia y llena de obstáculos e instrumentos de entrenamiento.
—Gracias por la comida, en especial por la carne, fuiste muy amable —agradeció Platinum a la nada.
—No tienes que agradecerme, has mejorado de manera sorprendente estos días… y por eso ya ha llegado la hora — expreso de manera fría la misteriosa voz.
—¿Tan pronto?... — pregunto seriamente, mientras su pokemon se acercaba a ella.
—Así parece, parece que los seis estarán en Sinnoh por dos meses, el tiempo suficiente para que hagas tu trabajo—la voz parecía cambiar su tono a uno más sádico —ya eres lo suficientemente fuerte como para que ellos no representen un problema.
—Espero que sea así, pero, ¿ahora me dirás exactamente quiénes son? —pregunto sin titubear, mientras ajustaba pulsera.
—Todo a su tiempo pequeña niña, ahora lo importante es darte esto.
En medio de la habitación, aparecieron seis pequeñas esferas con los colores azul, verde, naranja, celeste, morado y amarillo.
—Estos son los contenedores de almas, necesitaras recolectar sus almas, uno por uno, y así… finalmente… poder conseguir mi forma corpórea —la voz tomo un tono más demoniaco.
—No olvides mi promesa —recordó la chica un poco molesta por no tenerla a ella dentro de sus planes.
—No te preocupes niña, una vez que obtenga mi forma corpórea, utilizare ese poder para cumplir tu pedido —la voz cambio a un tono más amigable —por el momento, tendrás que salir a conocer un poco los lugares que dejaste atrás hace tanto tiempo, pero no te preocupes, tu mejor amiga estará contigo, para ayudarte a socializar, así que ahora vete a dormir, mañana será un día algo agitado.
Platinum simplemente obedeció la orden y se dirigió a la pequeña habitación en la que dormía, mientras que su pokemon la acompañaba.
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En la plaza de ciudad Jubileo, se encontraba una gran multitud, expectantes de unos de los eventos favoritos de los residentes, el show de comedia de los mejores comediantes de la región.
—Cuando hablamos de pokemon —dio la entrada un rubio con camisa a rayas anaranjadas.
—Cuando hablamos de pokemon —continúo otro chico de cabello oscuro y chaqueta azul.
—Hablamos del alma de entrenador y pokemon.
—No me digas.
—Así es, el alma de todos los humanos esta compartida con un pokemon en especial, como la tuya y tu Torterra.
—O como tú y tu Infernape o la de Red y su Venasaur o del huevo frito con las papas…
—¡Idiota! —el rubio golpeo a su amigo en la cabeza —la comida no tiene alma.
—Desearía no tenerla en este momento, para que tus golpes no dolieran tanto.
La gente entonces comenzó a reír alegremente, cosa que atrajo a cierta chica de vestido negro con rosa.
—El alma que compartimos con los pokemon es muy importante —expreso el rubio con un tono intelectual.
—Por eso solo podemos tener un pokemon ¿cierto? —pregunto el pelinegro.
—Exacto, por eso si tu pokemon llegase a morir, tú también lo harías, y el alma saldría en forma de una pequeña nebulosa, de la forma de un sol…
—De la forma de una galaxia, de la forma de un huevo, de una galleta, de una tarta de limón…
—¡Deja de hablar de comida! — grito el rubio, dándole otro fuerte golpe al pelinegro, quien cayó al instante al suelo.
—A este paso, mi alma saldría despedida y tratara de tomar venganza —menciono el pelinegro con un tono un poco de miedo.
La gente entonces comenzó a reír y comenzó a aplaudir con una gran cara de satisfacción.
—¡Muchas gracias público, son los mejores! —comento el rubio entre gritos y aplausos.
—¡Recuerden que estaremos aquí todos los domingos! —grito el pelinegro con entusiasmo.
—¡Somos Diamond y Pearl, los esperamos la próxima semana con más espectáculos de comedia! —finalizo Pearl, despidiéndose todos.
La gente entonces los felicito y decidieron retirarse poco a poco, mientras que la misteriosa chica de hace rato seguía en el mismo lugar.
—Bueno Dia, quiero decir Diamond, parece que tuvimos un gran espectáculo el día de hoy —Pearl sonrió y tomo una caja con el dinero recolectado por su show.
—Así parece, te dije que el detalle de las almas sería muy gracioso —Diamond tomo un dona y comenzó a comerla, mientras comenzó a observar a su alrededor y pudo notar a la chica que aun los observaba —mira, una chica nos está observando.
—¿Quién? — Pearl termino de tomar sus cosas y miro al frente, para encontrar a la dichosa chica que Diamond había visto — debe ser una admiradora nuestra.
—¿Por qué no vamos a saludarla? tal vez es muy tímida para venir.
—Te tomare la palabra, vamos — Pearl y su amigo se dirigieron rumbo a la chica.
Al percatarse de que los dos chicos se dirigían hacia ella, Platinum se puso muy nerviosa, pero algo dentro de su cabeza la convenció de simplemente quedarse quieta y esperar a que los dos chicos llegaran y se plantaran frente a ella.
—Buenas días chica —saludo despistadamente Diamond.
—Bu-buenos días —devolvió de vuelta un poco nerviosa.
—Pareces un poco nerviosa, ¿Qué es lo que te ocurre? —pregunto Pearl al escuchar la respuesta de la chica.
—Tal vez es nueva en la ciudad, ¿no es así? —pregunto Diamond a la chica que estaba frente a ellos.
—Bueno, no exactamente, vivo en a las afueras de esta ciudad.
—En los suburbios eh, dicen que es un buen lugar para vivir —confeso Diamond tomando su barbilla.
—Si no contamos los numerosos accidentes causados por la gente de baja clase —agrego el rubio.
—Oye, no por nada les dicen suburbios, el lugar donde viven los "subordinados" —bromeo Diamond, riendo este un poco.
—¡Dia… quiero decir, Diamond! por si no te has dado cuenta, esta chica vive en ese lugar. —Grito el rubio a su amigo, golpeándolo levemente en el rostro.
—Oye tómatelo con calma, no parece que le haya desagradado, ¿no es así? —Diamond sonrió y le guiño el ojo a Platinum.
Pearl volteo a verla y noto una leve sonrisa en su rostro, realmente le dio un poco de gracia el mal chiste de su amigo, sin embargo, había algo que lo hacía dudar.
—Bueno, creo que es hora de presentarnos, buenas mi nombre es Pearl —se presentó, estirando la mano a la chica.
Platinum se quedó mirando un poco extraño a la mano de Pearl, cosa que extraño demasiado a Pearl.
—¿Qué pasa, acaso no sabes que cuando te presentas con alguien nuevo le das la mano? —pregunto extrañado Pearl.
—Bueno, yo no lo haría si viera que, el que me da la mano, tiene un cojín de pedos —Diamond entonces volvió a sonreír a Platinum, advirtiéndole de la trampa de Pearl.
—¡Diamond, siempre tienes que arruinar mis bromas! —renegó el chico, quitándose el cojín y poniéndolo en su mochila donde llevaba el dinero ganado.
Platinum entonces encontró una excusa rápida para justificar el porqué de su extraña actitud, sonriéndole a Diamond.
—En fin, mi nombre es Pearl señorita —volviendo a extender la mano sin el cojín.
—Un gusto, mi nombre es… Platy —tomo la mano del rubio y la movió, poniéndose un poco nerviosa.
—Platy eh, bonito nombre —alago poco convencido el chico.
—Mi turno, mucho gusto señorita, mi nombre de Diamond, aunque algunas veces de dicen Dia, llámeme como usted más guste —Diamond volvió a extender la mano.
—Platy, encantada de conocerte… bueno a los dos —sonrió más nerviosa la chica mientras apretaba la mano de Diamond y la soltaba.
—Bueno, ¿y ahora a donde te diriges? —pregunto Pearl muy curioso.
—A decir verdad, no salgo mucho de mi casa y quería conocer un poco a las personas de por estos lugares, por eso me pare cuando los vi —confeso Platinum un poco más confiada.
—Pues, siempre estamos cada tercer día en este lugar para hacer nuestro show de comedia, por lo que mucha gente se congrega aquí cada mañana, cuando quieras puedes volver y reírte un rato…
La conversación fue interrumpida cuando el teléfono de Diamond comenzó a sonar, por lo que lo saco y verifico el número, cosa que lo sorprendió y decidió contestar en otra parte, dejando a Pearl y Platinum solos.
—Su show es bastante bueno —confeso Platinum.
—Oh gracias, realmente hacemos el mejor esfuerzo para sacar una risa, además de para pagar nuestras cosas —confeso Pearl orgullosamente.
—Se nota, aunque me sorprenden que tocaran el tema de las almas de humano y pokemon —Platinum puso su mano en la cintura — ¿Cómo es que saben tanto del tema?
—Bueno… solo sabemos lo básico sabes, pero mi padre investigaba bastante eso del alma y logro crear una asociación muy buena junto a su Dragonite, aunque él siempre quiso que se pudieran tener más pokemon y poder pelear con ellos.
—Pero se supone que si podemos hacerlo —comento confusa la chica.
—Así es, pero es demasiado peligroso, un golpe en falso y ¡bam! el alma de sale disparada, mi padre es muy fuerte, pero no quiere lastimar a nadie —Pearl suspiro y cerro los brazos —las peleas pokemon deben ser controladas, nunca sabríamos que es lo peor que podría pasar si alguien empezara a atacar a todos y dejarlos sin alma ¿no lo crees?
—Ti-tienes razón —afirmo Platinum demasiado intimidada por el rubio.
—Por cierto, si quieres conocer mucha gente, puedes ir al parte que esta al norte, es un sitio muy concurrido y podrás conocer a mucha gente —Pearl se acercó mucho a la chica, justo para susurrarle al oído —incluso puede que encuentres un buen pretendiente —le guiño el ojo a la chica.
—Gra-gracias por el consejo —Platinum se aparo del chico, sonrojándose un poco por la idea de Pearl.
—Volví, disculpen la tardanza —Diamond guardo su teléfono y volvió con los chicos.
—¿Quién era Diamond? —pregunto intrigado Pearl.
—Era Wally, aparénteme ya llego a Sinnoh antes que los demás, me dijo que se está hospedando en pueblo Amoraflor —Diamond le explico a su amigo, mientras que Platinum parecía estar bastante interesada en ello.
—Es raro que le ganara a Sapphire, pero bueno ¿iremos a visitarlo? —pregunto su amigo impacientemente, ignorando a Platinum.
—¿Te parece si vamos mañana?
—Me parece perfecto… rayos, olvidaba que Platy estaba aquí —Pearl volteo a ver a la chica —escucha, tenemos que irnos a preparar unas cosas para visitar a nuestro amigo.
—Ciertamente, disculpa que nos vallamos ahora, pero ciertamente, el tiempo apremia —Diamond saco un papel que tenía en su bolsillo y se lo dio a la chica —es mi número, llámame si necesitas algo en lo que te podamos ayudar.
—Gracias —Platinum sonrió y guardo el papel en su bolsillo.
—Bueno, nos vemos después niña, cuídate de los chicos de este lugar quieres —Pearl empezó a irse de lugar.
—Los chicos de jubileo aún son demasiado "jubiniles" —Diamond guiño el ojo, mientras que Platinum rio un poco y su amigo Pearl gritaba su nombre a lo lejos —nos vemos.
Diamond se despidió y fue hacia su amigo para seguirlo, mientras que Platinum los despedía.
—Vaya comediantes… aun te falta socializar mas Platinum, no puedes parecer una chica extraña cuando empieces —la voz en su cabeza le regaño por su poca experiencia.
—¿Crees que Pearl sepa algo? lo note bastante intrigado — pregunto Platinum, mientras caminaba hacia el norte.
—No lo creo, a pesar de que parezca bastante misterioso, seguramente solo está entrando en calor… será mejor que volvamos a casa y vayamos por Empoleon y el contenedor verde, si tardamos demasiado, perderemos la oportunidad…
Platinum entonces paro, se giró y se fue rápidamente a su casa, justamente para tomar sus herramientas e ir a empezar su misión.
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Había sido un largo viaje desde la región de Hoenn, por lo que Wally decidió descansar un largo tiempo en su habitación, durmiendo plácidamente junto a su teléfono el cual parecía que había sido usado últimamente.
Un ruido muy fuerte se escuchó cerca de la habitación del chico, cosas que hiso despertar al peliverde rápidamente.
—¡Largo de aquí maldita rata! —se escuchó fuera de la habitación.
Sin titubear, Wally salió de la habitación para saber que estaba pasando, encontrándose un Pikachu muy asustando, corriendo de un cocinero que empuñaba un cuchillo con una gran cara de furia.
—¡No volverás a robar comida maldita rata! —grito furioso el cocinero acorralando al pokemon.
—¡Espera! —grito Wally, corriendo en auxilio del pokemon —¿Qué quiere hacerle a este pokemon?
—Ese maldito se comió la mitad de mis bayas oran, las necesitaba para elaborar mi platillo.
—Acaso eso le da razón para asustar a este pobre pokemon —el chico tomo al pokemon entre sus brazos —pobre criatura, está asustado y tiene hambre… ningún pokemon merece que se le asuste de esa manera, además, recuerde que al lastimarlo, lastima a la persona con la que comparte su alma.
—Bueno, tienes razón, pero ¿quién pagara por este afano? —reclamo el cocinero, calmándose un poco.
—Mire, ¿cuánto es de las bayas que el Pikachu comió? yo le pagare hasta el último centavo —el chico tomo su cartera.
—Son $50.
—Aquí los tiene —Wally saco el dinero y procedió a dárselo —por favor, no vuelva a asustar a pokemon de esa manera, nunca será justificada usar violencia contra ellos.
El cocinero simplemente tomo el dinero y se dirigió de nuevo a la cocina, mientras que Wally guardo su cartera y volvió a su habitación junto al Pikachu.
—No te preocupes amiguito, aquí estarás a salvo, déjame darte algo de comer —Wally dejo al Pikachu en su cama y tomo su mochila, sacando 3 bayas sitrus, para posteriormente dárselas al pokemon —directamente de la región de Hoenn, disfrútalas.
El Pikachu tomo una y empezó a comerla con mucha confianza, cosa que sorprendió a Wally, sonriendo por el acto de ver al pokemon, entonces se levantó y tomo una esfera transparente de color verde, con un curioso dragon dentro de él.
—No te preocupes Flygon, tengo otras bayas para ti, no te quedaras sin comer —Wally le sonrió a su pokemon y decidió ponerlo en su pantalón, para después voltear y ver que el Pikachu ya se había comido las tres bayas —comes bastante rápido pequeño, te podría hacer daño.
Wally se sentó en la cama y comenzó a acariciar al pokemon, el cual reacciono cerrando los ojos y acercándose a él.
—No entiendo que hace un pokemon tan grácil como tú, solo por estos lugares, ¿dónde está tu amigo humano? —pregunto de manera muy inocente.
El pokemon entonces se levantó y se dirigió hacia el mapa que estaba colgado en su pared, mientras ponía sus pequeños dedos en una ubicación específica, el campo de flores cerca del pueblo.
—Así que de ahí vienes… no quiero que te metas en problemas, te llevare hasta ese lugar —Wally tomo su mochila y abrió la puerta —vamos amigo, antes de que se haga tarde.
El Pikachu sonrió de felicidad y salió corriendo se la habitación, siendo seguido por Wally, quien le indicaba que tuviera cuidado para que no se lastimara.
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Platinum finalmente estaba lista, estaba vestida con ropa casual, blusa negra y falda rosa, con su particular gorro blanco y una bufanda roja, portando un bolso amarillo con dos esferas, una esfera roja donde tenía a su Empoleon, y un contenedor verde vacío, mientras se veía en el espejo de su tétrica habitación.
—No tienes de que preocuparte querida, el idiota cayo en la trampa, será un combate muy simple ¿estas lista? —la voz le pregunto a la chica.
—Estoy un poco nerviosa, mucho más que antes —expreso un poco asustada Platinum.
—No te preocupes, al principio es difícil, pero después te acostumbras y es fácil seguir —la voz trato de convencer a Platinum de lo que estaba a punto de hacer.
—¿Ya lo has hecho? —pregunto un poco intrigada.
—Si… al principio, siempre tienes las típicas peleas morales internas, pero después entiendes un poco como es este juego, el juego de la vida, el Typhosion matando a un Furret, un Pidgeot a un Magikarp o un Charizard a un Tyranitar… la naturaleza de la vida es matar o morir.
Platinum solo pudo asustarse un poco por la voz, tragando saliva.
—Pero no te preocupes, tu vieja amiga está aquí para ayudarte, tienes el poder de poner este mundo en tus pies, puedo sentirlo, ahora, solo ve y has el trabajo por el cual has nacido.
Platinum simplemente cerró los ojos y corrió hacia la salida de su casa, abriendo la puerta y suspirando para que esto terminara pronto, mientras comenzaba a correr en rumbo al norte, hacia el pueblo Aromaflor.
