"Tu Cariño…Mi Condena"

Prólogo

Mi historia es un tanto difícil de contar, podría decir que a pesar de haberme leído la mayor parte de los libros de la inmensa biblioteca del colegio no creo contar con el léxico necesario para plasmar con palabras mi dolor, aquel dolor que me condena y al cual no le veo final; pues aquel que podría ser mi salvador ahora es mi verdugo, mi sombra; una sombra que me acompaña durante el día… pero a pesar de llegar la noche no desaparece.

En mis sueños está presente, pues no sólo su presencia proporciona sufrimiento, si no también su recuerdo atormenta mi existencia.

Próximamente se cumplirá un año de estar a su lado, si dijera que se cumple un año de martirio no sería sincera, pues no todo el tiempo este sentimiento de desdicha a sido mi silencioso acompañante.

¿Cómo describir esta nostalgia que me persigue sin importar la hora o el lugar?

Es como tener una conciencia ajena incrustada en mi mente, la cual se encarga de recordarme que debo alejarme de la felicidad y las distracciones para entregarme a un mar constituido principalmente por lágrimas cuyo fondo es tan profundo como mi pena y su color tan oscuro como mi agonía.

Un dolor casi delirante será el protagonista de mi historia, aquel que me lleva a considerar el suicidio como un consuelo; este pensamiento a veces mata el dolor momentáneamente, más al darme cuenta que ni el suicidio mata el dolor racional todo vuelve. ¿Para que aniquilar la carne si es el alma la que se desgarra?

Más sin embargo sólo ustedes deben ser testigos de mi tortura; sólo ustedes verán mi malestar perpetuo… mi perdición antes de que me consuma desde las entrañas hasta terminar de roer cada partícula de mi ser.

Hace aproximadamente un año con tres meses un sentimiento surgió en mi interior, un sentimiento del cual se deriva todo, un sentimiento que se ha bautizado como "amor", el que para unos representa felicidad y para otros sufrimiento, pero en ese entonces para mi representaba esperanza, más sin embargo era un amor para mí casi inalcanzable.

Draco Malfoy, aquel chico tan frió como el tono de sus ojos, al que en mi vida sólo le había dirigido la palabra para mantener discusiones, era el que me hacía sentir una emoción casi palpable y con el cual no podía encontrar ni una sola similitud, más curiosamente, cierto día terminada ya la guerra comenzamos a hablar de una manera que ni en mis mejores sueños se habría presentado…

¿Mi nombre? A estas alturas no estoy segura de que sea muy importante, pero lo daré como un dato indispensable para la compresión de esta historia.

Hermione Granger ese es mi nombre y este que les presento, es el inicio de mi presente, el cual marcaría mi futuro por siempre…