Capítulo 1: El inicio
Sólo el graznido del cuervo se escuchaba en la lejanía. Sobre las antiguas sepulturas del cementerio repercutía sin cesar aquel fantasmagórico sonido haciendo que el paisaje fuera, si cabe, aún más terrorífico.
Nymphadora Tonks no tenía ni la más remota idea de dónde podía hallarse. Lo único que recordaba con claridad era que ese día se había acostado temprano tras haber tenido una dura jornada de trabajo en la oficina de aurores. Después, había escuchado que la puerta de su habitación se abría con precipitación y que, por ella, habían entrado tres sujetos enmascarados con túnicas negras de Mortífagos.
Tonks intentó coger su varita, pero era demasiado tarde... Uno de ellos le había lanzado ya la maldición Desmaius.
Tras haber permanecido inconsciente durante varias horas, Tonks veía como era arrastrada de los brazos por dos de sus secuestradores, mientras que el tercero iba delante de ellos indicando, al parecer, el camino correcto a seguir.
Tonks entornó los ojos y bajó la cabeza para que no descubrieran que había despertado.
Conforme iban avanzando por el sinuoso cementerio, la silueta de una imponente y tétrica mansión se fue alzando por encima de las altas lápidas. Parecía tener cientos de años, la pintura se estaba levantando y la maleza crecía sobre la fachada por doquier. La imagen era completada por grandes manchas de humedad y numerosas grietas que se unían entre sí...
Parecía como si la casa se fuera a derrumbar en cualquier momento.
Los Mortífagos la condujeron hacia el interior de la mansión.
A la izquierda había un polvoriento reloj de pie llenó de telarañas; Tonks no se explicaba como podía funcionar aún. En frente de ella se alzaban unas escaleras.
Mientras era llevada por los Mortífagos, pudo ver que las paredes estaban repletas de cuadros, pero a diferencia de los que había visto hasta entonces, éstos no mostraban ningún tipo movimiento. Sus ocupantes estaban completamente quietos en el lienzo... Por lo tanto, eso dejaba ver que aquella misteriosa mansión era de origen muggle o al menos en un principio lo fue.
A medida que iban subiendo se iba advirtiendo el final de la escalera. Cuando llegaron, el Mortífago que iba delante, abrió la puerta de una habitación que se hallaba delante de ellos y tras hacer una reverencia se hizo a un lado para que pudieran entrar los demás.
Finalmente, Tonks se encontró en una gran habitación, tan sucia y polvorienta como el resto de la casa, en cuyo extremo había una chimenea encendida y delante de ella un sillón que le daba la espalda a las ardientes ascuas. La joven no conseguía distinguir quien estaba sentado en el asiento, ya que al estar de espaldas a la chimenea su rostro quedaba en penumbra, al igual que el de los otros congregados en la sala.
Los dos Mortífagos la soltaron de los brazos haciendo que cayera de bruces contra el suelo
-Ya tenía ganas de conocerte, Tonks...- susurro una voz silbante desde el sillón- Es así como te gusta que te llamen, ¿no?
-¿Quién es usted?- preguntó ella a la Voz, mientras intentaba incorporarse-. ¿Cómo sabe mi nombre?
-Sé mucho más que eso- alegó la misteriosa voz-. Por ejemplo, sé que eres metamorfomaga, auror... y, recientemente, miembro en activo de la Orden del fénix al servicio de Dumbledore. Hace tiempo que te llevo siguiendo la pista.
-¿Qué es lo que quiere de mí?
-Quiero que te unas a nosotros, Tonks. Tu gran talento, tu trabajo en el ministerio e implicación en la Orden nos puede ser de gran ayuda...
El pánico se fue adueñando de ella.
La absurda sospecha que había ido fraguando en su cabeza desde que estaba en aquella habitación se hizo ahora con el control total de la realidad.
Aquel ser no podía ser ÉL...
No podía serlo...
Estaba soñando, tenía que ser eso...
Todo lo que estaba viviendo era una delirante pesadilla...
Ahora sólo tenía que despertarse...
-Esto no es ninguna pesadilla, al menos no una en la que puedas estar dormida- dijo el mago más tenebroso de todos los tiempos, mientras le leía la mente a la asustada muchacha-. Tú decides, Tonks. ¿Lo haces por la buenas... o por las malas?
-¡Jamás me uniré a ti!- inquirió Tonks con todo el valor que le quedaba en su interior- ¡Podrás torturarme cuantas veces quieras, pero nunca conseguirás que salga un sí de mi boca!
Voldemort profirió una estruendosa carcajada
-Ya sé que tú no funcionas así. Ni en mil años conseguiré nada de lo que quiero torturándote, eres una buena Hufflepuff... Justa y leal. Pero aún así los Hufflepuff tenéis vuestro pequeño talón de Aquiles.
Tonks permanecía inmóvil en el piso... No tenía ni la más remota idea de a qué se estaba refiriendo.
-Tengo entendido que tus padres viven en una pequeña casa de campo a las afueras de Londres. ¿Qué te parece si les torturamos a ellos?
Tonks se tapó horrorizada la cara con ambas manos y sollozó aterrada...
¿Por qué no se despertaba?
Al ir pasando el tiempo, Tonks se empezó a dar cuenta de que no le quedaba otra opción que la de aceptar la propuesta del Señor Oscuro si quería volver a ver con vida a su familia.
Ya no había vuelta de hoja. Estaba atrapada en su juego.
-Si aceptas, te daré mi palabra incondicional de que tu familia no sufrirá ningún daño- repuso Voldemort con astucia minando la poca fortaleza que le quedaba-. ¿Y bien?- inquirió impaciente- ¿Aceptas... o no?
-... Os serviré en todo lo que me pidáis...
Tonks se odiaba a si misma. Había llegado a convertirse en lo que por tantos años había jurado destruir. Ya nunca podría volver a mirarse al espejo con su uniforme de auror y sentirse orgullosa de ser quien era.
-Con el tiempo te darás cuenta de que has hecho lo correcto.
El Señor Oscuro se levantó de su asiento y se dirigió a un Mortífago que había a su espalda:
-Tatuadla la Marca tenebrosa.
N/A: ¿Qué os ha parecido? Este FF se me ocurrió cuando vi en internet una teoría que acusaba a Tonks de ser Mortífaga (yo lo dudo) y fue en ese preciso instante cuando se me ocurrió esta trama. Espero vuestros comentarios al respecto :D
Un saludo todos:
Sisa Lupin
