Los rayos del sol entraron por las rendijas de la tienda en la que dos cuerpos descansaban.

Gilgamesh, Rey de reyes, se estremeció y abrió los ojos, una suave mata de cabello verdoso fue lo primero que sus ojos se encontraron.

Una pequeña sonrisa adornó su rostro mientras enterraba su rostro en el sedoso cabello aspirando el suave aroma a bosque, sándalo y un imperceptible toque de jazmín que lo impregnaba.

Recuerdos desfilaron por la mente del rubio de ojos rubí, como se habían conocido Enkidu y el. Su sonrisa se ensanchó al recordar esa pelea, por primera vez en mucho tiempo se había sentido vivo, eufórico… Enkidu se había convertido en su primer amigo, sin embargo, ambos se habían ido acercando cada vez más…. Al principio habían sido pequeños roces, luego súbitos abrazos por parte del dulce peliverde, una noche, un suave beso, un abrazo, fogosas y apasionadas caricias que continuaron entre las confortables sabanas del lecho del rey, susurros de amor puro que cambiaron a sensuales gemidos de placer cuando Enkidu le permitió la entrada en su cálido interior, uniendo sus cuerpos en uno solo.

Los jadeos y gemidos resonaron aquella noche en el castillo, seguidos de un grito de puro placer cuando ambos llegaron al clímax.

Desde entonces, su vínculo se había vuelto más fuerte y duradero….

Un movimiento lento lo saco de sus ensoñaciones, Enkidu se desperezó abriendo sus ojos verdes, antes de sonreírle.

-Buenos días- ronroneó

-Has dormido bien?- Le preguntó Gilgamesh con dulzura acariciándole una mejilla

Una sonrisa zorruna se extendió por el rostro de Enkidu quien se restregó contra la palma, antes de ponerse sobre el.

-Sí-contestó el poniendo sus manos en su pecho- y estoy de muy buen humor…-

Una risita por parte del rubio fue lo que dio fin a la conversación e inicio a los besos, sin perder tiempo gilgamesh cambió las tronas colocándose sobre el cuerpo de Enkidu.

-Gilgamesh- susurraba enkidu cuando su cuello se vio atacados por los diestros labios del otro - Gilgamesh….Perdoname- fue lo último que le oyó susurrar.

Archer abrió los ojos, mientras que una sonrisa triste se esbozaba en su rostro, estaba en el mundo humano, en la Cuarta guerra del Grial y no en su hogar ni en brazos de su único amigo y primer amor.

Su mirada descendió hasta su brazo, donde su Noble Phantasm, Enkidu, se hallaba enroscado. Archer acarició los cálidos, debido al contacto con su piel, eslabones de la cadena, una solitaria lagrima de añoranza salió de sus ojos. El era el Rey de Reyes, a quien todos los tesoros pertenecían, no respondía ante nadie. El era un semidiós, y el guerrero más poderoso, sin embargo, por mucho que tuviera la cadena forjada con el alma de su mejor amigo, no era suficiente…..

La sonrisa triste se convirtió en una que prometía las mayores maldades y traiciones cuando una idea se formo en su mente.

-El Grial puede conceder cualquier deseo, no?- susurró en voz baja sin despegar la vista de su amada cadena- Jejejeje… Cualquier cosa….-

Archer se levantó y guardó su cadena, o si, iba a recuperar a su amigo y si por el camino rodaban cabezas de Servants y Masters, poco le importaba, el solo quería a Enkidu de vuelta…. y ni siquiera su Master iba a impedírselo.

Cortito capi de este two-shot, la verdad esta parea se me hacía demasiado cuca, y no hay mucho fic de Gilgamesh, así que mi loca cabeza urdió esto.

Dejad reviews si quereis ver el segundo One shot!