Bueno aquí comienzo con mi primera historia para este gran fandom.

Cabe recalcar que no me pertenece La legenda de Zelda ni ninguno de sus personajes.

Advertencias: Será una historia que se centra en Ocs principalmente así que si no les gusta les recomiendo que no la lean. Segundo va a tener mención o bueno una ligera parte de Link x Ilia y se que a muchos no les gusta así que también tengan en cuenta eso. Por último trato de apegarme a los eventos de la línea del tiempo y todos esos asuntos pero habrán cosas que tal vez no concuerden, perdón por eso c; .

Bueno sin más les dejó leer n.n


Una historia que se contará hasta el fin de los tiempos, llevada en el soplido del viento, pasando de generación en generación, esta es la historia del regalo que le dieron sus criaturas a tres diosas en discordia.


Pocos meses después de que el héroe del tiempo derrotara al Señor de las Tinieblas, Ganondorf, en Hyrule reinaba la paz. El crepúsculo al fin había desaparecido por completo dándole tranquilidad a los habitantes del reino, especialmente a los comerciantes y otros trabajadores de la ciudadela que habían estado inquietos al escuchar rumores de que el mal estaba en el trono. Pero ya no había de qué preocuparse, el ver pasar a la princesa escoltada por la guardia real hacia el castillo hacía que todos los problemas quedaran en el pasado. Su cálida sonrisa llenaba de paz y felicidad hasta el anciano más gruñón.

Pero no había tiempo que perder, cada quien siguió en su labor después de la pequeña distracción pues el ambiente de fiesta estaba en el aire. Y no podía ser para menos dado que faltaban pocas horas para la coronación de la princesa donde al fin obtendría su título de Reina.

Los últimos arreglos se estaban terminando en la castillo que se veía radiante después de las reparaciones que se habían hecho tras los daños sufridos en los acontecimientos pasados.

El acto solemne se llevó a cabo a la perfección después de presentarse formalmente como reina ante sus súbditos, un gran banquete tuvo lugar en el salón principal. Zelda saludó y conversó con la mayoría de invitados con los que se topaba mientras buscaba a una sola persona. Tantos eran los invitados que no podía llevar a cabo su tarea con facilidad. Subió hasta uno de los balcones que se encontraba en la misma sala para tener una mejor vista del lugar y sin duda halló a la persona con la que quería hablar.

Ahí se encontraba Link junto al alcalde de la ciudad de Ordon y su hija, Ilia que ahora era la esposa del héroe. Su boda la habían realizado en el manantial de Latoan, frente al espíritu de luz como era costumbre en la región. La ceremonia fue pequeña pero cálida, al menos así lo había escuchado ya que a su pesar, no pudo asistir debido a sus deberes reales. Los tres observados se encontraban muy alegres disfrutando de la buena comida y el ambiente. Llevaban trajes típicos pero formales de su región por lo que al bajar del balcón no tuvo problema en volverlos a encontrar.

-Me alegra plenamente saber que la están pasando bien- dijo, con la formalidad que la caracterizaba, la hyliana al encontrarse con los tres invitados que buscaba.

Los tres mencionados hicieron una ligera venia de respeto ante la reina.

-Es un placer para nosotros estar en su presencia su majestad- dijo el mayor de todos.

-El placer es mío señor Bo y debo agradecerle el regalo que nos ha dado. No hay mejor comida que la que provenga de Ordon- le agradeció Zelda - Por cierto, ¿cómo están las cosas por allá?

-Pues está muy tranquilo si podemos decirlo así, aunque recientemente ha comenzado a llegar gente al pueblo- dijo la chica entre risas -bueno ya sabe que el asunto del héroe ha atraído a muchas personas-

-Sí, espero no armen mucho alboroto, después de todo solo quiero descansar- dijo el héroe algo avergonzado por su reciente fama mientras rascaba ligeramente su cabeza.

-Espero que no, mereces un gran descanso después de todo lo que haz hecho por nosotros- le dijo la reina mientras su risa acompañaba la de los otros.

-Permítanme un momento con Link pues debo tratar un asunto de suma importancia- dijo con seriedad mientras su mirada se fijaba en él.

Zelda salió del salón con Link siguiéndola por detrás mientras recorrían el pasillo, bajaron unas largas escaleras.

-Es muy linda tu esposa. ¿Es aquella la misma muchacha que intentabas rescatar?- más que una pregunta, era más comprobar lo que ya sabía.

-Sí es ella- dijo Link con una sonrisa en el rostro porque a pesar que su amada estuvo en peligro, ahora estaban juntos y él la protegería de cualquier mal.

-Se nota que la amas mucho, y ella a ti- dijo la reina mientras seguían en su camino.

-Así es- dijo mientras miraba a la reina con seguridad en los ojos.

Zelda quedó un poco sorprendida al ver los ojos del muchacho, demostraban valentía y coraje. Una sonrisa se formó en sus labios antes de exclamar:

-¡Realmente estas bendecido por las diosas!- dijo mientras ponía una mano sobre su hombro.


Al llegar a una habitación que tenía la puerta adornada de varios símbolos hylianos y metales fundidos se detuvieron antes de entrar. Zelda cerró los ojos, frotaba sus manos entre si y frunció un poco el entrecejo, como de alguna manera buscando una forma de liberar sus palabras. Link lo notó e iba a preguntarle pero ella lo interrumpió hablando rápidamente.

-Link, verás, la razón por la que te pedí que me acompañaras es ... yo... he tenido un sueño. Un sueño donde vi a una hermosa mujer de cabellos de fuego volando en el cielo, ella me habló sin embargo no pude comprenderla. Al final ella me entregó unas llamas rojas pero al tocarlas, quemé mis manos- Zelda se viró para esta vez ella enfrentar al joven con su mirada, este estaba muy concentrado y desconcertado escuchándola- Cuando desperté estuve segura que la mujer que vi en mis sueños era Din, la diosa del poder. Y cuando vine a este lugar a orar para encontrar sentido a mis sueños ... encontré esto-

La ahora reina abrió la puerta y reveló una sala donde se encontraba una pequeña piscina de agua alimentada por un manantial subterráneo. La sala estaba llena de símbolos, esculturas y otros adornos que hacían referencia a la trifuerza. Pero no era la hermosura de la habitación lo que sorprendió a Link, no, fueron unas llamas de un color rojo intenso que se encontraba en la mitad del agua, debajo de un cuadro donde en hyliano antiguo decía "Din".

El héroe se volteo a ver a Zelda, que se encontraba cerca de la puerta, como pidiendo un explicación. Ella se acercó a él mientras observaba el fuego y su mirada se perdía en él.

-Estoy más que segura que esas llamas contienen la trifuerza del poder- Link iba a decir algo pero la reina siguió rápidamente- Solo quienes tienen gran afinidad a la fuerza pueden tomarlo y estoy segura que tu puedes.

-Yo...espera, no podría ... además no soy digno de ese honor- le dijo el joven lentamente.

-¡Link!- le reclamo mirándolo con asombro - No hay nadie más digno que tú para hacer esto. Además…-

-¿Además?- preguntó el hyliano intrigado.

-También tuve otro sueño- le dijo sin titubear - Pero este lo tuve una sola vez y fue tan corto que no puedo recordarlo tan bien. Lo que recuerdo es ver una silueta, la de un hombre, y las tres diosas estaban a su lado-

Hizo una pausa antes de continuar.

-Yo creo que la silueta de aquel hombre era tu silueta. Y además creo que las diosas te han escogido como guardían para que guardes los tres grandes poderes que nos han otorgado en Hyrule-

Link se mantuvo indeciso antes de acercarse lentamente al estanque. Se inclinó ligeramente y acerco su mano al fuego. Fue una sorpresa para él notar que a pesar del gran calor su mano permanecía intacta. Las llamas envolvieron su mano y sintió una fuerza llenar su cuerpo con tal intensidad que tuvo que cerrar los ojos. Cuando los abrió pude observar que las llamas habían desaparecido y en su mano dos partes de la trifuerza brillaban.

Zelda, que ahora se encontraba a lado de Link, tomó su mano entre las suyas.

-Estoy segura que esto es lo que las diosas quieren. Siempre a surgido problemas, incluso guerras por obtener estos poderes pero ahora al fin hay alguien capaz de guardarlos y proteger la paz de este reino-En ese momento las manos de Zelda y la de Link brillaron y el joven supo lo que estaba sucediendo. Una sensación similar a la interior lo inundó. La trifuerza completa ahora estaba en su mano.

-Protégela y protégenos a nosotros también- le dijo soltando sus mano.