Hola! y antes de comenzar sé que algunos me van a matar por crear historias continuamente, pero no lo puedo evitar, ¡me encanta escribir!. Este fic es un nuevo crossover que quise escribir como fan de Star Wars y de Naruto que soy, básicamente tiene lugar antes del juego "Star Wars caballeros de la antigua república" que jugué hace mucho tiempo. Como siempre quise saber como había sido la historia de las guerras mandalorianas les traigo esta historia, espero que le puedan dar una oportunidad a ver que tal esta.

Disclaimer: Los personajes de Naruto y de Star Wars no me pertenecen.

Aclaraciones del fic:

-Hablando, situaciones u objetos llamativos

-Pensando, frases del pasado de cada personaje

Capítulo 1 : Di'kutla

-¡Era trabajo en equipo! -exclamó Kakashi con enfado. Sakura lo observó sintiéndose una tonta.

-¿Qué? ¿quería que los tres...?

-¡Exacto! ¡Sakura, tú estabas tan obsesionada con Sasuke que mi débil genjutsu fue suficiente para atraparte! -indicó y la chica se mantuvo cabizbaja- ¡Sasuke tú te crees el mejor de todos, tu arrogancia nunca te convertirá en un gennin! -exclamó mientras el Uchiha gruñía furiosamente y Naruto reía disimuladamente burlándose del pelinegro- ¡y tú Naruto haz hecho todo solo mientras caías una y otra vez en todas mis trampas! -el rubio lo observó boquiabierto, había acertado en todas sus palabras, jamás se convertiría en Hokage atado a un poste.

Recordó todo su pasado en un instante, esos momentos en cuando era pequeño y pintaba toda la aldea sólo para llamar la atención. En la Academia, cuando su única meta era ser mejor que Sasuke Uchiha, derrotarlo en su propio juego, conseguir toda la atención que las chicas le daban y que el pelinegro lo reconociera como su igual.

-Bien, les daré otra oportunidad -comentó Kakashi y los tres elevaron su ánimo al oír aquello- Pero si fallan nunca serán ninjas, ahora coman sus almuerzos -indicó y se marchó de un salto.

Tanto Sakura como Sasuke disfrutaron en silencio sus almuerzos luego de horas sin comer. A Naruto le hacía ruido el estómago pero no dijo nada, sabía que para ser un ninja pasar un poco de hambre no era nada.

-Hum, toma -ofreció el Uchiha extendiendo el almuerzo con su mano derecha hacia el rubio, el chico lo miró sorprendido- no te confundas, si debemos trabajar en equipo te necesito fuerte, caso contrario me estorbarías -explicó y el Uzumaki comprendió la verdadera intención del Uchiha.

-Sasuke-kun... ¡Come! -ordenó Sakura mientras también le ofrecía su almuerzo a Naruto.

No podía creerlo, la chica que siempre admiró y la cual siempre lo trató de mala manera ahora le ofrecía su comida. Debía ser una broma, tenía que serlo y no caería en ella.

-¿Creen que soy un idiota? ¡No necesito su ayuda! ¡puedo destrozarte aquí y ahora Uchiha teme! -exclamó furioso, la forma en que lo hizo asustó a Sakura y un tanto a Sasuke.

-¡No te comportes como un dobe Naruto! ¿Te crees un digno rival para mi sharingan? -preguntó furioso desenfundando su kunai, lo colocó cerca de su garganta mientras sus ojos adoptaban las características del kekkei genkai del clan Uchiha.

-¡Cobarde! ¡Si solo estuviera desatado yo...!

-Hum, eres solo un pequeño dobe. Siempre haz sido un perdedor estúpido que nunca pudo superarme en la Academia, me das pena Uzumaki, tus padres se deben estar revolcando en su tumba por tener un hijo tan patético -aquellas palabras eran como dagas que desgarraban el alma de Naruto, Sasuke había insultado a sus padres y ahora lo pagaría.

-¡Cállate! ¡Si vuelves a decir algo sobre mis padres... te mato! -exclamó y sus ojos cambiaron de forma, el tono azulado cambió a uno rojizo y la pupila se componía de una hendidura alargada que daba la apariencia de un animal. Las marcas en su rostro se hicieron más notorias y sus colmillos crecieron un poco. Un chakra rojo comenzó a controlar su cuerpo mientras Sasuke se vio impulsado hacia atrás por la nueva fuerza del rubio.

Sakura no podía creer lo que veía, nunca había visto a Naruto tan enfadado como en aquel momento. En cuanto al chakra rojo había oído un rumor de que el Uzumaki llevaba dentro suyo un demonio.

-¿¡Qué?! ¡El chakra rojo está quemando las cuerdas! -exclamó Sasuke refiriéndose a la atadura del rubio- ¿acaso será el...? -preguntó asustado mientras tomaba varios shuriken en sus manos- ¡es hora de que arregle este problema! -exclamó impulsando sus manos para lanzar sus armas y asesinar a Naruto, no le importaba la vida del muchacho sino probar su propia fuerza contra un biju.

-¡Sasuke cuidado! -exclamó una voz detrás de él tratando de advertirle, pero fue demasiado tarde. En un instante, el Uchiha permanecía en el suelo inmóvil con una pequeña columna de humo ascendiendo por su espalda- ¡Sakura lleva a Sasuke al refugio! -exclamó ayudando a la pelirosa a cargar al Uchiha.

-¿Qué está ocurriendo Kakashi-sensei? -preguntó la chica asustada mientras Naruto, ignorando lo ocurrido, mantenía su apariencia zorruna. El jounin le señaló la aldea a ambos.

A lo lejos pudieron ver una enorme nave flotando sobre toda la aldea y varias explosiones sucedidas una tras otra.

-¡Ve! -gritó y la chica, con gran dificultad, desapareció entre los árboles. Kakashi se acercó al rubio con rapidez- esto no debía ocurrir tan pronto, no puedo creer que ya estén aquí -comentaba mientras observaba la aldea ser destruida por la gran nave en el cielo.

-¿¡Vas a quedarte inmóvil como un baka?! ¡Sácame de aquí! -exclamó dejándose llevar por la ira del Kyubi, el jounin no le prestó la más mínima atención.

-Debo irme -anunció de repente causando que Naruto comenzara a retorcerse mientras las cuerdas eran quemadas lentamente por su chakra- y tú te quedarás aquí, no quiero que causes más alboroto -explicó y de un salto desapareció entre la espesura del bosque lindante.

-¡Maldición! ¡Kyubi dame más chakra debo...! -se detuvo, a lo lejos pudo notar que los arbustos se sacudían como si alguien los atravesara. Evidentemente, en un instante, cinco extraños personajes aparecieron cargando una especie de arma rara para el rubio.

La extraña apariencia de los recién llegados desconcertó totalmente al Uzumaki, llevaban una armadura similar de distinto color. Esta consistía en un traje uniforme negro ajustado a la piel, sobre el portaban un chaleco con hombreras de metal y protecciones para los brazos así como un pantalón de metal y unas botas del mismo material y color. En la cabeza usaban un casco redondo con visor en forma de "T". Los colores de cada individuo variaban, pasando desde negro hasta dorado, otros eran azules y el último restante era verde.

Naruto se mantuvo con la boca cerrada mientras su corazón latía con fuerza por la energía del Kyubi, lentamente se fueron aproximando al muchacho. Parecía que no le tenían miedo en absoluto.

-¿Gar lise jorhaa'ir? -aquello sonó como una pregunta inentendible para el rubio, uno de lo que parecían ser hombres se acercó a él tranquilamente. El mismo portaba una armadura negra ligeramente diferente a los demás

-¡No entiendo lo que dices! -exclamó furioso ignorando el peligro que le esperaba.

- Udesii, N'jurkad di'kutla -una vez más no entendió aquella expresión, pero sonaba ser agresiva, recordaría la última palabra para más tarde. Naruto supo que debía mantenerse calmado y no gritarle a aquel hombre que portaba armas tan extrañas- ¿Copaani gaan? -la última frase, por alguna extraña razón entendió que había sido una pregunta, negó con la cabeza desvaneciendo su modo Kyubi.

-¡Shae Vizla! -llamó una voz detrás del extraño, Naruto reconoció que "Shae Vizla" debía ser su nombre- ¡oya! -indicó uno de los soldados, el hombre sin darse media vuelta asintió, seguía observando con detenimiento al rubio.

-Disculpe pero ¿me entiende? -preguntó el rubio sin poder aguantar la curiosidad.

-Hai -respondió la voz detrás del casco. El muchacho se sintió aliviado al oír aquello.

-¿Su nombre es Shae verdad? -volvió a preguntar, una vez más hubo un asentimiento por respuesta.

-Me agradas muchacho, nadie nunca me elevó la voz -comentó el hombre sacándose el casco. Lo que vio Naruto a continuación lo dejó boquiabierto, no era un hombre sino una hermosa mujer. Sus cabellos eran pelirojos y le llegaban hasta la mitad de la espalda, tenía los ojos de color ámbar- Serías un magnífico soldado y un gran esposo, es una pena que seas solo un niño -afirmó la chica acercando su rostro aún más al del rubio. El muchacho se sonrojó furiosamente al oír la palabra "esposo".

-¿A qué te refieres con...? -se detuvo al ver la sonrisa de la joven muy cerca de él. Decidió reformular la pregunta- ¿Cu-cual es t-tu edad? -preguntó en extremo ruborizado.

-Solus resol -indicó la joven dejando perplejo nuevamente a Naruto- tengo 16 -aclaró besando los labios del rubio de improviso. Hubo ciertos murmullos por parte de los soldados. Nunca había sentido algo como aquello, era extraño pensar que una guerrera como ella que apenas lo conocía lo había besado, Naruto no le importó aquello y supo que estaba en el paraíso. Se separó de él con una sonrisa en su rostro.

-¿Q-Qu-Qué? -preguntó con nerviosismo. La chica rió dulcemente.

-Cuando pelees contra nosotros, no me contendré -indicó y Naruto abrió la boca sorprendido, había tanto que no comprendía- ¡Ib'tuur jatne tuur ash'ad kyr'amur, Re'turcye mhi! -exclamó mientras se ponía el casco, luego con su arma golpeó el cráneo del Uzumaki dejándolo inconsciente.


-¿Cómo estas Naruto? -preguntó una voz tranquila. El rubio sentía que su cabeza fuera a explotar.

-He estado mejor, ¿dónde estoy? -abrió los ojos lentamente para encontrarse sentado frente al Sandaime Hokage, Hiruzen Sarutobi.

-En mi casa, haz estado inconsciente un buen rato -indicó el anciano mientras fumaba una pipa. Naruto se rascó la zona del impacto tratando de recordar aquel extraño sueño- sé lo que estas pensando, pero no ha sido tu imaginación -anunció con seriedad el hombre. El rubio lo observó asustado.

-¡¿Nani?! ¿Qué ha ocurrido con Kakashi-sensei y los intrusos que...? -preguntó poniéndose de pie, pero el dolor lo obligó a sentarse nuevamente.

-Tranquilízate, ellos están bien. Hemos expulsado a los guerreros, por ahora -explicó Hiruzen tranquilizando completamente a Naruto- la aldea ha sufrido daños moderados, aunque lo más sorprendente para mi es ¿cómo sobreviviste a una patrulla?, tengo entendido que son bastante sanguinarios.

-Etto, no lo sé, pero una de ellos que parecía ser la líder me habló de que sería un buen esposo y luego me besó -narró el rubio sonrojado ante los recuerdos, el sandaime asentía levemente mientras oía la historia.

-Ya veo, un buen esposo y... ¿¡Te besó?! -exclamó tomándolo por los hombros con fuerza. El muchacho asintió sorprendido ante aquella reacción- no hay duda que tuviste suerte, no todos los Mandalorianos escogen a un extranjero como su siguiente esposo.

-¿Mandalo...? -preguntó confundido.

-Hai, los Mandalorianos son una raza de guerreros que buscan los mejores desafíos. Anteriormente, se mantuvieron neutrales pero ahora parece que somos el primer mundo atacado -comentaba algo preocupado Hiruzen. Naruto negó con la cabeza sin entender.

-No lo entiendo Hokage-sama -el anciano abrió la boca para explicarle en detalle cuando de las sombras emergió una figura.

-Deja que yo le explique Hiruzen, es algo natural tener curiosidad -explicó el hombre, Naruto se sorprendió al percatarse de que alguien se había mantenido en las sombras.

Observó la apariencia del hombre, tenía el cabello rubio corto y ojos azules. Llevaba puesta una chaqueta larga abierta de color marrón y decoraciones doradas sujeta por un cinto triple negro. Debajo de la chaqueta llevaba un collar dorado grueso y una remera de un color similar a la chaqueta y sobre ella tenía una armadura negra que llegaba hasta su cintura, sus pantalones eran del mismo color que la chaqueta y llevaba unas botas negras.

-¿Quién es usted? -preguntó con atención a la extraña vestimenta del hombre, el mismo sonrió.

-Mi nombre es Lucien Draay, sé que tienes dudas Naruto Uzumaki y serán respondidas en su debido tiempo -al rubio le sorprendió que aquel hombre tan extraño supiera su nombre, pero supuso que el Hokage debió habérselo dicho anteriormente- Hiruzen me ha comentado que tienes la fuerza en tu interior -explicó el hombre rubio dejando aún más confundido al Uzumaki.

-Creo que no habrá ningún inconveniente en que sea tu aprendiz, considerando el gran poder que tiene -indicó el Sandaime observando a Naruto con curiosidad. El hombre asintió.

-Su poder me abruma, es tan grande que no se compararía con el de dos Maestros Jedi completamente entrenados -aquello le pareció un elogio para el rubio pero una vez más no entendía nada, ¿un aprendiz de aquel hombre tan extraño? ¿a qué se refería con la fuerza? ¿acaso hay otros mundos?, tantos interrogantes eran demasiados para Naruto- generalmente la Orden no toma aprendices mayores de la edad requerida, pero creo que puede resultar una excepción -comentó Lucien confundiendo totalmente al rubio.

-Espero que la Orden permita que tengas dos aprendices -comentó con cierta esperanza Hiruzen- a propósito, ¿cómo se encuentra Bastila? me encantaría ver cuanto ha mejorado...

La conversación continuó, Naruto estaba perdido en sus propios pensamientos, tanto había ocurrido en tan poco tiempo. Si se tenía que ir con aquel extraño, debía averiguar para qué entrenaría.

-Disculpe señor, pero ¿qué entrenamiento haremos? -preguntó resignado. Lucien sonrió.

-¡Aprenderás a usar la fuerza muchacho! -exclamó y Hiruzen asintió sonriente.

(N/A según Star Wars Lucien Draay era un jedi que no tenía a su cargo a Bastila Shan, pero quise escribirlo así para esta historia)


Dio un último vistazo a su habitación, según el Hokage quizás no podría volver jamás a su casa. Observó su banda shinobi, según Lucien no podía llevar recuerdos de su lugar de origen, aunque no entendía el por qué solo se le respondió que se le explicaría todo con detalle más adelante.

Salió de su casa con lentitud, le costaba dejar Konoha sin despedirse de nadie, ni siquiera de su nuevo sensei. Era extraño lo rápido que cambiaría su estilo de vida por la guerra que, según comentó su nuevo Maestro, estaba próxima.

Caminó por la aldea, los edificios se encontraban casi destruidos por el ataque de los Mandalorianos y los escombros llenaban las calles. Había shinobis que buscaban entre las ruinas algún sobreviviente o simplemente trataban de limpiar el terreno. Naruto los observó con tristeza, había algunos cadáveres que yacían inertes por toda Konoha. Naruto se podía considerar con suerte: su casa había permanecido intacta.

Recorrió el trayecto en silencio hacia su destino, sabía que Lucien Draay lo esperaría en el campo de entrenamiento del equipo 7 para evitar llamar la atención. La tristeza lo invadió al abandonar la aldea, pero al llegar al campo se encontró extremadamente sorprendido al ver una nave de gran tamaño que se encontraba en el lugar. Junto a ella estaba su nuevo Maestro junto con Hiruzen Sarutobi.

-Me alegra que pudieras venir Naruto, hay tan poco tiempo... -indicó el Sandaime preocupado. Lucien asintió observando a su nuevo aprendiz.

-Tengo tantas preguntas Hokage-sama, ¿no podría...? -el Hokage se dio media vuelta para observar al hombre rubio.

-De acuerdo, en todo caso lleva algún tiempo preparar la nave para el despegue. Cuando termines sube -sugirió Lucien mientras subía por la rampa de la nave con diseño aerodinámico de color negro.

-Sé cual será tu primera pregunta, los Mandalorianos atacaron este mundo por encontrarse en el borde exterior. En este momento no contamos con la protección de la República y es por eso que fuimos un blanco fácil -explicó Sarutobi, Naruto lo escuchaba confundido.

-Pero ¿qué es la República? ¿y el borde exterior? -preguntaba rápidamente, tenía que aprovechar el momento de conseguir algunas respuestas.

-Es una larga historia y no contamos con el debido tiempo, pero te puedo aclarar que son los Jedi y la Fuerza -comentó Hiruzen, Naruto asintió resignado- bien, los Jedi son personajes de gran poder y sabiduría seguidores del Lado Luminoso, que pertenecen a una orden mística y monacal llamada la Orden Jedi. La Fuerza es lo que le da a los Jedi y a los Sith su poder; es un campo de energía metafísico y omnipresente creado por las cosas que existen, que impregna el universo y todo lo que hay en él, es la fuerza del universo y lo que mantiene unida la galaxia -explicó rápidamente el Sandaime, el rubio asentía sin comprender del todo la explicación.

-Entiendo, ¿y los Sith? -preguntó pero la nave comenzó a emitir un sonido fuerte, como de turbinas y comenzó a despedir aire y a sacudir las ramas de los árboles lindantes- ¡Hokage-sama! ¿Cómo es que sabe todo eso? -cuestionó con curiosidad, Sarutobi negó con la cabeza.

-¡En su momento lo sabrás! ¡ahora ve y hazte fuerte! ¡protege la galaxia! -exclamó el anciano debido al fuerte ruido que emitía la nave. De repente abrazó a Naruto para reconfortarlo- ¡Que la Fuerza te acompañe! -se despidió mientras Naruto dubitativo daba un salto para subir por la rampa y viajar al espacio.

El interior era sorprendente, la nave estaba formada por varios interruptores y botones con luces de diferentes colores que parpadeaban por cada segundo que pasaba. Había varias puertas que según Naruto supuso conducían a las habitaciones, observó un pasillo delante y decidió atravesarlo debido a que la rampa de entrada había subido totalmente y la nave estaba por despegar.

Caminó por él y llegó a la sala de control, la misma tenía dos asientos frente a la ventana de la nave y uno más apartado donde había una mesa conjunta. En una de las sillas se encontraba Lucien Draay activando diversos interruptores. Se volvió para observar al recién llegado con una sonrisa.

-Bienvenido Naruto, siéntete como en tu casa.

-A-Arigato-sensei -agradeció dirigiéndose al segundo asiento de la nave. Cuando estuvo a punto de sentarse sintió algo como una mano que tiraba de él hacia atrás.

-Lo lamento muchacho, esa es mi silla, tú puedes sentarte junto a la mesa -indicó una joven chica que aparentaba tener su misma edad. La sonriente joven tenía el cabello marrón corto atado en dos pequeñas colas a cada lado del cuello y unos ojos de color gris. Vestía algo así como una túnica que Lucien explicó que era una de las tantas que vestían los Jedis, es decir, algo así como la que poseía Draay pero sin armadura y de color naranja.

-Bastila, el usar la fuerza con un compañero no es lo correcto. Te puede llevar al...

-Al lado oscuro, lo sé. No te preocupes Lucien-sensei, solo estoy siendo amistosa con él -indicó la chica con una sonrisa. El hombre suspiró resignado- soy Bastila Shan y ¡seremos compañeros Naruto Uzumaki! -exclamó Bastila dándole la mano al rubio. El mismo asintió alegre y la chica se sentó en su lugar con aire renovado.

-Hay algo que todavía me queda pendiente, Lucien-sensei una Mandaloriana dijo una palabra algo llamativa -comentó Naruto mientras ambos Jedis controlaban con maestría la nave para que despegara.

-Dímela, no soy un experto en Mandaloriano pero creo que podré traducirla -respondió sin darse vuelta.

-Era algo así como di'kutya, di'kutma... -pronunció el rubio sin poder recordarla.

-Si te refieres a di'kutla significa "idiota" -comentó mientras Bastila reía a carcajadas.

La nave despegó dejando atrás Konoha y el mundo de los shinobis para dirigirse a su próximo destino: Coruscant. Los gritos de furia de Naruto fueron lo único que pudo oír Hiruzen Sarutobi antes de que despegaran.

Fin del primer capítulo, espero que, como dije al principio, le den una oportunidad ya que espero hacerlo interesante. Solo pido si pueden dejar sus review indicando sus críticas o si les gustó la trama.

Aclaro, acá dejo las traducciones del Mandaloriano, no fue inventado por mi sino que lo aprendí de varios sitios de internet.

¿Gar lise jorhaa'ir? : ¿Puedes hablar?

Udesii, N'jurkad di'kutla : Cálmate, no te metas conmigo idiota.

¿Copaani gaan? : ¿Necesitas ayuda?

Solus resol: 16

oya! : ¡Vamos a cazar!, tiene diversas traducciones entre otras.

¡Ib'tuur jatne tuur ash'ad kyr'amur, Re'turcye mhi! : ¡Hoy es un buen día para que alguien más muera, adiós! (en ese orden)