Ok, para quien lo dude... Gravitation no es mio! TT

Pairing: Toma/Shuichi

Pues eso mismo... por decisión unánime, yo y mi otro yo decidimos que no hay suficientes fics de esta pareja...

1.-No es suficiente teneralas para poder volar...

Esa mañana, Shuichi recibió la mejor noticia de toda su carrera.

Esta vez... esta vez Yuki no lo despreciaría. Ya no era un mocoso, ahora era mayor de edad y un idol reconocido en todo Japón. ¿Verdad? Shuichi llegó corriendo al departamento y se quitó presuroso los zapatos en la entrada. Los ojos le brillaban con anticipación y seguridad cuando se encontró con el rubio escritor en el pasillo.

- ¡Yuki¡Tengo entradas para la premiación de los music awards de Japón!

-Bien por ti

- Quiero que vengas conmigo¡Bad luck a sido nominado a mejor álbum del año! – Shuichi estaba feliz, no podía sentirse más orgulloso de sí mismo en ese momento. Esperaba que el escritor también se sintiera orgulloso de él. Pero...

-Te das cuenta de que eso no significa que tus letras ymúsica son buenas ¿verdad? – Yuki prendió un cigarrillo ignorando la tristeza que empezaba a aparecer en el rostro del pelirrosa – Todo el mundo sabe que no hace falta talento para ser un J-Pop Idol– exhalando el humo, su perfecto rostro no se volvió a mirarlo antes de irse hacia su recámara; dejándolo ahí a punto de llorar.

-Yuki...

La fiesta en el penthouse de NG records era fastuosa. Seguchi no había escatimado en gastos, siendo que la premiación de su mejor grupo era un evento importante para toda la industria de la música. Todo el mundo se encontraba ahí en ese momento, festejando al grupo número uno de todo Japón y al prodigioso líder de la banda, Shindo Shuichi.

Tohma se encontraba bebiendo el mejor sake que el dinero podía comprar. La fiesta estaba demasiado abarrotada para su gusto. Siempre se preguntaba¿por qué siempre existe aquel que trae a sus amigos y a los amigos de sus amigos? En fin, no era como si la comida y la bebida que había ordenado se fuera a acabar por cien o doscientas personas que se colaron...

Se sorprendió de encontrar a su primo bebiendo sonriente en compañía de un grupo de muchachas que parecían ser fans... al parecer él también se encontraba de humor como para festejar esa noche. El único que no se había presentado en toda la noche había sido un rubio escritor. Por experiencia propia, podía asegurar que Shuichi debía estar bebiendo deprimido en alguna esquina de la fiesta. Había pasado por lo mismo cuando Mika no se presentó a la celebración de su quinto disco de platino un par de años atrás, cuando Nittle Grasper sacó su último álbum... cuando aún estaba casado con ella... Quizá eso de ignorar a su pareja era algo de familia.

Recorrió el lugar con la vista esperando encontrar un ovillo rosado en algún rincón. Pero no tuvo éxito. Terminó de beber el resto de su sake y se retiró cortésmente de la mesa de la directiva. El leve mareo que sintió al levantarse le confirmó que ya había tomado suficiente por esa noche. Se dirigió de inmediato hacia las escaleras de emergencia. Hizo una señal de "no le digas a nadie" sonriéndole a una mesera que se sorprendió de verlo cerca del área de servicio. Subió las escaleras aflojando un poco su corbata, sintiendo el fresco de la noche al abrir la puerta de la azotea.

El murmullo de una canción en el aire le hizo buscar por su dueño. Se encontró con Shuichi Shindo apoyado en el borde de una de las esquinas de la terraza, aparentemente concentrado en el abismo que ofrecían los 52 pisos de NG records. Una risa anormal escapó de sus labios, transformándose repentinamente en sollozos... y después en un amargo llanto que apenas duró un par de minutos.

El pelirrosa se limpió torpemente los ojos con la manga del costoso traje versacce, el cual había comprado especialmente para esa ocasión. Creyó que a Yuki le gustaría. Pero el rubio no se había molestado en darle una segunda mirada cuando le rogó que lo acompañara a la premiación por última vez.

El trofeo que había recibido esa noche aún estaba entre sus manos. Se trataba de una brillante estatuilla de cristal. Shuichi no podía distinguir rostro alguno en la figura, pero de algo estaba seguro. Tenía alas.

Y tenía su nombre en la base. Por alguna extraña razón, lo soltó por el borde de la terraza. Se dio cuenta de que estaba teniendo pensamientos desquiciados cuando por un segundo esperó que la figura volara. ¿Tenía alas no? No era un pensamiento tan loco...el sonido de la figurilla haciéndose añicos contra el piso del callejón hizo eco, regresándolo a la realidad.

Un sollozo y un gemido salieron desde su garganta. Se tapó los ojos con ambas manos. ¿Por qué tenía que doler tanto? Nunca en sus 22 años se había sentido tan despreciado como se sentía en ese momento. Irónicamente era la noche en que millones de personas habían expresado su admiración por él. "Shindo Shuichi, compositor y genio musical" había dicho el presentador al momento de felicitarlos por el premio, mientras la multitud aplaudía y el regocijo general le ensordecía los oídos.

No se dio cuenta de en qué momento se había sentado al borde de la azotea, con los pies colgando hacia el vacío. Volvió a concentrarse en la profundidad que se hallaba ahora bajo sus pies. Si se impulsaba un poco... ¿volaría¿o se haría añicos como la figura alada de cristal que llevaba su nombre? Shuichi cerró los ojos una vez más. Concentrándose en el recuerdo del público gritando por él y el de su grupo, aclamándolo... Abrió los brazos en toda su extensión, sintiendo el viento que subía furioso paralelo a la pared. En sus oídos sólo deseaba escuchar los aplausos. Los gritos de emoción. La agitada multitud que no dejaba de vociferar cuanto lo amaba...

Brillar no le había servido de nada... Ahora quería volar... volar lejos de todo... de todos... de Yuki... hacia Yuki... no... lejos de Yuki... eso es...

Empezó a inclinar su cuerpo hacia el frente. El murmullo y los aplausos aún en sus oídos...ahora, más fuerte que nunca...

No se esperaba que un par de brazos fuertes rodearan su cintura y lo jalaran de vuelta hacia atrás. En cuanto su cuerpo golpeó el piso de la azotea Shuichi comenzó a llorar descontrolado. Intentó levantarse de nuevo con desesperación para correr hacia el borde nuevamente. Pero el par de brazos no lo soltaba. Se movió salvajemente, tratando por todos los medios de soltarse mientras gritaba y seguía llorando. Después de un par de minutos de fiero forcejeo, cayó rendido contra el suelo sin dejar de llorar.

Una bofetada en su rostro le hizo abrir los ojos y regresar a la realidad. Las lágrimas aún resbalando por sus mejillas. Frente a él se hallaba el hombre más poderoso que conocía. Espléndido e inmortal como solo él lo era. Con la ropa y el pelo desordenados por el forcejeo...

- Tohma...

Aún no podía asimilar aquel cuadro. Shuichi a punto de lanzarse al vacío. La enajenación reflejada en su risa y su llanto. Sus propios pasos y su corazón acelerado corriendo para detenerlo. Sus brazos alrededor de su pequeño cuerpo. Ambos en el piso luchando, él por no dejarlo ir y el otro por escapar. La bofetada. Y ahora los ojos de Shuichi, llenos de dolor. Atravesando su alma... Ahora, en el suelo de rodillas frente a frente...

- Shuichi... – Estiró la mano hacia el rostro, pero el pelirrosa cerró los ojos e hizo ademán de cubrirse en espera de otro golpe. Notó la sorpresa del muchacho al sentir aquella mano acariciando su mejilla. En el mismo lugar donde le había abofeteado, tratando de aliviar un poco su dolor.

Shuichi comenzó a sollozar nuevamente, cubriéndose los ojos con una mano mientras las lágrimas escurrían entre sus dedos.

No cayó en cuenta de en qué momento había terminado abrazando al pelirrosa que lloraba entre sus brazos. Ambos aun en el suelo de la azotea.

Al menos por el momento...las cosas no estaban tan mal...¿Sientes tanto dolor, Shindo-kun?

Femme Greeneyes

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