Maldigo los dabbles, quiero escribir más :'c Bue, me gusta esta pareja y vi que tenía pocos fic's .-. Salió esto(?
Por favor, denle una oportunidad.
Disclaimer : Fairy Tail y sus personajes pertenecen a Hiro Mashima.
Maldita Manzana.
Era un día como cualquiera, en Magnolia era primavera, los pájaros cantaban y el viento soplaba.
Habían pasado ya cinco años desde el fin de los Juegos Mágicos, solo se podía decir una cosa de aquello, todo termino... bien.
Romeo Conbolt, el inocente infante ahora era casi un hombre, no hace falta decir de su físico, sacaba un suspiro en más de una dama.
El muchacho estaba sentado en una de las mesas del gremio, llevaba una chaqueta y botas color marrón, pantalón verde tierra, y bufanda anaranjada. Siguiendo a su ídolo y hermano mayor Natsu Dragneel.
Miraba en una dirección, justamente a la barra, donde una chica de dieciséis bebía una malteada.
Vestía un top algo grande y sin mangas color verde agua, falda con vuelos y medias blancas, calzaba botines café. Por supuesto su cuerpo también estaba más desarrollado.
La chica era Wendy Marvell, pero no lucía alegre, su miraba estaba baja.
¿Cómo es posible que la dulce Wendy estuviera decaída en ese momento?
La peli azul dos días antes había tomado una decisión, declararse al Conbolt de una buena vez. Pero no sucedió como en un cuento de hadas, Wendy salió corriendo antes de recibir una respuesta.
Y verán, huía cada vez que el chico trataba de acercarse.
Recordarlo lo molestaba, él la amaba desde hace años, pero la chica era algo inocente.
Realmente le recordaba a Natsu-nii y Lucy-nee, ella tuvo que explicarle casi gritando al Dragneel para que entendiera, ahora estaban felizmente casados con una hija de año, Nashi.
Vio a la chica de nuevo y ya no estaba, corrió a preguntar. Mirajane atendía la barra.
— ¿Mira-nee, sabes donde fue Wendy? — Como siempre la fémina al escuchar las palabras sonrió con maldad.
— Dijo que estaba cansada e iba a descansar, si corres la alcanzas.
— Gracias, Mi— Al parecer el chico proceso las palabras y un notable sonrojo se ubico en su rostro.— Gracias.
Romeo había buscado ya un buen rato por la ciudad, tenía dos opciones; la chica era realmente rápida o el destino se burlaba de su mala suerte.
Ya cansado se sentó bajo un grueso árbol que daba buena sombra.
Pasados unos minutos sintió algo moverse, era el árbol. Se movió un poco para ver el otro lado del tronco.
Allí estaba ella, la chica que gobernada su mente, trataba de alcanzar una manzana.
Pero él tomó un tono carmesí en pocos segundos, desde su posición tenía una perfecta vista de unas adorables bragas con puntos. Se puso de pie y golpeó el árbol, la muchacha lo miró sorprendida.
—Wendy, quería hablar contigo...— Apretaba los puños, él solía ser menos imbécil que Natsu, pero en ese momento maldecía su suerte de tener cerebro.
—¿S-sí, Romeo?
— Y-yo, tú...— Nervios, malditos nervios—,m-me gustas.
No pensó, solo se acercó a la Marvell que estaba en shock. Todo era en cámara lenta, solo faltaban unos centímetros para tocar esos rojizos labios, cuando...
—¡Auch!— El chico miró a su al rededor, pero no había nadie, solo una brillante y verde manzana en el césped. Oh, como odiaba esa manzana.
Observó a la chica y se reía, tendría un chichón más tarde, pero con solo mirar a la chica sonreír él estaba feliz.
— Romeo, vamos a curarte.— Los dos se levantaron y se fueron tomados de la mano, fue el mejor camino hacía el gremio.
Pero no se olvidaría de esa manzana, ni del beso que quedó pendiente. No, un beso no sería suficiente, después de todo ya no eran críos.
Fin.
Yo quedé contenta con el resultado, pero lo importante es escuchar otras opiniones ._. Las galletas de imaginación funcionan, y el ánimo de escribir sobre el Rowen c: Quiero agradecer los reviews de los dos otros fic's, los valoro mucho. Saludos!
