Playboy
Itachi era un conocido playboy de la zona, admirado y odiado por muchas personas, un ser entregado completamente al placer que le producían las mujeres y eso mismo les regalaba él, placer infinito.
Pero entonces una de sus aventuras lo dejó con deseo de más, pero no con deseos sexuales que podían satisfacer otras mujeres, quería a la misma, quería a aquella que había logrado dejar al gran Itachi Uchiha con ganas de una misma y única mujer, la quería y sabía cómo conseguirla, el único inconveniente es que ella era alguien… como él.
Una aventurera de la vida que solo buscaba tener sexo una sola vez por hombre, no repetía, igual que él, esa era su regla –la de ambos por lo que sabía– y él respetaba las reglas por sobre todo y todos, pero esta vez el sentimiento de rebeldía sexual le estaba ganando.
Sin poder evitarlo se dirigió al lugar en donde ambos habían tenido su encuentro y efectivamente se encontraba ahí, solo que con otro hombre.
No pudo reconocerlo, supuso que no era de la ciudad, tal vez un viajero, lo cierto es que se encontraba ahí penetrándola como si no hubiera un mañana, tanto que estaba casi seguro de que la estaba lastimando, más sin embargo ella no gemía, solo mantenía la mirada fija en la única ventana de aquel aposento, aparentemente aburrida, pero pareció sentir su presencia y giró hacía la puerta entre abierta, ambas negras miradas se toparon, sin emoción, pero luego ella sonrió, traviesa, e intercambió las posiciones de modo en que a el hombre fuera imposible mirar hacia donde él se encontraba y empezó a montarlo, casi tan violentamente como el desconocido había estado haciendo hace pocos segundos, empezó a gemir, aún que él reconoció que fingía, aún así no pudo evitar evitarse, la misma sensación es tuvo cuando escuchó su voz por primera vez.
Ella empezó a mover los labios, pero no de la misma forma que los movería una persona que estaba a punto de llegar al clímax, no, ella le transmitía un mensaje, un mensaje que no fue muy de su agrado ya que ella le negaba su compañía.
Apretó los puños y decidió irse, bajó las escaleras de aquella casa que él conocía desde que era un infante con la intención de irse, pero al momento de abrir la puerta escuchó un grito de asombro y se topó con la mirada de la hermana menor de aquella arpía; una niña mojigata, inocente y sin idea de lo que era tener una experiencia con un hombre.
Sonrió.
La perra de arriba podía quedarse con aquel desconocido, él ya tenía algo mejor de lo que ocuparse.
...
No sé porque siento que me desquité con Itachi de alguna forma
.-.
En fin, regalo para Yesi Muñoz del grupo de Naruto All Project.
Espero que te guste.
