Anda por encumbrados caminos puesta en eterna espera, cambiando y avanzando y creciendo y siempre, siempre, siempre esperando. Déjenselo a ella el florecer en tierras pedregosas, el reír y gozar y amar aún en falta de ciertas cosas; el hacer de la carencia una ganancia.

(Amada, atesorada, delirante Princesa)

Besaría su mano, si pudiera.