Hola de nuevo a tod s
Ahora con un nuevo fic, desde hace mucho me había estado pasando por la cabeza un par de ideas que no terminaban de tomar forma, pero por fin pude darle cabeza y pies, por ello quiero compartir esta historia con ustedes, no será extremadamente dramática como "Chocolate y Limón" o al menos no hasta donde la llevo pensada, veremos que dicen las Musas y más adelante como se concreta, pero por el momento les dejo para que puedan leer este nuevo fic.
Jugando con mi Mente
Historia Original de Megami Mars
Sumario:
No siempre ser una chica bonita es garantía para ser feliz, tampoco el vivir sin problemas familiares. A veces la vida da giros extraños y puedes obtener lo que más deseas, pero no precisamente de la manera que lo imaginas.
Orihime Inoue tendrá que enfrentar situaciones que nunca imaginó, se dejara arrastrar por las emociones que le provocaran un desconocido y su extraño entorno, siendo blanco de circunstancias extremas dónde tendrá que decidir entre la razón y su corazón.
Nota Importante: Algo más, este fic entra en Categoría M por su lenguaje y además contendrá situaciones fuertes con posibilidades de Lemon.
Disclaimer: Los personajes de la serie de Bleach, pertenecen a Tite Kubo, esta historia es creación mía así como personajes secundarios.
Advertencia: Queda estrictamente prohibido tomar mi historia sin permiso para ser publicada en cualquier otro fanfic, página web, blog, etc., si quieren hacerme propaganda porque les gustó la historia, agradeceré me busques en Facebook con este mismo Nick (Megami Mars) o bien busques la página de "Fan's UlquiHime en Español" y allí envíes un mensaje privado dirigido a mí para explicar por qué quieres publicar mi fic y donde, por su atención, muchas gracias.
Capítulo 1: "No es que sea indefensa"
Las clases habían concluido, había un clima bastante agradable que invitaba a salir de paseo para relajarse en pareja o con los amigos, no era difícil encontrarse parejitas en acarameladas en las áreas verdes, chicos jugando en las canchas de deportes o simplemente se retiraban a sus hogares. Una pelirroja es lo que hubiese deseado, no tener problemas por lo que como siempre, aceptó platicar con un par de chicos, pero como de costumbre, no terminaba bien.
- No eres más que una cara bonita - intentó sonar lo más despectivo posible el desdeñado chico.
- Sólo sabe darse ínfulas por su belleza, niña hueca - secundó el amigo del muchacho también buscando hacer sentir mal a la difícil chica.
- No les hagas caso Hime, sólo están ardidos. - Honsho no había querido separarse de su amiga cuando el chico le pidió hablar a solas, pues ya sabía las reacciones de despecho contra la pelirroja.
- Tremendo desperdicio de mujer - repitió su intento de lastimarla aquel joven mientras se daba la vuelta y se marchaba de ese lugar junto su amigo.
- ¡Que digan lo que quieran, no me importa! - dijo Orihime más para ella que para los muchachos.
- Hoy sí lamento que Tatsuki no estuviera presente, les habría roto la boca - la chica de anteojos gesticuló al tiempo de lanzar un golpe al aire imitando a la chica mencionada.
- Prefiero que no, para pasarlas a arrastrar a ustedes. Si ya de por sí gracias a mi hermano me dicen la intocable y a él le inventan barbaridades… - lanzó un suspiro aún intentando imaginar a su hermano golpeando a alguno de esos tantos muchachos que le habían insultado.
- No te sientas mal, tu hermano y todos tus amigos, lo hacemos por cariño - Honsho puso una mano en el hombro de la chica a manera de apoyo.
- Lo sé, te agradezco Chizuru. - sonrió Inoue para intentar tranquilizar a su amiga. Realmente le molestaba sentirse una carga, eso le estaba pesando, necesitaba caminar y pensar - Disculpa, ¿te molestaría si te dejo?, quisiera estar sola un rato.
- ¡Estás loca si piensas que te voy a dejar aquí! - rezongó Honsho inconforme por la decisión de la pelirroja.
- Tranquila, pienso ir a casa, pero quisiera caminar sola, no me detendré en otro lugar - rogó Orihime con una amplia sonrisa encubriendo su tristeza para no preocupar de más a su amiga.
- Hmm, bien, sólo lleva el móvil encendido por cualquier cosa - Chizuru sabía que no iba a hacerla cambiar de opinión, así que termino cediendo luego de condicionarla.
- ¡Correcto!, eso hare, nos vemos mañana - hizo una señal tipo afirmación militar y después una seña de despedida para salir corriendo antes que su amiga le diera un golpe en la cabeza.
Siguió corriendo a paso lento un corto tramo, luego continuo su camino hasta llegar a un parque donde específicamente busco algunos columpios desocupados. Esperó un par de minutos a que unos niños abandonaran los juegos para irse a sentar en uno, se columpió un poco hasta que sintió su cara mojada por las lágrimas que se escurrían sin intención de parar.
Su mente era un conflicto: en realidad no le importaba demasiado el ser insultada por chicos que no tenían buenas intenciones para ella; más bien era el tener una apariencia tan llamativa y por esto provocar ser mal interpretada, le encantaba tener amistades, ser juguetona, también buena estudiante, afortunadamente no ambicionaba banalidades gracias la educación recibida por sus padres y el ejemplo de su hermano.
Posiblemente era más que suficiente para estar bien, pero no lo era para ella, en realidad deseaba sentir interés por alguien, una persona que valiera la pena. Dentro de sus sueños infantiles imaginaba a ese ser especial, no un príncipe azul en su caballo blanco, pero sí alguien que entendiera sus locuras y respetara sus ideas, sobre todo, que esa persona le hiciera perder la cabeza.
Cada vez que rechazaba a un chico, esperaba que este lo entendiera y siguiera tratándola, comenzando por una amistad, pero hasta el momento no se había dado. Pocos eran los chicos que conocía que no hubiesen intentado hacer algo por llamar su atención, el problema es que eran los amigos de sus amigas, no los había conocido directamente.
Dio un largo suspiro, se limpió las lagrimas del rostro y se auto regañó diciéndose "De verdad eres una tonta, entristecerte por tan poca cosa. Tienes cariño de personas que son para ti muy especiales, ¡tonta Orihime!", nuevamente otro suspiro y una sonrisa, debía relajarse para volver a casa haciendo de cuenta que no había sucedido nada, no pasó mucho para dirigirse a su hogar, el cual no quedaba muy lejos, por lo que no tardo en llegar.
Entró por la puerta de atrás. No deseaba ser descubierta en caso de que se notara su reciente malestar, pasó por la cocina sin dejar pasar el asalto al refrigerador donde encontró un zumo de zarzamora que tanto adoraba y gracias a la alegría que le brindo esta sorpresa, se descuidó abriendo la puerta de la cocina a la sala sin fijarse e interrumpiendo la charla de un par de chicos, quienes al parecer discutían la posible solución de algún trabajo escolar.
- Hermano, perdona si los he interrumpido - dijo la chica avergonzada; sobre todo por el visitante de su hermano, que siempre la ponía nerviosa. Inmediatamente intentó huir pero su hermano le tomo del brazo.
- Espera Hime, ¿has llorado?, ¿ahora quien te ha molestado? - Reclamó el muchacho. No le era difícil notar cuando su hermana lloraba, se le marcaban demasiado los ojos de rojo y a él no le importaba interrogarla frente a quién fuera al verla en ese estado.
- No es nada Sora, me caí por ir viendo las nubes y entonces me he tropezado - quiso excusarse la chica, ya se había preparado esa idea por si acaso, pero olvidó caminar con dificultad, así que era evidente que no se creería la mentira.
- Dudo que Sora se trague tremenda mentira. - Desde el sillón del salón se escuchó la voz del amigo de su hermano aparentando indiferencia en el rostro.
- Pe-pe-pe-pero… no, yo, hermano verás… - Orihime no se esperaba que el chico dijera algo, cosa que la puso aún más nerviosa.
- Hime, hasta el impávido de Ulquiorra lo ha notado, ¿Cómo piensas que yo no lo notaría? - pasó una mano por el cabello de la chica como señal de que no le regañaría, luego le apretó la nariz juguetonamente.
- Lo lamento, he vuelto a rechazar a un chico y me ha insultado junto a uno de sus amigos. - Confesó con pesar Orihime, sabía que aunque no le dijera, iría a preguntar a su salón y Chizuru no rechistaría en contarle todo.
- No sé qué decir para no inquietarte, intento tomarlo con calma. - Respiró pesadamente el chico, contando para sus adentros del uno hasta donde su paciencia volviera para no soltar algún improperio que incomodara a su hermana.
- Simple: Ella está bien, deberían acostumbrarse, así les será menos pesado. - De nuevo Ulquiorra interfería siendo interpretado de dos formas, por Sora de la manera correcta, el no darle importancia a esa gente y Orihime se ofendió creyendo que a él le daba lo mismo, minimizando su situación.
- Agradezco tus palabras amigo, pero Hime es muy sensible y a mí me parte los nervios verla mal - acarició la cabeza de la pelirroja revolviendo el cabello y luego la abrazó, ciertamente era sencilla la solución, solo que su hermana no sabía ser fría en ese aspecto.
- Hermano, mejor me retiro, deben estudiar y yo los estoy interrumpiendo - la opresión en el pecho a causa de las palabras del amigo de su hermano, le estaban carcomiendo y no faltaba mucho para que su rostro exteriorizara sus sentimientos.
- Gracias, pequeña. Por cierto, ¿hoy te harán fotos? - no era algo que le agradara a Sora, pero prefería estar al pendiente del trabajo de su hermana, así que prefería acompañarla cada vez que tuviese oportunidad.
-No, hasta el sábado; luego te digo el lugar y hora, nos vemos. - mencionó la chica bastante apenada, sabía que Ulquiorra también estaba enterado de sus actividades, pero no le gustaba que él supiera detalles de sus acciones, así que apenas terminó de hablar, subió corriendo las escaleras para dirigirse a su habitación.
- ¿Cuánto tiempo llevará esa doble vida? - el chico sabía del malestar de Sora y no era la única persona sintiéndose así.
- Curioso que seas tú quien lo pregunte, - le miró sorprendido el castaño, pocas veces Ulquiorra cuestionaba la vida de su hermana además de que este también se encontraba en una situación similar - es tan terca, no sé cuanto piensa ahorrar para cuando vaya a la universidad.
- Sigue en pie mi propuesta - sin mirar a su interlocutor, cogió un libro buscando una página al tiempo de recordarle una plática previa cuando habían tocado ese tema.
- Si no fuera tan orgullosa, créeme te tomaría la palabra y aún así, faltaría que mis padres aceptaran - Sora imitó la actitud del chico, miró su libreta para saber que debía de buscar, no por ello restándole atención a la situación de su hermana.
- ¿Les es más fácil aceptarla lejos y sin su apoyo? - esta vez el pelinegro lo miró fijamente, se le notaba incomodo, posiblemente enojado, cosa que le desconcertó y no pudo evitar preguntar.
- ¿Estás molesto? - Ulquiorra desvió la mirada sabiéndose descubierto, mientras Sora no terminaba de entender la actitud de su amigo.
- Responde. - no le apetecía responder pero si saber que era lo que pesaba la familia de la chica. Sora conociendo al chico prefirió contestar.
- No, a todos se nos hace difícil, pero intentaran hacerse a la idea siempre y cuando ella permita visitas de vez en cuando, - recordó la discusión acalorada con sus padres donde determinaron que en algún momento tendrían que dejarla ir, pero sin soltarla del todo, además con las debidas precauciones. Aparte, no pensaba quedarse con la curiosidad por la actitud de su amigo - ahora tú contéstame.
- Tal vez, tenemos años de conocernos. - Sora era de las pocas personas a las que les podía responder con sinceridad, ya que le confesara la situación familiar, este optó por decirle parte de la verdad.
- ¡Ah!, ya capto, por un momento pensé… - Su amigo entendió de inmediato que el chico se había sentido ofendido por la posible desconfianza de sus padres a él, aunque también suponía que había algo más y no lo dejo pasar, seguida de un golpe en el hombro por respuesta.
- No te hagas ideas, lo que tenga que decir, lo diré; - entre los pocos gestos que mostraba el muchacho, frunció el seño y le lanzo una mirada poco afectiva, después la desvió a sus anotaciones ignorando del todo las insinuaciones de su amigo - ya es hora de continuar estudiando.
Por otro lado, una pelirroja apretaba una almohada recordando la situación del día, específicamente las pocas palabras que salieran para ella del amigo de su hermano. Él era otra situación de la cual poco le gustaba pensar, desde que lo conoció, quedo embrujada por su mirada esmeralda, el tono cenizo de su piel y el rebelde cabello negro, sobre todo de su actitud tan enigmática.
Hubiese querido en cierto momento que él fuese el elegido, pero era tan distante, muy estudioso y preocupado por mantenerse con buenas calificaciones, así como los trabajos de medio tiempo que realizaba, pareciera que no había más en su mundo y no permitía que nadie más entrara a interrumpir. Contadas eran las personas con las que, según Sora, el chico entablaba amistad y mucho menos dialogo, salvo que fuera meramente necesario; con ella siempre había sido cortante, le daba la impresión de que le era fastidiosa.
Luego de estudiar un rato, apoyar a su madre a hacer la cena y ver televisión un rato, se fue a leer una novela antes de descansar. Adoraba imaginar ser la protagonista quien disfrutaba o sufría con cada desventura que se presentaba, en secreto pensaba en querer vivir algo así de intenso, luego reía y simplemente cerraba el libro para al fin dormir. Ya por la mañana más relajada, se dirigió a la escuela y faltando poco para llegar fue interceptada por una pasmada chica de anteojos.
- ¡Hime! ¡Sucedió de nuevo! - la pobre muchacha estaba casi sin aire por haber corrido. Se había decidido encontrar a Orihime antes que llegara a la escuela para ponerla sobre aviso.
- ¿De qué hablas? - al no haber sido concreta, Honsho logró que su amiga no entendiera absolutamente nada.
- Los chicos de ayer, los que te estaban insultando - le aclaró, entonces Inoue entendió y movió la cabeza afirmando recordarlos, entonces la chica pudo terminar de explicarse - ellos aparecieron golpeados.
- No es posible, mi hermano no salió en toda la tarde - noche, además, no le dije quienes fueron - explicó la chica más para sí misma que para su amiga. Recordó como después que ayudara a su madre con la cena, Sora cenó con ellas y su padre, la acompaño a ver la televisión, más tarde todos se retiraron a descansar, y en ningún momento volvieron a tocar el tema.
- Estoy impresionada, con esto aumenta tu fama de intocable - con el codo, Chizuru le dio apenas unos toques en las costillas a Orihime para intentar bromearle, sabía que era una situación bastante incómoda por los rumores.
- Es lo que más me molesta y peor, que involucren a mi hermano y a ustedes - le recordó que también implicaban a sus amistades, puesto que al no dar con la persona responsable de tales actos, especulaban sobre posibles culpables.
Ambas pegaron la carrera cuando fueron interrumpidas por el sonido del timbre que anunciaba el inicio de clases y esto de alguna manera sirvió para evitar dar explicaciones por la noticia de los chicos golpeados. Fue difícil para Orihime concentrarse en clases, aunque fuese una situación repetitiva, no terminaba de acostumbrarse, su cerebro era taladrado por tantas dudas que mermaba su atención a tal grado que ni cuenta se dio cuando la clase terminó para entrar en el descanso.
- En primer lugar, ¿Por qué carajo aceptaste hablar con ellos? - No habían pasado ni cinco segundos en que el timbre del receso sonó, cuando Tatsuki estaba parada frente al sitió que ocupase Inoue para reclamarle - En segundo lugar, ¿Por qué nos mantienes a raya, Orihime?, si Chizuru no hubiese estado disponible, ¿qué crees que esos sujetos hubieran hecho?
- No es necesario que te pongas así, - al fin reaccionó la pelirroja sintiéndose culpable por haber desobedecido a su amiga: Hacía tiempo le había advertido no aceptar hablar en privado con chicos desconocidos, aparte también el no haberle llamado para contarle lo que le había acontecido y ahora era tanto el enojo de Arisawa que estaba dando un espectáculo - además nos están observando
- ¡A la mierda con los demás y que ni se atrevan a comenzar con preguntas estúpidas sobre tu hermano! - la chica había apretado una de sus manos levantándola y mostrando el puño a manera de amenaza para que nadie se atreviera a hablar del asunto, lo cual fue muy efectivo ya que todos desviaron la mirada para evitarlas.
- Ok Tatsuki, lamento haberlo ido y te suplico ya dejes el tema por la paz, no me siento nada bien. - suspiró la chica; definitivamente no quería entrar en conflicto para sumarlo a sus preocupaciones y el mensaje fue más que bien entendido por su amiga.
- Perdona Orihime, simplemente me preocupo mucho por ti. - Arisawa puso su mano sobre el hombro de Inoue mientras cerraba los ojos y agachaba la cabeza para mostrar su sincera disculpa y luego levantó el rostro con una picara sonrisa diciendo algo que sabía atraparía a su amiga - ¿Te animaría un helado de chocolate con chispas de menta, mermelada de fresa y crema batida al final de clases?
- ¡Eres una tramposa! - respondió casi con la saliva saliendo de sus labios al imaginarse tremendo postre, su estomago no tardó en responder con un sonoro sonido que hizo sonrojar a Orihime, al tiempo de que ambas estallaron en carcajadas.
Continuará…
Notas de Autora: Me pregunto qué tanta aceptación tendrá esta historia, para quienes leyeron en "Fan's UlquiHime en Español" mi spoiler, no desesperen que todavía no llegamos a la parte donde nuestro personaje favorito entrara en acción como lo prometí, así que esperen la continuación pues me he puesto un tanto "heavy", seguramente les dejare queriendo más, jejeje… por lo pronto me despido deseándoles bonito buenas noches/días, besos…
Megami Mars :3
