Hola, Hola. Se que debería estar escribiendo la continuación de ¡OH MI DIOSA! Pero estoy falte de inspiración, además de que estoy en temporada de exámenes. La idea de este fic fue pura casualidad, les explico. Miren es que en la clase de Civismo estábamos viendo el tema de la sexualidad y los derechos de los adolescentes, después al momento de ver un esquema que venía en el libro me inspiró para hacer este fic, creí que sería importante hacer una historia sobre diferentes situaciones que vivimos todos en la adolescencia, no todos protagonizamos escenas como esta, pero siempre pasamos buenos ratos con amigos, familia, pareja etc. Lo que más me movió a empezar este nuevo proyecto fue el que yo también estoy viviendo en este instante la adolescencia, tengo 14 años para ser exacta, aquí también pondré varias escenas cómicas, algunas estarán basadas en hechos reales, cosas que he vivido, espero que les guste esta nueva historia. Sin más que decir les dejo leer.

Disclaimer: Saint Seiya no me pertenece, le pertenece a Masami Kurumada.

Advertencias: Lemon

Seventeen

-S-Seiya – Gimió la chica en su oído, el moreno al escucharla sonrió con socarronería, besó su cuello y la aprisionó más contra la pared.

-¿Qué pasa Saori? – Preguntó con un poco de burla el caballero de Pegaso.

-De-bemos p-arar, esto no es-ta b-bien – Dijo la diosa con dificultad al sentir las manos del chico recorrer sus pechos sin pena alguna. Ahora es cuando maldecía el haber tomado demasiado vodka.

-Deberías de recordar que las reglas no van conmigo princesa – Dijo el japonés viéndola con deseo y lujuria, cosa que hizo estremecer a la joven haciendo que algo cálido y espeso escurriera de entre sus piernas. Seiya levantó una de las piernas de Saori y la enredó en su cintura, al instante notó la humedad de la chica por lo que llevó su mano derecha a esa parte tan delicada de la anatomía femenina y metió 2 dedos.

-Ahh Seiya – Soltó en un pequeño quejido Saori, sentir tan de repente las manos del moreno en su interior le provocaron un poco de dolor, pero a la vez le dejaron una sensación placentera.

-Estás muy apretada – Dijo el caballero bajo los influjos del alcohol, y pensar que esto hace poco era una fiesta común y corriente. Saori estaba sonrojada como prueba de su excitación y Seiya estaba bastante cómodo con la situación al tenerla contra la pared, con los labios entreabiertos y suspirando su nombre. El Pegaso llevó a Athena a una de las habitaciones vacías que había en la mansión y la recostó en la cama. Al final Seiya solo atinó a lanzarse sobre ella.

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Los rayos de luz entraban por la ventana dándole de lleno en la cara, la chica se removió entre las sábanas e inmediatamente sintió mucho dolor en su parte íntima haciendo que se asustara, por lo que dejó escapar un chillido de sorpresa. Tanto movimiento por parte de Saori hizo que Seiya despertara, se sorprendió al encontrarse desnudo al igual que la Kido, de pronto le empezaron a llegar los recuerdos de la noche anterior y no le gustó para nada lo que pasó, pero entre comillas, por que vaya que lo disfrutó.

-Saori – La llamó el caballero haciendo que Athena volteara en su dirección.

-S-Seiya ¿Q-ue pasó anoche?- Preguntó la joven con confusión y un leve sonrojo en las mejillas.

-Creo que con vernos sabrás la respuesta – Dijo el moreno con algo de seriedad y comiéndosela con la mirada, la diosa lo notó y se tapó aun más con la cobija.

-Lo me-jor es cambiarnos – Dijo Saori con un gran sonrojo en la cara, tomó la cobija e intentó pararse pero rápidamente el dolor entre sus piernas le impidió llevar a cabo su cometido.

-¿Qué te pasa Saori? – Preguntó Seiya preocupado.

-Me duele, mi parte baja – Dice la chica de ojos azules aún más sonrojada que antes, el caballero se acercó a ella lentamente y le quitó la cobija de encima.

-¿Qué haces Seiya? – Preguntó Athena sorprendida y avergonzada por la acción, Seiya fijó su mirada en la mancha de sangre que había en la cama, se golpeó mentalmente al recordar que su amiga era virgen y el fue muy brusco al momento de tomarla. Decidió que lo arreglaría, además lo que venía a continuación ella lo iba a disfrutar y mucho.

-Nada que a ti no te vaya a gustar – Dijo Seiya con perversión, le abrió las piernas a Saori y hundió su cara entre ellas. La chica se sorprendió por la acción e iba a detenerlo, pero al sentir como la lengua del moreno se escurría lentamente en su parte íntima no pudo evitar gemir con gusto, esto provoco una sonrisa arrogante por parte del caballero Pegaso. Pronto el joven metió un dedo comprobando que estaba muy húmeda, la diosa hizo una mueca de dolor al sentir el dedo de Seiya el cual le provocaba un leve ardor. El japonés se detuvo al ver el rostro de Saori y la besó, la besó con ternura, pasión, cariño pero sobre todo la besó con amor. Athena se sonrojó más, aún así le correspondió, después de todo ella sentía lo mismo que el joven, pero pronto sintió de nuevo la misma sensación de la noche anterior, percibió de nuevo como su entrepierna se humedecía y no entendía el por que pasaba eso.

-S-eiya es-espera – Dijo Saori con la voz entrecortada por el beso.

-¿Qué pasa? – Pregunta Seiya empezando a besar el cuello de la joven Kido.

-Siento húmeda mi… mi parte íntima – Susurro llena de vergüenza la chica de ojos azules. El caballero sonrió, escuchó perfectamente lo que dijo la deidad y se acomodó entre sus piernas.

-Perdóname Saori, pero esto te dolerá un poco – Dijo el Pegaso para después hundirse en la feminidad de su diosa, la chica de cabello morado sintió un poco de ardor, pero también sentía un cosquilleo en su vientre bajo, esto último la hizo suspirar y apretar las sábanas debajo de ella.

-¡Seiya! – Gimió la deidad, Seiya notó que Saori se acostumbró a la invasión por lo que la tomó de la cintura y comenzó a moverse con rapidez. Pronto los dos llegaron al orgasmo.

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5 semanas después

Ambos jóvenes acordaron que no dirían nada de lo que pasó en la fiesta, sabían que las consecuencias de que se supiera que un caballero intimó con la diosa serían terribles, también decidieron que harían como si nada hubiera ocurrido, así que se trataban como siempre se habían tratado, como amigos. Sin embargo Saori no estaba del todo bien después de lo que pasó. Se sentía mareada, le dolía la cabeza, estaba pálida y siempre estaba vomitando, los chicos se preocuparon y empezaron a preguntarle, sin embargo ella les decía lo mismo, que estaba bien, que solo estaba cansada. Ahora la joven de ojos azules estaba caminando por uno de los corredores de la mansión, iba directo a su cuarto cuando alguien la tomó del brazo y la hizo chocar con un pecho fuerte y cálido. Inmediatamente se dio cuenta de quien era el.

-Saori contéstame con la verdad ¿Estás esperando un hijo mío? – Preguntó sin rodeos el caballero Pegaso haciendo que la chica sudara frío.

-No se de que hablas – Dijo la diosa intentando zafarse del agarre de su caballero más fiel.

-No me mientas, puedo sentir un pequeño cosmos dentro de ti – Dijo Seiya mirándola intensamente haciendo sonrojar a la joven quien apenada suspiró y procedió a contestarle.

-Si Seiya, voy a tener un hijo tuyo – Dijo la reencarnación de la diosa Athena mirando el suelo, no quería decirle por temor a que el castaño se alejara de ella, sin embargo se sorprendió al sentir como el caballero la abrazaba.

-¿Porqué querías ocultarlo de mi? – Preguntó el moreno a la Kido.

-Por que tenía miedo de que me alejaras de ti al saber mi embarazo – Dijo Saori algo avergonzada por haber pensado eso del guerrero.

-No te preocupes, yo cuidaré de ustedes – Dijo Seiya tomándola del mentón y besándola.

-Estaremos juntos ¿no? – Preguntó Athena recargando su cabeza en el hombro de su caballero cuando el beso culminó.

-Si princesa, estaremos juntos – Dijo Pegaso con dulzura para besarla nuevamente y abrazarla.

Bueno hasta aquí, aun no se si dejarla como One-Shot, si quieren continuación háganmelo saber, por cierto otra noticia, llevo 3 materias con calificación perfecta, osea 10, pero aun así mis padres no me quieren comprar el juego de Saint Seiya Brave Soldiers, es horrible T_T. Me despido.

Besos

Athena Chibi