Woah! Mi fic de regreso a Digimon (nada como escribir fics de Digimon, en serio ^^), gracias a Anairb Black por animarme muy amablemente a subir esto ya ¬¬'....
Aunque, por primera vez en mi vida, siento algo de ¡miedo! porque no sé muy bien cómo manejar la genial idea que ví plasmada en un doujinshi japonés (porque no me pienso quedar con el crédito de tal idea ñ_ñ'), lo único malo es que no sé el nombre del autor... porque, ¡no sé japonés! u_u', así que lo siento si esto viola derechos de autor o algo por el estilo ¬¬, aunque, claro, mi reconocimiento lo tiene ñ_ñ'. Lo que si puedo poner es que Digimon no me pertenece, es de Akiyoshi Hongo y de la Toei n_n.
Quiero agradecer a mi "donante desconocido" quien me dió las imágenes del doujinshi (que por cierto, voy a adaptar a mi estilo de narración, voy a agregarle cosas, y eso, pero el seguimiento de la historia (según los dibujos ñ_ñ') se mantiene, creo que ya había dicho que no sé japonés u_u') ya que sin su generosa y desinteresada aportación esto no hubiera sido posible (gracias, te debo una ^.~).
No atraso más lo inevitable, sólo pongo las siguientes ADVERTENCIAS (léelas bien, por favor, no quiero que te traumes luego):
Este fanfic contiene algo de lime (o lemon, según como lo veas, porque la verdad ya no sé hasta qué punto es cada cosa T_T), YAOI, abuso sexual (lo que es una relación pederasta (pederasta: un adulto con un niño ~_~'), así que si creen que no lo pueden soportar, será mejor que no lo lean, porque, ¡me extiendo mucho en las explicaciones, no puedo evitarlo ¬¬'!
¿Sigues aquí? Ok. ¡Ya advertí, para mentes abiertas! ñ_ñ'
Atte: Kini-chan
PD: Lo siento, Ken-chan, siempre de los siempres te hago sufrir ~_~'.
LA NIEVE SIGUE CAYENDO
Introducción
Un niño caminaba por las solitarias calles de Odaiba en aquella tarde de invierno. La nieve apenas había empezado a caer, aún así, se arropó un poco más...
Realmente no sabía muy bien lo que hacía ahí, sobre todo él solo, no conocía muy bien Odaiba y aquella calle no se le hacía para nada conocida, ¿se habría perdido?
Tal vez es que estaba muy distraído, pensando en todo ese asunto de Arukenimon, Mummymon... Yukio Oikawa...
El solo nombre lo hizo estremecerse... cerró los ojos y trató de tranquilizarse, no llegaría a ningún lado así...
Salió de su casa demasiado temprano, recordó que su digimon, Wormmon y los demás habían ido al Digimundo para recuperarse luego de esa pelea en contra de Deemon, aunque... el más cansado era él... sí, estaba cansado...
Suspiró, de alivio, había llegado al parque de Odaiba, ahora, al menos sabía en dónde estaba. El temperatura seguía bajando, era obvio, porque no había nadie en el parque en esa tarde.
Pensó que solamente él estaba tan loco como para salir con este frío...
- Disculpa, ¿te puedo hacer una pregunta?
Ken Ichijouji volteó a ver a la persona que había puesto una mano en su hombro. Estaba sorprendido, pero el hombre seguía sonriendo.
- Ven, te quiero hacer una pregunta.
- Este, señor... yo no...
- ¿No crees que está muy solitario aquí?...
Ken se estaba poniendo nervioso... ¿qué era lo que quería, una dirección o algo?, pues él no sabía nada, tenía que decírselo...
- También está helando, ¿no lo crees?...
La mirada del tipo realmente le incomodaba, tenía que hacer algo, pronto. Retrocedió. Aunque sólo medio paso, esa persona desconocida aprisionaba fuertemente su muñeca.
Ken lo miró horrorizado y el hombre sonrió.
- Vamos a un lugar que no esté tan frío...
Trató de safarze, pero no lo logró...
- ¡Suélteme!
- Grita lo que quieras... nadie te oirá...
El hombre lo empujó hasta el pequeño kiosko que había atrás del parque, ahí, lo aprisionó contra la pared.
- Tienes una piel muy suave - le dijo, acariciando su mejilla y finalmente pellizcándola.
El chico mirada hacia otro lado, tratando de evitar el contacto visual, ¿en qué demonios estaba pensando cuando dejó que el tipo se le acercara tanto? ¿Qué iba a pasarle ahora?
El hombre jaló la bufanda blanca de Ken, dispuesto a quitársela.
- No necesitarás esto.
Aventó la prenda a un lado y se aproximó de nuevo a Ken.
- Quiero que estés tranquilo y que me obedezcas... ¿de acuerdo?
Ken no sabía qué hacer, ¡estaba totalmente a la merced de un enfermo a quien ni siquiera conocía! Así que asistió lentamente...
- Muy bien - sonrió.
El tipo se quitó la corbata. Rodeó a Ken y con la misma corbata que se había quitado amarró las manos del niño, inmovilizándolo.
- Así será más cómodo - dijo él, sonriente.
Ken bajó la mirada. Ahora estaba enojado. Muy enojado, consigo mismo, por ser tan débil y no poder protegerse solo...
Después de hacer esto, sentó al chico en una de las mesas que había en el kiosko. Ken miró afuera, la nieve seguía cayendo... estaba helando... nadie vendría...
De pronto sintió como el tipo desgarraba su suéter, para luego empezar a desabrochar su camisa. El hombre se detuvo y lo vió, gustoso de poder darse un festín así.
De nuevo, el chico de ojos azules se hizo como que buscaba algo en el suelo. Su pecho y abdomen estaban desnudos... no podía evitarlo, todo estaba perdido... Sintió unas pequeñas lágrimas que se formaban en sus ojos y lentamente resbalaban por sus mejillas. Nunca se había sentido tan indefenso, tan humillado.
Empezó de pronto.
Esa persona acarició toscamente su cabello y su cuello. Ken cerró los ojos y ahogó un grito, aunque no pudo retener más las lágrimas que comenzaban a salir más rápido cada vez. Sin embago, no llegaron a caer, ya que el tipo se las tomó con un beso en la mejilla.
- No llores - le ordenó, con una sonrisa sádica.
Sus manos empezaron a descender, pasando por su cuello, acariciando su pecho...
- Tu piel... tan limpia... tan suave... me gusta...
Se detuvo en un punto del pecho de Ken, quien no pudo ni siquiera ver la sonrisa macabra del tipo cuando apretó fuertemente sus pezones con ambas manos.
No pudo evitarlo. Ken gritó fuertemente y cayó... terminando ahora acostado sobre la helada mesa.
- Así está mucho mejor, ¿no es cierto? - sonrió de nuevo.
Ken tenía los ojos cerrados... no entendía porque sus mejillas estaban rojas ni porque sentía aquello tan raro...
Lo único que sí sabía era que todo esto estaba mal... lo estaba... violando...
El hombre movió de nuevo sus manos en el pecho de Ken.
- Estamos más cómodos - dijo, antes de inclinarse y empezar a besar y a lamer el pecho del niño.
El pequeño gimió ante toda esa carga de sensaciones. ¡Pero no le gustaba! ¡No quería estar ahí! ¡Quería que lo dejara en paz!
"¡Qué se termine todo rápido, por favor!" Apretaba los párpados con más fuerza... "Dios mío, tengo miedo, tengo mucho miedo..." el tipo seguía explorando su cuerpo con la lengua "¿Por qué soy tan débil?"
Entreabrió los ojos. Afuera, seguía nevando... ¿por qué tenía que estar nevando, por qué? "Quiero que se acabe pronto..." ahogaba los gemidos lo mejor que podía, mientras su atacante no se inmutaba ni siquiera porque el pequeño estaba temblando. La nieve... aún nevando...
Cerró los ojos de nuevo.
"Por favor... que alguien me ayude..."
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
FIN!
¿Eh? ¿No les gustó el final? ñ_ñ'
Sólo era una broma ^^U.
Este es el chiste de este fanfic. ¡Ustedes mandan! Pueden escoger entre tres posibles finales. ¡Primer final! El siempre servicial Takeru "salva" a nuestro desválido Ken (~_~') ¡Segundo final! Ryou-san, el maravilloso legendario Tamer regresa para salvar a su pequeño amigo (espero hacerlo bien, de veras ^^) ¡Tercer final! ¡Daisuke definitivamente no se va con los brazos cruzados al ver tan horrendo acto! (Recomendado por la autora, declarada fan del Daiken ñ_ñ', aunque eso no influye en los dibujos del doujinshi, ¿cierto?)
Quiero agradecer a todos los que me han dejado reviews en mis otros fics (qué cambio de tramas, ¿ne?), y a todos los que me sigan hablando después de esto. A Kenta-kun, quien, como siempre, es el primero en leer mis fics (aunque se traten de esto X_X) y, de nuevo, a Anairb Black por escribir tan bien (y por hacerme llorar ^^') .
Eso es todo por hoy, chequen los finales, y díganme cuál está mejor (aunque ya sé qué me van a decir del primero ~_~') ¡Recuerden que son caminos diferentes! Pueden escoger al azar, son historias completamente distintas y ¡espero que les guste!
Kini-chan ~_~, sálvemos a Ken, ¿Ok?
Aunque, por primera vez en mi vida, siento algo de ¡miedo! porque no sé muy bien cómo manejar la genial idea que ví plasmada en un doujinshi japonés (porque no me pienso quedar con el crédito de tal idea ñ_ñ'), lo único malo es que no sé el nombre del autor... porque, ¡no sé japonés! u_u', así que lo siento si esto viola derechos de autor o algo por el estilo ¬¬, aunque, claro, mi reconocimiento lo tiene ñ_ñ'. Lo que si puedo poner es que Digimon no me pertenece, es de Akiyoshi Hongo y de la Toei n_n.
Quiero agradecer a mi "donante desconocido" quien me dió las imágenes del doujinshi (que por cierto, voy a adaptar a mi estilo de narración, voy a agregarle cosas, y eso, pero el seguimiento de la historia (según los dibujos ñ_ñ') se mantiene, creo que ya había dicho que no sé japonés u_u') ya que sin su generosa y desinteresada aportación esto no hubiera sido posible (gracias, te debo una ^.~).
No atraso más lo inevitable, sólo pongo las siguientes ADVERTENCIAS (léelas bien, por favor, no quiero que te traumes luego):
Este fanfic contiene algo de lime (o lemon, según como lo veas, porque la verdad ya no sé hasta qué punto es cada cosa T_T), YAOI, abuso sexual (lo que es una relación pederasta (pederasta: un adulto con un niño ~_~'), así que si creen que no lo pueden soportar, será mejor que no lo lean, porque, ¡me extiendo mucho en las explicaciones, no puedo evitarlo ¬¬'!
¿Sigues aquí? Ok. ¡Ya advertí, para mentes abiertas! ñ_ñ'
Atte: Kini-chan
PD: Lo siento, Ken-chan, siempre de los siempres te hago sufrir ~_~'.
Introducción
Un niño caminaba por las solitarias calles de Odaiba en aquella tarde de invierno. La nieve apenas había empezado a caer, aún así, se arropó un poco más...
Realmente no sabía muy bien lo que hacía ahí, sobre todo él solo, no conocía muy bien Odaiba y aquella calle no se le hacía para nada conocida, ¿se habría perdido?
Tal vez es que estaba muy distraído, pensando en todo ese asunto de Arukenimon, Mummymon... Yukio Oikawa...
El solo nombre lo hizo estremecerse... cerró los ojos y trató de tranquilizarse, no llegaría a ningún lado así...
Salió de su casa demasiado temprano, recordó que su digimon, Wormmon y los demás habían ido al Digimundo para recuperarse luego de esa pelea en contra de Deemon, aunque... el más cansado era él... sí, estaba cansado...
Suspiró, de alivio, había llegado al parque de Odaiba, ahora, al menos sabía en dónde estaba. El temperatura seguía bajando, era obvio, porque no había nadie en el parque en esa tarde.
Pensó que solamente él estaba tan loco como para salir con este frío...
- Disculpa, ¿te puedo hacer una pregunta?
Ken Ichijouji volteó a ver a la persona que había puesto una mano en su hombro. Estaba sorprendido, pero el hombre seguía sonriendo.
- Ven, te quiero hacer una pregunta.
- Este, señor... yo no...
- ¿No crees que está muy solitario aquí?...
Ken se estaba poniendo nervioso... ¿qué era lo que quería, una dirección o algo?, pues él no sabía nada, tenía que decírselo...
- También está helando, ¿no lo crees?...
La mirada del tipo realmente le incomodaba, tenía que hacer algo, pronto. Retrocedió. Aunque sólo medio paso, esa persona desconocida aprisionaba fuertemente su muñeca.
Ken lo miró horrorizado y el hombre sonrió.
- Vamos a un lugar que no esté tan frío...
Trató de safarze, pero no lo logró...
- ¡Suélteme!
- Grita lo que quieras... nadie te oirá...
El hombre lo empujó hasta el pequeño kiosko que había atrás del parque, ahí, lo aprisionó contra la pared.
- Tienes una piel muy suave - le dijo, acariciando su mejilla y finalmente pellizcándola.
El chico mirada hacia otro lado, tratando de evitar el contacto visual, ¿en qué demonios estaba pensando cuando dejó que el tipo se le acercara tanto? ¿Qué iba a pasarle ahora?
El hombre jaló la bufanda blanca de Ken, dispuesto a quitársela.
- No necesitarás esto.
Aventó la prenda a un lado y se aproximó de nuevo a Ken.
- Quiero que estés tranquilo y que me obedezcas... ¿de acuerdo?
Ken no sabía qué hacer, ¡estaba totalmente a la merced de un enfermo a quien ni siquiera conocía! Así que asistió lentamente...
- Muy bien - sonrió.
El tipo se quitó la corbata. Rodeó a Ken y con la misma corbata que se había quitado amarró las manos del niño, inmovilizándolo.
- Así será más cómodo - dijo él, sonriente.
Ken bajó la mirada. Ahora estaba enojado. Muy enojado, consigo mismo, por ser tan débil y no poder protegerse solo...
Después de hacer esto, sentó al chico en una de las mesas que había en el kiosko. Ken miró afuera, la nieve seguía cayendo... estaba helando... nadie vendría...
De pronto sintió como el tipo desgarraba su suéter, para luego empezar a desabrochar su camisa. El hombre se detuvo y lo vió, gustoso de poder darse un festín así.
De nuevo, el chico de ojos azules se hizo como que buscaba algo en el suelo. Su pecho y abdomen estaban desnudos... no podía evitarlo, todo estaba perdido... Sintió unas pequeñas lágrimas que se formaban en sus ojos y lentamente resbalaban por sus mejillas. Nunca se había sentido tan indefenso, tan humillado.
Empezó de pronto.
Esa persona acarició toscamente su cabello y su cuello. Ken cerró los ojos y ahogó un grito, aunque no pudo retener más las lágrimas que comenzaban a salir más rápido cada vez. Sin embago, no llegaron a caer, ya que el tipo se las tomó con un beso en la mejilla.
- No llores - le ordenó, con una sonrisa sádica.
Sus manos empezaron a descender, pasando por su cuello, acariciando su pecho...
- Tu piel... tan limpia... tan suave... me gusta...
Se detuvo en un punto del pecho de Ken, quien no pudo ni siquiera ver la sonrisa macabra del tipo cuando apretó fuertemente sus pezones con ambas manos.
No pudo evitarlo. Ken gritó fuertemente y cayó... terminando ahora acostado sobre la helada mesa.
- Así está mucho mejor, ¿no es cierto? - sonrió de nuevo.
Ken tenía los ojos cerrados... no entendía porque sus mejillas estaban rojas ni porque sentía aquello tan raro...
Lo único que sí sabía era que todo esto estaba mal... lo estaba... violando...
El hombre movió de nuevo sus manos en el pecho de Ken.
- Estamos más cómodos - dijo, antes de inclinarse y empezar a besar y a lamer el pecho del niño.
El pequeño gimió ante toda esa carga de sensaciones. ¡Pero no le gustaba! ¡No quería estar ahí! ¡Quería que lo dejara en paz!
"¡Qué se termine todo rápido, por favor!" Apretaba los párpados con más fuerza... "Dios mío, tengo miedo, tengo mucho miedo..." el tipo seguía explorando su cuerpo con la lengua "¿Por qué soy tan débil?"
Entreabrió los ojos. Afuera, seguía nevando... ¿por qué tenía que estar nevando, por qué? "Quiero que se acabe pronto..." ahogaba los gemidos lo mejor que podía, mientras su atacante no se inmutaba ni siquiera porque el pequeño estaba temblando. La nieve... aún nevando...
Cerró los ojos de nuevo.
"Por favor... que alguien me ayude..."
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
FIN!
¿Eh? ¿No les gustó el final? ñ_ñ'
Sólo era una broma ^^U.
Este es el chiste de este fanfic. ¡Ustedes mandan! Pueden escoger entre tres posibles finales. ¡Primer final! El siempre servicial Takeru "salva" a nuestro desválido Ken (~_~') ¡Segundo final! Ryou-san, el maravilloso legendario Tamer regresa para salvar a su pequeño amigo (espero hacerlo bien, de veras ^^) ¡Tercer final! ¡Daisuke definitivamente no se va con los brazos cruzados al ver tan horrendo acto! (Recomendado por la autora, declarada fan del Daiken ñ_ñ', aunque eso no influye en los dibujos del doujinshi, ¿cierto?)
Quiero agradecer a todos los que me han dejado reviews en mis otros fics (qué cambio de tramas, ¿ne?), y a todos los que me sigan hablando después de esto. A Kenta-kun, quien, como siempre, es el primero en leer mis fics (aunque se traten de esto X_X) y, de nuevo, a Anairb Black por escribir tan bien (y por hacerme llorar ^^') .
Eso es todo por hoy, chequen los finales, y díganme cuál está mejor (aunque ya sé qué me van a decir del primero ~_~') ¡Recuerden que son caminos diferentes! Pueden escoger al azar, son historias completamente distintas y ¡espero que les guste!
Kini-chan ~_~, sálvemos a Ken, ¿Ok?